La pobre anciana llevaba el pastel a la larga mesa de los invitados, donde en un extremo se encontraba Taehyung y Jungkook sentados, uno al lado de otro. El ambiente era tan lúgubre y silencioso que varios estaban quedándose dormidos y otros con cara de fastidio.

Jungkook se incorporó y tocó su copa con un tenedor — Silencio a todos por favor. Gracias. — todos se le quedaron viendo, así que continuó — Elegancia, porte y educación son algunas de las cualidades que Taehyung encontró en mí. La fortuna nos ha unido y ninguna fuerza en la tierra nos separará.

Apenas terminó la frase, un fuerte estruendo en la chimenea los hizo gritar, el fuego se convirtió de color verde, iluminando la sala con ese color y las luces se apagaron. Todos se miraron entre sí confundidos, hasta que escucharon ruidos extraños.

Poco a poco, las figuras cadavéricas hicieron aparición y ante el grito de una señora todos salieron corriendo, incluso la mesa fue tirada, causando un gran estruendo y desastre. Los muertos sólo los veían confundidos, porque a pesar de sólo estar de pie seguían corriendo y empujándose.

Los padres de Taehyung veían aterrorizados el alboroto — ¿Quién invitó a esta gentuza?

— Si mi tatarabuelo viera esto, se retorcería en su tumba. — soltó el hombre con desprecio.

— Seung. — ambos se congelaron al escuchar la grave voz, volteando lentamente, mirando la estructura ósea del hombre que llevaba muerto ya más de cincuenta años — Prepárame un levanta muertos.

Los dos gritaron y se fueron corriendo a las habitaciones del lugar, sin importarles el escándalo que había en todo el pueblo. Toda la gente gritaba asustada y trataba de esconderse, pero eran demasiados muertos.

— ¡Nos invaden los muertos! — gritó el que daba las noticias mientras sacudía su campana, corriendo al igual que todos los demás.

Un niño temblaba escondido detrás de la falda de su madre, ante la espeluznante figura del cadaver que se acercaba lentamente a él. Entonces, todo miedo se esfumó y se soltó del agarre de su madre, caminando hasta el hombre que lo levantó de sus hombros. Todos miraban horrorizados la escena, imaginándose lo peor pero el niño sonrió — ¡Abuelo!

El cadáver de inmediato lo abrazó, y todos se conmovieron con la escena. De repente, todo el miedo que sentían se fue y empezaron a reconocer a los muertos, saludándose después de tantos años sin verse.

Taehyung miraba el desastre en el comedor, escuchando como Jungkook salía de su escondite bajo la mesa, arreglando su perfecto traje de tres piezas — Bien, se acabó. Tomaremos todo el dinero y nos iremos.

El castaño lo volteó a ver curioso — ¿Dinero? ¿Qué dinero?

Jeon lo volteó a ver enojado — Al que tengo derecho.

— Mis padres no tienen dinero. Mi matrimonio con usted es lo que los salvará de la ruina.

— ¡¿Qué?! ¡¿De la ruina?! — lo tomó de sus hombros fuertemente — ¡Dime que no es cierto!

— ¿Las cosas no salieron de acuerdo a su plan, Lord Jeon? — lo empujó para que lo soltara — Tal vez nuestra decepción es lo único que tenemos común. — y abandonó el lugar sin más, sabiendo que había dejado más que enojado al hombre.

Bajó las escaleras de la entrada, deteniéndose en seco al notar que los muertos y todos los del pueblo se dirigían a la iglesia, con un gran pastel de cinco pisos siendo cargando, así que no dudó en seguirlos también.

— ¡Fuera de aquí, demonios del infierno! ¡Vuelvan al abismo de donde vinieron! — el pastor gritó, pero los muertos lo pasaron de largo.

— No grite, es una iglesia. — le dijo uno de ellos y se quedó en blanco al ser ignorado.

Cuando ya todos estaban en sus asientos, la música comenzó a sonar, dando inicio a la ceremonia. Todos voltearon su mirada a la entrada cuando las puertas se abrieron, revelando al hermoso novio que caminaba lento, sin prisa, con una sonrisa delicada en su rostro. La luz de la luna daba en su espalda, haciéndolo ver tan etéreo que Yoongi perdió el aliento unos segundos.

Cuando llegó a la par del azabache, ambos se sonrieron y se tomaron de la mano unos cortos segundos.

— Queridos mortales y difuntos, estamos reunidos hoy para unir a este hombre y a este cadáver en matrimonio. — cuando Taehyung llegó al lugar, lo primero que vio fue a ambos, soltando un jadeo y escondiéndose detrás de una de las columnas de la Iglesia — Ahora, los votos. El mortal primero.

— Con está mano, yo sostendré tus anhelos. Tu copa nunca estará vacía, porque yo seré tu vino. — tomó la copa de oro, sin titubeos.

— Ahora, el difunto.

Jimin sintió sus ojos lagrimear, cerrándolos un momento — Con está mano, yo sostendré tus anhelos. — tomó el veneno entre sus manos, sirviéndolo en la copa de oro en manos del azabache — Tu copa nunca estará vacía, porque yo seré- — jadeó al notar a Taehyung, deteniéndose en seco — Yo seré... Porque yo seré...

— Porque yo seré tu vino. — acercó la copa a su boca, pero la mano de Jimin lo detuvo. Los susurros no se tardaron en escuchar.

— No puedo.

— ¿Qué sucede?

— No es correcto. Estuve comprometido, pero me robaron mis sueños y ahora...se los estoy robando a alguien más. — lo tomó de su mejilla, mirándolo con tristeza y sus ojos cristalizados — Te amo Yoongi, pero no eres mío.

Soltó su mejilla, haciéndose a un lado y estirando su mano en dirección al castaño, Yoongi volteó a ver a esa dirección, encontrándose con él, sorprendido — Taehyung. — el chico llegó hasta Jimin, aceptando su mano y con la otra tomó la de Yoongi, juntando las manos de ambos.

— Oh que enternecedor. Yo siempre lloro en las bodas. — todos giraron su vista al escuchar la ronca voz que hablaba con tanto odio — Los jóvenes enamorados al fin están juntos. Seguro que ahora podrán vivir felices para siempre. — Jungkook sonreía mientras se acercaba más a los novios y al cadáver, tomando a Taehyung del brazo, jalándolo hacia él — Pero creo que olvidan que él es mi esposo. Y no me iré sin él.

Entonces, después de reaccionar, Jimin abrió sus ojos y sus labios se entreabrieron al reconocerlo — Tú...

Jeon pareció reconocerlo también, luciendo igual de sorprendido — Jimin...

— Eres tú. — exclamó esta vez con una combinación de enojo y tristeza.

— Cuando te dejé estabas...

— Muerto. — todos los presentes soltaron un jadeo de sorpresa, pero pronto empezaron a verlo con enojo, incluyéndose Jimin también.

— Es obvio que este hombre está alucinando. — soltó una risa nerviosa, retrocediendo con Taehyung entre sus brazos. Tomó la espalda del pecho de uno de los muertos, colocándola en el cuello del castaño — Siento la inconveniencia, pero debemos de irnos ahora.

— Suéltalo ahora. — soltó Yoongi con enojo.

— Ah... — soltó a Taehyung y se tronó el cuello — Tendré que matarte a ti también.

— ¡Yoongi! — el azabache reaccionó y tomó el cuchillo que le fue dado, entonces los dos empezaron a pelea de espadas, dando vueltas alrededor del lugar mientras los demás eran espectadores.

Yoongi jadeó cuando Jungkook lo tumbó al piso, a punto de encajarle la espada y el azabache sólo cerró sus ojos esperando su final, que no llegó cuando abrió los ojos, encontrándose con la figura de Jimin, quien sacó la espada encajada en su pecho y apuntó a Jungkook, mirándolo de manera sombría que sin necesidad del filo ya atravesaba su alma.

— Touché, mi cielo.

— Largo de aquí.

Jeon comenzó a caminar al lado de él, así que Jimin no dejó de apuntarle con la espada, entrecerrando sus ojos — Ah sí, ya me voy... — llegó hasta la mesa, tomando la copa — Pero primero, brindaré por Jimin. Siempre la segunda opción, pero nunca el novio. Querido, un corazón que fue destrozado, ¿puede seguir latiendo? — sonrió cuando vio que había dando en su lado sensible, cambiando su mirada sombría por una llena de tristeza.

— ¡Lo acabaré! — todos los muertos estaban listos para hacerlo sufrir, pero el anciano Kim los detuvo — ¡Aguarden! Estamos en la tierra de los vivos, debemos respetar sus reglas.

— Bien dicho. — y sin más, se tomó el líquido de la copa completa.

Bajó las escaleras en completo silencio, a punto de irse pero un fuerte dolor en su pecho le hizo agacharse y soltar un jadeo de dolor, volteando a ver a los demás y su rostro ya no tenía color, si no era un azul frío. Había perdido su vida en menos de cinco segundos.

— Ya está muerto, pueden llevárselo. — el anciano se quitó, entonces todos los muertos sacaron cuchillos de todo tipo de filos y espadas, riéndose cínicamente mientras encerraban al azabache, escuchándose por último sus gritos de desesperación.

Taehyung se recostó en el pecho de Yoongi, mirándose fijamente — Yoongi, pensé que jamás te volvería a ver.

Jimin sonrió de lado, bajando las escaleras para irse finalmente. El azabache lo miró, soltándose del agarre del castaño — Aguarda. Hice una promesa.

El peliazul volteó a verlo con una sonrisa — Cumpliste tu promesa. Me liberaste. — entonces, se quitó el anillo de su mano, abriendo la mano del pálido para dejarlo ahí — Ahora haré lo mismo contigo.

Yoongi simplemente observó atento como caminaba hasta la salida. Jimin observó la luna, mirando hacia atrás antes de lanzar su ramo, siendo cachado por Taehyung.

La sonrisa de Jimin se hizo aún más grande posible, volteando lentamente para recibir la luz de la luna, sintiendo una gran paz en su corazón mientras miles de mariposas brotaban de sí, soltando un gran suspiro porque era lo que tanto había estado anhelando, antes de que fuera consumido por las mariposas azules que revolotearon por doquier.

Taehyung y Yoongi se abrazaron, contemplando el aleteo de las mariposas que rápidamente se dirigían a la hermosa luna.

FIN.
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