Buenas, os voy a contar mi historia, en este capítulo hablaremos sobre mi familia, y el por que no los menciono tan a menudo como me gustaría.

Todo empezó cuando yo tenía 6 años, vivía con mis padres y mi abuela en un pueblo de Asturias, los inviernos eran helados con temperaturas bajo cero en algunas ocasiones, en verano no superaba los 30 grados, cosa que se agradece por que también se puede pasar el verano, el pueblo no tiene más de 400 habitantes, está lleno de vegetación, y animales salvajes.

Tiene una plaza espectacular, con suelos y bancos de piedra , con una gran fuente en medio y Naranjos rodeando la plaza, cuando sales de la plaza el camino de tierra te lleva directamente frente al ayuntamiento, que aunque está un poco viejo sigue funcionando, si nos desviamos un poco subiendo una cuesta nos encontramos con el colegio en el qué estudié hasta sexto de primaria ( sinceramente no lo hecho de menos) por problemas con el colegio tuve que cambiarme a medio curso para poder seguir estudiando en otro centro cerca de donde vivíamos, pasando de largo del colegio llegamos a mi antigua casa, cerca de la calle principal del pueblo.

Siempre me esperaba mi madre con la puerta abierta a la salida del colegio ( como era un pueblo tan pequeño no hacía falta cerrar con llave), y luego llegaba mi padre y todo se descontrolaba un poco en casa, por que empezaban los reclamos, las discusiones y yo me encerraba en mi habitación o me iba al gran patio que teniamos a columpiarme o simplemente me sentaba con mi abuela en el taburete, por que las discusiones que ellos tenían no es algo que una niña de seis años debiese presenciar, así que finalmente mi madre se divorcio por que no lo soportaba más, y se fue a Valencia a vivir, yo lógicamente me tuve que ir con ellas, mi abuela también se fue con mi madre y conmigo ( todo eso pasó a la edad de 10 años)
Así que terminé el colegio en otro centro por que los niños me hacían bullyng, me pegaban y se metian mucho con mi aspecto por que cuando era niña estaba un poco rellenita.

Eso cambió cuando a la edad de 10 años nos mudamos a un pueblo cerca de Valencia, para mi fue una grata sorpresa por que me tocó un instituto que era inclusivo con todo el mundo, me enseñaron muchas cosas, una de ellas es el amor propio y el respeto hacia uno mismo, a saber decir que no, a saber defenderse y gracias a una profesora descubrí mi pasión por el periodismo.

Cuando cumplí los 20 y me recién gradué de la carrera de periodismo me fuí de Erasmus a Nueva York y la empresa le gustó tanto mi trabajo y mis ganas de seguir aprendiendo y mi ansía de conocimiento, que pasado el año pedí la residencia y terminé por comprarme al principio un pequeño piso de no más de 60 metros cuadrados.
Mi madre y mi abuela venían a visitarme de vez en cuando, siempre les ha gustado mucho viajar y como cuando estaba casada con mi padre nunca la llevaba a ninguna parte pues, cuando se divorciaron eso cambió. Y ahora siempre están viajando, lo cual me alegra, de verdad, pero creo que eso hace que se le olvide un poco que tiene una hija.

En realidad no puedo estar enfadada con ella, por que después de lo mal que lo ha pasado, merece ser feliz. Yo no tengo relación con mi padre, pesé a qué lo intenté no quiso cogerme ninguna de las llamadas que le hice ni se despidió de mi cuando estuve en el aeropuerto, puestos a suponer, me imagino que es por que se encontraba mi madre allí.

Yo escuché muchas veces a mi abuela decirle a mi madre que, Rogelio ( mi padre) era un hombre que no le gustaba para Amparo ( mi madre) y que se lo había dejado caer, pero mi madre todas las veces que se lo advirtieron hizo oídos sordos y terminó casándose con mi padre después de 4 años de relación( y muchos altibajos ) 3 años después nací yo; Pesaba 3,400 y media alrededor de 54 centímetros, así que ya de pequeña se notaba que iba a ser grandecita... así que salgo a la familia de mi padre en ese aspecto, por no decir que es lo único, por que por lo demás salgo clavadita a mi madre, lo que tengo claro es que en esta vida todo se paga y mi padre ahora mismo tiene lo que se merece, desde mi punto de vista; No supo valorar a mi madre, siempre andaba molesto y nunca le prestaba atención, mi madre en muchas ocasiones le decía a mí padre que no iban a llegar muy lejos con la conducta que el tenía, pero el como que le entraba por un oído y le salía por el otro, a pesar de que a mi madre, realmente le preocupaba la salud y el bienestar de mi padre, el solo... la ignoraba. Y eso es lo más triste, ver como una pareja que ha pasado por tanto destruye su relación ( he de decir que fue culpa de mi padre en un principio, aunque también la tuvo mi madre por no ser clara y decirle a mi padre lo que pensaba) así que así es la vida, todo cambió..
Siendo sincera, yo no me voy a meter en la relación de mis padres por que eso solo les concierne a ellos, aunque a mi como su hija me preocupa por supuesto.

Y luego está mi abuela, que tuvo a mi madre joven y para sorpresa de muchos fue madre soltera, lo cual aplaudo por que a su edad eso no estaba bien visto, pero a ella eso le dio igual y decidió criarla sola.

Eso me enseño desde muy joven que no necesitaba a nadie para cuidar de mí, que yo sola podía valerme por mí misma, eso me gusta mucho de mí misma, no tener la necesidad de depender de nadie, por que todo lo que me proponga la puedo conseguir yo misma.

Hasta que conocí al que iba a ser mi pareja durante los próximos seis años, por ese entonces, tanto mi madre y mi abuela estaban viviendo conmigo en el apartamento y aunque era de 60 metros cuadrados tenía dos habitaciones con un solo baño, en la habitación de enfrente que tenía dos camas chicas en las que por el momento se quedaban mi abuela y mi madre y la habitación que estaba en frente de ellas estaba la mía, y el cuarto de baño estaba en el otro extremo del pasillo, justo salías del pasillo y girabas un poco a la derecha te encontrabas el salón comedor con una pequeñas cocina en la que no cabían más de tres personas, junto con un pequeño sofá de dos plazas y la mesa, más dos sillas pegadas a la pared en la zona izquierda del sofá.
No encuentro el chaleco de rayas que tenía en la silla encima de la cama y le pregunto a mi madre si lo ha visto a lo que ella me responde:
- No hija yo no lo he visto ¿ no lo habrás puesto encima del montón de ropa que tienes en la silla de tu habitación quizás? - me miró con cara inquisidora-
A lo que yo le respondí:
- No mamá, ya lo he mirado y ahí no está, me hace falta para la cita de esta noche y no lo encuentro.
- Le puedes preguntar tu abuela, a lo mejor ella sabe donde está. Quizás lo habrá visto por ahí, o no lo sé ... ¿ y si te lo has olvidado en España?
- ¿ Qué? Imposible, recuerdo que lo metí en la maleta junto con el resto de mis cosas, pero tienes razón a lo mejor la abuela sabe donde está.

Cuando voy a preguntar a mi abuela, viene a buscarnos al salón diciendo; Aquí hay un chaleco de rayas ¿ es de alguna de ustedes?

A lo que yo le respondo:
- Sí abuela es mío, estaba preguntando a mamá donde estaría, y fijate por donde mira quien lo tiene.
- Bueno hija, es que se había mezclado con mi ropa, a lo mejor lo metí yo sin darme cuenta.
- No te preocupes abuela, no pasa nada.

Me despedí de ellas, a mi abuela le dí un beso en la frente y a mi madre un abrazo y luego salí por la puerta.

Me dirijo hacia el bar en el que hemos quedado Iker y yo, aunque es la primera vez que lo veo, llevamos hablando un par de semanas por WhatsApp, entro en el bar, me siento en la barra y pido un Sprite con limón, son las nueve y media y aún no llega, veo que tengo un mensaje en el móvil.

- buenas noches soy Iker voy de camino, que no me ha dado tiempo a terminar de prepararle la cena a mi hermana pequeña.
- Buenas noches, no te preocupes no llevo mucho tiempo aquí sentada, acabo de llegar.
- En 5 minutos estoy ahí, estoy cruzando el paso de peatones, no se si ya puedes ver lo que tengo puesto.
- Si, creo que si, ¿tienes una camisa de cuadros con unos vaqueros?
- Eeh, si los tengo.
- Vale, pues entonces cuelgo y ahora nos saludamos.

Veo a un chico bastante guapo, alto y rubio, camisa a cuadros con pantalones vaqueros y botas,
¿ me gustará?, solo hay una única forma de saberlo, vamos a seguir conociendolo para saberlo.

Mientras tanto al otro lado de la ciudad, estaban en el piso mi abuela y mi madre, teniendo una pequeña charla sobre que nos deparará el futuro a mí y a Iker.
- ¿ como crees que les estará yendo mamá a Amber e Iker? ¿ crees que lo van a terminar dejando o va a durar su relación?.
- No lo sé, Amparo, como esta actualmente la cosa con tanto chat y tanto Internet, no se cuanto van a durar, y si tendrán la confianza para saber arreglar los problemas, por que sabemos que Amber es muy parecida a tí, no va a dejar que nadie intente ayudarla.
Se va a tener que dar de bruces ella sola para darse cuenta si está cometiendo o no un error.
-Bueno, dejemos que sean ellos los que decidan como será su historia.
- Tienes razón hija, tienes toda la razón del mundo.
- ¿ Qué te parece si llamamos a Amber y le preguntamos que tal le está yendo la cita con el chico ese?
- No creo que sea buena idea, mamá, capaz de que hasta se enfade y todo
- Anda ya, que se va a enfadar ni enfadar, las tonterias que hay que escuchar, deja que si tu no quieres, ya la llamo yo.
- ¡ Oye! dame el móvil mamá... y si descolgamos sin querer y no esta escuchando, quedaríamos en ridículo.

Al otro lado de la ciudad Amber  e Iker están intentando tener una cita, aunque no parece que vaya demasiado bien.
- bueno y dime Iker ¿ trabajas estudias o haces las dos cosas?, yo hace tiempo que vivo aquí.
- hace poco he terminado la carrera y acabo de conseguir trabajo como ingeniero agronomo.
- me alegro mucho por tí, de verdad, yo espero poder especializarme en fotografia dentro de un par de meses, lo cierto es que me encanta... siento cambiar de tema así de repente, pero ¿ que vas a querer para cenar? A mi me apetece lasagna de verduras con un vino dulce.
- pues yo creo que pediré un pescado a la parrilla con un Sprite.
Una vez que le hemos dicho a la camarera nuestra orden esperamos a que llegue nuestra bebida  ¿que nos deparará el futuro? ¿tendremos futuro?