Extra 1 Bakutodo

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Bakugo se sentía caliente, su cuerpo quemaba y su pene estaba duro, había llegado hasta la casa del peliverde por que ni loco se quedaba en casa con su madre y su padre durante su primer celo, prefería estar con el conejo que no lo molestaría, Deku lo había dejado en la habitación de su madre pero el ni loco se pajeaba en la cama de su tía Inko era un cochino mas no un cerdo, con mucho trabajo y unas cuantas maldiciones se paso a la habitación de invitados donde se lanzo a la cama (casi nueva) y se desnudo sintiendo como el viento de la casa golpeaba su cuerpo caliente sin pensarlo soltó un gruñido ante tal acción, se sentía inquieto y ansioso, paso su mano por su falo buscando aliviar un poco la presión que sentía,  podía percibir mejor los olores de la casa sobre todo el de Deku pues aunque no quería debía admitir que este olía a hembra y no podía evitarlo su parte animal pedía saciarse, Bakugo no era virgen dejo de serlo a sus trece a sus trece años cerca de cumplir los catorce con una chica un poco mayor que el, no se arrepentía había experimentado un nuevo mundo y le había gustado y desde entonces había seguido con una que otra relación pasajera donde solo había sexo, pero este era su primer celo y no sabia como manejarlo estaba al borde del dolor en su pene, era horrible, un olor malditamente delicioso llego a su nariz y sus pupilas se dilataron conocía muy bien ese olor 

-Kacchan donde estas?- escucho la voz de Deku llamándolo pero por el momento era lo que menos le importaba, lo que quería era al chico que lo acompañaba 

-Midoriya creo que esta en la otra habitación, descuida yo me hare cargo- el peliverde asintió y se fue a la sala, no se iría por si necesitaban algo pero usaría audífonos para no tener que escuchar nada indebido, la persona dueño del olor entro a la habitación y hecho seguro a la puerta encontrando al rubio completamente desnudo parado en medio de la habitación expectante a cada uno de sus movimientos, trago saliva observando a tal adonis el rubio le resultaba muy guapo -Hola Bakugo estoy seguro que no me esperabas- dijo con una sonrisa quitando su chaqueta 

-Bastardo mitad y mitad- dijo viéndolo con ansias y lujuria -La verdad no pero es una sorpresa muy buena me gusta- dijo acercándose a este dándole un beso pero fue separado de un empujón y una cachetada que lejos de molestar solo excito al rubio 

-No te di permiso de tocarme- dijo el gato con su rostro estoico acariciando la mejilla golpeada, Bakugo gruño pensando en las expresiones que podía sacarle l gato con todo lo que pensaba hacerle, lo tomo de la muñeca y lo lanzo a la cama, le demostraría a ese malcriado quien mandaba 

-Mira maldito imbécil si estas aquí es por que te desnudaras y me abrirás las piernas obedientemente- dijo montándose encima de este abriendo sus piernas y posicionándose entre estas 

-Te equivocas, estoy aquí por que Izuku me llamo diciendo que necesitabas ayuda jamás dije que dejaría que me tocaras- dijo con una sonrisa burlona, sus animales por naturaleza se repudiaban un odio que desde la antigüedad había existido entre perros y gatos y nadie sabia a ciencia cierta el por que de esto, pero al mismo tiempo ambos animales se llamaban deseando probar lo prohibido, romper las reglas y negar su naturaleza, Bakugo quito la ropa del bicolor despedazándola sin remordimiento, este intento resistirse o por lo menos taparse pues el perro lo había agarrado de improvisto, una vez desnudo este le dio un golpe en el muslo interno de una de sus piernas haciendo que el otro se quitar de encima para el poder salir de la cama -Creo que no has entendido no te has ganado el derecho de tocarme- 

-El que no ha entendido eres tu te cogeré tan fuerte que no le podrás abrir las piernas a ningún otro que no sea yo- dicho esto empezó un corre y atrapa en toda la habitación, saltaban por las paredes y los muebles eh incluso Todoroki se sostuvo del techo con sus garras y ahí se hubiera quedado de no ser por que el perro le halo su delicada cola acción que al contrario le dio ventaja para inmovilizarlo en la cama -Al fin te tengo mierda- dijo mientras sostenía su cuello pegado al cama y levantaba su cadera para que su trasero quedara expuesto, dio dos nalgadas con su mano libre en cada una de sus mejillas escuchando el gemido que el gato soltó por cada una, comenzó a restregar su duro miembro entre las nalgas de este, le encantaba el color rojizo que la piel del contrario estaba adquiriendo, Todoroki se había agitado y excitado por la persecución y le gustaba mucho la forma en que el rubio lo dominaba y con una sonrisa traviesa impulso su trasero contra la pelvis del contrario escuchando un gruñido satisfecho -Maldito- dijo el rubio y soltó su cuello para llevar ambas manos a ese redondo trasero y separarlo comenzando con a chupar este, pasaba su lengua alrededor de la entrada y luego la metía a el rosado y apretado agujero, el bicolor ronroneaba gustoso por lo que sentía, luego de un rato Bakugo se enderezo y alineo su pene con la entrada de este, no lo prepararía quería que le doliera que sintiera lo que pasaría la próxima vez (por que estaba claro que ese gato ahora era suyo) que osara desobedecerlo, pero cuando entro de una lejos de dolerle a Todoroki lo único que le hizo sentir fue un placer inmenso que lo hizo gritar y por poco venirse, pero no paro ahí las envestidas eran rudas y salvajes y el no podía estar mas satisfecho, había escogido al macho perfecto para el, apretaba su trasero para escuchar los gruñidos del perro 

-AHHHH- lo hizo gritar un tirón en su pierna y como era dado vuelta de una manera brusca quedando de frente al rubio, este se inclino y mordió sus labios para después besarlo sin detenerse en ningún momento -Bakuuugooo- gimió al sentir como su punto dulce era tocado una y otra vez, sentía demasiado placer 

-Eres mío- gruño el contrario mordiendo una de sus orejitas, Todoroki apretó al rubio contra su cuerpo en el momento en que la punta del pene de este crecía en su interior 

-Me anudaste?- 

-Después iré a comprar pastillas para no preñarte ahora relájate que no he terminado, cuando el nudo baje te volveré a coger-

-Eres un descarado-

Mientras tanto el conejo peliverde se encontraba en el primer piso preocupado por que esos salvajes le hicieran un oyó en el suelo o en la pared o que rompieran la cama y comenzó a buscar en internet "como arreglar una pared usted mismo" 

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