Capitulo 4; Daño al corazon.

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Su cabeza estaba dando vueltas, tanto por los saltos del gato blanco que la tenía sujetada de la cintura y por cómo podría resolver esto.

Todo había dado un giro muy grande, Hawkmoth era el padre de Chat Noir, quise era Adrien Agreste.

Soltó un grito de frustración.

— Deja de quejarte, ya vamos a llegar— Chat Blanc hablo fríamente para presionarla más hacia él lo cual hizo que Lady Puppet soltara un jadeo. El minino sonrió.

Lady Puppet sabía que esto había sido el plan de Hawkmoth, descubrir sus identidades y al final hacer que su propio hijo lo apoyara en su último plan.

Por qué lo sería, ella no lo dejaría y si eso depende de su vida, bueno, no había vivido tan mal.

El pensamiento hizo que su corazón se encogiera. Lagrimillas se asomaron por sus ojos, las estaba reteniendo. No era momento para llorar.

— Bájame...— Marinette ordenó con voz dura.

Chat Blanc empezó a reír.

— ¿Por qué debería? Eres mi enemiga.

¿Era eso dolor lo que siento al escuchar esas amargas palabras que fueron como un disparo al corazón? Si.

Ella sabía que no sería nada sin Chat Noir, ninguno de sus planes habrían salido correctamente y sin el nunca hubiera tenido confianza.

— Antes era tu compañera.

Pero como dicen, los hubiera no existen y si se llegaron a conocer se y luchar juntos, era parte de su propio destino.

Él gato blanco le miro desconcertado para después ponerla derecha sobre los suelos de los tejados de los edificios.

La luz de la blanca luna los rodeaba y se podía sentir la tensión del momento. Sus cuerpos estaban separados pero aún podían verse a lo largo de las sombras.

— ¿Compañera?

Marinette parpadeó, ¿eso significaba que él no sabía quién era ella?

— Chat... ¿Me has olvidado?— su voz se fue quebrando poco a poco. Se sentía tan débil al ver los ojos fríos del rubio quienes miraban a sus ojos con intensidad.

— Por supuesto que no, my Lady— Marinette abrió los ojos.— ¿Cómo podría olvidar a la chica que me rechazó tantas veces?

— Lo hacía por qué estaba enamorada.

— Y resultó ser la misma persona, la única decepcionada fuiste tú.

Ahora mismo no podía aguantar sus lágrimas las cuales fueron bajando rápidamente por sus mejillas.

Sus palabras decían muchas verdades, pero ella también tenía mucho que decir.

— ¿Y qué me puedes decir tu? Estabas enamorado de un personaje, me mentiste con la palabra "te amo" para estar juntos— masculló.

Chat Blanc se sintió extraño al ver a la azabache llorar lo cual hizo que su corazón se ablandará un poco pero el daño seguía ahí.

— Lo hecho, hecho está...

— ¡No!

El grito hizo que el minino de exaltará.

— ¡No puedes rendirte, yo no me rendí, yo te amo! ¡Eres de las mejores cosas que me han pasado! ¿Adrien o Chat Noir? ¿Crees que me importa?— grito entre llanto, se acercó rápidamente a Chat Blanc y tomó su cuello.— ¿Crees que no me duele al ver como sufres?

— Marinette...

En un rápido movimiento la azabache lo acercó a ella para juntar sus labios. El gato blanco trago de alejarse pero dejo de luchar para ceder el beso. El sabor le era tan familiar.

"¡No, aléjate de ella y destruyela!"

— No quiero...— Chat Blanc susurro al separarse de la chica de ojos azules.

Un dolor agudo paso por todo su cuerpo y cayó al piso gritando de la agonia que sentía.

Marinette gritó con miedo al ver como su compañero se retorcía en el suelo. ¿Es acaso eso lo que merecían?

Un mundo lleno de grises sonrisas y ojos tristes, viviendo de la maldad.

Un mundo sin héroes...

La azabache lo tomo de la cabeza para ponerla sobre sus piernas, apoyándolo y tomando su mano tratando de calmar el dolor.

Chat Blanc fue reaccionando y al ver  esos ojos azules que le hacían tan feliz el dolor fue desapareciendo para volverse en algo que podía soportar.

Muchas veces había curado el vacío de su corazón al ver el rostro de su ojiazul, por qué ella era un daño y una salvación.

Se fue levantando poco a poco dejando ver una sonrisa cínica sobre su rostro.

Tomo a su amada entre sus brazos para apagarla a su pecho.

"¿Cómo?"

Hawkmoth lo sintió, una mariposa más se había purificado.

— Ahora puedo romperte en pedazos, Padre.

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Amo los comentarios largos, sabían?:)))

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