Es física

«Te quiero con todas mis fuerzas»

Nina sonrió torpemente al leer la nota y se la pasó a Alan quién estaba a su lado. Este rodó los ojos al leer lo cursi (y tonto) que tenía escrito.

—La suma de todas las fuerzas es igual a cero.

— ¿Qué? —preguntó ella con el cejo ligeramente fruncido al no haber entendido.

—Es física—hizo una mueca, Nina rió y abrió la puerta de su casa para darle paso a Alan.

—Eres demasiado lindo para ser tan nerd—mencionó sin mucho pensar, Alan agachó la cabeza intentando ocultar su sonrojo—. Le pedí otra cita a Mike, pero esta vez en Sunny Ice.

—Claro—dijo, ya le había comentado a la chica que no e parecía muy confiable Mike, y estar repitiéndoselo a cada rato sólo le cansaba.

— ¿Qué sucede contigo?

—No entiendo de que hablas.

—De tu comportamiento, te da igual o te molesta todo lo que tenga que ver con Mike.

—Mike no me interesa, la que me interesa es Sierra——mencionó—. Ta te dije que se me hace sospechoso; pero si quieres estar con él, hazlo. No necesitas mi opinión.

Nina suspiró frustrada al volver a tener esa conversación con Alan, ya se había cansado de lo mismo. ¿Qué tenía Mike? Sierra no había intentado siquiera acercarse a ella, y en caso de serlo, no había razón alguna de ello. Nada de lo que Alan le estaba diciendo tenía sentido para ella.

—Bien, porque lo veré dentro de una hora.

—Bien—le dijo el rubio—. Yo mejor m voy. Disfruta tu cita—se dio vuelta y se marchó de la casa.

Nina cerró con fuerza la puerta, la actitud del rubio la tenía molesta. No entendía lo que le sucedía, su comportamiento cambiaba cuando le nombraban a Mike y ella simplemente no comprendía. Sacó su teléfono del bolsillo y marcó el número de Irene, era su mejor amiga. Ella debía saber lo que le pasaba.

— ¿Hola?

—Irene, soy Nina—habló la morena—. Te llamo porque no sé qué le pasa a Alan.

— ¿Por qué lo dices? —preguntó la chica.

—Siento que le molesta Mike.

Irene rió.

—No le molesta Mike, le molesta son sus intenciones—murmuró—. De igual forma, debe de encontrarse estresado con algo. Creo que me mencionó que había aplicado para una beca universitaria.

—Sí, puede que sea eso y ande un poco colérico—suspiró—. Gracias Irene, nos vemos.

Cortó y entró al baño para darse una ducha; debía arreglarse para su cita en Sunny Ice.