La señora Fitzgerald me extiende una taza de café y yo me la llevo a los labios para probar este líquido que me calienta el alma. Ella ha sido muy amable conmigo y desea que le cuente mi historia, por lo que lleno de aire mis pulmones y lo dejo salir. Quizás si lo cuento en voz alta sea un poco menos extraño para mí.

—Señora Fitzgerald, mi verdadero nombre es Amy Callum. Usted está viendo a Adrian Cassavets, el chico del que estoy loca y perdidamente enamorada. Yo supe de Urano porque mi maestra me hablo de él, sinceramente no tenía idea de todo el daño que causaría al pedirle un deseo. Cuando aquel cometa llegó, yo le pedí que me ayudara a que Adrian me viera más que simplemente el fondo de la escena. Quería que me notara y que me conociera. Sin embargo las cosas salieron tan mal que desperté en el cuerpo de él —Una vez más siento como mis mejillas se llenan de lágrimas. Pero lo peor de todo es que en voz alta sigue sonando demasiado extraña mi historia

—Querida Amy, lamento mucho lo que pasó. ¿Adrian ya lo sabe? ¿Sabe que fuiste tú? —Sus preguntas se cuelan demasiado hondo en mi cuerpo y siento mucho dolor en el pecho.

—No lo sabe. Quiero encontrar más respuestas para que podamos salir de esta. Por eso me contacté con usted, porque estoy segura que sabe lo que puedo hacer. —La señora Fitzgerald pone una mirada muy seria y eso sólo me hace pensar en malas noticia—. Usted habló de Gea, ¿qué es eso?

—Mira Amy, Gea no es la solución segura. Algo malo ocurre con ese cometa. No se sabe por qué, pero en algunas ocasiones no puede verse porque toma un camino diferente. Todos saben que eso no es algo natural pero así es como ocurre. Por eso te he dicho que algunas personas se terminan quedando en cuerpos ajenos. Gea es la compañera de Urano. A diferencia de él, Gea sólo cumple los deseos de quienes de verdad lo necesitan. Por eso ayudó a mi abuela a regresar a su cuerpo. Pero... ella vino hace 160 años, la penúltima vez de su viaje. ¿Y si esta vez toma el camino incorrecto? ¿Y si no viene? —Las palabras de la mujer provocan que yo comience a temblar. Tan solo pensar que no aparezca mi única solución provoca que sienta muchos escalofríos.

—¿Puede que no venga? —Pregunto con las manos heladas.

—Pero también puede ser que sí.

—¿Cuándo tendría que saberlo? —Cuestionó una ve más mientras me pongo de pie y comienzo a caminar al rededor de la habitación.

—En tres semanas. Solo debes asegurarte de que Adrian esté contigo. Eso fue lo que hizo Camila, aquella mujer despreciable, engañó a mi abuela diciéndole que debían regresar sin saber que ya todo estaba planeado. Y claro, para que pueda ocurrir Adrian tiene que pedir el deseo. Digamos que tú ya gastaste el tuyo con Urano. Por eso debes de decirle. —Mi mirada se posa en la ventana y comienzo a pensar en cómo le diré a Adrian lo que ha pasado.

Entonces me llega un mensaje de Ezra preguntando si todo está bien. Al mirar el reloj me doy cuenta que llevo más de una hora hablando con la mujer. No puedo creer que se me haya pasado volando.

—Le diré a Adrian lo que ha pasado. Solo espero que a Gea no se le olvide venir —dicho eso le agradezco a la señora Fitzgerald por su ayuda y por su cooperación. Claro que no puede evitar darme un abrazo y yo también no puedo evitar sentirme feliz de saber que hay por lo menos una pequeña luz de esperanza.

—De verdad muchas gracias, prometo volver a verla cuando esté en mi cuerpo y espero que Adrian me acompañe para que lo conozca —digo con una sonrisa en mis labios.

—El amor es algo muy poderoso Amy, quizás esa sea tu respuesta —explica la mujer antes de que me vaya de su habitación.

¿Pero cómo podría hacer del amor mi solución si yo soy la única que lo siente?

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Nota de la autora:

Muchas gracias por seguir aquí conmigo. De verdad que esta historia se ha colado muy profundo en mi corazón y me está haciendo sentir muy feliz al escribirla.

Sé que muchas veces no hago las cosas de manera perfecta y no siempre debo esperar ser feliz pero al menos mientras escribo esta historia me siento feliz. Me encanta meterme en los personajes y sacarle jugo a la trama. Aún tengo tantas ideas y ya las he plasmado. De hecho ya estoy a punto de terminar de escribir la historia.

Por eso les agradezco por su apoyo y paciencia al recibir los capítulos. Gracias.