시간 28 🍷

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—Jimin, creo que lo mejor es que nos demos un tiempo.


[...]


Devastado.

Se sentía realmente devastado.

Tal vez no debió ser tan directo con él. Tal vez simplemente debió evitar que hablaran de esos temas con sus amigos.

Estaba en su departamento, eran un poco más a las siete. Habían llegado a las cosas que su madre había encargado, pero simplemente no paraban de bajar lágrimas por sus ojos.

Aunque sabía que "darse un tiempo" se refería que iban a terminar tarde o temprano.

No le gustó que él sea un hombre que haya tenido bastantes experiencias antes que él.

No pensó que él quería a alguien que no estuviera tan "usado", si así se podía referir a alguien que había gozado de su libertad sexual.

Se sentía mal.

Ni siquiera sabía cómo iba a estar en esa reunión. Recibiendo a sus amigos. Si así se podía llamar.

Pero tendría que al menos fingir estar bien. Porque si su mamá había hecho el esfuerzo de llevarlos, claramente los llamaría a preguntarles qué tal habían pasado. Porque ella fuera la invitación.

La verdad tenía tantas cosas en la cabeza, que el tiempo pasaba volando.

Y de un momento a otro. El reloj marcó las ocho. Y él siempre empezó a sonar.

Rápidamente secó sus lágrimas y se dirigió a abrir la puerta.

—Hola, Dimitri.

Jimin sonrió levemente y el alto peli blanco sonrió.

—Jimin, un placer verte de nuevo.

Le dio un leve abrazo antes de entrar, pero tras él, sus tres mosqueteros llegaron.

Taehyung, Hoseok y Namjoon.

—¿Y ustedes?

—Tu madre también nos invitó ve, recibenos bonito.

Taehyung se quejó.

—Namjoon, tu no entras hasta que me pagues lo que me debes.

—Sigue con eso.

Taehyung rodó los ojos.

—¿Llegaron más?

Dimitri se asomó tras Jimin y todos alzaron la mirada para ver a aquel guapo ruso.

—Hola.

Taehyung saludo embobado antes de pasar sin quitarle la mirada de encima.

—Se te caen las babas.

Jimin soltó una risa.

—Dimitri, ellos son unos amigos.

El pálido sonrió saludando a cada uno de ellos con un fuerte apretón de manos.

El timbre volvió a sonar.

—¿Cuántos amigos tienes Jimin?

Hoseok preguntó.

—La verdad no se cuantos haya invitado mi madre.

Abrió la puerta y vio a un alto de pelo rizado.

—¿Alessandro?

Jimin sonrió al ver al italiano, quien por cierto, le había ayudado con su nivelación de matemáticas en su primer semestre.

—Jimin, tu país es muy lindo, casi como tú.

De dio un beso en la mejilla antes de pasar.

Justo atrás llegaba uno de sus mejores amigos, Jackson Wang, el era uno de los pocos de la lista con quien de verdad tenía una amistad y no fue sexo, interés amoroso o algo por el estilo.

Bueno, el se la pasaba de fuesta en fiesta y Jimin no podía negarse a ir.

—Jimin, primera vez que me invitan a algo y es tu madre, ¿de casualidad está soltera? Me enamoré de su voz.

El rubio arqueo una ceja.

—Pasa antes de que te eche.

Soltó una carcajada.

Y así siguieron llegando más y más "amigos".

Uno que otro eran realmente sus amigos, con quienes había pasado todos los años en Estados Unidos, charlando, en fiestas, comiendo, y no solo en una cama.

Se sintió feliz de ver a esos amigos.

Pero, por otro lado, había personas con quienes había sido simplemente un par de acostones. Claro, eso no quita que tenían un tipo de amistad y se llevaban bien. Pero, es raro que su madre los haya invitado como amigos, y ellos hayan aceptado así como así, sin pensar en que tal vez sería incómodo tal vez, ¿no?

En fin, su departamento era el más variado. Habían desde rusos hasta chinos, franceses, italianos.

Dios mío, se había sorprendido cuántos países había reunido su madre en un solo departamento, y se sorprendió aún más, que ellos hayan aceptado viajar a Corea.

Un país al otro lado del mundo.

[...]

Era oficialmente una fiesta.

Todo estaba oscuro. Habían prendido luces LED y habían empezado a poner música a todo volumen, cantando, comiendo y bebiendo todo lo que su madre les había brindado.

Jimin estaba sentado con una botella de soju y Taehyung al lado.

Taehyung ya se había dado cuenta de lo decaído que estaba Jimin, pero no quería preguntarle nada.

Temía que si le preguntaba rompiera en llanto. Y realmente no quería avergonzar a su amigo frente a tantos manjares extranjeros tan deliciosos que los había probado solo con la mirada.

Y bueno, ya se imaginaba que era de algo relacionado con Jungkook, pues era de lo único que podía estar triste, ya que su asignación de presidencia había salido bien, así que era lo único que le podría estar pasando en ese momento, y además Jungkook no se encontraba en su departamento.

Todo mal.

—¡Jimin!

Jackson se acercó, traía un collar de plumas, unas gafas y una botella de whisky en su mano.

—Tu fiesta es casi tan buena como las que yo hago.

Jimin sonrió.

—¿Qué tomas?

—Soju.

Respondió el rubio.

—Nah, mejor toma esta delicia.

Le di la botella de whisky y le quitó la de soju.

—Ey, dásela a Dimitri a ver si le gusta.

Taehyung dijo con una sonrisa.

—¿Quién carajos es Dimitri?

—No lo sé, ¿tal vez el ruso de dos metros que anda por ahí?

Jackson soltó una carcajada antes de hablar.

—Cierto, el que se acabó la reserva de vodka, no creo que el soju le haga ni cosquillas.

Jimin soltó una risita, ya no había whisky en la botella.

—Amigo, te la di casi llena.

Jackson soltó una carcajada.

Jimin ya estaba ebrio, ahora si, a disfrutar.

Tenía que olvidar que estaba mal de algún modo.










[♤♡]




Aclaración: Cuando llegan sus amigos extranjeros hablan inglés.

Normalmente se supone que hablan coreano, pero en la fiesta hablan todos inglés.

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