— ¡Sonic! ¡¡Sal ya por favor, llevas casi una hora ahí dentro!! —gritaba con suma preocupación una joven oji-jade quien no paraba de tocar la puerta del baño.

— ..A..Amy.... —abrió lentamente la perilla, su voz era entrecortada y la chica lo miró con asombro y tristeza, sus lágrimas no paraban de brotar de sus ojos esmeralda. 

— N..no me digas que...- —Sabía la respuesta de ante mano al ver a su amigo en ese estado, pero quería confirmarlo.

— S..Si....e-estoy.....pre-preñado... —arrojó con fuerza la prueba para romperse y llorar desconsoladamente.

— Ay no...Son.... —su amiga rápidamente lo cogio en brazos, dirigiendolo hasta su cama para sentarse un poco.

— ¿Q..Qué voy a ha-hacer a-aho-ahora...? —decía entre hipos por tanto llanto.

— Tranquilo tranquilo...¿Cuántas semanas dices que llevas? —le daba palmadas en la espalda para hacerle sentir mejor, en vano por supuesto.

— T..Tres....debió de ser aquella noche en dónde llegaron ebrios....

— Demonios...¡¿Cómo puede haber gente así!? —su amiga estaba consternada por la situación de su amigo, quería apoyarlo pero no sabía de que manera, se sentía impotente al no poder hacer mayor cosa.

— No lo se...p-pero..l-lo pe-peor de to-todo...es que....n-no se...Q-Quién es el p-pa-padre... —volvió a romperse y abrazar con fuerza a su amiga.

— ¡¿QUÉ!? —su sorpresa e indignación crecieron.

— Había terminado de hacer la cena y ellos llegaron, ebrios y luego yo-yo- —hablaba tan rápido que sentía su alma corromperse más.

— Shh tranquilo...no fue tu culpa y eso me consta Son...pero...tal vez esto te suene incómodo pero...qué harás con la criatura....?

— No se... ¡¡Tengo apenas diecinueve años no se cómo criar a un niño!! No tengo a nadie....El dinero que ganó con tu tío no me alcanzaría para poder mantenerlo como se debe...y si...¿M..me lo intentan qui-quitar...?

— Sonic...soy tu amiga y hemos estado juntos en cualquier circunstancia y ahora no te voy a abandonar; debes irte —dijo levantandole el mentón para que logrará verla.

— ¿I..irme...A-a dónde?

— Regresa a tu ciudad de origen, a Station Square, tienes aún la casa de tus padres y puedes vivir ahí y si Dios quiere, criar al pequeño contigo. Hagamos algo, como se bien que no tienes más familiares yo me iré contigo, pero debes irte cuanto antes de aquí, por tu bien y el del bebé.

— P..pero...-

— ¡Claro! ¿Por qué no le pides ayuda a Knuckles? ¡El te ayudará sin duda!

— Sería abusar de su confianza...

— Ustedes dos se gustan desde hace tiempo no me mientas, y aprovechando que es el hijo del director, podría hacer la trasferencia a la universidad de Station.

— P..pero...Amy no es tan fácil...quiero hacerlo pero-

— Ya basta de peros, nos iremos y punto, empezaré a hacer mis maletas y tu irás a hablar con Knuckles.

— No me querrá ver la cara...creerá que soy un fenómeno... —decía mientras sus ojos volvían a cristalizarse.

— No digas eso, sólo eres hermafrodita; él te ama, y estoy segura de que aceptará al pequeño y a ti —sonrió dulcemente—. Además debemos actuar rápido antes que el bastardo de tu tío regrese de Green Hill.

— Está bien...lo haré...

— ¡Ese es mi Sonic! —lo abrazó por última vez—. Ahora ve a hablar con él.

— Gracias por apoyarme Amy...eres la mejor amiga que he tenido... —sollozo en el hombro de la pelirosa para luego separarse.

— Suerte Son.

— Gracias Amy, te veré en la noche.

Salió de aquella morada y tomaba rumbo por las calles, pensaba en todo lo que acababa de pasar y las palabras de su amiga, tenía aún inseguridad sobre lo que haría. No por él, sino por su pequeño ser que no tenía culpa alguna de lo que había pasado, independientemente de quien fuera su maldito padre él lo amaría con todo su ser, porque era un pedacito de su corazón.

Iba tan sumido en sus pensamientos que iba distraído cruzando la calle, el semáforo estaba en rojo claro, pero un imprudente nunca falta.
Aparentemente iba ebrio y no se percataba de las señales de tránsito, al igual que el azulado de su camino.

Todo fue tan rápido, al escuchar las llantas desenfrenadas acercarse a él, miró y trató de correr para alejarse del impacto.

Pero era tarde, y no sólo dejó heridas graves en él.

Sino le arrebato la vida al ser inocente.