Dentro de ti

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- ¿Y tu que te vas a poner? – Kara levantaba los brazos entregándose a su madre para que la mayor la vistiera.

- Un vestido blanco, Igual que tú – le respondió Valentina – pasándole la solera blanca por la cabeza

- ¿Y mami Juls que se ve a poner? – Desde que Valentina la había despertado para que se bañara y así poder empezar a prepararla para la fiesta, que la niña no paraba de hacer preguntas.

- No lo se cariño – De verdad no sabía que ropa había preparado su novia. De hecho estaba casi segura que no Juliana no había empacado nada especial para el evento.

- Claro porque a ella no le gusta tanto la ropa – Valentina la miró

- ¿Por qué dices eso? – preguntó sorprendida.

- Pues porque ella vive pidiéndote que te saques las ropa. Debe ser porque no le gusta – la niña hizo sus cálculos.

- Algo así cariño, algo así – la fotógrafa iba a matar a su novia y a su insaciable sed sexual.– Pero esperemos que use algo blanco porque sino tu tía Lauren la mata – si por un mantel armaba un escándalo, Valentina no quería imaginarse a su estrangulando a su novia - ¿Estos? – le mostró un par de zapatos blancos con hebilla y punta redonda – ¿o estos? – esta vez tenía en sus manos unas sandalias blancas del estilo zapatito de bailarina.

- Si la tía Lolo y mami se pelearan... ¿Quién ganaría? – era como decidir entre Batman o Superman. La pequeña le señaló el segundo par.

- ¿Por qué lo preguntas? – a esta altura ya ninguna pregunta de su hija le sorprendía.

- Pues mami Juls es muy fuerte ¿cierto? – la rubia asintió – Pero la tía Lolo cuando quiere puede hacer llorar a cualquiera, como lo hizo con la señorita Anderson – Aunque no fue precisamente Lauren la que la hizo llorar - Digamos que si mami fuera Hulk y la tía Lolo Ironman, para ti... ¿Quién ganaría? – Kara ya se había hecho la película.

- ¿Hulk es el muñeco verde cierto? – entre todas las películas de superhéroes que su hija y novia le hacían ver, le era un poco difícil acordarse cual era cual. Pero a este le había pegado – ¿Ironman es el del escudo? – No estaba para nada segura – Cariño si no te quedas quieta no puedo peinarte – Quien diría que en una charla de peluquería se iba a estar hablando de superhéroes.

- ¡MAMA! Ese es el Capitán América – la pequeña no lo podía creer – Ironman es el millonario con supertecnología. Es rojo y amarillo – Kara estaba hablando con la madre equivocada.

- Bueno... en ese caso... creo que ganaría... ¡Empate! – Valentina disfrutaba ver la cara de escándalo que ponía su hija.

- ¡MAMA! ¡No puede haber empate! - una aberración.

- ¡Claro que si! El muñeco verde y el del escudo se juntan a tomar un café, a charlar sus diferencias y se hacen amigos... ¡Empate! – Si Juliana se enteraba de esto, Valentina iba a tener que soportar durante horas, toda una tesis sobre superhéroes.

- ¡VALENTINA! – Lauren aparecía en la habitación de la Carvajal mayor, vestida con un muy corto vestido sin mangas, blanco, pegado al cuerpo y que definitivamente resaltaba su adorado bronceado - ¿PUEDES DECIRLE A TU SEXY PERO ENDEMONIADA NOVIA QUE EMPIECE A CAMBIARSE? ¡MIRALA! ¡MIRALA! – La latina se acercaba al balcón seguida de su amiga. La morena estaba subida a una escalera arreglando uno de los faroles – SOLO FALTA ELLA – se volvió a quejar.

- Déjala tranquila Lolo, quiere que esté todo bien nada más – le aseguró - ¡LISTA! – La mini Valentina estaba de punta en blanco para la fiesta.

-¡Mírate ratita! ¡Estás muy bonita! – A su tía se le caía la baba por su sobrina – PERO ESO NO QUITA QUE FALTE POCO PARA QUE LLEGUEN LOS INVITADOS Y TODAVIA EL BOMBONCITO NO ESTA LISTO – no dejas pasar una mujer.

- ¿Ya me puedo ir con mamá? – al parecer la pequeña sufría la distancia.

- Si – la niña quiso salir disparando pero su madre la intercepto – Kara... por favor no quiero una mancha, te quedas tranquila cerca de tu madre ¿si? – no sabía porque pero intuía que eso era peor que cualquier otra cosa.

- No te preocupes mamá – le dio un beso en la mejilla para luego decirle algo en secreto – Creo que Ironman está nerviosa – razonó.

- Si – le afirmó su madre – Y tiene muchas ganas de patearle el trasero al muñeco verde – aseguró Valentina.

- Hulk mamá. Hulk – corrigió la pequeña mientras se iba.

- ¡CUIDATE LA ROPA Y DILE A TU MADRE QUE SUBA! – la latina aprovechaba y mandaba a su sobrina.

Mientras Valentina se cambiaba, Lauren le daba una vista general al jardín desde el balcón – Hay que reconocer que el buitre hizo un buen trabajo – Si Juliana pregunta, ella nunca lo dijo.

- Es su trabajo – la rubia no quería dar el brazo a torcer.

- ¿Ya viste como le mira el trasero a tu novia? – Lauren había agarrado a la organizadora babeándose por la deportista.

- Lo hizo como dos veces delante mió – le contestó mientras se miraba en el espejo.

- ¿Valentina? – llamó la latina

- Dime – Era turno de colocarse los aros.

- ¿Le trajiste otro vestido a Kara? – No me digas que...

- Si ¿Por qué? ¿Ese no te gusta? – La fotógrafa se acercaba a la gran ventana – Se lo trajo mi madre de Paris... ¡DIOS MIO! – El vestido de Kara estaba negro al igual que las manos de su novia - ¡KARA Y JULIANA SUBAN AHORA MISMO! – Ups, no pasaron ni dos segundos que madre e hija ya estaban golpeando a la habitación.

- Adelante – la voz de ultratumba de Valentina provocaba escalofríos.

Juliana y la pequeña entraron con la cabeza agachada – Kara ¿Qué fue lo único que te pedí? – preguntó muy tranquila.

- Que me quedara tranquila cerca de mi madre – contestó

- ¿Y que más dije? – volvió a preguntar.

- Que no querías una mancha – agregó.

- ¿Y lo cumpliste? – la pequeña agitó su cabeza negándolo.

- Lo de la mancha no – dijo el cangurito.

- Vas a tu cuarto y te pones el otro vestido. ¡UN MOMENTO! – No se iba a escapar tan fácil – Mañana mismo tu vas a llamar a tu abuela para decirle lo que le paso a tu vestido...

- Pero mamá...

- Mamá nada – la frenó – Ahora vas y te cambias y no te quiero cerca de tu madre hasta que empiece la fiesta ¿Entendido? – estaba claro que de las dos juntas algo iba a salir mal. La pequeña salió no sin antes dedicarle unas palabras a su tía que sonreía maliciosamente.

- Valentina yo... - Juliana no pudo seguir hablando, ni siquiera pudo prestarle atención al enojo de su novia. La rubia había hipnotizado a su novia con un vestido blanco, totalmente liso y a un solo hombro.

- ¿Crees que esté bien? – Lauren se había acercado a la basquetbolista y le pasaba su mano por los ojos – Me parece que la mataste de un infarto V – le dijo a su amiga - ¿Te imaginas si te hubiera visto el año pasado para Halloween en ese disfraz de gatubela? - Todo el vecindario se acordaba de ese disfraz.

Valentina podía sentir como la respiración de su novia se aceleraba

- O Peor aun... ¿Te imaginas si te hubiera visto con tu uniforme de cheerleader? – Toda una preparatoria se acuerda de ese uniforme.

La fotógrafa creyó ver colmillos en la boca de Valentina

- ¿Y cuando usaste...?

-¡LAUREN! Creo que están llegando los primeros invitados – necesitaba sacar a la latina de su habitación como sea.

Cuando la abogada escuchó invitados dejó a la pareja sola en dos segundos. Valentina se acercó a su novia cautelosamente. A diferencia de Kara ella no había traído otro vestido por las dudas, asique no podía arriesgarse a un ataque de la morena – Juls... bebé... tranquila... te prometo que después de la fiesta soy toda tuya...

La morena lo negó con su cabeza - Ahora – murmuró – Te quiero ahora – repitió.

- Amor... - se acercó y empezó a acariciar su rostro. Juliana cerraba sus ojos ante el contacto - ¿Trajiste ropa blanca? – Valentina probaba cambiando de tema. Su chica asentía - ¿La compraste en el viaje? – Seguían las caricias y seguían las afirmaciones - ¿Me amas? – le preguntó de repente logrando que abriera los ojos.

- Mucho – contestó

- ¿Estás bien? – al menos por el momento parecía calma.

- Necesito una ducha fría... muy fría – le dijo

- Te espero abajo ¿si?... Voy a vigilar a Kara y ayudar a Lauren – Era una noche importante para su amiga.

- Valentina... Eres la mujer más hermosa del universo, Hasta los ángeles te envidian – hizo sonreír a su chica.

- ¿Estás tratando de conquistarme? – bromeó.

- Ese es mi propósito de cada día... conquistarte – le dijo sinceramente – Te amo – Se acercó y le dejó un pequeño beso, no quería mancharla con sus manos como a Kara – Nos vemos enseguida – se metió al baño dejando a la rubia sin palabras.

En la fiesta – Un rato después

- Esta fiesta es todo un éxito – Sam estaba sorprendido por la cantidad de gente que había.

- Oye Camz ¿de verdad Lauren conoce a toda esta gente? ¿Van a estar en tu casamiento también? - El grupo estaba un poco alejado del mar de personas, Lauren y Valentina, que eran las más reconocidas, se dedicaban a hacer sociales.

- Espero que no – suspiró la bailarina – Esta gente no me cae nada bien, pero Lolo dice que tenemos que aguantarlos porque son los que pagan nuestros lujos - explico

- Disculpen – un mozo se acercaba al grupo - ¿Algunos de ustedes es el que toma coca Light? – Preguntó tímidamente – Me dijeron que tenía que preguntarles a ustedes – dijo el joven.

- ¿Dónde está Juliana? – Era la única persona que podía llegar a tomar coca Light en una fiesta.

- Ya debe estar por bajar – los pies de Derek se movían con la música – No te preocupes que cuando ella tenga sed te busca – le dijo al mozo para después agarra la mano de su esposa -¡A BAILAR! – Los Evans y los Grey salieron a pista dejando a Camila con su sobrina.

- ¿Qué hacen dos señoritas tan lindas solas en una noche tan hermosa? – Juliana aparecía sorprendiendo a las dos rubias.

- Esto es para la pequeña más hermosa de la fiesta – le dio una rosa a su hija acompañada de un beso en la mejilla – Y esta es para la bailarina más bella de la noche – otra rosa para Camila y un beso en la mejilla también para ella.

- ¡Guau! Juls... Estás muy sexy – Camila halagaba a la morena.

- ¿Les gusta? Nikki lo eligió – Juliana daba una vuelta – Dice que es lo máximo que puedo hacer para por lo menos ser la sombra de Valentina – su compañera de equipo tenía un amor platónico con su novia – Yo creo que ni así puedo – se rió – Somos como la bella y la bestia – hizo reír a las fanáticas de Disney.

- ¿Yo que sería? – preguntó la niña.

- Tu vendrías siendo la tacita – imaginó la deportista agarrando la mano de su hija

- ¿Y yo? – Camila también quería participar

- Tu eres Fifi, La plumero – De paso seguimos con el tema de la mucama.

- Lástima que mi Lumier no me preste atención – dijo de repente la bailarina con voz triste.

- Pero mientras tanto – Juliana sabía lo que pasaba por la cabeza de la bailarina – aquí tienes una bestia a tu disposición – le hizo una reverencia – Nunca bailo pero por ustedes voy a hacer una excepción – agarró la mano de Camila y se las llevó a las dos a bailar.

En algún lugar de la fiesta

- Victoria – Lauren y Valentina llegaban a los peces gordos del estudio – Ella es Valentina Carvajal una de nuestras grandes clientas – la latina le presentó a una de las socias del estudio, por ende su jefa.

- Encantada de conocerte querida – saludo la mujer

- El gusto es mió – respondió al saludo.

- ¿Ya tienes alguien en mira? – El gusto por la carne joven que tenía la mujer ya se conocía en todo el estudio.

- De hecho ahora mismo tengo mi vista puesta en algo muy interesante – le contestó la depredadora – Y ustedes me podrían hacer el favor de decirme quien es – hizo un gesto con la cabeza señalando a alguien que muy entretenidamente bailaba con una niña y una rubia mucho más alta que ella.

- Juliana - Ahora era el turno de que Valentina se babeara. Su novia tenía puesto un pantalón blanco muy ajustado al igual que la camisa que le cubría la parte posterior. Como si esto fuera poco, la morena atrevida le había agregado una delgada corbata negra suelta en su cuello y acompañaba todo su atuendo con unas Convers blancas y con su cabello suelto que caía en ondas.

- ¿Juliana es su nombre? – preguntó la mujer interrumpiendo el scanner que Valentina hacía de su novia.

- Si, pero Victoria – justo en la morena se tenía que fijar – Juliana es la novia de Valentina – explico Lauren.

La mujer miró a la rubia de cómo si fuera una serpiente lista para atacar - ¿Cuánto? – le preguntó.

- ¿Perdón? – la fotógrafa no entendía... ¿le estaban ofreciendo dinero por Juliana?

- Tranquila querida – debió haber visto la cara de la artista – estoy bromeando – aunque no sonaba tan real – Si me disculpan, voy a saludar a unos amigos – la serpiente se retiraba arrastrándose.

- ¿Viste como te miró? En un momento pensé que iba a abrir toda su boca y te iba a tragar – Lauren también la vio similar a un reptil – Valentina ... Valentina– La rubia ya no estaba a su lado.

De vuelta al grupo de amigos

- Mami ¿Qué hiciste? – le preguntó Kara

- ¿Te pise? Perdona bicho bolita es que...

- No, no... ¿Qué le hiciste a mamá? – rearmo la pregunta

- ¿A Valentina? Nada... a ver – la morena pensaba – creo que nada – concluyó

- Pues algo debes haber hecho para que venga así – la niña señaló al otro extremo de la fiesta.

Tenía razón, Valentina venía como tren sin frenos - ¿Te manche? – La niña se revisó y lo negó - ¿Estoy sucia? – la pequeña la miró y lo negó – Kara ¿Qué hice? Dime que anotaron en la lista por favor – ya no le quedaba casi tiempo.

- Suerte mami – le deseo su hija antes de la colisión.

- Val... - al parecer el único choque que hubo fue el de las bocas de estas dos. El alrededor dejó de existir, la música dejó de sonar, los cinco sentidos de ambas estaban en ese beso.

- No... no... no – tartamuda la dejó – ¿No hice nada? – pudo preguntar

- Hiciste más de lo que tu crees – le dijo agarrando de la pequeña corbata y tirando de ella – Me vuelves loca morena ¿Lo oyes? Loca – un intenso beso lo demostraba.

- Ten cuidado con la flecha – le dijo rompiendo el beso

- ¿Qué flecha? – Valentina miraba para todos lados

- La que tienes en tus manos – la rubia tenía agarrada la corbata de la basquetbolista

- Amor esto es una cor...ba...ta – explico lentamente

- Lo se listilla... Pero ¿Qué forma tiene la cor... ba... ta? La imitó

La fotógrafa miró la prenda un segundo... ¿de flecha? – respondió dudando

- ¡Exacto! – Se ganó un beso por el acierto - ¿Y sabes que indica esta flecha? – preguntó haciéndose la misteriosa.

- No lo se – respondió sin ni siquiera tratar de pensar

- Esta flecha – agarró su corbata – indica la dirección en que tienes que besarme – le dijo – Empiezas por acá – se tocó la boca – y luego... - se acercó al oído de su novia para confesar el secreto – tienes... que... seguir la flecha – concluyó dejando a su novia mirando para donde la guiaba la corbata – Creo que Laruren te está llamando bebe – fue lo último que dijo la deportista antes de ir en busca del mozo con la coca Light.

....

Había llegado la cumbre de la noche y como toda fiesta a medida que pasaba el tiempo, la gente se va poniendo más borracha, por ende más toquetona, por ende a Juliana no le estaba gustando nada que su novia estuviera rodeada de tipos babosos mirándola como si tuvieran el derecho de hacerlo.

Dos cosas le impedían a la deportista levantarse de su silla para ir y agarrarse a trompadas con los hombres que acosaban, no solo a Valentina, sino también a todas sus amigas, una era que no le quería arruinar la fiesta a la latina y la otra era que Kara, llevaba media hora dormida en sus brazos. "De fiestera no tienes un pelo cangurín" fue lo último que alcanzó a decirle antes que la pequeña se dejara vencer por el sueño. Juliana no se podía dejar de asombrar por la capacidad que, al parecer, tenía su hija para dormirse en cualquier situación, en los autos, bajando el cerro o, inclusive, cuando a pocos metros de ellas tenían un parlante rebotando a todo lo que da. La deportista se levantó con su hija en brazos y caminó a la casa. A esta Carvajal le había llegado la hora dormir, mientras que a la otra... bueno digamos que Juliana tenía que agregar algo a su vestimenta para que a Valentina le llegara la hora también.

- ¿Camz has visto a Juls? – La artista no le había perdido pisada a su novia en ningún momento. La miraba mientras bailaba con sus amigos, la miraba mientras bailaba con su hija, odiaba mirarla cuando estaba sacándose fotos con algún fan que había de las Liberty en la fiesta, y odiaba aun más mirara como su novia atraía al público femenino. Pero cuando giró su cabeza hacia la silla en la que hace poco estaba la morena con su hija, su novia había desaparecido.

- Fue a llevar a Kara a la cama – le dijo la bailarina mientras hacía el trencito

Cinco minutos, sino aparecía la iba a ir a buscar. Para dejar pasar el tiempo se fue directo a la barra – Una copa de... - Valentina no sólo sintió a alguien en su espalada, sino que ese alguien estaba bastante excitado por lo que la rubia pudo percibir. Antes de darse vuelta para poder sacarse a quien sea de encima, una voz conocida se le anticipo.

- Una copa de vino blanco para la señorita y una coca light para mí por favor – por supuesto que sabía la bebida de su novia - ¿Me buscabas? – la abrazó por la cintura y se apretó aun más a ella.

- Ragg – se aclaró la garganta – Juls... ¿estás... estás usando...? – Valentina se sonrojaba de solo pensarlo.

La morena se alejó con una sonrisa para agarrar el vaso y la copa dejando a la rubia intrigada – Aquí tienes – le pasó la copa - ¿Quieres...

- VALENTINA ¿Dónde DEMONIOS TE HABIAS METIDO? – Lauren aparecía para llevarse a la rubia – Vamos, quiero presentarte a alguien - ¡Y tú! – Señaló a la morena – Ten cuidado con los depredadores – Se fue arrastrando a Valentina con ella.

- Steven – llegaron donde estaba un hombre – Ella es la mujer de la que te hable, es la fotógrafa más reconocida de la ciudad. Trabaja con Victoria's Secret, Louis Vuitton, Jimmy Cho, entre otras marcas reconocidas. Creo que es perfecta para el trabajo que estas necesitando – Valentina el es... - miró a su amiga y se dio cuenta que no le estaba prestando atención - ¡Valentina! ¡Valentina! – Con un codazo lo logró – El es Steven Far, CEO de Armani – terminó la introducción.

- Señor Far es un gusto conocerlo y estoy segura que cualquier cosa que el trabajo demande la podemos hablar otro día, por favor disfrute de la fiesta – Valentina lo saludó y se alejó con la latina pisándole los tacones.

Lauren agarró la agarró del brazo para frenarla - ¿Qué HACES? – le preguntó enojada.

- Lauren, nadie quiere hablar de trabajo en una fiesta. Tranquilízate y disfruta ¿quieres? – todo esto se lo dijo sin sacarle la mirada de encima a su novia que en este momento estaba sentada con sus piernas separadas hablando con Camila – Lolo...

- ¿Qué quieres Carvajal? – le preguntó resignada

- ¿Notas algo raro en Juliana? – la rubia necesitaba confirmación.

La abogada se focalizó en la deportista – Aparte de que está para comérsela enterita... Pero eso no es raro... ¿por? V creo es mejor que dejes de tomar – Lauren le sacó la copa de vino.

- Mírala bien... ¿No ves algo EXTRA en ella? – resaltó

- ¿De que carajo hablas? – La latina volvió a focalizarse en Juliana – NO TE PUEDO CREER – Lauren tenía experiencia en juguetes sexuales - ¿No me digas que está usando una correa con un...? – la rubia asentía. Las dos se quedaron mirando a la morena con la boca abierta – Tengo que ir a tocarla – no dejó que su amiga la frenara, disparó para el grupo.

- ¡Lauren! ¡Lauren! – Finalmente la alcanzaba – No tocas nada ¿oyes? Nada – le dijo antes de que su amiga fuera atacada por la bailarina.

- ¡Lolo! ¿Terminaste de jugar con tus amigos de oficina? ¿Podemos bailar? – No espero respuesta porque antes de preguntar ya se estaba moviendo con su novia.

- Si cariño si – pero Lauren tenía fijada su mirada en la entrepierna de Juliana.

- Lern...

- mmm...

- Me parece que Valen la va a pasar muy bien esta noche – por supuesto que su novia se había dado cuenta.

- ¿Esta confirmado entonces? – preguntó la latina

- Muy... y me parece que es más grande que el nuestro – Lauren miró a Valentina con una sonrisa despiadada.

La rubia giró hacia donde estaba sentada su novia y se encontró con dos hermosos ojos mirándola y empezó a caminar hacia ella.

- Debo admitirlo – le dijo Juliana agarrándole la mano a su novia y tirando de ella para que la fotógrafa cayera sentada en sus piernas, pero de manera que aun seguía mirando a sus amigas bailar – Nunca me voy a cansar de mirarte – le confesó la morena - ¿Por qué estás colorada? – aunque ya lo sabía, quería escucharlo de su chica.

- Por las cosas que me dices – mintió un poco.

- ¿Por eso nada más? – Juliana acomodó sus piernas de manera que Valentina quedara aun más en contacto con su entrepierna.

La artista no contestaba y el rojo se apoderaba aun más de ella. Valentina ya hace un rato que sentía como su ropa interior empezaba a molestarla.

Juliana iba a seguir jugando con su novia, se acercó a su oído y empezó a murmurar - ¿Lo sientes verdad? – Preguntó sin demora – Lo sentiste desde que aparecí detrás de ti en la barra – esto fue más una afirmación – Y también lo sientes ahora – la morena sutilmente estaba apretando aun mas su falso miembro contra su novia - Y apuesto esta casa, a que ahora mismo – una de las manos de la morena ya no estaba en la cintura de su novia, sino que iba recorriendo uno de sus muslos – a que ahora mismo, si una de mis manos toca la diminuta prenda que tienes debajo de este hermoso vestido, me voy a dar cuenta de cuanto deseas que este adentro tuyo – El beso que le dejó en el cuello al final de esta frase la hizo temblar – Toda la noche he tenido que aguantar a cientos de tipejos tratando de conquistarte...

- Juls son...

- Shhhhh – era necesario que le hablara tan cerca, el imperio Carvajal caía poco a poco – Sólo escúchame – le dijo dulcemente – Me los aguante porque no puedo culparlos de mirarte, porque sólo de la manera en que caminas eres capaz de mover la tierra – la mano de la deportista acaricia la parte interna de su pierna, justo arriba de la rodilla - DIOS Valentina – Juliana hizo un leve movimiento que logró sacarle un disimulado gemido a su rubia – No te das una idea de lo que me provocas. Llevó horas siguiendo tus pasos, dibujando tú silueta con mi mirada, tratando de imaginarme lo que sigue después de ese escote – hizo una pausa para sentir la respiración de su novia – Cien veces he repasado en mi mente, los lugares en que quiero besarte. Más de mil veces me he repetido a mi misma las cosas que quiero hacerte y lo último que hice, fue tratar de estimar la cantidad de veces que hoy vas a terminar en mis manos – apretó suavemente su pierna – en mi boca – le dio un suave beso en el cuello – o aquí – apretó más su centro contra la rubia.

- Señorita Valdés – Un invitado interrumpía el monólogo de la morena - ¿Le molestaría firmarme una autógrafo? – Pidió mostrándole una lapicera – Es para mi hija, es fanática suya – contó.

Juliana tuvo que apretar su boca bien fuerte para no mandar al carajo al hombre. Valentina se levantó de ella y le dejó espacio para que la morena atendiera a su fan – Encantada – agarró la lapicera y firmó el papel que sostenía uno de los abogados amigos de Lauren.

Cuando pudo sacárselos de encima volvió a su tarea. Hace rato que se había dado cuenta que la rubia no se había quedado a su lado – Esto es para usted – un mozo se acercó a ella con un papel. Sin perder tiempo lo abrió y leyó "Espero que la bestia siga teniendo hambre. La carnada está esperando". Ni se paró a pensarlo, se fue derecho para la casa.

- Presiento que esta noche nadie duerme – concluyeron los chicos que vieron pasar a la morena.

- Yo presiento que Valentina no va a dormir – agregó Lauren.

....

Cuando la deportista abrió la puerta se encontró con lo que esperaba, su novia apoyada en la pared opuesta esperándola. No estaba desvestida, Valentina sabía muy bien que a Juliana le gustaba hacerlo. Se acercó paso a paso hasta quedar a centímetros de ella, y lo primero que hizo fue buscar los dos faroles verdes para hacerles el amor con su mirada. Cuando ya no pudo más, agarró la cara de Valentina con ambas manos y la besó. La rubia se quedó quieta tratando de concentrarse en la suavidad y a su vez agresividad de los labios de Juliana, que se movían lentamente, como si la estuvieran acariciando. Valentina no aguantó y puso sus manos en la nuca de la morena para profundizar el beso y explorar toda la boca de la chica con su lengua, exploración que la misma Juliana terminó cuando agarró la lengua con toda su boca y la succionó sacando los sonidos más hermosos de Valentina.

- Sabes que me vuelves loca haciendo eso ¿no? – Valentina lo sabía, de hecho le encantaba delirarla con sus gemidos - ¿Cuánto te gusta este vestido? – le preguntó.

- Mucho – fue la respuesta.

- Una lastima – ¿como la morena pudo de un solo tirón rasgar toda la prenda?, todavía me lo estoy preguntado, el caso es que lo hizo – Por entrometerse entre tu y yo – dijo al mismo tiempo que con sus dos manos fue directo a los pechos de Valentina - Tienes los pechos más hermosos que conozco – No lo podía evitar, tenía necesidad de hacerle saber a su rubia que era perfecta.

- Quiero esto afuera ¡ya! – La fotógrafa impaciente empezó a desnudar a la basquetbolista. Cosa que se le hizo muy difícil cuando la boca de la mujer esta en sus pezones – DIOS JULIANA – lo último que dijo cuando por fin pudo sacarle la camisa. La corbata aun seguía en su cuerpo.

Juliana agarró a Valentina por la cintura y la levantó para atraparla contra la pared y su pelvis. La rubia volvía a sentir el juguete apretando lo que ahora era pura humedad. Cuando quiso darse cuenta, ya estaba tirada en la cama con Juliana arriba de ella – Lo quiero ya – ordenó tratando de bajar el pantalón de su novia.

Pero la deportista se tomó su tiempo, agarró la ropa interior inferior de Valentina y la empezó a deslizar lentamente. La rubia podía jurar que iba a matar a su novia si no hacía algo ya – Esto va a ser como yo quiera – le aclaró – Así que tranquila mi rubia, que todo lo bueno llega en algún momento – terminó de desnudarla – Abre las piernas para mi bebé – le pidió mientras se sacaba su ropa.

Cual de las dos estaba peor, Valentina por la imagen de su novia con la correa en ella o Juliana por tener a Valentina tirada en la cama a su merced. Cuando la rubia sintió a la deportista acercándose poco a poco a ella, empezó a temblar, era ese tipo de temblores previos que uno siente cuando sabe que algo bueno está por venir – Voy a ir despacio contigo primero – le dijo muy cerca de su boca, la artista podía sentir las manos de Juliana merodeando muy cerca de su centro – Pero luego no vas a tener descanso... quiero que lo sepas – el que avisa no traiciona.

Lo siguiente fue sentir como poco a poco algo estaba entrando en ella. Valentina se agarró a los musculosos brazos de su novia y buscó los ojos de la morena inmediatamente. Juliana iba lentamente – Te amo – le dijo para después besarla. Cuando supo que ya estaba totalmente dentro de la rubia la miró esperando aprobación.

Valentina dejó una mano en el brazo de su novia y con la otra agarró la cara de su novia pasando suavemente uno de sus dedos por el labio inferior – Soy tuya, siempre lo seré, haz de mi lo que quieras – Valentina le daba vía libre a su chica.

...

Estaba por llegar la cuarta vez, lo sabía. Podía sentir como Juliana se movía en un ritmo frenético golpeando en ella una y otra vez. Valentina se tuvo que morder el puño para no gritar, y sin darse cuenta entrelazo sus dedos en el cabello de su chica, tirándolo un poco fuerte para su gusto, sabía que estaba llegando al máximo placer. Pudo escuchar como Juliana gemía y al mismo tiempo le sacaba el puño de su boca – Quiero escucharte, quiero saber si te gusta que este así dentro de ti.

- Si – fue lo único que pudo balbucear apenas

- Quiero que hables Valentina – le ordenó

- Sal y vuelve a entrar – pidió

Juliana obedeció y ambas se movieron conjuntamente.

- Como me calientas cuando te mueves así – confesó – sigue haciéndolo, no pares – volvió a ordenar la morena. Parecía que cada palabra que le decía tenía el propósito de llevarla de nuevo a un orgasmo, de hacerlo más intenso y más largo. A esta altura Valentina ya se había olvidado de la cantidad de gente dentro de la casa y gemía y gritaba con total libertad.

- Pídeme más. Me vuelve loca que lo hagas – le suplicaba Juliana

- Por favor bebé... por favor más – obedecía Valentina y la rubia no supo como pero la deportista de alguna forma se introducía más en ella.

- Te amo, amo hacerte el amor, amo tus cara, amo tus gemidos, amo desearte y que me desees. Dime que me amas por favor – volvió a suplicar haciendo cada vez más fuerza sobre la rubia.

- Y lo último que alcanzó a oír Valentina, fue su propia voz diciendo "Te amo". Luego todo se volvió estrellado.

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Chicas hermosas, guapas, preciosas hoy tengo una tarde bastante pesada en el trabajo, así que no podré subir otro cap hoy😔 sorry

XoXo
Queens_JV 🤘🏻😎

PD Juliana me tiene loca 😂😂🔥🔥

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