ʚ🧺ɞ Capitulo 10.

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Maggi observaba a su hijo dormir.

Estaba tan preocupada por lo que había pasado, que no tenía cabeza para pensar en la mentira que había ideado antes. Sobre Barcode siendo novio de Jeff.

Al menos Jeff recordaba su nombre, su edad y parte de su infancia, eso le había dicho el medico un par de horas atrás luego de revisarlo, "lo que indicaba que sólo se trata de una pérdida temporal de memoria, seguramente debido al traumatismo causado esa noche", fueron las palabras textuales del doctor Hunter. Habían sacado a Jeff de la habitación y le habían hecho exámenes de todo tipo para saber la gravedad de su lesión e investigar por qué la pérdida de memoria. Los resultados no estarían hasta después de tres días, lo que significaba que tendrían que estar al menos cuatro días más allí. Aunque Maggi no entendía bien todo eso, lo único que quería era que su hijo estuviera bien. Lo conocía lo suficiente como para saber que estar en un hospital lo agotaba y estresaba más que no recordar.

Un par de los amigos de Jeff habían llegado a saludar y a saber cómo seguía, estaban bastantes sorprendidos y preocupados por las noticias de la pérdida de memoria, pero aceptaron ayudar en cualquier cosa, en caso de que el médico los citara para trabajar con Jeff sobre sus recuerdos perdidos, que al parecer se trataba de los últimos dos años.

Suspiró y continuó su tejido esperando a que Barcode llegara.

En el último par de días el chico había pasado todo su tiempo libre en el hospital, al cuidado de Jeff y dándole a Maggi tiempo para ir a su casa y descansar, ya que realmente era algo que necesitaba hacer a su edad. Ese chico realmente era su bendición en ese momento, solo esperaba que cuando Jeff supiera que le habían mentido no lo sacara completamente de sus vidas. Aunque conociendo a Jeff Satur sabía que eso era casi imposible, a menos que Barcode lograra ganarse su corazón al cien por ciento, algo que, también sabia, no era completamente imposible.





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-¡Ya me voy! Dejé todos los arreglos listos, con el nombre y dirección para las entregas. Mi celular estará encendido si quieres preguntarme algo.

-Está bien, Barcode, ve con cuidado. Dale mis saludos a Maggi y a Jeff, avísame si ocurre algo- Barcode asintió y corrió a su auto y tratando de no sobrepasar el límite de velocidad, condujo hasta el hospital.

Sus pensamientos estaban revueltos. Por un lado, la preocupación por Jeff y sus recuerdos lo tenía al límite, no deseaba para nada que él viviera de esa forma toda su vida. Es decir, ¿cómo de malo sería vivir con dos años borrados de tu mente? Lo otro, y no menos importante, era su mentira. Sabía que estaba mal, pero era la única forma de poder seguir acompañando a Jeff en el hospital cuando Maggi no estuviera.

Le había comentado a Ta sobre eso, y él estaba en desacuerdo total. Pero todos entendían que si le decían a Jeff la verdad en ese minuto lo confundirían aún más, y con todos, solo se refería a Maggi, Ta, Bible y él mismo.

Cuando llegó, caminó dentro, por los pasillos que ya conocía de memoria hacia la habitación de Jeff. Tocó suavemente la puerta, atento al "adelante" de Maggi para entrar. Cuando escucho ruidos, abrió suavemente la puerta y vio a la madre de su amor acomodando la ropa de cama de su hijo.

-Buenas tardes, Maggi- dijo suavemente, miró a Jeff que tenía una mirada algo perdida, seguramente acababa de despertar- Hey, Jeff, te ves mucho mejor que ayer -dijo sonriendo. Y era la verdad. Se acercó hasta ellos, beso la mejilla de Maggi y la mejilla de Jeff

-¿Cómo estás, querido? ¿Mucho trabajo?

-Sí, mucho, hubieron muchos pedidos, por eso me tardé un poco más hoy.

—¿En qué trabajas? —preguntó Jeff, sonriendo. Barcode lo miro unos segundos, mudo. Jeff nunca le había sonreído de esa forma, tan sinceramente.

-Yo... uhm... -Se sentía tonto, pero no tenía palabras. Se aclaró la garganta- Soy florista, ya sabes, hago arreglos florales, ayudo a la gente con sus jardines, cuido plantas, recomiendo macetas... No es gran cosa, pero me gusta.

-¿Por qué no sería gran cosa? Creo que va con tu personalidad, ¿no crees, mamá? - preguntó a Maggi. Ella asintió y sonrió.

-Toda la razón, Barcode es un chico alegre, efusivo, que llena de vida a lo que está a su alrededor- Ese comentario hizo que Barcode se sonrojara, notablemente y mirara sus pies.

-Tantos halagos y harás que suba al cielo, Maggi- dijo divertido. Elevó la mirada hasta Jeff, y ahí estaba de nuevo, esa hermosa sonrisa. Nuevamente se aclaró la garganta -Y bien, ¿qué ha dicho el medico? ¿Cuándo te podremos sacar de aquí?

-No lo sé, me han hecho exámenes toda la mañana, parece que al menos estaré aquí por una semana más.

-Oh, y eso te tiene contento, ¿verdad? Todo consentido por tu madre, las enfermeras...

-...Mi novio... —barcode miró a Jeff y asintió lentamente, sonrojado.

-Tu novio...

-No me tiene para nada contento, odio estar aquí sin poder salir... quiero montar a Fire, trabajar mis tierras, dormir en mi propia cama. Dime algo, ¿vives conmigo, Barcode? -Barcode miró a Maggi en busca de ayuda, mordió su labio inferior.

-No hijo, él vive con su familia, solo llevan un par de meses de novios.

-¿Sólo un par de meses? Creí que mucho más- comentó Jeff

-Bien, los dejo, necesito una ducha y James me estará esperando abajo -comentó Maggi. No deseaba seguir mintiéndole a su bebé. Se acercó a Jeff y besó su frente- Nos vemos hijo, no hagas rabiar a las enfermeras ni a Barcode, haz caso en todo.

-No tengo 10 años, madre, eso no se me olvidó- comentó divertido

Barcode soltó una risa por lo bajo.

-Tuve la esperanza -bromeó Maggi rodando sus ojos. Besó la mejilla de Barcode y la palmeó suavemente- Nos vemos hijo, avísame cualquier cosa.

-No te preocupes, tu hijo no tendrá mejor enfermero- Barcode sonrió a Maggi mientras ella salía por la puerta de la habitación. Devolvió su mirada hasta Jeff

-Entonces, ¿qué cosa interesante has hecho?-preguntó Barcode

-Si interesante llamas a estar acostado y ser llevado de un lado a otro en una silla de ruedas durante todo el día, pues déjame decirte que ha sido un día muy, muy interesante- comentó Jeff, sonriendo de medio lado. Barcode soltó una carcajada que le hizo cerrar los ojos. Antes de ese día, creía que Jeff no tenía sentido del humor, ¡pero lo tenía!

Cuando abrió los ojos de nuevo, luego de calmar su risa, los ojos serios y profundos de Jeff le miraban con atención.

-¿Qué? -preguntó algo nervioso a Jeff—¿Por qué me miras así? -volvió a preguntar sin dejar de sonreír aunque su estómago comenzó a revolotear, como si mil mariposas estuvieran ebrias y no supieran por donde salir y lo único que hicieran fuera chocar contra la pared de su abdomen.

-Así, ¿cómo?

-No sé, tan serio... tan... -Barcode tragó, ¿acaso había elevado la temperatura del cuarto?

-Bésame

Barcode casi se atragantó con esa solicitud, no, con esa orden de Jeff. Y ahí estaba de vuelta, el Jeff que conocía, el arrogante bastardo que creía que todo el mundo seguiría sus órdenes y que Barcode estaba a punto de cumplir.

-¿Be-besarte? ¿Por-por qué? -preguntó tontamente y en un tono que no clasificaría como masculino

-Eres mi novio, y en este par de días no has ni si quiera rozado tus boca con la mía -Barcode se sonrojó como nunca antes, ¿qué haría ahora?

-Yo... tú... quiero decir... Nosotros... no... tú has estado aquí y...

-¿Acaso no me quieres besar?

-¡Claro que sí! -exclamó el menor efusivamente, sin si quiera pensarlo- Es lo único que he querido hacer desde que te conocí -susurró para sí mismo.

-Entonces hazlo, bésame, cariño

¡¡Oh, Dios, me voy a desmayar, Jeff Satur me llamó cariño!!!, pensó Barcode al borde de un colapso nervioso, mientras asentía y se ponía de pie.

Con dos pasos estuvo en el borde de la cama de Jeff, sin previo aviso, éste lo tomó por la cintura y fácilmente lo sentó en sus piernas, cubiertas por las sábanas.

-¡Jeff! -exclamó Barcode, miró esos ojos color chocolate y tragó audiblemente. Nunca en su vida había estado más nervioso- Jeff... yo... antes... quería dec... -Pero sus palabras quedaron en el olvido cuando los labios contrarios se posaron en los propios. Dudó solo un momento antes de alzar sus brazos y enredarlos en el cuello de Jeff. Respondiendo al beso con la misma increíble ternura que lo hacía Jeff

Era un beso lento, solo entre sus labios, pero que hacía que el corazón de Barcode latiera de forma desenfrenada, alocada, sentía como si en cualquier momento pudiera salir de su pecho y llegar hasta Jeff.

Hizo lo que siempre quiso, enredar sus dedos en el largo cabello del ranchero, presionando su boca contra él, buscando más. No sabía qué, pero deseaba mucho más de Jeff



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Jeff se sintió vivo.

Desde que despertó en esa cama de hospital, solo había querido dormir y seguir durmiendo. Odiaba estar encerrado entre cuatro paredes y eso mismo era lo que le hacía sentir deprimido.

Pero en ese momento, olvidó que habían dos años que se habían borrado de su cabeza, que no estaba seguro de nada, que estaba encerrado, que la comida de hospital era asquerosa... En ese momento eran solo él y Barcode.

Había querido besarlo desde que entró en la habitación, pero su madre estaba ahí y suponía que Barcode no lo había besado antes por respeto a ella, pero ahí había algo más, porque una persona no se ponía así de nervioso por besar a su novio, ¿verdad?

Pero eso quedó en el olvido en esos momentos. Ese beso se sentía como el más increíble de su vida... de lo que recordaba. El sabor de chocolate y café era palpable, el olor a plantas, flores envolvía a Barcode y eso solo le hacía querer fundirse en él.

¿Cómo de cursi sonaba? Pero Jeff lo sabía en ese instante, Barcode indudablemente era el chico que podría estar con él. Y entendía el por qué eran novios, aun cuando no lo recordaba. Barcode era perfecto para él. Desde su personalidad hasta la electricidad que había entre sus cuerpos.

Profundizó el beso, pidiendo la entrada a esa boca con su lengua, lo que no se le negó. Barcode estaba plenamente sumido en el beso, igual que él mismo.

Lentamente se separaron, el respirar les obligó a hacerlo. Barcode poso su frente en el hombro de Jeff y cerró los ojos, obligándose a no llorar. Ambos respiraban con dificultad, esperando que sus respiraciones tomaran su patrón normal.

-Barcode...

-No digas nada, ¿si, Jeff? Yo... perdón...

-¿Por qué me estás pidiendo perdón?

-Solo... -Barcode fingió una sonrisa- Creo que estoy muy sensible por tu accidente... -Se alejó suavemente, tomó el rostro de Jeff entre sus manos-Jeff... pase lo que pase cuando recuperes tu memoria, recuerda que te amo... de verdad, de verdad te amo...

Jeff no entendía por qué Barcode se veía tan destrozado, pero sabía que esas palabras eran sinceras. Sonrió a su novio y beso su frente.







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Ta respiró profundamente en el momento que estacionó su auto en el King Jakapan, el rancho de Build Jakapan, otro de los rancheros afectados y además, su amor de adolescencia. Aun después de 10 años, seguía teniendo la misma reacción cada vez que lo veía o estaba cerca de algo relacionado a él.

No pasó mucho tiempo para que supieran que estaba ahí y una pequeña niña, que a este tiempo debería tener 9 años, saliera corriendo de la casa a recibir al visitante. Ella era igual de hermosa que su padre, su cabello castaño y con rizos perfectamente formados, que ahora estaban en una coleta alta. Llevaba jeans y una blusa escocesa con colores rojos y azules. Sus ojos avellana, ojos inocentes... los ojos por lo que su vida cambió.

-¡Tío Ta!-gritó ella cuando él salió del auto- Qué bueno que viniste, debes verme montando a Monta, soy muy rápida, papá dice que podré competir cuando tenga la edad suficiente, y ganar si sigo entrenando así- Ta sonrió y se inclinó para besar la frente de Rachel.

-Es bueno saberlo, espero que estés cuidando bien de Monta cada vez que terminan de entrenar.

-Lo hago, papá no me deja entrar a casa si no dejo a Monta alimentado, cepillado y cuidado.

-Tu papá te enseña bien, Rich... ¿él está por aquí? Necesito hablar con él sobre algo importante.

—Sí, está en las caballerizas, pasa a verlo allí tío.

-Bien... a propósito, ¿te está vendo bien en la escuela?

-Sí, muy bien, soy la primera en calificaciones-Ella le guiñó, algo que le hizo sonreír mientras caminaba hacia los establos. Pero cuando estuvo en las grandes puertas, sus nervios nuevamente lo comenzaron a traicionar. Se detuvo para tranquilizarse por unos segundos antes de entrar y buscar al alto y grande ranchero con la mirada.

-¿Build? ¿Estás por aquí? -De uno de los cubículos hubo un ruido y luego la profunda voz que le hacía estremecer, se escuchó.

-¿Ta? -preguntó Build mientras salía del cubículo, aseguraba la puerta y luego se dirigía al comisario- Qué sorpresa, hombre, ¿Qué haces por aquí? -Ta lo observó unos segundos... ¿por qué el hombre tenía que ser tan condenadamente de su tipo?

-Bueno... vengo por lo de los caballos. Creo que ya sé quién es o son, para este caso, los culpables- Ta miró alrededor- pero necesito de tu total discreción, aún no tengo pruebas...

-Ta, sabes que puedes confiar en mí. Además, este tema me interesa y quiero saber cada cosa que descubras, los ejemplares que me robaron son de primera, iba a venderlos a muy buen precio cuando crecieran.

-Lo sé -Ta dudó unos minutos antes de decidir a contar lo que sabía a Build- ¿Recuerdas a Barcode?

-¿El chico Isarapongporn? Por supuesto, es quien descubrió todo eso y casi matan, ¿no? Además... tu novio, por lo que oí en el pueblo -comentó mirando directamente a los ojos de Ta

¿Por qué ese comentario pareció un golpe a su estómago? Ta no lo sabía. Pensó en corregirle, en decirle que era una mentira para ayudar a su amigo, pero entonces recordó a Build, 10 años atrás, diciéndole que lo había engañado y había tenido una aventura con Susan. La hija del comisario en ese tiempo. Y que no bastándole con eso, la había dejado embarazada

Suspiró y endureció su expresión.

-No veo por qué haces ese comentario, pero sí, mi novio, de cualquier manera ese no es el asunto. Barcode hizo un retrato hablado, y la respuesta que me dieron en la ciudad ante el reconocimiento de rostros, es que uno de los ladrones se trataba de Brun Contreras —La ceja de Build se elevó.

-¿El hijo de Mel? ¿El que había desaparecido?

-El mismo -asintió Ta- Al parecer apareció. Mis sospechas son que él es cómplice con su padre. Fui a hablar con Contreras y no se veía muy sorprendido con que su hijo tuviera algo que ver con el robo equino.

-Pero fue uno de los afectado, ¿por qué robaría sus propios caballos?

-Es muy obvio, si mis sospechas son ciertas, lo hizo para cubrir su participación. Obviamente si le roban los caballos, igual que a ti, Alex y Jeff, no se le vería como sospechoso- Build asintió.

-Tienes razón... -build sonrió de esa manera que a Ta descolocaba. Por un momento su mente fue al momento en que se conocieron. Ta desvió la mirada― Te has convertido en todo un buen comisario, ¿eh?

-Por supuesto, cualquiera que ama su trabajo es bueno en ello- contestó con brusquedad. Build se le quedó mirando -Bien, me voy, tengo cosas que hacer, solo vine a informarte lo que sé hasta el momento.

-¿No quieres pasar a la casa y ver a Rich? Ella pregunta todo el tiempo por ti

-Ya la vi, está preciosa y como dije, tengo cosas que hacer, nos vemos Jakapan — Hizo un gesto de despedida con su sombrero y salió de allí. Aliviado de por fin tener que irse y estar lejos de ese hombre que lo había arruinado para otros por completo.




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Barcode terminó de peinar a Jeff, y sonrió por el rostro relajado de su "novio". ¿No era lindo poder llamarlo así?

-Listo, terminé. Quedaste todo guapo - comentó guardando las cosas de aseo y dejando la fuente en el baño- No tienes que agradecérmelo, sé que soy genial- dijo sonriendo. Jeff sonrió.

-Gracias por esto, pero no era necesario, se supone que hoy ya podré levantarme. No entiendo por qué me tienen en cama, si lo que tengo es amnesia y no tiene nada que ver con que pueda o no levantarme.

-No seas gruñón. El médico dijo que era por el golpe en la cabeza, podías perder el equilibrio y todo eso que dijo y de lo que entendí la mitad.

-Pues el medico no pudo estudiar 7 años solo para decir que debo estar en cama. Puedo perfectamente irme a casa y...

-¿Ya estás haciendo rabiatas, hijo? - preguntó Maggi mientras entraba a la habitación, besó a ambos chicos en la mejilla -¿Cómo está el paciente? -preguntó a Barcode.

-Pues tu hijo está insoportable. No deja de pelear con las enfermeras, no hace caso, parece un niño de 10 años

-Hey, estoy aquí, ¿no pueden hablar mal de mí cuando duerma?- preguntó Jeff divertido. Barcode y Maggi rieron divertidos.

-Toma, te traje el diario, frutas y algunos bocadillos. No te tienen con ningún alimento especial, así que como buena madre que soy te preparé ese estofado de cerdo que tanto amas.

-Eres la mejor, madre -dijo Jeff, su estómago rugió ante el olor del delicioso estofado de su madre.

-Bien, debo irme a la florería, me llaman si pasa algo -dijo Barcode, poniéndose su bolso. Besó la mejilla de Maggi- Ten paciencias, Maggi -bromeó, sonriendo divertido. Se acercó a Jeff, dispuesto a besar la frente de este, pero el ranchero le tomó de la cintura e hizo que inclinara su rostro para darle un corto, pero intenso beso en los labios

-Nos vemos, que te vaya bien, cariño — Barcode quedó un poco aturdido, avergonzado y sorprendido ante el beso. Asintió y nisiquiera quiso mirar a Maggi, estaba seguro que su rostro estaba completamente rojo.

-Adiós —dijo antes de salir corriendo de la habitación y del hospital.

Inconscientemente, mientras manejaba a la florería en el pueblo, lamía sus labios, disfrutando al imaginar que el sabor de su hombre estaba en ellos. La gran y tonta sonrisa no desapareció mientras entraba y saludaba a su jefa.

-Vaya, pareces contento para la situación en que está Jeff -comentó su amiga. Él asintió, con todas las ganas que tenía de contarle a su amiga que había besado a Jeff, sabía que eso conllevara a que le contara lo de la amnesia y de su relación. Una relación que era imaginaria para Barcode y verdadera para Jeff.

-Sí, jeff está mucho mejor, eso me tiene contento-Eso no era mentira, así que no se sintió mal por decirle solo eso a ella.

-Oh, me alegro —dijo sinceramente - Bien, esto de aquí es lo que tienes que empezar. Faltan algunos detalles en los de la ceremonia de inauguración del museo, así que ¿podrías hacerlos tú?

-Por supuesto, sé que necesitas ir con tu hijo así que deja que me encargue de todo por aquí -respondió Barcode sin dejar de sonreír.

No mucho tiempo después ella se iba y Ta entraba.

-Hola, desaparecido ―saludó el comisario a Barcode, que estaba concentrado en un ramo. El menor elevó la vista y sonrió feliz.

-¡Ta!-gritó feliz. Dejó las flores esparcidas en la mesa y rodeó el mostrador para abrazar a su amigo- Qué bueno verte, me tenías abandonado -dijo haciendo un puchero- Si no soy el que te llama me olvidas por completo, mal amigo. -Golpeó suavemente el pecho del mayor.

-No seas así, he estado ocupado. ¿Cómo ha estado Jeff?

-Mucho mejor -respondió Barcode volviendo a su trabajo- Su estado de ánimo es bastante bueno y, aunque no recuerda ciertas cosas, al menos tiene presente de donde es, quienes son sus amigos, qué es lo que hace para ganarse la vida... No sé, el medico dice que es raro que solo haya olvidado el último tiempo, la psicóloga dijo que quizás había vivido algún tío de trauma que quiso borrar de su cabeza.

-¿Un trauma? -preguntó Ta  quitándose el sombrero y mirando a Barcode trabajar.

-Sí, tú lo conoces hace más tiempo. ¿Sabes de algo que le haya pasado durante los últimos dos años?

-No, pero tampoco soy el mejor amigo. Creo que eso deberías preguntárselo a Bible. Lo que te puedo decir es que desde hace dos años su genio empeoró.

Barcode asintió preocupado. ¿Quizás realmente le había pasado algo a Jeff?

-Esperemos que no sea nada grave. -Ta asintió.

-¿Cuándo le dirás la verdad, Barcode? Esto se saldrá de las manos y al final terminarás sufriendo mucho más que antes.

-Lo sé, pero... tengo miedo de que me odie. Quiero disfrutar de su amor unos días más y te prometo que le diré la verdad. Lo prometo.

















Hago unas combinaciones de shipps bien extrañas jajajaja 🤌🏻

















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