Un Pedido de Navidad, la peor película navideña que eh visto

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Acercándose la Navidad, una época de mucha reflexión, como de amor y paz, es muy normal como costumbre que la gente vea películas de esta festividad, algo que está completamente bien. Sin embargo ¿Qué es lo que ocurre cuando una cinta de este tipo es tan mala, pero tan mala, que ni siquiera tiene información sobre su producción en Internet? Es más, ni siquiera tiene puntuación en Rotten Tomatoes.

Un Pedido de Navidad, estrenada en 2016, dirigida por John K. D. Graham, una persona la cual fuera de su trabajo en cine cristiano y una que otra película de terror, no se sabe mucho de él, aunque, la película, ya veremos por qué, parece más dirigida por Kirk Cameron o Ned Flanders, o incluso Pablo Rosales. La cinta de principio a fin es un panfleto propagandístico en contra del ateísmo, muy similar de hecho a como hace la tetralogía también polémica como detestada de Dios no está muerto, y por cierto, las películas fueron producidas por la misma productora, PureFlix Entertainment, una especie de Netflix cristiano que solo ha tenido éxito entre la comunidad más conservadora. Por eso mismo, me gusta referirme a esta cinta como Dios no está muerto versión navideña.

Y no solo eso, el nivel actoral de la cinta es tan malo y tan sobreactuado que es bastante parecido a La Rosa de Guadalupe. Por eso mismo, hubo un momento en que por un momento llegue a creer que había sido producida por Televisa. Lo digo en base a que la historia presenta una estructurada al nivel de la teleserie más rentable y sobre explotada hasta hoy en día de esa empresa del país azteca. Una joven tiene problemas con sus padres porque no le dejan hacer X cosa, la joven pide un deseo a un ente divino, se le cumple y es feliz al principio pero luego se da cuenta que no es así, y al final todo se soluciona mágicamente, no por el poder de Dios, sino por el poder del guion.

No me mal entiendan. No estoy diciendo por eso que todo el cine navideño sea malo. Hay muchos clásicos navideños que me encantan desde siempre como El Grinch o Un cuento de Navidad de Jim Carrey, El regalo prometido de Arnold Schwarnegger, la trilogía de Santa Cláusula de Tim Allen, Operación Regalo, e incluso me gustan muchas películas de dos de las productoras de películas navideñas más conocidas, MPCA y Hallmark, que me gustan o al menos me han entretenido. Incluso puedo tomar en cuenta cintas que si bien no dan un mensaje navideño como tal, si tienen ambientación navideña como Pesadilla antes de Navidad, Batman Regresa o Jumanji: El siguiente nivel. El problema aquí radica cuando se intenta no hacer una película como debe ser, sino propaganda literal en formato audiovisual.

Relacionado a eso, el cine propagandístico no siempre es o tiene que ser malo. Muchas películas con claro mensaje propagandístico son buenas como Rocky IV, ambientada en medio de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS, y que de hecho es mi favorita de la saga de Rocky; Francotirador, que narra las vivencias del retirado Chris Kyle, aunque si le exageraron una que otra cosa, o El acorazado Potemkin que exalta los valores de la Revolución de Octubre. Sin embargo, el problema real llega cuando la propaganda es tan, pero tan descarada que te la arrojan en la cara sin disimular ni siquiera un poco.

Sin más, vamos a hacer un pequeño análisis de esta cinta punto por punto. La película empieza con hermosas tomas aéreas nevadas o de invierno, una de las pocas cosas buenas de la película. Seguido a ello, nos trasladamos a una iglesia donde se está dando un evento. Ahí conocemos a nuestra protagonista, Anna, una chica de familia cristiana que se encuentra hablando por celular con sus amigas, también en la congregación, acerca de que vestido elegirán para el baile de Navidad de su escuela. ¿Recuerdan el cliché de Chica única y diferente que es común en los libros de literatura tóxica donde romantizan relaciones con chicos patanes? Pues así es esta tipa. Se queja a veces de estupideces, es odiosa como castrosa de ver en pantalla, y como no, parece tener complejo de única y diferente. Pero esa no es la peor parte de la cinta, porque aún no hemos conocido a los padres pastores de la protagonista.

No sé quién en la producción o cuando se escribió el guion de esta película pensó que era buena idea hacer a los padres de la protagonista tan insoportables, que cuando salen te dan ganas que ya salgan de pantalla por lo odiosos que son. Si la protagonista es insoportable, sus padres lo son 10 veces más. Le prohíben cosas tan absurdas como el usar escote, aunque ni sentido tiene que ella quiera usar uno por el ambiente de invierno que se vive en la película, a menos que quieras morirte de frío claro, y como no, asistir al baile de Navidad, aunque, no dan ninguna razón lógica para ello, solo dicen que tiene que ayudarlos a organizar la congregación especial de su iglesia, sin ponerse a pensar que quizá es algo obligatorio de su escuela por lo que podrían bajarle puntos. Pero no se preocupen, porque la película tiene muchos más huecos argumentales que solo ese.

Regresando a la escena inicial, su madre la descubre y le dice molesta por gestos que lo guarde. Haciendo un pequeño paréntesis, su queja, esta vez, es acertada, la única queja acertada en toda la cinta. No solo por ser una falta de respeto a lo que se expone, te guste o no, sino por el hecho que está mal ojear tu celular en cualquier contexto posible. Continuando la cinta, tenemos una discusión entre la familia ¿Adivinen por qué? ¿Por su actitud pasada en la iglesia? No. Porque está usando un vestido con escote para ir a la escuela. Algo bastante ridículo, primero porque la chica ni siquiera tiene unos senos enormes para ello, y además que la actriz cuando hizo esta película ya era mayor de edad. Hubiera tenido más sentido si hubiera sido con una actriz más adolescente.

También, antes de desayunar se pone a hacer una oración súper larga, cuando simplemente hubiera bastado con decir que Dios bendiga sus alimentos y se los de a los más pobres. Como vemos, la madre parece más una cristiana superficial. Además, el esposo me parece un tremendo mandilón o simp, porque cuando su hija estaba tecleando no dijo absolutamente nada. Y antes que alguien me escriba un testamento explicando que Jesús dijo que las mujeres se vistan con prudor y modestia, igual no deja de ser bastante exagerado el asunto. También, cuando mandan a cambiarla hacen un comentario muy absurdo de como la corbata navideña del padre les ahorro una pelea ¿Eso era un chiste? ¿Se supone que me debo reír por eso?

En fin, ella como todas las chicas ateas o semi ateas hacen, nótese el sarcasmo, desobedece a sus muy buenos padres cristianos, hiendo con el vestido escotado. Con lo que hasta el momento eh mencionado de los padres, la actitud rebelde de la protagonista, por más odiosa que ella sea también, se justifica. Y lo peor de todo es que la película se esfuerza por hacerla ver como la mala de la historia. Será alguien insoportable, sí, pero ni de chiste es la mala de la historia, solo es un adolescente rebelde cuyos padres necesitan cambiar para que ella lo haga. Continuando, en la escuela, nada importante pasa realmente, solo pura palabrería de actores adultos aparentando hacer adolescentes. No es que eso no se pueda hacer, pero si se hace, debe ser una actuación impecable o al menos buena como Sabrina Carpenter hace en muchas de sus cintas.

Luego tenemos una escena bastante extraña donde los padres que además de ser pastores también trabajan como abogados, en su oficina tienen un diálogo muy raro con su secretaria, o al menos eso parece ser, donde ella admite que atropello a una persona, pero, en vez de reñirla o llamarle la atención, solo le dicen que es bueno que estén bien los dos. Por más que hipotéticamente hayas atropellado a alguien por accidente, no deja de ser algo malo. Además, es una escena random que no contribuye en nada a la trama.

Sigue otra escena en la escuela, donde nuevamente no ocurre nada, solo que el baile escolar se ha postergado sin ninguna explicación a Nochebuena, claro, porque si no, no habría trama ni drama ni conflicto forzado con los padres. Tras ello, la protagonista se comporta groseramente con un tipo vestido de santa en la calle, al arrojarle su café en donde pone las limosnas. Una acción realmente mala, pero ¿Tiene algún castigo real en toda la cinta? No. Además, luego se rebela que el tipo no es un ángel y que de hecho estafa a la gente vestido de Santa Claus cuando se mofa de la protagonista más adelante.

Pasan más escenas sin relevancia, llegando Ana a la oficina de sus padres para pedirles permiso para ir al baile, donde ayuda a su secretaria a recuperar archivos que sin querer envió a su oposición, y que seguramente de haberse enterado sus progenitores la hubieran despedido. La escena va bien, hasta que la madre entra en escena reclamando el por qué viste con ese vestido escotado. Claro, no importa que te haya salvado el pellejo de hacer que su empresa se vaya al cuerno literalmente, más importante es que tu hijita vistió con escote. Lo peor de todo es que la oficina de la tipa queda muy cerca de la entrada donde está su secretaria, lo que quiere decir que la tipa estuvo escuchando atentamente lo que hablaban su hija y su empleada antes de entrar a escena.

También hay un error grave de continuidad. En la primera escena de la escuela, como en la oficina de sus padres, Ana no tiene problemas con mostrar el escote, pero en la calle si se cubre.

Tras ello, suceden nuevamente escenas sin importancia, hasta que lleguemos a la escena clave, entre muchas comillas. Tras una nueva discusión con sus padres en la cena, Ana desconsolada en su hogar pide que sus padres no sean cristianos. Aquí llega el momento tipo Rosa de Guadalupe. Al día siguiente, habiéndose cumplido su deseo gracias al guion forzado, sus padres se han vuelto mágicamente ateos. Y tras eso, empiezan a hacer cosas de ateos, o lo que creen los productores de esta película que hacen los ateos. Primero, sacan todas las decoraciones navideñas, cosa que ni sentido tiene por qué hay ateos que si celebran la Navidad al estar conscientes que Jesús si existió independientemente o no haya sido el hijo de Dios. Y como no, se vuelven ultra permisivos con su hija, y lógicamente dejan de ser pastores, además de dejar de ser caritativos al expresar a sus amigos, que son padres del novio de su hija, cosa que no dije antes porque no tiene tanta importancia en la trama, que ya no lo ayudaran a salvar su casa, claro, porque los ateos no tienen sentimientos ¿Verdad? Lo peor de todo esto no es el hecho en sí que los productores proyecten su pensamiento en como creen que son todos los ateos, sino el hecho que la película desde aquí pierde todo sentido. Lo digo porque tras la conversión al ateísmo de los pastores, absolutamente nadie en toda la ciudad, que por más pequeña incluso que sea, se pregunta el por qué el cambio tan radical en ellos. Supongo que en secreto querían más libertad.

Como adivinarán y ya dije al principio, al principio Ana está súper feliz al hacer lo que le dé la gana. Claro, eso hasta que llega un momento donde se da cuenta que su familia debe volver a ser cristiana solo por el poder del guion, y también por salvar la casa de su novio. La trama está tan forzada a este punto que ya adivinas como terminará la película. Ella trata de hablar con sus progenitores pero la ignoran. Lo peor del asunto es que pide consejo en el tipo estafador vestido de Santa Claus, cuando nunca hubo ninguna escena anterior donde ambos fueran desarrollando un lazo de amistad o fueran conociéndose mejor. Da el mensaje también que confíes en un extraño siempre y cuando sea cristiano, claro, no importa que quizá el tipo en secreto quizá pueda ser un violador, un traficante de mujeres, o un asesino serial.

Ya hiendo para el final, ocurre lo que ya habrán intuido como imaginado. En medio del baile de la escuela, la protagonista da un mensaje súper cliché donde invita a todos a pasar la Navidad en la iglesia, claro, como si fuera el único lugar importante en el mundo donde se puede celebrar la Navidad. Suena también bastante discriminatorio el mensaje, teniendo en cuenta que hay cristianos que no pueden celebrar la Navidad en una iglesia, sea por motivos de persecución como se hace en China o Somalia, o por guerras como Yemen o Centroáfrica. Al principio nadie le hace caso, pero, mágicamente, de nuevo, por el poder del guion, todos los estudiantes, maestros y alumnos van en masa al lugar, acabando la cinta. También como otra subtrama había una chica callada a la que Ana y amigas le hacían Bully, y que posteriormente se vuelve cristiana. Ni la nombre porque ni importancia tiene en la historia, tanto que podemos sacarla y la película sería igual de mala.

Como conclusión, solo puedo decir que por mucho existen mejores productos navideños que este. Hasta la peor película navideña de Hallmark o de MPCA es mucho mejor que esta película, al menos esas te entretienen por más huecos argumentales o cosas fuera de lugar que contengan, y que por cierto, por más clichés y melosas que puedan ser, no discriminan en base a la fe o creencias de cada uno.

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