C-23 "La bestia"

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A la mañana siguiente en el departamento de Valentina

- ¡Buenos días! – saludaba Valentina al despertarse a Lauren y Camila que por pedido de la rubia se habían quedado cuidando a Kara y por lo tanto habían pasado la noche en casa de las Carvajal.

- ¿Qué haces aquí? – Contestó Lauren – ¿No me digas que te pasaste la noche teniendo sexo con el bomboncito mientras nosotras y tu hija dormíamos en las demás habitaciones? - preguntó asumiendo la abogada.

- Buen día para ti también Lern y no Juliana no se quedó en casa – contó mientras se servía una taza de café.

- Buen día Valen – Camila si saludó – no le hagas caso a Lolo, está idiota porque no la dejé meterse en la ducha conmigo – Camila sabía cuáles eran las reglas en la casa de Valentina: 1) Nunca dejar a Kara usar la cocina sola y 2) No tener sexo en su ducha

- Gracias a Dios que existes tu para frenar al demonio sexópata de tu prometida Camz– le dio un beso en la mejilla.

– Además si Juls y ella se hubieran quedado en casa teniendo dulces sesiones de amor nos hubieran invitado ¿cierto? – miró a su amiga para asegurarse.

La latina rio

-¿y ahora quienes es el demonio sexópata? – se burló de la rubia.

Valentina ignoró el tema. Después de haber terminado la cena en casa de Juliana empacando sus ahora inexistentes juguetes sexuales, lo que menos quería la rubia era volver le a explicar a Camila que ella no estaba interesada en compartir de esa forma a Juliana con la pareja de futuras esposas.

– A propósito, hay una caja en mi habitación que necesito que se lleven – les informó Valentina – tómenlo como un regalo de Juliana.

Lauren al escuchar regalo no la pensó dos veces y prácticamente voló a la habitación para estar de vuelta en la cocina casi en tiempo record.

- ¿No estarás muy desesperada? – Preguntó Valentina – antes que la habrás - porque sabía que lo iba a hacer – No quiero ningún tipo de bromas al respecto – pidió mirando a sus dos amigas.

- Ay Valen, Valen ¿bromas?, sabes que ese no es mi estilo – mintió la abogada abriendo la caja – ¡Por el amor de dios! ¿qué es esto? – preguntó por simple reflejo porque ya sabía de qué se trataba

- ¡Lolo! – La avivo Camila - Son películas como las que te gustan ver a ti mientras tú crees que yo no estoy – confesó la bailarina.

- ¿Tú la dejas tenerlas? – pregunto sorprendida Valentina a la bailarina mientras Lauren hurgaba en la caja sin prestarles atención a la conversación de las otras dos.

- Valentina créeme, hay veces que tengo que escapar de ella porque no puedo más y esas películas se convierten en mis mejores amigas ¿entiendes? – explicó Camila

- Está toda la colección completa de Jessica Larsson – Luren no lo podía creer – Bueno ya sabemos quién es el demonio sexópata ahora eh... – concluía mirando a Valentina con una sonrisa maligna - ¿Y cómo es que decidió regalarlos? – preguntó curiosamente.

- Pues algo así como que yo la obligue – contó la rubia tratando de quitarle importancia.

Las otras dos la miraron inquisitivamente

- No me miren así... Es mi novia y yo...

-¿Tu novia? – preguntaron juntas

Valentina no pudo disimular la sonrisa, le encantaba decirlo – Si, si – solo dijo.

- ¿Si si? ¿Es lo único que vas a decir? – La presionó su amiga - llevamos meses aguantándote trapear el piso con tu cara larga y ahora lo único que dices es "si, si" – evidentemente eso no le alcanzaba.

- Bueno pues anoche la fui a buscar como tú sabes, tuvimos una charla muy interesante en el estadio – reía al recordarla – y bueno, eso... simplemente pasó. Somos novias – Volvía a sonreír, de verdad le fascinaba ese título.

- ¡Felicitaciones Valen! – Camila la abrazó.

- Nada de felicitaciones – separó el abrazo Lauren – tú no puedes llegar aquí con una sonrisota tan larga como las piernas del bombón que te estás comiendo y decirnos nada más que son novias. Queremos las noticias jugosas, tan jugosas como estos videos – apuntó a Valentina con uno de los DVD

- ¿Qué videos? – Oopss Carvajal pequeña se despertó y no de muy buen humor - ¿Qué hay en la caja? – Kara se acercaba lentamente al desayunador sobre el cual estaba la caja.

- Ninguno cariño, nada importante. – su madre fue más rápida, le sacó el DVD de la mano a Lauren lo puso en la caja y la cerro - Son cosas viejas de la facultad que tu tía Lern se va a llevar ahora mismo... ¿Estás bien? – le preguntó Valentina a su hija al ver que no traía buena cara.

- Estoy enojada – fue lo único que respondió sentándose en uno de los bancos altos.

- ¿Enojada? – La rubia miró a su hija y después a sus amigas - ¿Me perdí de algo? – preguntó

Lauren se rascó la cabeza y agarró del brazo a su amiga para llevársela a la sala

– Anoche cuando te fuiste a perseguir a tu media naranja, por no decir medio melón, que tiene una cola que dan ganas de comerse la fruta con las manos y ...

- Lauren – la frenó – puedes dejar de hacer esos comentarios sobre mi novia y decirme de una vez que le pasó a mi hija – exigió la fotógrafa.

- No le pasó nada – contestó – sólo que se despertó preguntando por ti y le dijimos que no estabas. Después quiso llamar a Juliana así que le tuvimos que decir que estaba contigo y terminó volviendo a su pieza enojada – Apenas finalizó el relato se sintió el timbre de la puerta.

- Debe ser Juliana – anunció Valentina mitad sonriendo y mitad aun preocupada por lo de su hija. Nunca se le cruzó por la cabeza pensar que Kara podría traer problemas con la relación de las dos adultas. Esa niña ama a Juliana – Mientras yo abro quieres hacerme el favor de sacar esos videos de mi casa – miró asesinamente a su amiga – No quiero que Juliana se tiente de nuevo.

- Oye no me mires así que la pervertida es tu novia y no yo – aclaró la latina mientras volvía en busca de su nuevo tesoro.

Valentina abrió la puerta pero en vez de a una morena se encontró con un ramo enorme de flores – Si no eres Valentina ¿puedes llamarla por favor? – Pidió una voz detrás de las flores -¿Y puedes decirle también que anoche no pude dejar de pensar en ella ni siquiera ni dos milésimas de segundos? Y si tienes ganas también dile que me debe un beso por cada una de esas milésimas de segundo – terminó tratando de respirar nuevamente.

- ¿Algo más? – preguntó simpáticamente Valentina.

- Mmm... Si. Dile también que ya no es necesario que me devuelva ningún DVD, que con las imágenes mentales de ella en el conjunto negro que tenía puesto me entretuve toda la noche – Juliana recibió un suave golpe en uno de los brazos que sostenía las flores por ese comentario y luego le sacaron el ramo - ¿Eras tú? – Bromeó – ¡Buen día! hermosa - saludo acercándose a su novia.

- Hola - contestó Valentina tímidamente – creo que debería empezar si quiero devolverte todos los besos que te debo ¿cierto? – la morena asistió y recibió un tierno e intenso beso de buenos días que ella misma se encargó de profundizar.

- Bueno, bueno, vamos soltando que Valentina no es chupete – Lauren entraba a la imagen llevando una caja en sus manos.

- ¿Esa es... esa es mi caja? – le preguntó a Valentina

- No vayas a empezar con los lloriqueos de nuevo por favor – pidió la rubia

Lauren se frenó, dejó la caja en una mesa pequeña de por allí y se dirigió a la morena. La miró y luego se abalanzó a ella para darle un profundo abrazo – Lo siento mucho. Se lo que es perder algo tan importante – le dijo dándole unas palmaditas en la espalda

- Gracias, fue duro, pero lo voy a superar - aceptó las condolencias la morena. - ¿Camz te hizo lo mismo a ti? - preguntó

-No. Por suerte los pude ocultar a tiempo – contó Lauren mientras se separaba de la morena y volvía a agarrar sus nuevas pertenencias -pero las revistas no se salvaron – Juliana abrió los ojos gigantes, lo cual a Valentina no se le paso por alto – todavía lo recuerdo como si fuera ayer – la latina empezaba su relato mirando al horizonte – Allí estaba Heide Montag desde mi Playboy, mirándome y diciéndome "Lauren no me dejes", "No me hagas esto Lauren" - la latina se tapaba la cara mientras Juliana la consolaba pasando su mano por la espalda – Yo trate, lo juro. Le rogué a Camila por ella...

- Estoy segura de que hiciste todo lo que pudiste – la consolaba Juliana

- ¡No! ¡Demonios! Tuve que haber hecho más – Valentina miraba a las dos mujeres y no entendía cuál era el alboroto.

- No estaba en tus manos, la tenías que dejar ir... era ella o Camila, elegiste bien Lolo – concluía la morena mostrando su apoyo.

- Si tan sólo la pudiera ver una vez más – pensó en voz alta la latina.

- Oye si es por eso, cuando quieras pasas por casa y te llevas mi copia... ¿es la que sale con el conejito dibujado con tierra cierto? es una de mis prefe... - Ay ay ay Juliana sin tan sólo te hubieras frenado un poco antes.

- Juliana... ¿Hay revistas también? – preguntó la rubia subiendo una ceja.

- Me voy a dejar esto al auto – la latina salió por la puerta dirigiendo un silencioso "lo siento" a la deportista.

-Sólo unas pocas – no tenía sentido mentirle, siempre de alguna forma u otra terminaba conociendo la verdad.

- ¿Sabes lo que tienes que hacer no? – preguntó la rubia dando por obvia la respuesta.

- Mañana mismo las empaco – agachó la cabeza melancólicamente y empezó a caminar hacía la cocina.

- Puff si alguien me hubiera dicho que esto de tener novia iba a ser tan fácil no lo hubiera pensado tanto – se dijo a si misma Valentina y siguió los pasos de la morena que iba murmurando algo así como "mi maldita bocota"

- ¿Cómo está mi Carvajal preferida? –saludo Juliana a su hija acentuando la palabra preferida mientras miraba a Valentina que de paso giraba sus ojos mientras ponía su regalo en agua

Pero Kara no contestó

-¿Cangurín? – nada

- ¿Bicho bolita? – menos

- Kara... ¿Qué pasa? – miró a las otras dos a las cuales se le sumaba nuevamente Lauren. La niña seguía sentada y cruzada de brazos y para colmo miraba cualquier otra cosa excepto a su madre.

- Al parecer alguien está enojada porque ninguna de sus madres le prestó atención anoche –comentó Valentina porque le partía el alma ver a su hija así y a su novia que estaba a punto de lagrimear porque Kara no le hablaba.

- Dijiste que no importara la hora o el momento en que te llamara que siempre ibas a atender – dijo la niña enfadada y aun si mirar a su madre.

Juliana agarró una banqueta y la puso al lado de su hija para luego sentarse en ella

– Lo sé, sé que te dije eso y es verdad. Sea cuando sea te voy a atender – volvió a afirmar.

- Mentira. Anoche no atendiste – la niña tenía razón.

- Kara eso... - Valentina trató de defender a la morena, pero Juliana la miró para que la dejara manejarlo y la rubia la dejó.

- Lo se Cangurín y te pido perdón – le agarró una mano a su hija – pero es que anoche estaba haciendo algo muy pero muy importante aunque no tan importante como para no atenderte – se apuró rápido y arregló lo que estaba diciendo.

- ¿Qué cosa? – preguntó la pequeña menos enojada.

- Pues anoche – le estiró la mano a Valentina para que se acercara la cual agarró encantada ante la atenta mirada de su hija – Anoche le pedí a tu mamá que fuera mi novia – contó finalmente Juliana.

La pequeña miró las manos entrelazadas de ambas y luego volvió a su madre más antigua - ¿en serio? – repreguntó para asegurarse. Su madre asistió y sin demora alguna Kara pegó un salto de esos que la caracterizan y se trepo como pudo a las dos mujeres – Tía Lolo – llamó a la latina.

-Dime enana – contesto emocionada

- Tenemos que llamar a otra sesión de la JPDV – comunicó la, según apariencias, es la actual presidenta de la liga.

- Acabo de mandar los mensajes – le informó la vicepresidenta

- ¡OYE NO! – Reaccionó la basquetbolista – yo ya pasé mi interrogatorio, eso no es justo - se defendió.

- Nosotras decidimos que es justo y que no ¿cierto Kara? – la abogada disfrutaba bastante este jueguito.

- Cierto, así que señorita Valdés, en cualquier momento va a recibir la citación – anunció seriamente la pequeña.

- Valentina di algo – pidió la morena.

- Lo siento Juliana, la Presidenta ha hablado – Valentina se lavaba las manos.

Juliana estaba casi segura de que de esta no salía viva.

- Juls no te pongas triste – Camila era la única que la defendía – aunque ya con los videitos restaste bastantes puntos – bueno tal vez no la defendía tanto.

- ¿Qué videitos? – pregunto Kara

- ¿Qué quieres desayunar cariño? – Valentina le daba una mirada de reproche a la bailarina mientras trataba de salir del tema de nuevo. Por suerte su pequeña se había quedado mirando atentamente a su otra madre así que lo dejó pasar. La Carvajal mayor se fue a hacer algo para que Kara comiera.

- Mami... Mami. ¿Estás bien? – ya no era la presidenta la que hablaba

- Mas o menos... siento algo en el pecho... -llevaba su mano a la boca del estómago.

- ¿Te duele la panza? – volvía a preguntar la niña inspeccionando a su madre.

- No. Más bien es como si algo quisiera salir de adentro – Lauren y Valentina giraron los ojos, sabían lo que se venía. Camila se entusiasmaba y Kara se alejaba de su madre de a poco.

- Seguro comiste algo que te cayó mal- decía Kara que seguía dando pequeños pasos hacia atrás.

- No no. No es algo por la comida... es como si estuviera creciendo algo en mi interior... auchh – chillaba de mentiras la morena y se agarraba el estómago – creo que... que quiere salir – anunciaba mientras veía como Kara se agarraba a la mano de su tría Camila – ayúdame... - le rogó a su hija antes de desmayarse.

La pequeña miraba a su madre original como diciendo y ahora qué hago – ve a ver cómo está – la animó su madre.

Kara se acercó muy despacio y apenas tocó el cuerpo de Juliana, que estaba tendido en el piso, este se sacudió haciendo que la niña saliera corriendo atrás de su tía Lolo. Cuando se dejó de mover volvió a avanzar y esta vez más despacio. Se acercó al cuerpo y de nuevo lo tocó con el pie, pero esta vez no pasó nada. Miró a sus tías y después a su madre, las tres levantaron los hombros, entonces Kara volvió a patearlo suavemente. Nada. Se acercó más y se agachó para poder tocar su cara, pero no fue el movimiento más sensato de parte de la niña.

- Arggggggggghhhh – "La bestia" se había despertado.

- Noooooo – Kara, que se alcanzó a escapar de las garras de la bestia, empezó a correr y llegó a las espaldas de su Tía Camila – Baila Tía Camz Baila – le ordenaba, los bailes de Camila eran una de las armas contra el juego de Juliana.

Hábilmente la bailarina empezó a hacer distintos pasos de baile primero probó con The moonwalk pero la bestia no se detenía y seguía persiguiéndolas – Prueba con abrirte de piernas cariño – alentaba Lauren – La rubia obedeció pero al parecer esta vez los pasos de baile no iban a detenerla. Sólo funcionaban cuando la bestia quedaba realmente impresionada de las habilidades de la bailarina. Cuando la bestia llegó a Camila se la subió al hombro y la llevó hasta el cuarto de La niña para encerrarla. Fin del juego para ella.

La más pequeña tuvo que refugiarse en con su otra tía – ahora tu tía Lolo. Tienes que usar tu mejor armamento, está más fuerte que nunca – informaba la pequeña.

- Déjamela a mí, de esta no pasa – ser una perra era el arma de Lauren – Oye tu – era muy gracioso ver como Juliana se acercaba a ellas imitando el caminar de un zombie – SI Tu, pedazo de bestia inútil, ¿acaso a eso le llamas ser bestia? Tú no podrías asustar ni a la bola gorda cobarde que tengo de gato en mi casa – si Lauren hacía reír a Juliana la bestia caía.

- No está funcionando – decía Kara al ver como Juliana se acercaba con firmeza.

- O te detienes ahora mismo o vas a conocer al verdadero monstruo de Miami – amenazaba la latina – Y ese monstruo va a patear tu trasero de tal forma que vas a tener que usar una almohadilla inflable para sentarte y... - Fin del juego para Lauren, Juliana se la llevaba subida al hombro a la habitación.

- cariño vienen por ti – le decía Valentina a su hija – será mejor que uses tu mejor risa – la rubia seguía haciendo las tostadas de su niña mientras escuchaba los gruñidos que imitada la morena al venir por Kara.

La niña se escondía detrás de las piernas de su madre.

- ¿GRAAA?- le preguntaba la Bestia a Valentina por Kara haciéndose la que no la veía.

- Lo siento Señora Bestia pero no he visto a ninguna niña por aquí – Valentina seguía el juego. Juliana se giraba y empezaba a caminar para el otro lado – ahora – le decía la rubia a su hija – ríete – obviamente ese era el poder de Kara, su risa, si era sincera acababa con la mutación.

- Ja ja ja ja – trató el pequeño canguro pero lamentablemente no le Salió muy real y encima Juliana la descubrió.

- ¿Estoy en problemas cierto? – le preguntó desde abajo a su madre.

- Lo siento cariño ni yo te creí esa risa – contestó Valentina acariciando la cabeza de su pequeña. Mientras Juliana llegaba y cargaba a una Kara prácticamente rendida en su hombro

- ¡Suerte mami! – le dijo la niña saludando con la mano a su madre desde arriba de la morena mientras esta última la llevaba a la habitación con sus tías.

Era ya sabido que Valentina era la última opción del equipo. La mayoría de las veces las demás alcanzaban a detener a la Bestia antes de que la rubia tuviera que actuar, pero esta vez se iba a tener que poner el equipo al hombro. El problema era que Valentina no sabía cuál era su poder. Lo iba a tener que descubrir y ya tenía una leve idea de cómo hacerlo.

- AGRRRRRHHHH – Juliana se dirigía hacia Valentina que la esperaba muy tranquila apoyada en la mesada –ARGGGGGHHH – la imitación de Juliana era realmente buena pero Valentina ni se inmutaba, la bestia iba a ganar el juego.

La deportista estaba a dos pasos de la rubia, la estaba por agarrar para cargarla a su hombro, pero Valentina fue más rápida.

- Vamos a ver de que estas hecha "Bestia" – la agarró de la remera y se la trajo para ella.

-ARGGhmmmm... - Fin del juego para la Bestia. No pudo con los besos de Valentina que al parecer encontró una forma fácil de pararla.

Juliana agarró a la rubia y la subió a la mesada sin dejar de besarla. Valentina rodeo el cuerpo de la morena con sus piernas apretándola aún más contra ella misma.

- Parece... Ahh...– Juliana mordía su cuello – parece que la Bestia no es tan Bestia después de todo – alcanzó a decir. La morena ante esta provocación empezó a bajar las manos hasta el trasero de Valentina y cuando llegó al lugar de destino aprovechó y apretó fuerte – Juls ... no es que ... - no la dejo seguir hablando, le cerró la boca de un beso.

La deportista aprovechó su fuerza levantó a Valentina y se la llevó al sillón para dejarla no tan suavemente sobre él y siguió haciendo de las suyas.

- Juls... Bebé... mmmm – El cerebro de Valentina daba las órdenes, pero el placer se las estaba arreglando bastante bien para desviarlas.

- No soy Juliana – dijo rápido la morena y volvió a atacar el labio de su novia. Al parecer Valentina estaba por conocer a la verdadera Bestia.

-Es es... ¡Dios Juliana! ... es mejor que...

- ¡MAMI! – Valentina cuando escuchó a su hija, que al parecer salía del cuarto para saber como había terminado el juego, empujó a Juliana de manera que esta salió prácticamente volando del sillón

- Las tostadas –grito Camila y salió corriendo a la cocina.

Lauren desde el marco de la puerta sonreía maliciosamente – Bueno, bueno, bueno al parecer Valentina SI sabe cómo controlar a "la bestia". De haber sabido antes que esa era la forma, yo también lo hubiera intentado – se burlaba la latina

La cara de Valentina estaba color tomate y Juliana.... ¿Y Juliana?...

Juliana se levantó del piso ágilmente y preguntó - ¿Quién quiere ir a desayunar al restaurant de Jess?


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Esta historia NO me pertenece, es una adaptación de la obra de Alllove

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