04

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Después de la reacción sumamente extraña de Marc, Gavi se sintió preocupado, Marc lo sabía, no debió de actuar de ese modo.

Ahora en el auto camino a casa era un total silencio, a Marc no le gustaba, nunca le gustó ver esa carita triste, ni el no poder escuchar la chillona voz de su pareja.

—Lo siento... No debí gritarte.

—Lo sé, no te preocupes.

—Gavi yo..-

—Tranquilo Marc, sé que no has estado bien, lo he notado, no sé qué es lo que pasa, pero no te preocupes, yo estaré contigo.—Dijo el menor, posando su mano encima de la mano que Marc tenía en el volante.

—Te amo, ¿Lo sabes verdad? No importa que pase... Siempre estaremos juntos ¿Verdad?

Gavi lo observó extrañado, pero sonrió, Marc de vez en cuando tenía sus ataques de inseguridad o cosas así.

—Por supuesto que sí, no importa que pase, nadie me va a separar de ti Marc, nadie ni nada.


Una vez que llegaron a casa, Marc dijo que tomaría un baño, realmente lo necesitaba, no importa que antes de salir del club hubiera tomado uno, necesitaba tranquilizarse, y solo el agua fría podría.

¿Qué haria? ¿Qué haria si Gavi resulta ser su hijo? ¿Qué haria Gavi si se llega a enterar? ¿Lo dejaría? No, no eso no, no quería ni pensar en una vida sin el sevillano, pero..

—Ahhh... De entre todas las personas... ¿Justamente tenía que ser Gavi? Esto parece una puta broma del destino.

Cerro el paso del agua, tomó una toalla y salió del baño, Gavi se encontraba acostado en la cama, tan pronto lo vio salir del baño; el menor se sentó.

La forma en la que cambio su mirada al verlo secarse fue simplemente; excitante.

Sus ojos no perdían ningún movimiento que el hiciera, nunca penso que algo tan simple, pudiera exitarlo tanto.

—¿Qué sucede cariño?—Pregunto Marc, secandose la parte superior de su cuerpo con otra toalla, siempre era divertido molestar un poco a Gavi.

Llevaban un tiempo siendo pareja, en realidad, Marc se había enamorado desde el primer día que Gavi puso un pie en el club, pero la diferencia de edad y el que el sevillano en ese entonces fuera menor de edad, le hicieron suprimir sus sentimientos.

Pero en el día de su cumpleaños número dieciocho, cuando le preguntó que quería de regalo, Gavi le pidió algo que lo dejo sorprendido.

—Marc... Besame, por favor, aunque sea una vez, solo eso quiero.

Han estado juntos desde ese momento, Marc lo protegía dentro y fuera de la cancha, lo amaba más que a su propia vida.

Y ahora... Su mundo parecía que iba cuesta abajo, su mundo se hacia añicos.

—Pablo...

Su voz un tercio más grave, hizo que la piel de Gavi se erizase.

—¿Qué?—Susurro, Marc se había acercado hasta tener al menor tan cerca que podía sentir los leves temblores del sevillano.

—No tiembles amor... Sabes que jamás haria algo que pudiera lastimarte—Murmuró Marc, y era verdad, nunca pasó los límites que sabía que Gavi aún no estaba listo para pasar.

En un parpadeo, Gavi deslizó una mano alrededor de su cuello para atraerlo cuando estuvo lo suficientemente cerca y lo besó con desesperación.

Marc rápidamente correspondió, tomándolo de su pequeña cintura, encajaba tan perfectamente bien en sus manos.

—M-Marc... Puedes, si quieres tú puedes.—La voz de Gavi salía acompañada de leves temblores, Marc sonrió para luego volver a besarlo, se separo y le dio un beso en la frente.

—Aún no amor, te haré mío cuando digas que lo quieres tú, cuando tu cuerpo llegue a su límite y ya no puedas más... Quiero hacerte mío cuando tú te sientas listo.

—Marc...

—No pongas esa mirada cariño, y quita ese pensamiento de tu cabeza, sé perfectamente lo que estas pensando.

Gavi se sonrojo, aún no entiende, ama a Marc con todas sus fuerzas, pero... Por alguna razón aún no se siente listo para dar el siguiente paso, sabe que el mayor jamás haría algo que lo pudiera lastimar, pero aún así...

Pero también tiene miedo de que en algún momento Marc se canse de esperarlo. Pero el mayor solo se ganaba su amor más y más.

—No importa el tiempo, nunca voy a cansarme ni voy a presionarte, yo te esperaría hasta el fin de los tiempos Pablo... Nunca dudes de eso.

Lo besó para luego tomarlo en brazos, Gavi se apresuró a rodearlo con los suyos.

—Vamos, es hora de dormir amor.

El sonido de la ducha hizo que despertara, Marc siempre se levantaba temprano, volvió a acomodarse para volver a dormir, pero escucho el móvil de Marc sonar.

No es que desconfíe de su novio, al contrario, ambos tienen la confianza y la autorización de revisar el celular del otro por cualquier cosa.

Primero vio la hora, debía de ser algo de importancia, abrió el mensaje, al parecer estaba en alemán, porque ni un "a" había entendido.

Marc había descargado una aplicación para traducir los mensajes especialmente para él.

Lo que leyó ahí, hizo que todo rastro de sueño se esfumara.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro