En espera

«Llámame suertudo porque al final yo soy un seis y ella es un diez»

—Eso es una canción—le dijo Alan al leer la nota—, que original—mencionó en un tono sarcástico-

— ¡Ay, pero es tan lindo!—dijo Bianca, el rubio rodó los ojos—. ¿Ya sabes quién es Nina? —ella negó.

—Stuart me está ayudando, esta vez de verdad.

—El chico que te haya escrito esto, debe de gustarle 5 seconds of summer—mencionó Bianca.

— ¿Ah?

—La frase es de esa banda—explicó la rubia. Nina asintió creyendo tener una pista, pero no era completamente válida, podía sólo gustarle esa frase o esa canción.

Nina sacó de su bolso la hoja de papel con los sospechosos y se la entregó a Bianca para que ella y Alan pudiesen verla.

— ¿A quién de estos chicos creen que puede gustarle la banda?

—Mmm—murmuró Alan—, sé que Sam escucha muchas bandas pero no sé si le gusta esa.

— ¿Sam? ¿Lo conocemos?

—Samuel—dijo Bianca recordando al chico—, es amigo de Raiza.

Nina asintió, tampoco conocía a Raiza.

— ¿Por qué no le preguntas a Mike si le gusta la banda o si es él? —le sugirió Alan. —No pierdes tanto tiempo buscándolo.

— ¿Y si no es él?

—Es mejor saberlo de una vez—mencionó Bianca.

— ¿Y qué le digo? —preguntó—. Mike, ¿eres aquel chico que deja notas en mi puerta con mensajes súper bonitos que me hacen sentir especial?

—Obvia lo de especial—habló Alan sentado en las escaleras de la casa de la morena.

—Y lo de mensajes súper bonitos—continuó Bianca a su lado—. Sólo pregunta si es él el que escribe las notas. Es fácil y es una pregunta cerrada—la morena los miró extraño.

—Por si no sabes, una pregunta cerrada es cuando...

—Sí Alan, sé lo que es una pregunta cerrada—el rubio se encogió de hombros y sacó su teléfono— ¿Tienen otra idea?

—Nop—dijo Bianca acentuando una p.

—Bien, lo haré.

—Ahora—habló Bianca mirándola.

—Pero no sé dónde vive.

—Por suerte tienes a Stuart como tu amigo ahora—sonrió Alan, Nina sacó su celular y abrió un chat con el chico.

Miró a sus amigos y suspiró. Ya no tenía una excusa.