La carta a los españoles americanos, publicado póstumamente en 1799, es uno de los documentos más importantes de la historiografía latinoamericana, principalmente por ser el texto antecedente y alentador a las diversas guerras de independencia que sucedieron en todos los dominios españoles durante el siglo XIX, y que termino con las diversas independencias de todos los territorios anteriormente españoles, a excepción de Cuba y Puerto Rico, convirtiéndose en países como Perú, Bolivia, Argentina, Chile, México, Colombia, etc.

Su autor, Vizcardo Guzmán (1748-1798), fue un importante escritor peruano y jesuita, siendo considerado el padre precursor de la independencia americana por escribir el nombrado texto, siendo considerado subversivo en su tiempo por su contenido alusorio a la separación con España. Curiosamente, además de hacer esta alusión independentista años antes del inicio de las guerras de independencia en la América española que crearon nuevos países, el jesuita se adelantó indirectamente a muchos hechos futuros que ocurrirían en las guerras de independencia de los territorios españoles en América.

Guzmán escribió el manifiesto tras ser expulsado junto a los Jesuitas del Perú, haciendo una clara queja exiliado desde Italia contra el irreconocimiento y abuso comercial de los españoles hacia los criollos, hijos de españoles nacidos en América. Durante los últimos años de dominio colonial español, estos comenzaron a subir excesivamente los impuestos de casi cualquier cosa, además de que casi siempre los criollos habían sido despreciados por los ibéricos continentales, negándoles tener tierras o propiedades en la metrópolis, y luego en el Nuevo mundo. Curiosamente, Guzmán en su escrito hace referencia directa a esto, siendo la principal causa de rebelión criolla contra los españoles.

Túpac Amaru II fue un famoso líder indigenista, considerado el verdadero padre de la patria peruana por muchos y mártir por otros, que en 1780 ya había intentado la independencia de España en una rebelión que duro tres años, y aunque tuvo éxito al principio, al final termino siendo doblegado por los españoles, siendo ejecutado de una forma atroz. El líder indigenista es mencionado brevemente por Guzmán como un ejemplo del descontento contra España. Sin embargo, a pesar de la admiración al descendiente de los incas, eso no evito que Guzmán igualmente excluyera a los indios y negros de su idea de patria solo para los criollos.

Indios y negros eran excluidos de casi cualquier actividad y representación política en la colonia, salvos los indios nobles de "Sangre azul" como Túpac Amaru, negándoseles derechos como poseer tierras o un estatus de vida mejor, siendo dicha exclusión era algo muy normal para la época teniendo en cuenta que las autoridades coloniales consideraban salvajes incivilizados a ambos grupos, además de tener dudas si estos tenían alma o no basándose en pésimas interpretaciones bíblicas, no considerándolos Guzmán por esta razón en su alusión independentista. Lo mismo ocurrió en los territorios ya independientes por los mismos motivos de la vieja colonia, no solo conformándose con los indios y negros, sino con los chinos, o culíes, que llegaron en reemplazo de los esclavos negros años después, siendo estados solo para criollos.

Por último, llama a la intromisión de Inglaterra, acérrimo enemigo de España en la época, para concretar una hipotética independencia de los territorios, habiendo pedido muchos años antes de escribir el manuscrito ayuda a la potencia colonial para intervenir a favor de Túpac Amaru y ayudar en la guerra de independencia. Inglaterra siempre tuvo luchas feroces con España por el control de las Américas, principalmente en el Caribe donde el segundo y Francia tenían mayor territorio y poder, sobre todo por las rutas comerciales, teniendo en cuenta que el primero ya exportaba productos propios por todo el mundo conocido de aquel entonces, mientras España aún se mantenía en el hermetismo y mediocridad comercial por la negativa de sus monarcas de crear industrias en el país que compitieran con su nombrado principal enemigo o Francia.

Aunque Inglaterra nunca dio una respuesta a la carta de Guzmán y no hizo caso a su primer pedido, este sería el país europeo que ayudaría a los independentistas criollos en toda su campaña libertadora, principalmente a personajes que todos conocen, el argentino José de San Martín, de la corriente libertadora del sur, y el venezolano Simón Bolívar, de la corriente libertadora del norte, al suministrar armamento y equipo a ambos para cumplir tal hazaña de tal magnitud, siendo tanto comercial como económico el motivo principal por la que suministro ayuda a los territorios que buscaban la independencia, viéndolos como potenciales nuevos socios comerciales una vez fueran independientes de la corona española. Es muy conocido que Bolívar era el que más desconfianza le tenía a los ingleses, sabiendo claramente de sus segundas intenciones, tanto comerciales, como territoriales.

Indirectamente, Guzmán se precipitó sin saberlo a varios hechos futuros que transcurrirían en las colonias españolas, incluyendo Cuba que fue la última en independizarse como Puerto Rico que fue anexado a Estados Unidos, como en las políticas que tomarían los gobiernos independientes post coloniales al ser estados exclusivamente criollos al excluir a los indios y negros residentes en su territorio, como la interesada ayuda inglesa dada a los territorios que buscaban la independencia. Sin embargo, Guzmán siempre creyó que los hipotéticos gobiernos de los independizados territorios no serían iguales a la metrópolis, no imaginando en ningún momento que tomarían el mismo rumbo de la vieja colonia.