Mientras Amber estaba en República Dominicana e Iker iba cayendo poco a poco en la que no sabía si tenía salvación, Diana estaba distante con todo el mundo, había perdido a una gran trabajadora, había hecho qur Iker dejase a Amber par su beneficio y su hijo bueno... estaba a un paso de odiarla tanto o más de lo que se odiaba ella. Y eso se debía a que había llevado a su hijo a la pediatra y entre esta y la madre le habían dicho que tenía padre, y cuando se lo dijeron el niño se puso pálido y parecía que no podía asimilar la noticia.

Así que decidió darle su propio espacio y esperar a que su hijo asimilase la noticia, aunque no iba a ser nada fácil. Mientras tanto decidió que la mejor opción para aclarar la situación era llamar a Iker.

- Hola buenas tardes, Iker, soy Diana, me gustaría poder tener una reunión contigo para ponerte al tanto de la situación, si quieres saber algo, si no pues lo entenderé - tenía el móvil apagado así que le dejé un mensaje en el buzón de voz, no se si lo llegaría a ver en algún momento, yo tenía esperanzas de que así fuese, pero no las tenía todas conmigo.

Unas horas más tarde

Tengo una llamada en el teléfono y llamo de vuelta a lo que una mujer mayor me contesta

- ¿ Diga? ¿ Quién es? ¿ eres amiga del muchacho que está en el hospital?- me dijo sin esperar a que le contestase de vuelta y me puse pálida. Esto era culpa mía.

- Señora, soy una conocida de el, ¿en que hospital se encuentra? ¿ Lo sabe? - le apresuré a que me respondiese, tampoco las tengo todas conmigo, es una mujer mayor al fin y al cabo.

- Si, se encuentra en el hospital San Jorge, creo que está en estado crítico - me contestó un poco gritando. Debería de estar sorda la mujer.

- Muchas gracias por la información, ahora mismo estoy allí, vivo cerca. Por cierto que habitación es la que tiene - le dije esperando que notase la gratitud en mi voz.

- Está en el quirófano ahora, pero claro se lo digo. Tiene la habitación 420.- me contestó la mujer de vuelta por teléfono.

- Muchas gracias de verdad - le dije de nuevo.

- No las des, cualquiera hubiese hecho lo mismo- me contestó y colgó.

Salgo del portal de mi casa con mi hijo cogido de la mano apretada fuerte, no me preguntó nada solamente me hizo caso ,vamos andando por la avenida llena de palmeras y llegamos al último paso de peatones, cruzamos y tenemos el hospital justo en frente de nosotros, subimos vamos al mostrador y le decimos a la enfermera que somos conocidos de Iker y enseguida nos dice la habitación la 420, así que vamos hasta la 4 planta y esperamos en el pasillo hasta que vemos a una enfermera salir de la habitación y le preguntamos como se encuentra y nos dice que le han inducido a coma para que se le baje la inflamación del cerebro y cuando me recompongo antes de que se vaya le pregunto que le pasó.

A lo que me responde la enfermera diciéndome que se había cortado las venas, y cuando se cayó se golpeó la cabeza con la esquina de la mesa y es un golpe bastante profundo, por lo que hemos visto cuando lo hemos tratado creemos que ha intentado suicidarse.

Se me cayó el alma a los pies y me puse pálida. Tenía que avisar a Amber.

No sabía si me iba a coger el teléfono. Estaba muy enfadada conmigo lo entendía, pero Iker no podía quedarse aquí sin nadie.

Ha llamado al buzón de voz, si desea dejar algún mensaje hágalo después de escuchar la señal

Se acababa el tiempo y no podía dar con Amber.

Pasadas unas horas recibo una llamada de un número desconocido y contesto por que tengo la impresión de que es Amber la que está al otro lado de la línea.

- Buenas tardes Amber, se que no quieres hablar conmigo pero tengo algo urgente que decirte - le dije a la espera de que me dijera algo y finalmente me dejo hablar - quería decirte que Iker ha intentado suicidarse. - juraría que la escuché atragangarse y jadeando en el mismo momento.

- Joder, Diana, con eso no se juega. Si no has tenido suficiente con quitarme al amor de mi vida y a la persona de la que estoy enamorada me sueltas algo así - me espetó con todo el enfado que tenía acumulado.

- No es broma Amber, estoy justo en la planta 4 del hospital de San jorge en el pasillo por que se encuentra en estado crítico después de que haya intentado suicidarse. - Le contesté.

- cogeré el primer vuelo desde República Dominicana lo más pronto posible. No lo voy a dejar solo, no soy tan mala persona como para dejar que este solo, no me lo perdonaría a mi misma y sentiría una culpa horrible - me dijo con la voz un poco compunjida como si estuviese conteniendo las lágrimas.

- Espero que así sea, ya nos vemos aquí y te cuento la situación en persona.

- Claro, ya te llamo cuando llegue.- me dijo y colgó, quería pedirle perdón pero no me dio tiempo por que colgó y me quedé con una sensación agridulce en la boca del estómago.

No me gusta la sensación que me produce la impresión de haber hecho las cosas mal, Iker está ingresado y amber en la otra punta del mundo y todo por mi culpa, quizás debería de haberlos dejado tranquilos desde el principio y que todo hubiese seguido su curso de manera natural sin que yo hubiese hecho de intermediaria en este asunto. Quizás ahora el destino me esté diciendo que lo deje todo en manos del Universo y que yo he hecho más que suficiente.

Así que es momento de parar

Pero ¿ que significaba que tendria que parar? Creo que pronto lo descubriría aunque no sabía ni como ni de que forma y me parece que no me iba a gustar la forma en la que el universo me dice que tendría que parar.

Unas horas más tarde en la oficina me llama el de mantenimiento y me dice que se han estropeado los ordenadores, estupendo ¿ como hago ahora para entregar los trabajos y buscar las noticias? ¿ se referirá a esto el universo cuando me decía que tenía que parar? ¿ que me tomase unas vacaciones? NO LO ENTIENDO. Toda mi vida me he dedicado exclusivamente a trabajar, nunca he cogido vacaciones ¿ que se hace en vacaciones? ¿ Morirse uno de aburrimiento? Necesito algo de acción, movimiento, etc.

Pero entiendo que todo el mundo incluida yo necesitamos parar descansar, desconectar. Así que apagué el ordenador cerré la oficina y les dije a los empleados que tenían dos semanas libres de vacaciones, me miraron extrañados por que ellos saben que yo jamás habria hecho una cosa así, así que antes de cerrar los cité en la sala de Reunión y les dije.

- Chicos, creo que todos necesitamos un descanso ¿ cuando fue la ultima vez que cogimos vacaciones? Seguro que ni os acordáis y yo menos todavía, siempre estamos trabajando, no tenemos tiempo para nosotros, ni nuestras parejas ni familias ni amigos, así que... disfrutad de estas dos semanas de vacaciones.

- ¡Hurra! Muchas gracias jefa, lo disfrutaremos con gusto, hacia 8 meses que no cogíamos vacaciones. Ya era hora - me dijo uno de los trabajadores de la oficina.

- pues eso es todo, podéis marcharos - les dije yo antes de que todos se fuesen y quedarme sola en la oficina.

Cuando terminé de decirles eso, fui al despacho y recogí mis cosas para marcharme y cuando salí del edificio me dí cuenta que me había dejado el móvil dentro, así que más para mi misma que para nadie pensé en dejarlo ahí estas dos semanas.

Cuando llegué a casa lo primero que hice fue darle un abrazo a mi hijo y le dije que lo sentía por haberle mentido y que no volvería a pasar a lo que el me respondió que no pasaba nada que lo entendía y que lo único que yo quería era protegerle de que nadie le hiciese daño y que a pesar de que le molestó no podía enfadarse conmigo por que me quería demasiado.

Cuando pasaron un par de horas luego de que me terminé de duchar y cogerme un rodete en alto y ponerme el chándal y unas deportivas, cogí las llaves y la cartera y me fuí directamente al hospital para ver a Iker.

La enfermera se acaba de ir de la habitación, no hay mejoría en el estado de Iker, lo cierto es que me preocupa y no se si vuelva a despertar. Por eso es que me dirijo hacia la iglesia que está al lado del hospital, bajo las escaleras y salgo del hospital, doblo la esquina, bajo la rampa y entro por la puerta de la iglesia, me siento en el último banco y me pongo a hablar con dios, a darle las gracias por cada día de vida, cada despertar y le pido por favor que Iker se ponga bien, le pido que cuide de mis padres que los hecho de menos y salgo por la puerta y me voy a casa, cuando llego está mi hijo dormido y no lo quiero despertar así que voy al cuarto de enfrente y cojo una manta para taparlo y cuando lo miro fijamente a los ojos, me doy cuenta de la suerte que tengo de ser su madre, me acerco lentamente y le doy un beso en la frente cuando veo algo que no me había fijado nunca y es que tiene una pequeña marca de nacimiento en la barbilla en forma de piña y es que para mí no existe nadie más perfecto.

Varias horas después caigo que amber me tendría que haber llamado, pero como no tengo el móvil aquí, enciendo el portátil y le mando un mail.

De Diana

Para Amber.

Hola, amber, te escribo desde el portátil, si me estas escribiendo al móvil lo tengo en la oficina, cuando he salido lo he dejado allí, estaré dos semanas sin teléfono, así que si quieres y si te parece correcto, después de todo lo que ha pasado entre nosotras, me gustaría saber si ves bien que te mande mensajes por correo, realmente necesito que me digas si o no para informarte del estado de Iker. Yo no soy muy católica, pero de verdad rezo para que despierte.

Acabo de enviar el mensaje y.... estoy un poco asustada por que no se que me contestará. Pero bueno creo que todo lo que puedo hacer es esperar a que me conteste.

No le puede durar el enfado toda la vida....  O eso pienso yo.

Lo que le hemos hecho no tiene perdón alguno, entiendo perfectamente que no quiera saber nada de nosotros. Tiempo al tiempo.

Me estoy duchando cuando escucho el Timbre de la puerta.

Aviso a Thiago para que abra la puerta y lo que me dice me deja K.O.

- Mamá es la abuela - me dice y cierra la puerta.
Esto no puede ser bueno. Mierda.

Cuando termino de ducharme voy a la habitación, me pongo las bragas que tengo encima de la cómoda y me pongo el chándal de ayer, salvo que está vez en vezde ponerme los deportes me pongo las zapatillas de estar por casa y me hago una trenza de boxeadora, cuando ya estoy lista salgo y mi sorpresa es enorme cuando veo a mi madre sentada en el sillón de mi casa.