4.5)La baba misteriosa

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Día 4

La suave brisa de Balzeria ondeaba en el lago norte del valle de los monolitos mientras Leowen notaba el suave y fresco tacto de la hierba en sus pies descalzos, el lugar sin duda era hermoso y nuestro chico se deleitaba con las sensaciones y vistas que otorgaban el lugar repleto de plena naturaleza, era la primera vez que estaba allí. De hecho, jamás se hubiera imaginado que saldría de Zealun para ver otros rincones de Balzeria, pero lo que Leowen no esperaba era que la situación mejorara por momentos.

En el horizonte un pájaro inicio su cantar y una inmensa luz verde azulada lleno el lugar, el chico cerro los ojos y aun así sus parpados no soportaban tanta luminosidad. Cuando al fin bajo la intensidad de la luz la figura que diviso lo dejo completamente perplejo. Ahí estaba, entre los monolitos, Shoan Ignorosc con su cabellera negra meciéndose al viento, su armadura de caballero y sus relucientes alas blancas con un ligero brillo turquesa. Al verlo Leowen corrió a sus brazos donde Shoan lo alzo con alegría.


-¡Te he echado tanto de menos!-Susurro Leowen abrazando fuertemente a Shoan.


-Y yo a ti Owen-dijo Shoan con dulzura mientras soltaba a Leowen, él era el único que lo llamaba así y eso provoco una enorme sonrisa en nuestro chico.

-¡Sabía que eras un ángel!- dijo Leowen lleno de orgullo


-Yo no pertenezco a este mundo aun Leowen, ni tú tampoco- Respondió Shoan Ignorosc dando dos pasos hacia atrás.

-¿¡Que quieres decir Shoan!?, ¡no te vayas!, ¡no me dejes solo!- grito el chico apenado.


-No te has dado cuenta mi querido Owen, has venido hacia mí andando- las palabras de Shoan golpearon la mente de Leowen, confuso miro sus piernas temblorosas y en cuestión de segundos cayó al suelo sin poder levantarse.


Aterrorizado nuestro chico miro a Shoan, quien asombrado miraba su brazo izquierdo cubierto de una substancia viscosa transparente y con brillo verdoso. La respiración de Leowen se aceleró cuando vio que las hermosas alas de Shoan y el brazo de este empezaban a arder como si hubieran entrado en combustión


-Te dije que este no era mi mundo- dijo Shoan Ignorosc con una lágrima recorriendo su rostro mientras esta se evaporaba en la piel de nuestro ángel caído.

Leowen estaba completamente paralizado y no era capaz de aceptar todo lo que estaba sucediendo, no pudo hacer otra cosa que sumirse en un mar de lágrimas.


-Puedes hacerlo Leowen, puedes hacerlo, solo debes escoger tu propio destino- dijo Shoan antes de convertirse en un montón de ceniza negra.

Leowen despierta sudoroso en sus aposentos, nota un tacto desagradable en su mano izquierda y observa la misma substancia que aparecía en su mal sueño, la misma baba misteriosa con la que se despertaba cada día desde hacía ya dos días. La respiración de Leowen seguía alterada, apenas podía aceptar que todo había sido un mal sueño.


Desde uno de los pasadizos secretos que conectaban con los aposentos del señorito Uga siente la irremediable necesidad de mostrarse, hasta que Obu lo para con su vara con un solo gesto de Uro, el líder del grupo de exploradores Fürbysh.


Uro se sentía orgulloso de sus exploradores, juntos eran como un engranaje la carencia de uno era nublada por las dotes de otro. A veces como todo ser vivo, una pieza de dicho engranaje cometía un desliz y ahí es donde iniciaba su cometido como líder. Uro sabía que, si no fuera por el gran secreto que ocultaba este equipo, le sería mucho más complicado controlarlos y organizarlos a todos. Uno de los miembros poseía dotes telepáticas, jamás se había visto un caso igual en toda la historia de los Fürbysh, ellos gracias a ese miembro habían creado un cauce fluvial que unía todas sus mentes transmitiendo sus pensamientos a modo de diminutas descargas.

<<mantened la serenidad y recordad nuestro cometido>> transmitió Uro a través de dicho cauce fluvial mientras observaban por la de la grieta como Leowen angustiado se lava las manos con un paño, tan fuertemente que parecía que se las iba a despellejar poco a poco.

Nuestro chico aún algo nervioso noto como la puerta de sus aposentos empezó a temblar, parecía que querían entrar a la fuerza bruta. Seguido de unos golpes un estruendo rugido hizo abrir la puerta e irrumpió en los aposentos una descomunal criatura de pelo marrón y apariencia lobuna, Leowen apenas se había recuperado de su mal sueño y su primer instinto fue pedir ayuda.

-¡Velkan!, ¡dama Lhynna!, ¡Shoan!- grito sin pensar -¿alguien?, ¿¡mama!?


La criatura se acercaba mostrando sus colmillos, Leowen intento salir de su alcoba, pero sus piernas no eran de mucha utilidad pues no respondían a su instinto de saltar o correr. Cuando la descomunal criatura estaba a tan solo dos pasos de él, proyecto un espíritu translúcido, habilidad que solo los nahuales podían hacer.

Uro, Ena, Yta, Uga, Obu e Iwy entraron en un estado de alarma, desde donde ellos estaban no se podía alcanzar a ver la proyección que había realizado el nahuales y para más desesperación de estas pequeñas criaturitas, la criatura gigante había cogido a Leowen y se lo llevaba fuera de los aposentos.

<<Eko, ¿qué has visto desde tu posición?>> envió Uro a través del cauce.

<< ¿Por qué no contesta? Necesito saberlo, no puedo con la curiosidad>> pensó Yta, que una vez más había olvidado que cuando activaban el cauce las nueve mentes estaban conectadas, por consecuencia también sus pensamientos internos. Yta se encogió de vergüenza y espero que su intervención pasara desapercibida, pero la risa de Ume confirmo, muy a su pesar, todo lo contrario.

Uga por instinto salió corriendo como pudo detrás de la criatura que se había llevado a Leowen. Uro al verlo hizo un gesto con su mano que Ena, la más veloz y ágil del grupo, entendió a la perfección. En cuestión de minutos Ena llevaba a Uga en sus espaldas y corría escaleras abajo detrás de ese nahuales descomunal.

La emoción de esa persecución hizo que Uga se riera cada vez con más ímpetu en cada trote de Ena, quien con sus cuatro piernas saltaba lo escalones como si de un caballo se tratase. La agilidad y velocidad de Ena eran realmente sorprendentes. Pese a las grandes zancadas que daba el perseguido, los perseguidores estaban cada vez más cerca y a punto de alcanzarle. Era palpable la emoción en Ena, sin embargo, Uga estaba rebosante de alegría. Minutos más tarde Ena no vio la substancia viscosa transparente que les hizo caer escaleras abajo y perder, sin remedio, su objetivo. Cuando consiguieron recuperar el conocimiento transmitieron por el cauce todo lo sucedido.

<<Uga es momento de demostrar de lo que eres capaz, no los perdáis>> transmitió Uro.


Cuando Obu y Uro llegaron a la posición de Eko lo encontraron tumbado durmiendo cubierto de una baba un tanto misteriosa, Obu no dudo ni un segundo en darle con su vara en su cabeza, cosa que provoco que Eko se despertara aturdido.

-Boh tay bay-bee boo-dah dah-dijo Uro notablemente molesto e indignado, mientras en sus espaldas Obu zarandeaba con ímpetu su vara para quitar los rastros de la baba misteriosa.

Hasta aquí el capítulo de hoy, me gustaría haceros unas preguntas.

¿Quién creéis que ha secuestrado a Leowen y el motivo?

¿Que creéis que es esa baba misteriosa?

Quiero agradecer que después de todos mis altibajos que claramente han afectado el ritmo de publicación sigáis aquí, no sabéis cuanto me alegra y cuanto me ayuda a seguir adelante.

***

Quiero dar mi apoyo a todos los escritor@s de la plataforma colombian@s que pese a la situación que viven siguen regalando su arte y compartiendo sus letras
¡Esto va por ustedes mis guerrer@s!

#SOSColombia

En especial quiero dedicarlo a dos amigos de esta plataforma, grandes personas y mejores escritores:

Donan1999

richardleb








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