AU: Quemar a la bruja

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Muy buenas, me demoré bastante en hacer un AU por cuenta propia, y por supuesto que tenía que ser algo con fantasía, magia y brujas. De todos modos, quizás les guste (_Weirdcore_ y _UNDER-GROUND_ oomfies, vengan please, que ando en la soledad).

Empezaré con la idea original que generó este AU, Clockwork siendo una bruja. Quiero decir, female rage, fire and oppression, all elements prevalent to witches and gender non-conforming individuals through history (Herstory, if you will).

...

Clockwork, la bruja relojera.

Natalie fue una joven nacida de inmigrantes franceses, criada en terreno canadiense en la actualidad y siempre en la vista de su familia. Ella no podía hacer mucho, en su mayoría se la mantenía en la casa y recolectando para proveer en las labores domésticas. Sin embargo, siguiendo a su madre y otras mujeres, tuvo que aprender de todo aquello que la naturaleza otorgaba y que podía ser aprovechado para pasar los inviernos.

Siempre interesada en las historias de las mujeres nativas, Natalie en muchas ocasiones se encontró deseando confrontar a todos sus compatriotas. Incluso siendo una joven y muy resentida de su familia, con tantas cosas que ella había bloqueado de los tratos de estos mismos, ella seguía desafiando en las pequeñas maneras que podía.

Su sufrimiento no es distinto del sufrido en su historia original, quizás con la diferencia de que ella se fue perdiendo cada vez más en los bosques. En los mismos que sintió la tierra hablarle sobre muerte vieja y carne invasora. Con el paso del tiempo sintió que enloquecería, que un día jamás volvería a salir del bosque, que las manecillas del reloj de su abuelo la seguirían hasta en su más profunda locura y desquicio. Se estaba quedando sin tiempo para todo; para ser joven; para vivir; y para poder ser humana.

Su punto de quiebre fue al ser acusada de brujería por parte de su propio hermano, un monstruo que se ocultaba detrás de aparentar tanta devoción a las santas escrituras y el correcto comportamiento. Solamente Natalie conocía la decadencia de su propia sangre.

Amenazaron con quemarla, así que ella lo hizo antes de que pudiesen enjuiciarla. Corrió histérica por los bosques, gozando de cada paso que daba contra los suelos del bosque. Incluso pensó en quitarse la ropa y escupir en el decoro de todos ellos, pero se topó con un viejo reloj y su incesante sonido. Un mecanismo lujoso que parecía esperarle en los suelos del bosque.

La bruja es conocida por tener un reloj en lugar de su ojo izquierdo, un mecanismo viejo que jamás dejará de andar, incluso si no dice la hora de forma correcta. La bruja decide qué relojes pueden continuar y cuáles se detienen, incluso antes de lo que el destino ha preparado para ellos.

Su casa es el cadáver de una cabaña olvidada, llena con relojes construidos por ella y rellenos con restos humanos. A través del cristal verás sangre, pelo y piel de aquellos cuyo tiempo está siendo medido por la bruja relojera. Clockwork se levanta cada mañana y retira el cristal de un reloj, para así doblar con su dedo las manecillas y detener el tiempo de esa persona, matándola.

La bruja necesita tu permiso para poder matarte, quizás te encontrarás con una mujer que te pregunta por la hora, pero de una forma específica.

—¿Puedes darme tu hora? —preguntará, apuntando al dispositivo que tengas en mano.

No se la des, ella podrá matarte en el momento que se le ocurra.

"—Se te acabó el tiempo. —dice Clockwork antes de romper las manecillas de una persona."

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Ticci Toby, un renacido atrapado en un segundo.

Tobias era hijo de una familia alemana inmigrante, quienes perdieron riquezas en malas inversiones y tuvieron que conformarse con la granja que habían construido como piso seguro. Vivía con sus padres, hermana y abuelos, y lo mantenían aislado de los pueblos, pues su forma de moverse y lanzar profanidades hacían creer a los demás que estaba poseído por algún demonio.

Él supo darse la mejor oportunidad, insistiendo que cada día luchaba por contener la influencia demoníaca, así reconocido por los sacerdotes en su resiliencia contra aquellas influencia. En realidad se trataba de un trastorno que se entendería en el futuro.

Toby era bueno cortando madera, quizás de los únicos momentos del día en que cada movimiento era voluntario. De eso se encargaba para después venderla, incluso si tenía que viajar un día entero para conseguirlo, incluso siendo el único que se atrevía ha entrar en el bosque de la bruja para venderle leña, después de todo, ella era de las que mejor pagaban.

Todo solía estar bien, incluso si su padre era propenso a los arrebatos de ira por la situación en la que se encontraban. Pero tenía a su hermana y la amistad de la bruja, Toby no necesitaba mucho en su vida.

Por eso la vida fue cruel, y su hermana murió al caerse ambos del mismo caballo, aunque él sufrió de un simple brazo roto. Jamás había sentido dolor, pero ese día pensó que su corazón estaba intentando abrirle las costillas.

Después de eso todo empeoró, aunque ignoraba los gritos y el enojo al sentir que algo le observaba en el bosque, una figura alta y cuya piel le recordaba a los árboles. Creyendo que se estaba volviendo loco, Toby no dijo una palabra al respecto. Hasta que esa figura movió su mano en una noche oscura, misma en la que mató a su padre en un trance difícil de describir.

Creyendo en el abrazo del fuego, Toby intentó incendiario todo y se perdió en las llamas. Pero la bruja relojera no deja que sus árboles ardan por mucho tiempo, por lo que ella detuvo su reloj justo en el momento correcto para mantenerlo en este mundo. Sus heridas seguían sangrando y la carne se le quemaba, pero ese daño jamás pudo matarlo, incluso si las décadas pasaban y él no dejaba la cabaña de la bruja.

Toby y Clockwork vivieron juntos en sus vidas sin final, hasta que esa figura alta volvió para llevarse a lo que consideraba de su propiedad.

"Huele a carne quemada, jamás deja de moverse y parece discutir solo. Nada puede detenerlo, si te encuentras con él, corre."

...

Slenderman, los árboles tienen ojos.


Slenderman es lo mismo, aunque si hubiese comenzado a crecer bastante antes de lo que consiguió en la edad moderna.

"No tiene ojos. Ni se te ocurra intentar discernir facciones en su rostro, él odia las cosas que intentan leer las lineas de la corteza en su cara."

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Zalgo, la plaga corrupta.

Zalgo comenzó a filtrarse en nuestro mundo desde antes, corrompiendo libros y, por lo general, siendo atrapado en textos que fueron considerados prohibidos. Así hasta que es liberado por la edad moderna en la que se recuperan las páginas en las que ninguna letra puede ser leída.

No un demonio, tampoco relacionado con nuestras creencias, Zalgo es una enfermedad que contamina la existencia misma. No hay forma de curar al mundo, pero puedes protegerte si consigues hacerle entrar en contacto con sustancias puras, aquello que no tiene piezas distintas que él pueda intentar revolver.

"[...]"

...

Eyeless Jack, una diosa llamada Hambre.

Jack fue el hijo mestizo de una esclava, en su mayoría viviendo en ese ambiente hasta que personas con poder decidieron utilizarlo de carnada para las extrañas aguas de los pantanos. Allí había algo misterioso que rogaba por carne, así que le dieron la que ellos consideraban de menor valor.

Hambre es una entidad atrapada bajo la pesada agua de los pantanos al sur de Estados Unidos, siempre desesperada por cruzar hasta nuestro mundo y probar la cantidad de criaturas con carne que aquí existen. Ella apenas podía sacar la cabeza para observar desde debajo de las turbas aguas.

Jack fue su boleto de salida, aunque sentir tantas emociones extrañas fue capaz de aterrarla, causando que dejara ir aquellos restos de ella que se insertaron en la carne del joven. Jack no murió devorado, tampoco ahogado, sino que salió de las aguas caminando hasta caer en la orilla. Su piel marrón se oscureció; sus ojos se cayeron ante la baba negra de Hambre; la criatura misma se asomaba desde su garganta y amenazaba con devorarlo todo.

Jack no dejó de andar en la Tierra, incapaz de morir y de saciar la hambruna constante de Hambre. Así hasta encontrarse con la bruja relojera, guiado por un reloj que ni ella podía detener, pues había sido cubierto por una ácida baba negra.

"Dos cuencas vacías, no intentes mirar el fondo de sus fauces."

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