Capítulo 8

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¡Holiwis! Aquí estoy de vuelta, jeje. Espero disfruten este capítulo, como se me había borrado tuve que reescribirlo en su totalidad, pero quedé bastante satisfecha con el resultado. A ver qué les parece.

Los reflectores nos enfocan solamente a los dos ahora. La melodía del inicio de la canción se expande a través de todo el teatro. Tuve que tragar en seco. ¡Maldición! Conozco la canción, así como su letra. Es de las composiciones con más doble sentido que he escuchado. Definitivamente, si sumamos la canción Filter con el baile de Jimin intentando seducir a alguien; seducirme a mí, el resultado será un Jungkook fuera de sus cabales.

¿Qué es este escalofrío que acaba de recorrer mi cuerpo? ¿Cómo puede haber su expresión cambiado tanto solamente con iniciar una canción? Me devora con la mirada, me hace pensar en la maravilla de caer en las tentaciones y cuán increíble sería hacerlo con él. Por mil y un demonios, me siento expuesto; no puedo apartar mis dilatadas pupilas de su silueta y siento que mi atracción hacia él se ha vuelto obvia para todos en el lugar.

No habían pasado ni diez segundos. La letra aún no se escuchaba. Jimin ni siquiera se había movido de su sitio y solo su mirada había bastado para descolocarme. Temo por mi estabilidad emocional cuando comience la coreografía. Mis temores/oscuros deseos me sacan el aire de los pulmones cuando inicia a delinear sus movimientos.

Sensual. Apasionado. Preciso. Compacto. Seductor. Excitante... Por más que mi mente da vueltas, no consigo delimitar cuál de esas características prima en él; todas están presentes y se incrementan en demasía con cada paso. Nunca pensé que una persona sería capaz de transformarse, en fracciones de segundos, de la cosa más tierna y adorable jamás vista a la personificación de la lujuria.

Park Jimin es un ángel. Su sonrisa es capaz de sanar la herida más mortal y el corazón más lastimado; su sola presencia puede iluminar las almas de quienes son testigos de su implacable belleza. Park Jimin es un demonio. Puede envolverte en sus tentativas garras y arrastrarte a su mundo de tentaciones y pecado. Puede teñirte de su color y llevarte a su propio ritmo. Te haría capaz de caminar al infierno con una sonrisa, por el simple hecho de que sabes que te hará compañía en esas profundidades.

Quiero ser bañado por su angelical blanco. Ansío ser corrompido por su interminable negro. Muero por que los tonos del rojo más intenso se entrelacen para dar forma a la pasión que nos rodea.

Sus pasos lo traen cada vez más cerca de mí. Mis latidos se aceleran y mi respiración se comienza a volver errática. La anticipación por su cercanía me enciende. Está delante de mí. La proximidad es suficiente como para ver el volumen de sus músculos contraerse por debajo de su entallada ropa. Este hombre es un arma de seducción en masa.

Sus dedos se deslizan por sus cabellos. Su mirada penetra en todo mi ser y deja al descubierto cada uno de mis desordenados sentimientos. Se acerca el final. Los movimientos rítmicos laterales que crean sus piernas en un sensual vaivén de caderas mientras gira ampliamente su cuello y muerde sus labios han exprimido mi última gota de cordura. Se acerca peligrosamente a mí, delinea mi labio inferior con su pulgar, se relame una vez más y acerca su boca a la mía.

Su pulgar estaba en medio, pero, aun así, observarlo colocar sus labios encima y que solo unos milímetros eviten nuestro roce... fue mi causa de muerte cerebral instantánea. Sin embargo, cuando su rostro se alejó unos centímetros, pude ver cómo me atravesaba con una mirada llena de deseo.

—"Vamos a convertirnos en un nuevo nosotros". —Movió sus labios a la par de la canción—. "Cúbreme sobre tu corazón". —Terminó de cantar, esta vez audible, a modo de un susurro, directamente en mi oído.

Jeon Jungkook acaba de regresar de la tierra de los muertos, convirtiéndose en la primera persona en despertar de una muerte cerebral. Volver del más allá me ha hecho comprender algo que he intentado negar en el último mes: Jimin y yo no podemos ser amigos. No me conformo con ser solo amigos. Necesito más.

Estoy en shock. Mis manos cuelgan a los lados de la silla y mi mirada está perdida en ninguna parte. Recuerdo vagamente haber visto a Jimin recomponerse como si nada hubiese pasado después de jugar con mi cordura, pero todo lo que ocurrió después es borroso. Sé que la presentadora habló algo de las "feromonas" del profesor Park y de cómo nadie era capaz de resistirse a sus encantos, nada más.

Uno de los estudiantes me recarga en su hombro para ayudar a mis mareados pasos a regresar a su silla.

—¿Estás bien?

—... Sí, bueno. Eso creo. —Siento el calor en mis mejillas elevarse más por recordar.

—Jeje, no te preocupes. No tienes que sentirte avergonzado o cohibido por lo que pasó. O sea, literalmente, Park Jimin es el crush de más del 80 por ciento de todas las personas de esta escuela.

—¿Has dicho todas?

—Incluyo también profesores, si es a lo que te refieres. Pero, como pudiste experimentar, nadie se resiste a sus encantos. Hasta el aire es afortunado por poder ser respirado por él.

—Bueno saberlo —dije aún atolondrado.

—Sin embargo... —Aclaró su garganta y se acercó a mi oído—. Creo que lo mejor es que vayas a encargarte de eso. —Señaló sutilmente el creciente bulto en mis pantalones—. Debe ser doloroso. —Me dio unas palmaditas en el hombro y se fue.

¡Qué vergüenza! Si hay algún excavador profesional, que venga a abrir un hueco para enterrarme justo aquí por favor. Mi rostro se enciende más nítidamente y salgo corriendo a toda la velocidad que el dolor que me provocaba la fricción en mi parte baja me permite. Podría jurar que escuché la voz de Jimin llamándome cuando salí al pasillo, pero no quise voltear atrás. Solo imaginar que me vería en ese estado hacía mi vergüenza elevarse a niveles exorbitantes.

Me encerré en el cubículo del primer baño que pude encontrar. Traté de regularizar mi respiración y bajar la temperatura de mi cuerpo. No quería enfriarme de la manera convencional estando en ese lugar. Era necesario tomar medidas, solo que no sabía cuáles.

—Jungkook, abre la puerta. —Como si no estuviese ya en una situación lo suficientemente bochornosa, la sombra de la silueta de Jimin se acababa de colocar frente a la puerta de mi pequeño refugio.

—Todo está bien, déjame solo. —Creo que me escuché un poco enojado.

—¿Se puede saber qué te pasa?

—No es nada. Vete, ¿sí?

—Oh, no. No me iré y tú me dirás por qué huyes de mí —demandó.

—¡¿Cómo has...?! —No supe cómo hizo para abrir el seguro de la puerta; pero tampoco pude terminar de formular mi pregunta. Una de sus manos tiraba de mi brazo para sacarme.

—No eres el primer joven que se encierra en un baño de escuela, y tampoco el primero que este profesor tiene que sacar. Vamos, deja de ocultarte.

—Espera... —Bajé la tela de mi pullover para cubrir el aumento de volumen, pero su mirada desplazándose a mi privacidad me dio a entender que fue inútil.

—Kook, no me digas que... Lo lamento, no pensé... —Lo comencé a notar avergonzado también.

Trágame, tierra. No puedo creer que haya visto mi erección. No puedo creer que estoy así por él... No puedo creer que la satisfacción de saberlo esté compitiendo con la vergüenza.

Y esto fue todo por hoy. Esta semana habrá dos capítulos, tal y como prometí. Todavía no sé qué día de la semana lo publicaré, pero será antes del viernes. Quien sabe, quizás mañana si el tiempo me alcanza, jeje.

Cometario random, no tan random: estoy mega feliz por todos los premios que alcanzaron los chicos en los MAMA. Ellos se merecen el cielo y todo lo bueno del mundo. ¡Yeiiiiiiii! -grita como fanática loca XD.

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

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