¿Estaba cómodo? No.

La verdad si hubiera sabido que no hiba a poder tomarse su año sabático jamás hubiera vuelto a Corea, se hubiera quedado en Estados Unidos.

—Mira Jimin, a algunos de estos accionistas ya los conoces, así que no estés nervioso.

Su padre le dijo mientras caminaban por aquel enorme pasillo hasta llegar a la puerta que dirigía a la sala del evento.

Entregó la invitación y pudieron pasar sin problemas.

Jimin vió alrededor de aquella gran sala, un montón de personas con una copa en la mano y hablando de negocios.

No era su ambiente favorito.

Jimin vio como sus padres se dirigían a una mesa a saludar a los Kim y el simplemente rodó los ojos.

Vio una mesa vacía y fue directo a ella, sin antes agarrar una copa de vino que ofrecían los meseros.

Aquellas mesas eran altas y no habían sillas junto a ellas, así que solo podía apoyar su copa.

Soltó un suspiro, ni siquiera veía a Taehyung por ningún lado, seguramente se había salvado de venir o había desaparecido de la cena, pues sus padres son los dueños de la fundación, sería raro que no haya venido.

Acabó hasta la última gota de vino y la dejó en la bandeja de un mesero que pasaba por ahí, para agarrar otra.

—Esta noche será larga.

Musitó mientras mecía su copa con lentitud.

El vino tinto no era su favorito, pero no creía que le servirían algún whisky o algún coctel aún.

—¡Jimin!

Sintió como su padre lo llamaba y alzó la mirada, estaba hablando con unas personas que no conocía, o bueno, seguramente al escuchar sus nombres lo sabría.

Se dirigió a aquella mesa con su copa en la mano y dio una pequeña reverencia al llegar.

—Es nuestro hijo, acaba de volver del extranjero, será el próximo presidente de la empresa.

Miró de reojo a su padre, no le sorprendía, pero toda la información que había recibido ese mismo día estaba empezando a ser estresante.

—Mucho gusto, Park Jimin.

—Mucho justo, Jeon Misul, y ella es mi esposa, Jeon Eun ah.

Extendió la mano y Jimin la recibió formando un apretón de manos.

—Jimin, él es el dueño y ex presidente del Grupo Jeon, ahora su hijo está en el cargo.

Jimin asintió pensativo.

"Grupo Jeon", si duda lo había escuchado hace poco, pero su mente estaba lo suficientemente cansada como para pensar en eso.

—Nuestro hijo está por aquí, lo mejor es que se conozcan.

Y ahí fue cuando recordó.

"Bueno, niño, soy dueño y presidente del Grupo Jeon, ¿sabes lo que es?"

Oh, carajo, por eso estaba tan desesperado por el contrato.

La verdad pensó que estaba mintiendo y que era un estafador, así que hizo una firma falsa y todo.

Pero lo comprobaria al verlo esa noche.

Su celular empezó a sonar levemente y lo sacó de su bolsillo.

—Discúlpenme un segundo.

Dijo Jimin mientras se retiraba, tomó su copa de vino y la dejó en la bandeja del mesero.

—¿Taehyung? Dime por favor que estas en la cena y no en algún lugar bebiendo.

Dijo en voz baja mientras se dirigía al pasillo para hablar con comodidad.

—Se supone que mi padre es el dueño de la fundación ¿por qué no estaría?

Respondió antes de soltar una pequeña risa.

—Te llamaba para que me ayudes a escapar, de hecho, ¿tienes tu carro disponible para que me vengas a ver?

Jimin suspiró.

—La cuestión es que yo también estoy aquí, ¿dónde estás?

Pudo escuchar un quejido por la línea y lo único que hizo fue reírse.

—Ya dime, ¿dónde andas metido?

—En patio trasero, fumando.

Respondió con un tono de voz aburrido, claro, el que Jimin esté ahí le había arruinado los planes.

—Ya voy.

[...]

—¿Quieres uno?

Fue lo primero que dijo Taehyung al ver al rubio, quien negó.

—¿No deberías...no se, estar con los accionistas y así?

Taehyung se encogió de hombros y le dio una calada a su cigarro.

—¿Por qué estás aquí? Me había armado todo un plan.

Jimin rió y se recargó en la pared junto a Taehyung, quien tenía su mirada vagando en el oscuro cielo.

—Bueno, si quieres nos podemos escapar.

Sonrió dirigiéndole la mirada.

—¿Y meterme en problemas con el señor Park? Olvídalo.

Una cosa era llamar a Jimin, quien se suponía estaría en algún lugar de Seúl divirtiéndose, y otra cosa era irse con él de la cena de la fundación.

Obviamente sabrían que se fue con él; eran amigos desde que estaban en pañales.

El olor a cigarro inundó las fosas nasales de Jimin e hizo una leve mueca, no le encantaba su aroma.

—Bien, entonces intentemos embriagarnos con vino.

Taehyung sonrió.

—Suena perfecto.

Taehyung puso aquel cigarro en el cenicero que se encontraba en una pequeña mesita y se dispusieron a entrar.

Pudieron ver cómo un hombre salía con la mirada en su cajetilla de cigarros en sus manos, y de no ser porque a Jimin se le hizo muy familiar aquel rostro, lo hubiera pasado por alto.

Era aquel hombre, Jeon Jungkook.

¿Entonces no estaba mintiendo?

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