¿Un vampiro? ¡¿Estoy en la casa de un vampiro?! Apenas puedo asimilar que soy una mujer loba y este viene a decir que es un vampiro.

Me encuentro muy campante, sentada con los pies sobre el sillón de su gran biblioteca, leyendo sobre seres sobrenaturales, esperando entender la razón de por qué esto no es una historia de terror.

Solo alzo la vista cuando siento su presencia. Mi corazón se acelera bastante rápido al percibirlo. Es un movimiento distinto.

Gerriot pasa por el pasillo sin mi mirarme y mis mejillas sienten calor de todas formas.

Quisiera saber ¿Por qué está aquí? ¿Por qué me encuentro en este sitio? ¿Por qué todo es tan complicado?

Permanezco en este lugar porque perdoné a Orión por las cámaras y porque hoy viene el médico, pero en realidad es una mentira, solo tengo esta necesidad intensa de estar cerca de G, aunque él ni me mira.

Siento que el vampirito utiliza esta debilidad, el sabe cual es la verdadera razón por la que no me estoy yendo.