Capítulo 1

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El amor es complicado, siempre lo he sabido; mucho más cuando se tienen gustos como los míos. Soy gay. Es una realidad de la que soy consciente desde pequeño. Las mujeres nunca provocaron en mí sensaciones que despertaran mis hormonas; si eran hermosas era capaz de admitirlo, pero solo eso. No me planteé la idea de tener una relación con alguien del sexo opuesto ni una sola vez. Sin embargo, cual si no fuera suficiente, mi interés jamás se centró en chicos de una edad similar a la mía.

Estoy condenado, lo sé. Los hombres mayores son mi perdición. Sus gestos, esa belleza madura mezclada con sensualidad hipnotizante y esas miradas ardientes que esconden una vasta experiencia de todo tipo, hacen que mis sentidos se desordenen y pierda mi autocontrol. Para mi desgracia, no he podido tener una relación seria con ninguno de los hombres que me ha interesado. ¿Por qué? Muy simple: por mi "cara de bebé".

Mi nombre es Jeon Jungkook, tengo diecisiete años, soy estudiante de preparatoria. Si se preguntan por qué mi rostro es el culpable, la respuesta es sencilla: ellos me ven a mí del mismo modo que yo veo a los hombres jóvenes. Me consideran un chico inmaduro e inexperto, solo quieren pasar el rato conmigo y disfrutar de una noche de desenfreno. No me considero un experto en sexo, mas me atrevo a decir que no soy necesariamente malo en la cama. Todos se van con expresiones satisfechas y relajadas después de que compartimos alcoba.

Hace poco, buscando un cambio de aires, comencé a frecuentar un bar gay nuevo; uno de los pocos que permite entrar a jóvenes de mi edad. La primera vez tuve que mostrar mi identificación, nadie creía que tenía diecisiete, y no los culpo, mis facciones siempre causan malentendidos.

El cambio de aires terminó por robarme el aliento.

«Quién es él». Ese pensamiento monopolizó mis sentidos.

¿Qué es la sensualidad? Es ese hombre sentado en la barra.

Cabellos rubios, ojos hermosos, labios carnosos. Su estatura parece ser un poco más baja que la mía, un metro setenta y cuatro quizá. Sus gestos son refinados, lentos y, se podría decir, pensados para atrapar en sus garras de seducción a todo el que pose sus ojos en él.

—Buenas noches, caballero. —No sé en qué momento llegué a pararme frente a él, pero, justo ahora, agradezco a mi imprudencia sin importar las consecuencias.

Me miró. Parecía extrañado de que le hubiese dirigido la palabra; aunque pude notar que se interesó en mí. Su mirada me recorrió de arriba a abajo, tratando de disimular el brillo de la lujuria. Todo se desmoronó cuando su vista se posó en mi muñeca izquierda. En el bar, cuando pagas la entrada, te colocan una manilla similar a las que dan en los hoteles; las de los menores de edad tiene un color diferente a las demás, así no te venderán alcohol directamente.

—Hola, chico. ¿Cómo estás? —Su expresión era distinta ahora; era similar a la que me ofrecía mi padre al hablar conmigo.

—¡No me llamo chico! Mi nombre es Jeon Jungkook.

—Lo siento, Jungkook. Mi nombre es Park Jimin. Un gusto conocerte. —Me extendió la mano con una sonrisa cordial.

—El gusto es mío. ¿Estás solo? —Creo que fui muy directo.

—Sí. Me gusta venir a escuchar música y relajarme. Además, las bebidas que preparan aquí son deliciosas; aunque, no sirve de mucho que te lo diga.

—No te burles de mí.

—No lo hago. Pero, me extraña que hace unos instantes me reclamaras por llamarte chico y ahora seas tú quien me tutea, aun sabiendo que soy mayor que tú.

—No me pareces tan viejo, creo que nuestras edades podrían ser cercanas. —La mentira más obvia de mi vida acababa de abandonar mis labios, pero necesitaba una excusa para saber su edad.

—Jajaja. Me lo tomaré como un cumplido. Tengo treinta y uno, ¿qué hay de ti?

—¿Cuántos parezco tener?

—No lo sé..., ¿quince?

—¡Diecisiete!

—¡Vaya! Para nada los aparentas. Eres casi un adulto, Jungkook.

Fue la primera vez. Por primera vez, alguien me dijo que me acercaba a la adultez.

—Quiero que nos conozcamos mejor.

Mis pensamientos se aceleraron y eso fue lo único que pude decir. Deseaba que nos conociéramos, sí. Mi intención era continuar preguntando y alargar la conversación con la primera persona que no me trataba como un niño ignorante al saber mi edad. No estaba en planes hacer esa declaración que parecía estar llena de segundas intenciones. Segundas intenciones tenía, pero no quería mostrarlas tan pronto.

Su expresión estaba perpleja y, para mi pesar, algo decepcionada.

—No deberías hacer estas cosas, Jungkook. No desperdicies tu juventud así.

—¡No, no, no! Eso no es a lo que me refiero. Quiero que seamos amigos, por eso quiero conocerte, y que me conozcas. No supe escoger las palabras.

—Nadie viene a un bar gay y habla con un desconocido solo para volverse su amigo. No juzgo las preferencias de nadie, no estoy en posición de hacerlo. Pero, si vas a hacer estas cosas, al menos deberías acercarte a jóvenes de tu edad.

—No lo entiendes, yo... quiero que si va a pasar algo entre nosotros, sea luego de que seamos más cercanos.

—¿Qué insinúas? ¿Qué quieres una relación conmigo?

—Si se pudiera..., en el futuro.

—Casi doblo tu edad. Podría ser tu padre.

—Pero no lo eres.

—¿Qué podría haber en común entre nosotros? Nuestros intereses no deben ser los mismos.

—Eso no lo sabremos hasta conocernos mejor, tal y como te pedí. —No estaba dispuesto a ceder.

Quería pensar que no me brindaba un no rotundo como respuesta porque todavía quedaba algo de la atracción que vi hacia mí en su mirada, esa que me dedicó antes de ver la manilla en mi muñeca.

—No es bien visto que un adulto salga con un niño. —Parecía que intentaba mantener su razón.

—Hace poco dijiste que casi era un adulto.

—No te gusta perder, ¿eh?

—Eres un buen observador. —Lo miré con determinación.

—Tú ganas, Kook. Conozcámonos mejor. Seamos amigos; solo amigos, ¿ok?

Amigos. Yo mismo había dado la sugerencia, pero tenía miedo de que todo quedara ahí. Sin embargo, acabo de dar el primer paso para acercarme a Park Jimin.

¡Holiwis!

Mi primera incursión en este fandom, y también en la narración en primera persona. Hasta ahora siempre había narrado en tercera persona, así que estoy algo nerviosa. Espero les guste.

Ando medio preocupada porque me aparecen unos símbolos extraños cuando publico. Espero que a ustedes les salga bien.

Nos leemos pronto.

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