Capítulo 40

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¡Holiwis! Acaban de dar las 12:00A.M. así que aquí está la actualización que prometí por mi cumpleaños, quería compartir algo con ustedes hoy. 💜

Wattpad me ha quitado los guiones largos tres veces ya en este capítulo. Los volví a poner, pero si no les salen me avisan sin falta, por favor.

El espacio a nuestro alrededor desapareció, solo éramos conscientes de la presencia del otro y del eléctrico placer que recorría nuestros cuerpos con cada roce de labios. El beso no se detenía y ninguno de los dos tenía la intención de separarse, se sentía cual si hasta el oxígeno hubiese dejado de ser necesario. Sabía que extrañaba sus toques y caricias, sus belfos sobre los míos, la cercanía cómplice y su agradable calor; pero esto estaba siendo más intenso de lo que pensaba.

—Ejem. —Escuché una garganta aclararse—. Venía a ver si estabas comiéndote la pizza sin nosotros, pero veo que tenías mejor alimento, Kook. —Taehyung nunca falla cuando de llegar en el momento justo se trata.

—Tae... —Recuperé el aliento—. Gracias. —Sonreí y entrelacé mis dedos con los de mi novio.

—Tranquilo, para eso son los amigos, me encargaré de traerte un Jimin a domicilio cada vez que lo necesites.

—¿Hasta cuándo planean tener al invitado en la puerta? Adelante, Jimin, no se quede ahí parado. Dentro de poco llegará la comida. —Jin se asomó desde la cocina.

Pasamos hacia el salón principal, nos sentamos juntos en el sofá y Jimin colocó su bolso de viaje a su lado, mientras mis amigos hablaban de no sé qué en la cocina preparando unas bebidas. Es más que obvio que están dándonos tiempo a solas, pero igual agradezco su torpe intento de sutilidad. Había un confortable silencio entre nosostros, uno que tuve que romper, había algo que necesitaba saber.

—No tenía idea de que vendrías. ¿Todo bien?

—Si te avisaba, dejaría de ser una sorpresa. No te preocupes, el vuelo fue tranquilo y no estoy muy cansado.

—No es de eso de lo que hablo. Me alegra que hayas venido y tu viaje fuese bueno, pero mi preocupación es otra. ¿Qué hay de tu trabajo, tus estudiantes?

—¿Eso te preocupaba? —dijo, con tono despreocupado. Tomó mis mejillas entre sus manos y acercó nuestros rostros.

—¡No hables como si no tuviera importancia! —Traté de hacer un puchero enojado, pero su expresión enternecida me dejó ver que fracasé totalmente y solo le causé ternura.

—Eres mi novio, también eres importante, eso es algo que no debes dudar u olvidar. —Unió nuestros labios—. Mañana temprano me iré, solo quería compartir con mi chico su día especial. —Me volvió a besar.

¿Es justo tener como pareja al hombre más romántico del mundo? Mi rostro debe estar rojo en demasía, siento la temperatura de mis mejillas y mis orejas elevarse.

—Si es así, permíteme seguir disfrutando de mi regalo. —Profundicé el beso y mi lengua se dirigió traviesa a saborear todo el interior de su boca.

Una vez nos separamos para recuperar el aliento, volvió a retomar la conversación:

—En realidad, haber venido no es precisamente mi regalo. —Sonrió pícaro y comenzó a abrir su bolso—. ¡Feliz cumpleaños, Jungkook! —Me extendió una caja de tamaño mediano, forrada totalmente de blanco.

—Muchas gracias... No tenías que haberte molestado.

—No es una molestia, es un placer. —Besó mi mejilla—. ¿Qué esperas? Ábrelo.

Asentí y comencé a desenvolver la caja. A medida que el papel blanco iba dejándome vista al cartón, pude distinguir unas letras y una imagen. ¿Esto es acaso lo que creo? Lo es... Una cámara fotográfica SONY A9*.

—Jimin, esto es... demasiado, no puedo aceptarlo. —Sé perfectamente la cantidad de ceros que tienen en el precio, más de una vez me quedé mirándolas en la tienda porque me encantan—. No quiero que gastes tanto en mí, no podré retribuirte.

—No espero que lo hagas, ni lo deseo... Kookie, no me digas esa clase de cosas, no te hago este regalo porque quiera nada a cambio o porque desee algo de igual valor para mi cumpleaños. Que estés a mi lado es el mejor de los regalos, no tienes que sentirte en deuda, ni nada por el estilo. Solo toma muchas fotos, ¿sí? No me puedes dejar con las ganas de ser tu modelo.

—Está bien... Gracias. —Este hombre me deja desarmado siempre con sus comentarios—. ¿Listo para nuestra noche de películas?

—¡Oh, no, Jeon Jungkook, eso no va a suceder!

—¡¿Tae?! —Me volteé hacia la entrada de la cocina, asustado por la repentina voz de mi amigo, viendo su cabeza asomada hacia la sala con el ceño fruncido—. ¿Qué es lo que no va a suceder? Y lo que es más, ¿nos estabas espiando?

—Te diría que no, pero sí, los estaba espiando —enunció con orgullo, saliendo de su escondite junto a Seokjin. No puedo creer que hyung fuese su cómplice en vez de detenerlo—. Sin embargo, el punto es que no voy a permitir que se queden aquí viendo películas con nosotros cuando tu novio viajó casi medio mundo para verte.

—Taehyung, no te preocupes, poder estar con Jungkook es suficiente para mí. Si él quiere que pasemos la noche aquí, está bien para mí, estaremos bien acompañados. —Jimin sonrió.

—¡Calla, protagonista en potencia de novela romántica! Sé que quieres una noche a solas con tu chico, no lo niegues.

—Tae, más respeto. —El intento de Jin de detener a mi amigo torbellino no se hizo esperar.

—¡No me vengas con eso después de que escuchaste todo conmigo detrás de la pared comiendo palomitas! —Jin-hyung se convirtió en una fresa y Jimin tuvo que poner un puño frente a sus labios para contener la risa.

«¿Por qué cada vez que Jimin y mis amigos se juntan solo cosas vergonzosas ocurren?».

—Tae, no sigas cavando nuestra tumba.

—Jin, tres son multitud, ya cuatro somos... No lo sé, ¿una pandemia?

Fue entonces cuando las carcajadas desordenadas de Jimin dejaron de ser contenidas y su hermoso sonido se extendió por todo la casa, contagiándonos inmediatamente. Procesar las palabras de Taehyung es algo para lo que nuestros cerebros nunca van a estar preparados, su mente se mueve en dimensiones inimaginables.

—Santo cielo, Jungkookie, tus amigos son demasiado divertidos —dijo entre risas aún.

—No lo negaré, pero a veces me causan vergüenza ajena.

—¡Galleta malvada! No hables mal de nosotros en nuestras narices. —Tae hizo una cara de molestia demasiado tierna—. ¿Entonces?

—¿Entonces, qué? —le devolví la pregunta.

—¿Qué quieres hacer? Responde con sinceridad, por favor. —¿Cómo pudo cambiar su expresión por una totalmente seria?—. Dejemos las bromas de lado. Hemos estado contigo todo el día, si hay algo especial que quieras hacer con Jimin, solo dilo. —Sonrió comprensivo.

Si bien es cierto que no me hubiese molestado estar con todos aquí y pasar una noche seguramente divertida, no puedo negar que tengo unas ganas incontenibles de estar a solas con Jimin. Han sido pocos, por no decir ninguno, los momentos de intimidad que hemos tenido, quizá tocamos de más en un par de lugares y hubo algo de tensión cuando fui a su departamento, pero por cuestiones de su propia salud en ese momento, no pudimos llegar más lejos. Quiero llegar más lejos, consumar lo que tenemos de una manera más profunda, ya va siendo hora de hacerlo.

—Quiero... irme con Jimin a su departamento. —Mi sonrojo debe llegar por lo menos al techo ahora mismo.

—¡Uy, nuestra galleta atrevida sí tenía planes ocultos!

—¡No se trata de eso! —Mi voz ha temblado tanto que ni yo mismo creería esta afirmación.

—Taehyung, estás poniendo a Jungkook en un predicamento. ¿A dónde se fue tu actitud seria de hace unos segundos? —Jin trató de mediar de nuevo al ver que no solo eran mis mejillas las coloradas. Cómo quisiera estrenar la cámara con este hermoso sonrojo de Jimin, pero no es el momento.

El sonido del timbre nos hizo salir de esa extremadamente incómoda situación, en mayor parte para mí, y anunció la llegada de la pizza. Todos decidimos ignorar el tema previo y comimos entre bromas y breves historias de nuestro pasado. Estos pequeños encuentros son los que se convierten preciosos recuerdos en el futuro. Este ha sido un gran día, mucho mejor de lo que hubiese imaginado.

En un tiempo récord, Tae me había llevado a mi habitación para recoger algo de ropa por si la necesitaba, mientras Jin llamaba al taxi para que viniera a recogernos. Solo nos despidieron diciéndome que no había prisa por mi regreso, que ellos cuidarían la casa hasta el regreso de mamá. Taehyung incluso me susurró al oído que me echó unos analgésicos en el bolso por si los necesitaba. No supe cómo las cosas sucedieron tan rápido, simplemente estoy caminando fuera de mi casa junto a Jimin y un taxi nos espera junto a la acera.

—Que pasen una buena noche —dijo Jin-hyung. Él y Tae agitaron sus manos por última vez desde la puerta y entraron.

—Jimin, yo... Lo siento por Tae y hyung, pueden ser un poco... intensos.

—Son simpáticos, ya te lo he dicho. No recuerdo cuándo fue la última vez que me divertí tanto como hoy.

—Bueno, entonces está bien... Y, sobre lo que dije de querer ir a tu departamento —terminé la frase en un susurro—, de verdad no se trata de eso... Yo, de verdad solo quiero... Eh, ah...

—Tranquilo, Kookie, no he sacado ninguna clase de conclusión adelantada. Sucederá lo que quieras que pase, si lo que deseas es que conversemos hasta el amanecer, pues eso haremos, no mentí cuando dije que mientras disfrute de tu compañía, para mí es suficiente. —Me besó en la frente y abrió la puerta para mí—. ¿Nos vamos? —Me subí y él me siguió.

«Lo que quiera que pase... ¿Qué pasa si lo que acabo de negar, es lo que verdaderamente deseo que suceda? Park Jimin, te deseo».

*Cámara SONY A9 de Jungkook:

Espero que las fotos se vean con la calidad suficiente, traté de poner un par de ángulos para que tuvieran una idea de cómo se ve.

Bueno... ¿Habrá lemon, o solo una noche de caricias y compañía mutua? No se lo pierdan.
Ahora sí, oficialmente no actualizo más hasta que termine mis exámenes. De hecho, me pusieron una prueba extra mañana. 😐🔫

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

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