5 razones por las que Pichón Bravo debería estar en la cárcel

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¿Ser padre de familia es suficiente excusa para justificar todas estas razones? Lo dudo muchísimo. No me vengan con el pretexto que todavía no soy padre para no saber lo que se siente. Soy libre de opinar el tema que desee.

De vuelta al barrio es una teleserie peruana del género comedia y drama estrenada en 2017. Narra las ocurrencias y vidas de los vecinos del Barrio de San José en la capital peruana, Lima. Al principio se ubico en la década de 1970, para dar el sorpresivo, y sin explicación alguna, salto a los años 2020, lo que le valió una enorme ola de críticas, sobretodo por el actual contexto que la teleserie representa con la pandemia del Covid-19, o Coronavirus.

Pese a que la teleserie empezó bien, para los estándares peruanos, en sus inicios, sus primeras tres temporadas, a pesar de alguna que otra crítica respecto a la vestimenta de los personajes o moda de cada temporada que poco tenía que ver con la fachada setentera que daba, la cuarta actualmente ah decaído muchísimo a lo que era. Principalmente por sus personajes, más que nada, protagonistas, flanderizados, situaciones de relleno sin ningún aporte para una trama concisa, además de ser tontas o ridículas muchas veces, no tener una trama más o menos seria a diferencia de temporadas pasadas, y como no, olvidarse de hechos relevantes de la temporada anterior, como presentando nuevos personajes odiosos que poco o nada aportan a la función.

Dentro de este apartado, se ubica uno de los protagonistas, Pichón Bravo. Hijo de Benigno y Consuelo Bravo, Pichón se caracteriza por tener una fallida historia de amor con su vecina Malena Ugarte, como en tener un carácter, demasiado fuerte diría. Generalmente, este carácter lo demuestra abiertamente cuando algún muchacho trata de conquistar o enamorar a una de sus tres hijas; Sofía, Estela o Sara, no dudando en usar la agresión o violencia para impedirlo, por más vergüenza que le de a sus hijas o seres queridos cercanos.

El personaje fue pasable en las primeras tres temporadas, ya que, a pesar de su nombrado carácter, mostraba mayormente una personalidad bonachona. Pero en la cuarta llegó a verdaderos extremos sin marcha atrás, en lo que se conoce como flanderización.

La flanderización es un término surgido a partir de la serie animada estadounidense más conocida y famosa a nivel internacional, Los Simpson. El término viene de uno de sus personajes secundarios más conocidos, Ned Flanders. Ned es el vecino cristiano y bien portado de Homero Simpson, el cual envidia por no reflejar lo que desearía ser él. El vecino de Los Simpson al principio era un personaje simpático y agradable, como un cristiano devoto, que, a pesar de eso, mandaba a sus hijos, Roddy y Todd, al colegio junto a los demás niños de Springfield, ciudad ficticia donde se desarrolla la serie, e incluso celebraba Halloween con su familia y demás vecinos y habitantes de la ciudad.

Sin embargo, todo cambio cuando su esposa, Maude Flanders, murió accidentalmente por culpa de Homero en un juego de fútbol al caer de una gran altura. Pese a que el personaje ya daba indicios a partir de este momento de que estaba cambiando para mal, no dio señales, en ese momento, de ser el personaje que es hoy. El verdadero cambio llego cuando Ned en un episodio conoció un museo de historia natural donde no reflejaban nada de la Biblia, pasando a convertirse en todo un fanático religioso por esto, que incluso obliga al director de la escuela primeria de Springfield, Seymour Skinners, a enseñar la Biblia, pese a que no sea su currículo por ser escuela pública y no privada. Inclusive, llega al extremo de amenazarlo.

Como vemos, Ned Flanders pasó de convertirse a un cristiano devoto, pero de mente abierta, a todo un fanático religioso que ya no respeta ni la vida personal de sus vecinos, revelándose en otro episodio que tiene cámaras instaladas alrededor de toda Springfield para espiarlos y asegurarse que no cometan nada pecaminoso; inclusive, llega a hacer que sus propios hijos no sean vacunados por temor que dichas vacunas contengan el chip del Anticristo. De este modo, Flanders paso de ser uno de los personajes de la serie más queridos, a uno de los más detestados junto a Lisa Simpson y Homero.

Este es el mismo caso de Pichón Bravo, que pasó de ser un padre en cierto modo sobreprotector pero buena persona, a convertirse en todo un celoso patológico, y, como veremos a continuación, tiene suficientes razones, sobre todo desde la cuarta temporada, por las que fácilmente estaría en la cárcel si fuera una persona real.

5. Abuso físico y psicológico

Los celos son un sentimiento natural en todo ser humano o pensante, sea en novios, parejas, esposos, en padres a hijos respecto a sus amigos o intereses amorosos, de hijos a padres respecto a amigos o intereses amorosos incluso, sobre todo si son solteros, divorciados o viudos, compañeros de escuela, trabajo o vecinos, como en casi cualquier situación cotidiana. Sin embargo, los celos enfermizos son los que no son naturales, siendo estos una patología que merece tratamiento psicólogo, o inclusive psiquiátrico.

Los celos patológicos son lo principal que caracterizan a Pichón Bravo. Si bien eran recurrentes en las primeras temporadas, no llegaban al extremo en lo que se transformaron después. Bravo suele utilizar comúnmente la violencia, sea en gritos o golpes, para arreglarlo todo, sobretodo cuando se trata de pretendientes con sus tres hijas. Comúnmente es abusivo verbal como físicamente con los pretendientes de sus hijas, además de usar algunas veces la violencia psicológica. Por ejemplo, cuando Dante Ganosa, uno de los cuatro hijos de su fallido amor de infancia Malena Ugarte, intenta cortejar a Sofía, Pichón tiene la gran idea de mostrarle una foto de él en su infancia, mostrándole a Dante que era casi igual a Sofía en su juventud, haciendo que el pobre muchacho alucine a Bravo vestido de Sofía en su cita. Y todo esto, a pesar de que Dante es de los pocos personajes que no tiene segundas intenciones con mujeres.

Otro ejemplo es cuando el principal pretendiente, y, de hecho, ex pareja de Sofía, Alex, regresa tras una larga ausencia, abusando Pichón de él en su trabajo como limpiador de oficina, demostrándose incluso que lo disfruta plenamente. Un penúltimo ejemplo es cuando suele enterarse, por los chismes del barrio, que alguna mujer o chica esta embarazada, no dudando en ir inmediatamente a agredir, incluso amenazando con matar, a los hijos de Malena, no tomándose ni el tiempo en preguntar a quienes se refieren.

El ejemplo final es cuando Dante se acuesta con Sofía en medio de una fiesta, no dudando Pichón en agredirlo físicamente cuando lo descubre. Si bien se entiende que tenga celos por los pretendientes de sus hijas, no consideramos que agredirlos sea para tanto.

4. Daños a la propiedad privada

Además de agredir y abusar físicamente de los pretendientes de sus hijas, incluso no sabiendo si realmente quieren eso o no, Pichón Bravo tampoco respeta el concepto de propiedad privada.

Generalmente, Bravo no teme en meterse en hogares ajenos como si fuera su casa, pero la peor acción que hizo respecto a este punto fue una que involucra al principal pretendiente de su hija mayor Sofía, Alex. Todo empezó cuando el muchacho, conocido por su actitud aventura y rebelde, y hasta floja para algunos, regresa al barrio tras una ausencia. Decidido al fin a cambiar sus hábitos, empieza a trabajar junto a Bravo en la empresa de Luis Felipe Sandoval. Como mencione anteriormente, además de fastidiar periódicamente al muchacho, Pichón tuvo la brillante idea de malograrle la moto que, por primera vez, compro por su propio esfuerzo y perseverancia. Y si, Alex no será un santo, pero pienso que tampoco era para tanto.

Lo peor del asunto es que Bravo se reía como loco mientras el pobre Alex lloraba por su esfuerzo tirado a la basura. Mejor ejemplo de padre sin duda.

3. Acoso sistemático

Si amenazar con golpear a los pretendientes, o intentos de novio, de tus hijas ya te parece irse al extremo, el acoso sistemático que Bravo ejerce sin duda va más allá de lo extremo.

No solo llega al extremo de haber, literalmente, prohibido a cualquier joven que pase por la calle que da a su casa, incluso haciendo que su familia cumpla esto cuando no esta en casa, sino que literalmente llega a acosar como sabotear a cualquiera que intente ganarse el corazón de sus hijas, no importando si el joven realmente es bueno o tiene buenas intenciones.

Pero sin duda, lo peor que hizo fue en la cuarta temporada. Convenciendo a la profesora Ana para que lo ayude, cuando Lily, la hija de esta, sale al cine con su entonces enamorado Percy, para sabotear su cita, por temor a que lleguen algo más, pese a que el chico en ningún momento pretendió eso. Pero la cosa no acaba allí. Pichón también acoso a diversas parejas ajenas al hecho, para según él, no dar mal ejemplo a la joven pareja. Entendemos que uno como posible padrastro de la hija una madre soltera esta bien que empiece a preocuparse por ella como si fuera su propia hija, pero otra cosa es molestar a personas que no tienen nada que ver con el hecho, solo por tu moral particular.

Con todo eso y más, claramente el amigo de los jóvenes no es Pichón Bravo.

2. Manipulación

Si el acoso sistemático a todo el que intente cortejar a sus hijas no fuera suficiente, Bravo no se queda atrás respecto a la hora de manipular para sacar beneficios o alejar a quien sea de sus retoñas.

Las habilidades de manipulación de Pichón se demuestran principalmente con la profesora Ana, o Anita como sabe llamarla casi todos los personajes de la teleserie. No solo la convence, en el entonces cuando eran pareja, habiendo terminado actualmente, para que también sobre proteja a su propia hija, Lily o Liliana, sino que básicamente, se vuelva una copia en versión femenina suya, llegando a revisar las cosas personales de su hija como controlando con quien sale o no, actitud que hasta ahora no cambia, todo producto de haberse junto con Bravo.

Si bien en el Perú la manipulación no es un delito en sí, en otros países como Argentina o Chile si lo es, estando penalizado hasta con cinco años de prisión si se prueba en delitos planificados.

1. Intento de asesinato indirecto

Sin duda, lo peor que este personaje ha hecho hasta ahora. Aunque se tiene en duda si en realidad mando a hacerlo o si su entonces amigo, que hizo cuando estuvo corto tiempo en un penal, apelativo peruano para prisión, lo mal interpreto.

Sabemos perfectamente que Pichón y Alex no se llevan bien. Sin embargo, considero que haberlo mandado a matar, con intención o no, es ir demasiado lejos por más padre de familia que sea, o por más rebelde o vago sea Alex.

Durante la segunda temporada de De vuelta al barrio, Pichón va a un penal acusado de haber hecho un fraude financiero que nunca hizo, siendo su mejor amigo Coco el que en realidad lo hizo para darle diversos lujos a su esposa Fanny. Es en dicho penal donde conoce a un temido delincuente llamado Trakatá, el cual, se hace su amigo en su estancia al cuidarlo de los otros presos, y tras salir de la cárcel, decide devolverle el favor a su "amigo" al intentar asesinar a Alex, que ese entonces volvía a coquetear con Sofía.

Afortudanemnte, la acción fue detenida por Black Power, uno de los vecinos de San José. Nadie sabe con exactitud si realmente Bravo le dio al delincuente esa condición para devolverle un favor, o si en realidad, este mal interpreto al entonces celoso reo. Como fuese, este intento de asesinato indirecto fue llegar demasiado lejos. Lo peor es que jamás se ha especificado que pasó en realidad en dicho lugar, pero sin duda se hacer perturbador el hecho que Pichón haya llegado tan lejos como para hacer amistad con un delincuente y que, aparentemente, le ponga como condición asesinar a uno de los pretendientes de su hija si algún día quería devolverle el favor.

Definitivamente, con todo lo expuesto, además de calificarlo su propia familia como tóxico, y ser un mal ejemplo por sobre proteger a sus hijas, pero malcriando a Pedrito, su único y último hijo, dejándolo jugar videojuegos todo el día, que almuerce la hora que quiera, ni poniéndole obligaciones como lavar los trastes o los platos, cosas que no puse por no ser delitos propiamente. Algunos de los seguidores de la teleserie que aun quedan han tratado de justificarlo. Unos dicen que Pichón es así por la propia crianza que le han dado sus padres, otros que simplemente es idiota y no se da cuenta. Sin embargo, considero que entre la maldad y la estupidez no hay ni una línea delgada.

Pichón Bravo tendría que ser internado en un asilo o asistir en sesiones con un psiquiatra altamente capacitado, pero está claro con todo lo anterior, siendo también un peligro público, que debería estar en la cárcel y de por vida.

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