JungKook salió del hotel por la puerta trasera, asegurándose de que nadie lo viera en el proceso. La noche era fría y oscura, con solo la luz tenue de los faroles iluminando el callejón.

— Suga, estoy fuera — Murmuró en su auricular.

— Bien — Respondió YoonGi, deteniendo el auto justo enfrente de él.

Se apresuró a subir y una vez dentro, se quitó la máscara que cubría su rostro, dejando al descubierto sus ojos oscuros y decididos. YoonGi comenzó a alejarse en silencio, el motor del coche apenas haciendo ruido.

— ¿Recibiste todos los archivos, JK? — Preguntó HoSeok.

— ¿Crees que me hubiera ido sin los archivos, J-Hope? — Contestó JungKook, poniendo los ojos en blanco y soltando una risa sarcástica.

— Bueno, solo alimentas tu ego matando personas, así que no sería una sorpresa si te olvidaras de los archivos — Comentó YoonGi, alzando una ceja mientras miraba conducía.

— Por eso somos mejores amigos, ¡Suga siempre defendiéndome! Eso...

— Cállate, Hope — Interrumpió YoonGi, mientras JungKook frunció el ceño y apretó los labios.

— No estás completamente equivocado, Hyung. Solo quiero matar a esos idiotas y no me importa lo que ese hombre quiera.

— Lo sé... Ese hombre es el único al que quieres matar. Créeme, yo también quiero lo mismo — Respondió con un tono sombrío.

JungKook asintió, rodando su lengua contra su mejilla interior mientras sus pensamientos oscuros se arremolinaban en su mente.

— Ya vamonos — Dijo JungKook.

— Iremos a Worldwide Eatery, los demás estarán allí — Mencionó NamJoon por medio del auricular.

— ¿Es tu idea para ver a tu príncipe rosa?

— ¡Solo tengo hambre! Y su comida es muy buena. No lo insultes, "papi Yoon" — Molesto NamJoon con el apodo que usualmente solía usar JiMin para dirigirse a Min.

— ¿Por qué SeokJin nombraría así su restaurante? — Preguntó YoonGi con una cara de falso disgusto.

— Me comentó  que es porque juega con su apodo "Worldwide Handsome", además puede destacar su reconocimiento en la zona y además su comi...

— RM, creo que es suficiente — Intervino HoSeok.

YoonGi continuo con la conducción mientras la ciudad pasaba a su alrededor en un borrón de luces y sombras.

Al llegar al restaurante, un acogedor lugar con grandes ventanales y una decoración elegante, SeokJin levantó la vista del mostrador que estaba cuidando. Asegurándose de que nadie molestara a TaeHyung y JiMin, vigilaba el lugar con atención.

El lugar estaba tranquilo a esa hora, con solo unas pocas mesas ocupadas. TaeHyung y JiMin, visibles desde la cocina, trabajaban con eficiencia, sus movimientos sincronizados y precisos. La presencia de NamJoon no pasó desapercibida para ellos, y ambos intercambiaron miradas cómplices, sabiendo que su jefe pronto estaría muy sonrojado.

— ¡Hey, mi amor! — Saludó NamJoon con una sonrisa, caminando hacia el mostrador con pasos decididos.

— Oh, Joonie — Respondió, sus mejillas se tiñeron de un leve color rosa mientras bajaba la mirada.

— ¿Qué hace mi bebé aquí? Estoy bastante molesto porque me dejaste ayer — Dijo NamJoon, haciendo un puchero mientras SeokJin arrullaba internamente por la forma en que sobresalía su labio inferior.

SeokJin se rió y se inclinó sobre el mostrador.

— No soy tu bebé, solo quería cuidar por aquí, y la última vez te dije que TaeHyung y JiMin estarían preocupados — Dijo, tratando de mantener la compostura.

NamJoon se rió y eligió una mesa justo enfrente del mostrador. Le guiñó un ojo al rubio, quien respondió sacando la lengua antes de darse la vuelta con una sonrisa.

— ¡Aloha, Nam! — Saludó HoSeok alegremente mientras tomaba asiento a su lado. La energía positiva de HoSeok era contagiosa.

— ¡Hola, NamJoon Hyung, Hobi! — JiMin agitó las manos, vistiendo su uniforme de camarero. Su cabello castaño brillaba bajo las luces del local, y sus ojos avellana estaban llenos de entusiasmo.

— JiMinnie — Saludó HoSeok con su típica exuberancia.

— Hyung, pasaste buena noche con Jin Hyung ayer, ehh — Dijo JiMin moviendo las cejas con una sonrisa, sin dar oportunidad a NamJoon de saludar. La noche anterior había sido memorable para todos ellos.

— ¿Cómo estuvo la tuya, Minnie? — Preguntó YoonGi, apareciendo sin previo aviso. JiMin no necesitó volverse para saber que era él. El pálido tenía una presencia inconfundible, con su cabello azul destacando en el ambiente.

— ¡Les he estado preguntando a todos lo que pasó ayer, pero nadie me lo ha dicho! — Se quejó HoSeok con un puchero, inflando las mejillas de manera cómica.

— Dile, Minnie, lo que hemos estado haciendo — Dijo YoonGi, dándole un beso en la frente antes de sentarse junto a HoSeok. JiMin se sonrojó, pero sonrió. Era evidente que la relación entre ellos había florecido.

— ¡YoonGi Hyung! — Se ruborizó más.

Mientras tanto, JungKook ignoró a los demás y sus ojos deambularon buscando a TaeHyung. La tensión en su postura revelaba su impaciencia por verlo.

— Se fue a la cocina, saldrá pronto — Dijo JiMin con picardía. JungKook solo asintió, tratando de disimular su emoción.

— Por cierto, JiMinnie, ¿por qué cojeas? — Preguntó HoSeok, confundido. Se encontró con un JiMin sonrojado evitando su mirada y con YoonGi sonriendo.

— ¿Qué diablos...? — SeokJin lo fulminó con la mirada, sorprendido por la pregunta — ¡No me digas que ya lo hiciste! — Abrió la boca sorprendido, mientras YoonGi simplemente se encogía de hombros.

— Como si fuéramos los únicos en hacerlo — Respondió Min encogiéndose de hombros.

HoSeok abrió los ojos como platos, NamJoon sonrió y JungKook solo lo miró inexpresivo.

— Min YoonGi, deja de avergonzarme. Ahora dime qué vas a tomar. Tengo mucha hambre, Tae y yo no tuvimos tiempo de almorzar debido a esa maldita preparación para el examen y luego tuvimos que correr aquí, es mi primer día y quiero dar una buena impresión — Se quejó JiMin, terminando con una sonrisa. Su dedicación y nerviosismo eran palpables.

— JiMin, creo que ya a-

— Termínalo de decir, te reto — Lo interrumpió YoonGi, fulminando con la mirada y jugando con un cuchillo de manera intimidante.

— Um, ya arruinaste tu primera impresión hablando tanto — Comentó NamJoon con una sonrisa burlona.

— ¿En serio? — JiMin hizo un puchero con los ojos abiertos como platos, su inocencia evidente.

— ¡No! Minnie, eres muy impresionante, no escuches a este imbécil — Intervino YoonGi, mirando a NamJoon, quien solo se rió.

— No lo molestes y den sus órdenes rápido o, los echaré de aquí para siempre — Dijo SeokJin, poniéndose las manos en las caderas y adoptando una postura de autoridad.

— Lo siento, JiMin — Se disculpó NamJoon con un puchero, y SeokJin sonrió.

— ¡Estoy de vuelta! Aquí está su pedido, disculpe la espera, es solo que el chef quería agregar algo especial para nuestros clientes especiales — Anunció TaeHyung, saliendo de la cocina con dos platos y una sonrisa radiante. Su cabello rubio brillaba bajo las luces y sus ojos azules estaban llenos de vida.

La cabeza de JungKook se giró instantáneamente hacia el chico que salió de la cocina. En su mente, casi podía ver los pétalos de fondo y escuchar la lenta música romántica mientras observaba a su persona favorita en la tierra. TaeHyung parecía irradiar luz, y para JungKook, todo lo demás desapareció en ese momento.

TaeHyung, a pesar de su timidez, lograba comunicarse sin problemas con los clientes, irradiando una seguridad que sorprendía a los que lo conocían. SeokJin, observando a su hermano menor desde una mesa cercana, no pudo evitar sonreír con orgullo.

— Es sorprendente ver a TaeHyung hablar así. Pensé que era tímido — Comentó el peligris, admirando la escena.

— NamJoon,  es mi hermano — Respondió SeokJin, con una sonrisa que reflejaba afecto y comprensión — Si se siente cómodo con alguien, eventualmente dejara de ser tímido. Solo necesita sentirse cómodo a su alrededor.

SeokJin miraba a TaeHyung, quien charlaba alegremente con los clientes, su sonrisa iluminando el lugar. Los demás también lo observaban, incluido JungKook, quien apreciaba lo etéreo que se veía TaeHyung, esbozando una pequeña sonrisa. Sin embargo, su expresión cambió al notar una mesa a la derecha donde unos chicos lo miraban con intenciones evidentes. Apretó la servilleta, listo para actuar, pero se detuvo al escuchar la risa de TaeHyung. Se relajó y volvió a sonreír, consciente de que su presencia cerca de TaeHyung era suficiente para mantener a raya a cualquier intruso.

— Oh, gracias, TaeHyungie — Dijo una cliente.

El nombrado sonrió asintiendo y se giró para volver a la cocina, pero se detuvo al ver al pequeño grupo de seis personas sonriéndole. Al notar la forma en que JungKook lo miraba, no pudo evitar sonrojarse. Esa mirada intensa y la pequeña sonrisa en los labios del azabache hacían que su corazón latiera más rápido.

— ¡Hola a todos! — Saludó, tratando de mantener la compostura.

— Hola, Tae — Respondieron casi al unísono.

— ¡Aww, qué lindo! ¿Por qué te sonrojas? — SeokJin le pellizcó las mejillas, avergonzándolo aún más.

— ¡Hey, mesero! — Gritó uno de los chicos desde la mesa, haciendo que JungKook frunciera el ceño aún más.

Sin dudar, JungKook se levantó, caminó hacia TaeHyung, y lo besó, ignorando las protestas de los demás. El beso fue apasionado y lleno de una determinación que dejaba claro quién estaba a cargo.

— ¡Wooow! — Exclamó alguien.

— ¿No hay vergüenza? — Se quejó otro.

— ¡Todavía estoy aquí! ¡Y no di permiso para esto! — Protestó SeokJin, con una mezcla de sorpresa y diversión.

YoonGi observaba sin interés, mientras que JiMin miraba con los ojos y la boca abiertos de par en par. JungKook rompió el beso y dirigió una mirada fulminante a los chicos, quienes bajaron la cabeza, intimidados por su intensidad.

TaeHyung, tratando de procesar lo que acababa de suceder, se sonrojó más aún, su rostro más rojo que una manzana.

— Eso fue inesperado, pero tengo mucha hambre. ¡Ordenemos! — Dijo HoSeok, rompiendo la tensión del momento. Todos asintieron, agradecidos por el cambio de tema.

SeokJin dejó a su hermano sin preocuparse, confiando en que era responsable. Había tenido una conversación con él, el día anterior sobre la importancia de usar protección al momento de tener encuentros sexuales, lo que le daba cierta tranquilidad.

JiMin tomó las órdenes mientras YoonGi no dejaba de observarlo, su mirada intensa y escrutadora.

TaeHyung regresó a la cocina sonriendo, sintiéndose inexplicablemente feliz, como si todo estuviera bien. La cocina estaba llena de actividad, con el sonido de los utensilios y el aroma de la comida llenando el aire.

— ¿Dónde dejaron los archivos? — Preguntó HoSeok.

— En el coche.

— Oh, está bien... Por cierto, ¿por qué JiMin está trabajando aquí? Pensé que era rico — Comentó HoSeok, curioso.

— Eso es algo que también quiero saber — Respondió YoonGi, frunciendo el ceño y mirando a HoSeok con desconfianza.

— Estamos de vuelta — Anunció JiMin, riendo, seguido de TaeHyung.

Colocaron los platos mientras los ojos de JungKook seguían clavados en el rubio. Este último, nervioso, se lamió los labios, tratando de no mirarlo.

— ¡Disfruten su comida! — Dijeron ambos al unísono, sonriendo, y recibieron un gran agradecimiento. La calidez de sus sonrisas llenó el ambiente de una alegría palpable.

Mientras se daban la vuelta para irse, alguien agarró la muñeca de TaeHyung. Tragó saliva, sabiendo quién era, y se encontró con un gran nugget de pollo frente a su cara. Sin embargo, sus ojos se quedaron fijos en JungKook, sintiendo que su corazón latía con fuerza.

En el restaurante, la atmósfera estaba cargada de una energía peculiar, como si algo significativo estuviera a punto de ocurrir. HoSeok, con una sonrisa juguetona, miró a JungKook y comentó:

— ¿No está siendo lindo hoy? Nunca hace eso con nosotros.

— No puedo... — JungKook se mantuvo firme, sin moverse. TaeHyung, nervioso, se mordió el labio inferior.

— Es el restaurante de tu hermano.

NamJoon, observando la situación, decidió intervenir para suavizar el ambiente.

— Oh, ¿no es porque JiMin dijo que no comieron antes?

Con esta intervención, NamJoon esperaba ayudar a JungKook a mostrarle a TaeHyung que realmente le importaba.

El rubio captó el mensaje, sintiendo un revoloteo de mariposas en su estómago al pensar que JungKook se preocupaba por él. Este pensamiento lo transportó al primer día que lo conoció, sin saber entonces que él era Bunny. Recordó cómo se había llevado todas las galletas que él había hecho. La nostalgia de esos primeros encuentros le hizo sonreír tímidamente.

— G-gracias, pero estoy en el trabajo — Dijo, su voz temblando levemente mientras su corazón latía más rápido al recordar esos momentos.

JungKook, con una seriedad inusual, replicó:

— No me importa, si tienes hambre, no necesitas esperar.

TaeHyung, sorprendido por la preocupación de JungKook, abrió la boca lentamente. JungKook, anticipando que solo tomaría un pequeño bocado, decidió darle un nugget de pollo.

Con las mejillas sonrojadas y luciendo adorable, TaeHyung hizo algo inesperado. Se inclinó y besó a JungKook en los labios antes de salir corriendo hacia la cocina. Desde detrás del mostrador, SeokJin fingió un grito dramático:

— ¡Está creciendo tan rápido!

Todos se quedaron boquiabiertos mientras veían a TaeHyung correr hacia la cocina. HoSeok se giró hacia JungKook, incrédulo:

— ¡No lo puedo creer! ¡Mis ojos me engañan!

JungKook seguía sorprendido, con la mirada fija en la dirección por la que había desaparecido TaeHyung. Sus amigos no podían creer lo que acababan de presenciar.

YoonGi, con una sonrisa pícara, comentó:

— Alguien se está sonrojando.

Nadie hubiera imaginado que un pequeño beso de TaeHyung pudiera afectar tanto a JungKook. Era la primera vez que lo veían sonrojarse, y mucho menos que TaeHyung tomara la iniciativa en un beso, especialmente frente a todos.

Jeon JungKook, por primera vez en su vida, se sonrojó y, en ese instante, se enamoró aún más de TaeHyung.