Como hoy se cumplen dos años desde que comencé a escribir aquí, y fue está la primera historia que publiqué, les dejo esto por aquí. Además, quiero aprovechar que es el cumpleaños de karitoceci para dedicarle este pequeño capítulo. 💜

Jimin

El paso del tiempo es implacable, y lleva nuestra vida por caminos que, quizás, nunca pensamos transitar. A veces, si miramos atrás, notamos cómo las decisiones que tomamos en el pasado, terminaron por determinar un futuro que es nuestro presente. Para mí, el momento que marcó una transformación radical, fue el haber posado mis ojos en un hermoso joven de cabellos azabaches y ojos enormes y hermosos, cargados de sinceridad, cual si fueran las ventanas de su alma. Jeon Jungkook cambió mi vida para siempre, y es lo mejor que pude haber experimentado, a excepción de poder enamorarme más de él con cada día que paso a su lado.

Los pétalos de cerezo se deslizan por el aire, llevando consigo el perfume y la esencia de una nueva primavera. Un nuevo curso escolar se asoma a las puertas de la Academia de Artes de Seúl. Los pasillos están pulcros y vacíos, aún es temprano. Los preparativos están listos para recibir a una nueva generación cargada de sueños, y continuar ayudando al crecimiento de otras.

Comprobé mi imagen en el tenue reflejo de los cristales del comedor, en mi camino al teatro. He dejado de lado el cabello rubio, optando por mi tono natural de castaño. Mi cuerpo es ahora más delgado, debido a toda la masa muscular que he ido perdiendo con el paso del tiempo, a pesar de que mi cuerpo sigue tonificado, asentando mi figura en mi traje negro, sin corbata. Ahora, pequeñas arrugas se dibujan en las esquinas de mis ojos y en la comisura de mis labios cuando sonrío. Todavía no puedo creer que han pasado siete años.

Observé las grandes puertas de madera del teatro, cerradas. Sin embargo, la melodía de la música se escucha como un susurro desde mi posición. Reconozco la canción. Aquí está mi chico, quien se escabulló de entre las sábanas demasiado temprano. Aunque, debería decir mi hombre. Jungkook se ha convertido en una persona tan atractiva como ni en mis más recónditos sueños pensé. Su cabello sigue siendo negro, combinando con sus orbes de obsidiana, como el sello distintivo de su apariencia. Su mandíbula fuerte se ha definido y sus facciones se han vuelto más maduras. ¡Qué decir de su estatura y su porte! Ha trabajado su cuerpo de manera disciplinada, para mejorar su desempeño.

A pesar de que todos saben de nuestra relación, nunca faltan propuestas indecentes ni miradas coquetas de todas las mujeres que se cruzan en su camino. No puedo evitar sentir celos, a veces. Sentirme menos. Él está en el mejor momento de su vida, florecido en todo su esplendor, mientras yo me marchito con cada día que pasa. ¿Se sentirá feliz conmigo? ¿Seguiré siendo suficiente para él?

De pie, en el fondo, recargado de la puerta, lo observo terminar su ensayo. ¿Es normal que se sienta tan entrañable verlo dibujar una sonrisa enamorada con el solo hecho de verme? El brillo de su mirada de Bambi casi me deja ciego, y hay tantos sentimientos desbordados en cada una de sus expresiones y gestos cuando camina hacia mí, que me siento como un idiota por siquiera tener esas ideas esporádicas, generadas por mi falta de autoestima. El avance implacable de mis lesiones musculares ha pasado factura a mi cuerpo y ya no soy el de antes.

—Buenos días, precioso. —Ahí está esa sonrisa de bebé mimado, mostrando la inocencia pasional bajo toda esa aura imponente y seductora.

—Buenos días —respondí, con una sonrisa instantánea apareciendo en mis labios. Amo que me diga precioso.

—¿Cómo dormiste? ¿Te desperté al salir? Traté de ser lo más sigiloso posible.

Hace tres años, decidimos comenzar a vivir juntos. Nuestra relación se había ido consolidando y, pensando en prolongar más el tiempo compartido, se mudó conmigo. Él siguió sus estudios en el área universitaria y yo seguí impartiendo clases en la de bachillerato, para evitar cualquier tipo de problema en la escuela; a pesar de que siempre ha sido un lugar libre de prejuicios y lleno de aceptación para nosotros.

—De maravilla. Había extrañado dormir entre tus brazos.

—Fue solo un viaje de tres días, pero yo también te extrañé demasiado. —Me besó, un toque suave de labios que se fue intensificando con cada segundo. Se ha convertido en un excelente besador. Toma las riendas y me desarma por completo, dejándome a su merced.

A pesar de haberse graduado hace poco, desde mucho antes de terminar la universidad, ha recibido numerosas invitaciones para presentarse en escenarios a nivel nacional e internacional. Su talento se vuelve cada vez más reconocido y me siento orgulloso de ello. Verlo crecer y adquirir experiencia me hace querer apoyarlo cada vez más, aun si eso implica sus viajes frecuentes.

Lo abracé, aspirando el aroma de su cuello y dejando un beso travieso que le erizó la piel. Me encanta obtener esa clase de reacciones inocentes de su parte, contrastando con lo apasionado que es como amante. El tiempo nos ha permitido conocer nuestros cuerpos y mentes, aprendiendo a complacernos y comprendernos cada vez más. Si bien seguimos intercambiando roles en la cama, me encanta sentirlo en mi interior y recibir sus caricias y mimos; él ha aprendido a tomar el control y yo disfruto de su guía. Pero también hay noches en que él quiere ser el consentido, y vivir para consentirlo es uno de mis grandes placeres.

—¿Ya terminaste tus ensayos, o te interrumpí? —pregunté, notando que quizás había sido inoportuno.

—Sí, terminé. Incluso tomé una ducha rápida y volví, para familiarizarme por última vez con la acústica de este lugar, hace un tiempo que no subo a este escenario. Además, aclararte que tú nunca interrumpes. Es todo lo demás lo que se interpone en mi preciado tiempo contigo.

—¿En qué momento te volviste este romántico incorregible?

—¿Te molesta? —El tono travieso en su voz no fue ocultado.

—Imposible. Amo cada una de tus facetas. —Lo besé en la punta de la nariz.

—Y así dices que soy yo el del romanticismo.

—Es que me encanta verte sonrojar por mí. —Acaricié sus mejillas, que se tornaban poco a poco de un tenue carmín. Dejé un beso rápido en sus labios—. ¿Quieres ir a desayunar? Aún es temprano. Compré algo de camino aquí, podemos improvisar un mini picnic bajo el árbol de atrás del comedor.

—¿Crees que me negaría a empezar el día desayunado contigo? La pregunta está de más. —Entrelazó nuestras manos—. Me han entrado unas misteriosas y enormes ganas de desayunar.

Sonreí ante su comentario ocurrente y caminé a su lado, sin soltar su mano, hasta sentarnos en el césped bajo el árbol, sobre una pequeña manta. Cada vez que recorro estos pasillos con Jungkook, revivo como si se tratase de ayer, los momentos que hemos vivido juntos aquí. De una forma u otra, esta academia ha sido testigo de muchos de nuestros altibajos, así como de inolvidables recuerdos; está ligada a nosotros de manera indisoluble. Nuestra historia está escrita aquí adentro, por decirlo de un modo algo dramático.

Después de beber nuestros capuchinos, acompañando nuestros sándwiches de jamón y queso, nos quedamos sentados bajo las ramas del cerezo, cuyos pétalos no dejan de caer sobre nosotros, dejando pequeños adornos rosa en nuestros cabellos y ropas. Mis dedos se han quedado acariciando los cabellos de Jungkook en una cadencia distraída, mientras mis ojos lo observan con adoración mientras duerme, con su cabeza apoyada en mi regazo. A pesar de ser tan talentoso, nunca descuida su esfuerzo y trabaja duro para pulirse cada vez más. Me recuerda un poco a mí, cuando tenía su edad; perfeccionista y obstinado.

«¿Por qué su obstinación me parece tan linda? ¿Por qué todo en él me parece tan lindo?».

—Te amo —susurré, dejando un beso en su frente.

—También te amo, Jimin —me contestó, removiéndose en mi regazo—. Cada día que pasa, me enamoro más de ti. —Alzó su brazo hasta colocar su mano en mi nuca y tiró suavemente de mi cuerpo hasta que unió nuestros labios.

—No sabes cuánto me gustaría poder estar así contigo todo el tiempo.

—Tenemos toda la vida para eso, es un deseo que estoy dispuesto a cumplir. Porque yo también anhelo poder estar siempre a tu lado.

—Contigo, incluso el "por siempre" no bastaría, porque sé que nunca podré tener suficiente de ti. Jungkook, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

El eco del timbre se expandió por el campus, denotando el final de su tiempo a solas esa mañana. Sin embargo, tal y como ambos se prometieron, pasarían cada día de sus vidas amándose y completándose, pues ni todos sus años restantes alcanzarían para contener el amor tan grande que había nacido entre ellos, y no dejaba de crecer.

¡Holiwis! Después de muuuuucho tiempo, aquí está el extra prometido. Es un pequeño capítulo en el que pasa de todo y, a la vez, de nada. Normalmente, escribo mis historias para finalizar en el epílogo, sin dejar nada pendiente para extras. Pero como sé que esta historia les gusta tanto, quise escribir algo random, pero lindo jjj. Ando soft últimamente, aprovéchenme; cuando entre en racha de angst, van a querer matarme. 🤣

Mi próxima meta de vida está en terminar Over lies y Gastrea. ¡Fighting, yo!

Chao chan 😘

Nos leemos en próximos proyectos.