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.ೃ 💐 ¡Grrr! .𓄼

El apareamiento de la pareja de tigre y conejo duró todo el resto de la mañana y toda la tarde, cuando el cielo ya estaba casi oscuro es que detuvieron su actividad sexual. En realidad Jaehyun se detuvo porque la pancita del conejito gruñó y no quería que el pequeño pasara hambre.

El cuerpo del pelinegrito temblaba un poco, el sudor empapaba su cuerpo y sus orejitas seguían algo agitadas, sus ojos estrellados parecían contener agua y había un rastro de lágrimas en sus ojos, sus mejillas seguían sonrojadas y muchas marcas de amor cubrían su blando cuerpo.

Doyoung se encontraba con sus manos todavía apretando las sábanas, solo que estas se habían soltado un poco al terminar, sus piernas estaban dobladas y abiertas, dejando ver la esencia del tigre que escurría de su entrada, recorriendo sus muslos y manchando un poco la sábana.

El conejito seguía aturdido y solo hizo un sonidito cuando sintió la polla del tigre salir de su interior, Doyoung miró al castaño, Jaehyun no pudo resistirse y besó la mejilla del pelinegro.

— ¿Tienes hambre? —cuestionó Jaehyun mientras se ponía la ropa que el conejito le había dado con anterioridad.

El pelinegro asintió algo ido, en realidad tenía mucha hambre.

El tigre sonrió y le extendió su ropa al conejo pelinegro, Doyoung intentó levantarse para vestirse, pero no pudo por el repentino dolor que le dio en las caderas, sus orejas grises bajaron y su colita tembló.

Jaehyun lo notó, pensó en que debía ser un poco más considerado y se sintió mal por hacerle sentir dolor, con una expresión arrepentida comenzó a ayudar al conejito a vestirse.

Doyoung notó la desanimada mirada del tigre, aunque le dolía no sentía que fuera malo hacer estas cosas, se había sentido bien.

El pelinegro abrazó al castaño mientras este lo vestía, Jaehyun correspondió el abrazo y no pudo resistirse a acariciar con picardía la colita del pequeño.

— ¡Hm! —exclamó el pelinegro, su cola era muy sensible por lo que no pudo evitar emitir un gemidito.

Jaehyun casi no puede evitar introducirse en esa estrecha entrada nuevamente, solo se resistió al recordar el hambre de su bebé.

— Haré algo de comer. —Jaehyun terminó de vestir con rapidez al conejito y se fue casi volando de la habitación, si seguía allí su lujuria iría en aumento.

Su conejito era muy tentador.

Doyoung se quedó allí aturdido, no sabía que el tigre supiera cocinar, pero no le dio importancia, se quedó sentado en la cama por un momento antes de decidir levantarse de la cama.

El conejito se estremeció del dolor, pero se resistió a soltar un sollozo, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero logró llegar al pequeño baño de la casa.

En el camino, miró por un rato al tigre mientras este cocinaba lo que parecía ser un caldo de verduras, olía muy bien y parecía ser delicioso.

Doyoung fue al baño y se lavó la cara con agua, los rastros de lágrimas secas desaparecieron, pero las esquinas de sus ojos quedaron algo rojas. Sus labios seguían rojos y su cuello tenía muchas marcas rojas y algunas mordidas.

Un puchero se instaló en sus labios, sin embargo antes de intentar borrarlas le restó importancia, de todas formas casi no salía de casa últimamente.

Así, el conejito dio inicio a la indulgencia hacia su amante, solo que aún no se había dado cuenta.

Doyoung caminó hacia la sala, vio como el tigre seguía cocinando la cena por lo que se sentó en una silla del comedor a esperar.

Mientras lo hacía pudo escuchar ruidos provenientes del exterior, además de los grillos y búhos, pudo escuchar pasos, estos eran fuertes, por las pisadas, Doyoung pudo identificar que era un híbrido depredador.

Sus orejas se levantaron en alerta y sus instintos le gritaban que huyera ahora mismo del lugar, lágrimas inundaron sus ojos y entró en pánico.

Jaehyun era un tigre y había sido entrenado desde pequeño muy duramente, sus sentidos eran agudos, poco antes de que el conejito sintiera los pasos él los había sentido antes.

Enseguida apagó la estufa y agudizó más sus sentidos, pronto identificó que el depredador era una pantera negra.

Los colmillos del castaño crecieron, sus ojos antes marrones ahora poseían un destello plateado en ellos, su cabello se erizó al igual que su cola y orejas.

Corrió rápidamente hacia donde estaba su conejito, lo encontró en una esquina del salón mientras sollozaba, parecía muy asustado.

Jaehyun quería consolarlo, pero al escuchar fuertes golpes en la puerta solo pudo tomar a su bebé y sostenerlo en sus brazos, manteniendolo seguro mientras la pantera desconocida abría la puerta de manera forzada.

— ¿Dónde estás? ¡Maldito conejo! —El grito hizo estremecer al pelinegro, Jaehyun se enojó mucho al notar el miedo de su amante.

Doyoung tenía miedo y sus ojitos estaban cerrados con mucha fuerza, sin embargo, se relajó ligeramente al sentirse seguro en los brazos del tigre.

El pelinegro se aferraba a Jaehyun con fuerza, vio la apariencia de pelea del tigre y se asustó, pero con un par de respiraciones logró calmarse.

Lo estaba protegiendo, no debía temerle.

La pantera volteó y los miró, al hacerlo pareció sorprendido al ver al híbrido de tigre, pero una sonrisa maliciosa se instaló en su rostro.

El hombre híbrido de pantera era muy alto, era moreno y de ojos ámbar, miraba al conejito con avaricia, cosa que ponía muy incómodo al objetivo de esos ojos.

— Cálmate, conejito, te protegeré. —murmuró bajito el tigre en el oído del pelinegro, Doyoung asintió y se calmó un poco.

Jaehyun le protegería.

La pantera no dijo nada más, solo se lanzó a la pelea con el tigre, Jaehyun rápidamente colocó a su amante tras su espalda y comenzó la pelea entre ambos.

Doyoung estaba horrorizado ante las heridas que aparecían en el cuerpo del castaño, las mismas iban de pequeñas a grandes y botaban mucha sangre.

Lágrimas inundaban los ojos del pelinegro, su cuerpo temblaba y hubiera intentado detener la pelea si no fuera porque Jaehyun lo miró en medio de la misma y le sonrió, acto seguido el tigre comenzó a ganar terreno.

La pantera se llenó de cortes más profundos y sangrantes, sus ojos parecían observados, pero justo cuando pensó en cambiar a su forma animal para esquivar los ataques del tigre, Jaehyun vio su intención y no lo dejó, acabo con todo rajándole el cuello.

La sangre roja salió a borbotones del cuello del moreno, sus ojos eran de sorpresa, el cuerpo cayó al suelo con un fuerte golpe.

Doyoung calló sus sollozos, estaba aliviado de que todo hubiera acabado, pero seguía algo asustado por la bestial forma del tigre castaño.

Jaehyun respiraba con fuerza, la sangre cubría su cara y cabello, manchando sus hebras castañas con el color de la sangre.

El conejito se acercó a Jaehyun con algo de miedo, sus piernitas temblaban, pero trago grueso y tocó su hombro con delicadeza.

— Jae... ¿grr? —preguntó con duda e imitando el ruido que emitía el tigre constantemente.

Jaehyun respiró y miró a su conejito con ojos suaves, los mismos ya no eran plateados sino negros.

— Grr... —La pareja rió mientras se abrazaban, al conejito no le importó la sangre del tigre, estaba agradecido y algo asustado todavía.

Jaehyun notó el miedo de su amante y no dijo ni cuestionó porque había una pantera a esa hora en este lugar, solo abrazó a su conejito en silencio.

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