El señor Pains al ver la celda abierta acomodo su ropa para salir comenzando a caminar buscando la salida, le había dicho a Mabel que se quedara para evitar cualquier inconveniente, un poco después de estar deambulando diviso al rubio a su hijo, parecían estar hablando pero Dipper se lanzo hacia el mas alto y lo beso, el rubio le siguió el beso arrinconándolo en la pared, el señor Pains nuevamente se sintió enfermo y segado por la ira corrió hacia ellos separándolos y dando una bofetada al su hijo

-Eres una vergüenza, no te das cuenta que estas enfermo- grito para volver a pegarle, el rubio que había salido del asombro le dio un derechazo al hombre mandándolo al suelo 

-No vuelva a tocar a mi corderito- dijo para tomar la mano del menor y dirigirse a las celdas donde estaban sus hermanos -Estas bien corderito?-

-Jamás me va a aceptar cierto-

-Las personas como el no valen la pena, que no te afecte- perfecto su plan estaba casi completo -No te sientas mal mi amor-

-Me duele, ya no quiero que me insulte o me golpee-

-Y no lo hará, ven con migo, huyamos juntos, no te prometo una vida con lujos pero te prometo que te amare- 

-Lo juras- y el chico ya era suyo

-Yo Bill Ciper prometo amarte y respetarte por el resto de mi vida, darte mucho amor y cuidarte de lo que te lastime, juro que no permitiré que algo te haga daño de ahora en adelante-

-Parece como si nos estuviéramos casando-

-Esos eran mis votos corderito, cuando estés listo escuchare los tuyos- Dipper lo miro a los ojos buscando que fuer mentira pero solo encontró sinceridad y le regalo una sonrisa

-Yo Dipper Pains Prometo amarte y complacerte en todo lo que pueda, intentando hacerte feliz cada día de mi vida-

-Ahora a la luna de miel, saldremos de aquí y te llevare a recorrer el mundo y te follare en cada lugar que conozcas-

-Le quitas lo romántico-

-Pero si me llaman romeo-