¡Holiwis! He regresado. Todavía no acabo de organizar lo que tengo pendiente en la universidad, además de que el sistema de la laptop me ha estado dando problemas, espero arreglarla en los próximos días. Esta semana también es solo un capítulo, sin embargo, con lo que se viene para el siguiente, lo mejor es que tengan doble la otra semana... No digo más, espero les guste.

A partir de la próxima semana, debo regresar a publicar dos capítulos, igual que antes, si todo me sale bien. No prometo nada, pero espero así sea.

La mañana se ha hecho presente. La continuidad de mi rutina se impone a pesar de que no quiero separarme de las sábanas. Siempre he sido malo para levantarme de la cama, es como si ella me sedujera para que me quede a su lado; no es mi culpa, es suya. La alarma no deja de sonar y escucho la voz de Tae a lo lejos intentando despertarme. Yo solo me resigno, abro los ojos y reviso mi celular para ver la hora. Lo que veo en pantalla hace a mi sueño irse de vacaciones y a mi sonrisa comenzar a trabajar.

"Buenos días. ¿Cómo ha amanecido mi novio favorito? Espero que te vaya bien en la escuela".

¿A quién no se le alegra la mañana así? Contesté con un: "Son buenos gracias a ti, porque en ti amanecí pensando. Que tengas buen día, hasta más tarde".

No sabía si creer que mi día a día sería así a partir de ahora; para mi fortuna, lo fue.

Mis días siguieron comenzando con buen pie, he llegado a encontrar divertidas las clases, ni yo mismo me lo creo. Durante los descansos o el horario de almuerzo, siempre intercambiamos mensajes en el chat. En la noche me llama por teléfono y conversamos por más de una hora, a pesar de ello, no deja de enviarme un mensaje de buenas noches.

No falta el contacto o esos pequeños detalles. De vez en cuando salimos a tomar un café o a cenar. Esta es la primera vez que estoy en una relación propiamente dicha, pero me alegro que esta experiencia la esté viviendo con Jimin.

Después de un par de semanas, llegamos al acuerdo de regular un poco el contacto. Yo estaba ocupado con mis exámenes de final de trimestre y él evaluando a sus estudiantes, así como cerrando papeleos que necesitaba entregar antes de comenzar el verano, según me comentó. Algo teníamos claro, y era que una vez que comenzábamos a hablar, no teníamos cuando parar, así que lo mejor era, con gran pesar, llamarnos menos.

El problema fue que las cosas no quedaron solo en esas semanas de final de curso escolar. Las vacaciones comenzaron y seguíamos sin recuperar el ritmo de contacto que teníamos antes. No era nada en extremo preocupante, más que nada, porque me dijo que estaría ocupado las primeras semanas para hacer tiempo y salir después. Nos llamábamos, sí, pero el intercambio de palabras era cada vez más corto.

A partir de ahí, las llamadas cesaron, solo me enviaba un par de mensajes diarios, a modo de saludo y para ver cómo estaba. Los caracteres que usaba eran menos. Más que preocuparme por si me estuviera comenzando a evitar, mi principal fuente de angustia era saber si estaba todo bien.

Tres días después, sin esperármelo, recibí una llamada telefónica. Ver el nombre de Jimin en la pantalla de mi celular fue causa de que, automáticamente, una sonrisa se dibujara en mis labios.

—Minnie, cuánto tiempo, ¿cómo has estado? —Si bien por mi mente llegó a pasar enojarme con él por su ausencia, solo palabras de preocupación salieron de mi boca.

—Kookie, lo siento, me compliqué más de lo esperado. —Su voz se escuchaba agotada, demasiado—. ¿Qué tal las vacaciones?

—Todo bien. He completado la mayoría de los niveles de todos mis videojuegos, jeje.

Traté de sonar despreocupado y no decepcionado. Quería decirle cuánto deseaba que llegara el día de nuestra salida, pero luego de escuchar su tono decaído, que aparentaba haber sacado sus últimas fuerzas para hablar conmigo, simplemente no pude hacerlo. Me sentí culpable por ser egoísta; no dudé de él, pero no pude evitar sentirme abandonado cuando nuestras llamadas disminuyeron. Él ha estado multiplicando sus responsabilidades para dedicarme tiempo, yo solo estoy en casa, relajándome tranquilamente.

—Deberías salir con tus amigos a distraerte, tomar el sol. No te quedes encerrado. —Un sonoro y cansado suspiro terminó su frase.

—¿Estás bien? —No pude ocultar la preocupación de mi voz—. Te escuchas agotado, ¿no estás esforzándote demasiado?

—No te preocupes, ahora estoy bien.

—No sé por qué no me convences.

—La verdad es que... quería disculparme por dejar de llamar sin previo aviso, cada vez era menos el tiempo del que disponía.

—Tranquilo, sé que estás ocupado. Tendremos todo el tiempo del mundo para hablar después.

—Ese es el problema, que no puedo esperar a después. No lo soportaba más, necesitaba escuchar tu voz; pero si lo hacía, estaba seguro de que no podría colgar.

—¿Qué cosas dices? —Me sonrojé—. Debes ser responsable con tu trabajo. Pero, no te excedas, debes descansar.

—Eso hago, justo ahora.

—¿Eh?

—Escucharte hace que mi batería se cargue. No podemos colgar esta llamada, todavía no llego a 100%.

Cada una de sus declaraciones me había sacado una sonrisa hasta ahora; pero, estas últimas palabras, creo que las necesitaba.

—No me dejas más remedio, tengo que ser un buen cargador.

Hablamos cerca de una hora. La voz de Jimin seguía sintiéndose agotada, pero se escuchaba menos decaída que al principio, como si en serio estuviese sobreponiéndose al cansancio. Escucharlo más animado a pesar de todo, me tranquilizaba. Aunque, acabé haciéndolo prometer que descansaría apropiadamente para poder salir a nuestra cita después de que acabara su trabajo pendiente.

Después de despedirnos, estaba lleno de sentimientos encontrados. La felicidad se desbordaba de mi interior por considerarme especial para él; la preocupación me asolaba de pensar que se estaba sobre esforzando. ¿Habrá algo que pueda hacer por él?

Un par de días después, recibí una llamada de Hoseok.

—Hobi-hyung, hola.

—Hola, Jungkookie, ¿cómo te va?

—Todo bien, ¿qué tal tú?

—Lleno de trabajo, no te mentiré; pero, no soy el que la está pasando peor.

—A qué te refieres o, más bien, ¿a quién?... ¿Se trata de Jimin?

—Sí, justo por eso te llamo. Hace ya casi una semana que no me comunico con él, me preocupa. ¿Tú sabes algo?

—Anteayer hablé con él, se escuchaba agotado; pero me prometió que descansaría.

—Haaaaa. —Lo escuché suspirar—. Este hombre. —Parecía hablar consigo mismo—. ¿Podrías hacerme un favor?

—Claro, ¿de qué se trata?

—Yo estoy demasiado atareado en la academia, ¿podrías pasar a llevarle unas cosas a su casa?

—No hay problema, de hecho, me gustaría verlo —admití.

—Perfecto, pasa por nuestra oficina en la escuela y te daré lo que quiero que le entregues. ¿Puedes venir ahora?

—En seguida salgo para allá. Nos vemos en un rato. —Colgué.

No puedo creer que la oportunidad de visitarlo me haya caído del cielo. No obstante, no sé por qué, pero tengo un mal presentimiento.

Esto es todo por ahora. Me disculpo de nuevo por haber bajado el ritmo de publicación temporalmente, espero poder recuperarlo pronto. La próxima semana se vienen un par de giros. ¿Qué le estará pasando a Jimin?

Chao chan 😘

Hasta el próximo lunes.