Adrian Cassavets

Después de despedirme de Phillip bajo las escaleras. No encuentro a Gloria en ningún lugar pero me doy cuenta que Garret está afuera arreglando el auto. Creo que le hizo falta aceite o algo así. Por lo que abro la puerta y me acerco a él.

—Hola papá. —La palabra papá aún me duele cuando sale de mi boca. Pero ahogo ese sentimiento cuando él me sonríe.

—¿Qué pasa bebé? —Garret siempre me dice así y nunca puedo evitar reírme. No le he dicho a Amy porque la verdad es muy lindo ver el cariño que le tiene.

—¿Me dejas ir al parque? —pregunto mientras tomo una de los desarmadores de su caja de herramientas. Papá y yo siempre hacíamos este tipo de proyectos. Rayos, por favor lágrimas, no salgan ahora.

—¿Qué vas a hacer allá? —Sus preguntas inevitablemente me hacen recordar mi vida familiar, mi papá siempre hacía eso.

—Adrian tiene una buena noticia que darme y como el parque está a una cuadra y por cierto podrías verme desde acá, me dijo que si podíamos ir allá para decírmela. —El padre de Amy comienza reír y veo que tiene un poco de aceite en la cara.

—Dime algo Amy. —¿Me dijo Amy? Ay no, auxilio—. ¿Adrian y tú son novios? Porque si es así quiero hablar con él.

Sus palabras provocan que inevitablemente me ponga rojo de los nervios. ¿Novios? Señor, apenas y llegamos a amigos. Aunque a la mente me llega la noche del día de ayer. ¿Qué pensaría si le digo que ayer su hija y yo dormimos en la misma habitación? Quizás me quiera matar.

—No papá, sólo somos amigos... creo. —Lo último se me sale sin querer y con pesar. ¿Por qué? Lo cierto es que desde hace algunos días cada vez que estoy con Amy me pongo muy nervioso. ¿Será alguna señal?

—Ese chico todavía te gusta, ¿verdad? —¿Todavía? Una vez más alguien afirma que Amy está enamorada de mí. No sé cómo sentirme al respecto. Así que la respuesta que doy sale desde lo más profundo de mi corazón.

—Sí, todavía me gusta. Pero no te preocupes, sólo somos amigos —respondo nuevamente con pesar.

—Ay bebé, sólo no dejes que esos sentimientos te hagan daño. Quizás puedas decirle a Adrian lo que sientes y quien sabe, tal vez él sienta lo mismo o bien se echarán unas buenas risas. Además, Adrian es un buen chico. —Garret, no, eso no se hace. Así que comienzo a reírme como loco. Ay no. Sin embargo no paso por alto el que diga que soy un buen chico.

—Muy bien papa, pero si llego llorando sabrás que Adrian me dijo que no. —Nuestras risas se mezclan en el aire y comienzo a sentir un hueco en mi corazón. Las razones son mi padre y ¿Amy? ¿Por qué? Ayer estuve llorando como loco por Lizy, porque ella es una manipuladora, es una mujer horrible. ¿Por qué ahora siento dolor en el pecho por Amy?

¿Sería capaz de decirle que no la amo? Ay no, será mejor que deje de pensar en ello. Y Garret termina por darme permiso, por lo que camino hasta el parque encontrándome con Amy sentada en un columpio mientras mira el cielo.

—¿Qué noticia me tienes querida Amy? —pregunto provocando que se sobresalte y deje de columpiarse.

—Hola Adrian, es sobre la universidad. —Su comentario me petrifica y comienzo a caminar hacia ella.

¿Y ahora qué debo esperar?

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Nota de la autora:

Hola mis bellas y hermosas constelaciones, como siempre es un gusto para mí decirles hola y sobre todo saber que me siguen leyendo. Esta parte también fue muy corta pero muy significativa porque poco a poco Adrian va atando cabos acerca de los sentimientos de Amy. Sin querer la han delatado.

Pero muchas gracias por seguir leyéndome, en serio no saben lo feliz que me hacen. Cuídense mucho por favor. Nos seguiremos leyendo en los siguientes capítulos.