El Regreso

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Estoy subiendome guardando las cosas en el maletero y subiendome al taxi que está frente a la entrada de mi casa aquí en República Dominicana, cuando veo Mariana que se acerca a despedirse emocionada junto con Aurelio su hermano.

- Muchas gracias por la hospitalidad que me habéis dado aquí, quiero que sepáis que cuando todo mejore allí en Nueva York volveré aquí, por que me siento en casa aquí - les dije con lágrimas en los ojos.

- No lo tienes ni que decir, aquí siempre vas a ser una más - Dijeron los dos a la vez y eso hizo que se me encogiese un poco el corazón por tener que marcharme.

- Volveré pronto, han sido 5 meses estupendos.. muchas gracias chicos, por todo - les dije abrazandolos por última vez.

Subí al taxi camino al aeropuerto mirando por la ventanilla como se despedian mientras se hacen cada vez más pequeños en la distancia, nos metemos a la carretera y veo pasar las palmeras y llegamos al aeropuerto 10 minutos, me bajo del taxi le doy las gracias a la mujer y le pago, cojo las maletas y me dirijo a la terminal para hacer el check out y ver que está todo en orden.

Cuando me dicen que está todo bien, suspiró de alivio, me dicen que el avión sale en una hora así que me voy a la cafetería a hacer tiempo y me pido un frapuchino mientras espero, cuando veo que queda media hora pagó el café y me dirijo al avión, aunque antes me acabo mi frapuchino y lo tiro a la papelera, ya que no se puede subir nada al avión, y cuando e hecho esto último me dirijo a mi asiento y espero a que el avión despegue para volver a Nueva york, así que me esperan 5 horas largas de vuelo.

Ya estan avisando por megáfono que el avión va a despegar, así que me acomodo en mi asiento y pongo algo de música relajante y cierro los ojos, sin darme cuenta me sumerjo en un sueño tranquilo y sin pesadillas, cuando abro los ojos es por la tarde y veo una puesta de sol desde mi asiento, y me siento maravillada.

Están avisando por megafonia que queda una hora de vuelo y que estamos cerca del aeropuerto, ya puedo ver los altos rascacielos de Nueva York.. y mi casa tan pequeñita desde aquí.

He bajado ya del avión, así que voy a recoger las maletas e ir a mi querida casa que ya la hechaba de menos. Aviso a Arthur cuando estoy en el taxi.

- Buenas noches Arthur, estoy en el taxi cerca de casa ya, que ganas de llegar, ha sido agotador - le dije yo con un suspiro.

- Lo sé cariño, se te nota exhausta, ahora cuando llegues nada de buscar trabajo ¿ me escuchas? Que ya nos conocemos. - me dijo en forma de reprimenda cariñosa.

- me conoces demasiado bien, no es justo - repliqué, pero lo cierto es que no lo podía culpar de nada, era un cielo y aunque a veces es un poco insufrible, se hace de querer.

- No hubieras superado lo de Iker, si yo no te hubiese dicho que te olvidases del mundo durante unos meses de forma literal - me recordó.

- Respecto a Iker, Arthur... hay algo que no te he dicho que es uno de los motivos por el cual estoy regresando sntes del año... - Le dije un poco preocupada por que no sabía como iba a reaccionar.

- ¿ Qué le ha pasado? ¿ está bien? - sonaba preocupado y no sabia como decirle... Arthur e Iker se volvieron bastante cercanos en lo que estuvimos de relación.

- Iker... Iker ahora mismo está ingresado en el hospital por que ha intentado suicidarse por que Diana se metió en nuestra relación y se enteró a la misma vez que yo que el tiene un hijo con ella y que estuvieron juntos antes de que el me conociese a mí. - ala.... lo solté por dios, que agusto me he quedado.

- Procesando.. espera.... ¿ QUÉ? ¿ ES ENSERIO? ¡ NO ME JODAS! - me tuve que quitar el teléfono de la oreja por que estaba diciendo tantos improperios gritando que juro que me iba a dejar sorda.

Mientras subí las escaleras iba pensando en todo lo que he tenido que vivir hasta ahora, sigo muy enamorada de Iker y quiero seguir con el, a pesar del daño emocional que me ha causado, pareciera que tengo la enfermedad de síndrome de Estocolmo, pero no creo que sea el caso.

Llego a la puerta de mi casa y la abro, se siente tan extraño estat de nuevo aquí... se siente tan fría y solitaria..

Te he echado de menos querido hogar.

Y sin más me puse a recoger, desempacar todas las maletas y hechar toda la ropa a lo sucio y guardar las mochilas en el trastero y limpiar el polvo y los cuartos de baño, todo me llevó al rededor de hora y media, cuando acabé me duché me puse algo ligero por que hacía bastante calor y pedí algo para cenar.

No me di cuenta de lo cansada que estaba cuando me desperté a las tres de la mañana y vi que estaba tumbada en el sofá, así que me fui a la cama y seguí durmiendo profundamente, cuando me desperté al día siguiente eran las diez de la mañana, así que me vestí y fui al hospital a ver a Iker.

Me subí al bus y le di la dirección cuando llegamos me bajé y subí las escaleras que conducían al hospital. Me paré unos minutos en la puerta... ya que no sabía si entrar o no. No soy una cobarde dije para mis adentros y me aventuré hacia el interior del hospital.

Fuí a recepción y dije que era una conocida de Iker, entonces me dieron el número de habitación y era el 420.

No sabia que decirle, con un poco de miedo entré en la habitación y estaba el en la cama, no se si me reconoció, pero se puso pálido.

- Hola ¿ como estas? - Le pregunté para saber que tal se encontraba.

- Hola... ¿ quién eres tú y qué haces aquí? - me preguntó asustado.

- Bien... bueno, soy tu expareja.... - no me dejó hablar por que lo que me dijo me dejó en Shock.

- Eso es imposible... soy un hombre casado, respeto a mi mujer ¿ Sabes donde se encuentra? - me miró y vi una pizca de reconocimiento que se esfumó en un segundo.

- Lo siento... no lo sé, yo... no sabía que eras casado - estoy muy enamorada ti Iker. - Le dije a punto de llorar.

No soporto esto, me está destrozando el alma.

- Si, lo soy ... ¿ sabes donde esta? Necesito hablar con ella - me dijo y parecía muy arrepentido.

- No, lo siento... aquí estabas solo cuando estabas saliendo conmigo, nunca conocí a ninguna mujer que estuviese casada contigo - le dije con mucho dolor.

- Entiendo.... por cierto muchas gracias por venir a visitsrme... siento que te conozco de hace mucho tiempo, aunque no recuerdo de qué y por alguna razón eso me duele un poco en el corazón... y ¿ como te llamas? - me dijo con cara compunjida.

- Oh, lo siento... soy Amber, encantada de conocerte Iker. - Le dije con una pequeña sonrisa en los labios.

Y pasaron las horas y nos pusimos a hablar y siento que se me fue el santo al cielo, era como lo recordaba, tan bueno y tan amable, tan simpático... por eso me enamoré. Me da pena por que ahora se encuentra solo, sin su familia aquí y... me duele verlo así, nunca lo había visto en el hospital.

Lo que dije a continuación lo dejó sin palabras.

- No te dejaré solo, te lo prometo... estaré cada día de tu vida para hacerte feliz y despertar contigo - me salió del corazón.

- No tengo palabras para expresar lo que eso significa para mí en estos momentos... - muchas gracias de verdad.

- No me tienes que dar las gracias por nada, soy tu pareja y estaré contigo en los buenos y malos momentos, te lo prometo - mi sinceridad me sorprendió hasta a mí y así se lo dije.

- Creo en todo lo que me dices, Amber, pero tenemos un problema tengo que llamar a mi familia y contarle todo y tengo miedo sinceramente no se como reaccionarán - me dijo angustiado.

- No pasa nada, lo aremos juntos. Estoy contigo - le dí fuerzas y mucho ánimo pero sobre todo amor, que es lo que más necesitaba se veía a leguas, que se sentía desamparado y solo.

- Está bien, ¿ me podrías pasar el móvil? esta dentro de ese pequeño armario- me contestó visiblemente nervioso.

- Claro, aquí lo tienes- dije levantándome de mi sitio y acercándome hasta donde me había dicho para poder dárselo.

- No te vayas... no me dejes solo, por favor. - no te preocupes, estaré aquí, no voy a dejarte solo le dije para que se calmase.

Y procedió a llamar a su madre, le dije por señas que salía de la habitación para darle un poco de intimidad y me dijo que no con cara asustada.

Cuando terminó de hablar con su madre, estaba nervioso y me dijo que me quería conocer y que su madre le habia dicho también que su relación con su esposa no tenía solución y que hace años que estaba saliendo con otro hombre.

- ¿ que te parece si viajamos a Dinamarca cuando me ponga bien? Así tendrás la oportunidad de conocer a mi familia y ellos ver que soy feliz. - me dijo sonrojado.

- Me parece una idea estupenda, de verdad. No importa que hayas perdido la memoria, reconstruiremos lo que teníamos con el tiempo - le dije dándole un suave apretón de manos.

Un año después

Yo había recuperado mi trabajo en la empresa de Diana, mi jefa, Iker se había recuperado sin problemas y todo iba bien, teníamos un vuelo que coger para ir a Dinamarca a conocer a la familia de Iker.

- Amber cielo, ¿ lo tienes todo listo? - me dijo mientras me cogía la mano suavemente.

- Si, lo tengo todo.. la verdad  es que estoy un poco nerviosa, no se si voy a gustar a tus padres.

- Les vas a encantar, seguramente mi hermano hasta me coja envidia cuando vea la novia tan espectacular que tengo - me dijo riéndose a carcajadas.

Iker dejó su piso en nueva Jersey y se vino a vivir conmigo a los 7 meses de salir del hospital.
Hablamos las cosas y las solucionamos, llevamos juntos desde que fuí a verlo al hospital, el se hace cargo económicamente del hijo que tiene con Diana y lo ve dos fines de semana alternos al mes. Cuando no puede, habla con Diana y le dice que ese finde semana no podrá cuidar del niño, en este caso estaremos fuera dos semanas así que... dos semanas que tendrá que estar ella con Thiago.

Estamos ya en el aeropuerto y quedan dos horas  para que salga el vuelo, tenemos hambre así que, vamos a uno de los bares de comida rápida que hay en el aeropuerto y compramos algo de comer y unas bebidas  para acompañar la comida, tardan medía hora en traer la comida y cinco minutos después esta la bebida en la mesa, mientras tanto esperamos a que pase el tiempo y cuando vemos que queda cuarenta y cinco minutos para que salga nuestro vuelo, nos acercamos a la puerta de embarque de nuestro avión y ponemos las maletas en el porta equipaje y dejando las maletas subimos nosotros a nuestro asiento en el avión, menos mal que es asiento de dos personas y no de tres por que esto ya se ve lo bastante estrecho como para que se ponga un asiento más. Nos sentamos en nuestros  respectivos asientos y esperamos a que nos digan por megáfono que estamos alzando el vuelo.

Noto como se encienden los motores del avión y empieza a coger velocidad, por que nos empuja hacia atrás y el avión se inclina hacia las nubes y ahora ya no hay vuelta atrás. Estamos rumbo a Dinamarca.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro