Amanece, los rayos del sol empiezan a atravesar mi ventana y no hacen otra cosa más que dar directamente en mi cara, con lo que amo que eso pase; entre abro los ojos y vislumbro que ya es de mañana, volteo perezosamente a ver el reloj y, Dios! Es tardisimo. Ni yo misma sé como diablos es que me levanto, me doy un baño, me visto y desayuno en cosa de 45 minutos. Justo voy llegando a la acera, veo el autobús escolar a un par de calles acercándose y a mi amigo T.K esperandome en la parada del autobús. Justo voy llegando cuando...
- si llegué! Waaaahoo!! Lo ves? Te dije que esta vez no llegaría tarde...
- lo veo, Annie... La pregunta es, tú lo ves?
- a qué te refieres? Y es que me doy cuenta... Mis lentes!
Ni siquiera aviso que no tardo, que en seguida vuelvo; subo precipitadamente la escalera de vuelta a mi departamento, justo cuando mi tío abre la puerta. Sólo sé que taclee a mi pobre prima, que empieza a llorar dramáticamente tendida en el suelo cuán estrella de mar. Tomo mis lentes y, mi cartera. Vaya distraída, y vuelvo a bajar; cuando llegó a la acera, sólo alcanzó a divisar la parte trasera del autobús alejarse... Brillante. Muchas gracias T.k. por decirle al conductor que me esperara, eres tan buen amigo... Lo pagarás con creces, rubiecito. Veo la hora, 20 minutos... Bicicleta, no me falles...

7:58am y es que lo logro. Primera llegada puntual, SIN AUTOBÚS en todo el semestre. Estacionó la bici, o algo muy parecido; y entro a clase, al llegar al salón, ya están esperandome como siempre, Tk y Kari, mis mejores amigos, por no decir que los únicos.

- Annie! Estás...
- si Kari. Llegué, y estoy bien...
-Ann...
- Y a ti más te vale cerrar la boca, T.k. ! Tan difícil era pedirle al conductor que me esperara un par de minutos?
- Anya, yo... Sabes que si, que lo hice pero, creó que esa promesa de puntualidad, y que será la última vez pierde validez a partir de la 15* vez que te pasa... O no?
- como sea, sólo un par de años más y tendré esa motoneta con la que siempre he soñado...
- y en serio crees que...
- Kari, mi tío puede que sea difícil de convencer pero... Se que puedo; y mi tía, bueno... Si soy arrollada por el tranvía con todo y moto será la mujer más feliz del mundo. O al menos de todo Tokio.

**** Un día ordinario en la vida de Anya Okoutsu, 11 años. 5* grado ***