Desaparecido

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Unos dias despues, Anya era practicamente la de siempre, aunque solo habia algo que no salia de su mente, de hecho dos cosas ocupaban su pensamiento; la primera era Ken Ichijouji, pues no habian vuelto a cruzar ni siquiera la mirada desde su regreso del digimundo. Lo extrañaba mucho.
La segunda cosa, era algo que la inquietaba desde que estaba en el digimundo recuperandose; la últma vez que se vio con Ken o mas bien con el emperador. Eran varias noches en las que ella soñaba algo curioso, un niño pequeño, de obscura cabellera, tanto que incluso tenia ciertos reflejps azulados; y bonitos ojos brillantes. A veces lo soñaba triste, solitario en un lugar que ella conocía a la perfección, el cementerio de Odaiba; reprochándose que él tenía la culpa de lo que ocurria; otras veces lo habia soñado y escuchaba como lo comparaban con alguien mas, como lo ignoraban... Y pocas veces lo soñó feliz; estaba haciendo burbujas de jabón, cosa que sorprendentemente a ella empezó a llamarle la atención desde entonces y, le habia ayudado a recuperarse. Aunque su duda prevalecía; quien era ese niño? Y porqué le despertaba tanto interés?
A su vez, se sentia confundida; ella seguia sintiendo interés y atracvión por Ken pero, alguien mas empezaba a formar partw de sus intereses. Cierto moreno de obscura cabellera y con unos inseparable googles, fanatico del futbol. Al parecer tambien empezaba a sentir "cosas" por Davis, pero una parte de ella se resistía a aceptarlo, él era muy tierno y detallista con ella, inclusive empezaba a superar a Kari, pero no podía; a sus ojos, seguía siendo su amigo... Ella quería a Ken, tanto como emperador o como él mismo, ella solo quería ayudarlo a salir de todo esto.

Era miercoles por la tarde, casi anocheciendo; y Anya iba por el parque a dar un paseo sola, tratando de poner sus pensamientos y sus emociones en orden. Jodida pubertad; ella tenía toda la culpa de que sintiera esa doble atracción y no supiera que hacer. Después de tres, cuatro, cinco vueltas completas al parque ella se sentía igual de confundida, era hora de recurrir a su segundo escape; se sentó en una banca a la orilla de un lago y se dispuso a dibujar a aquel niño que en varias ocasiones se habia presentado en sus sueños; estaba muy concentrada, pues a cada trazo escuchaba la tierna vocecita de aquel pequeñin que tanta tristeza le provocaba. Remarcaba, sombreaba, borraba y volvia a trazar; estaba tan imersa en su trabajo, hasta que el frio empezó a hacer acto de presencia, se levantó no sin antes dar el ultimo trazo en el detalle de sus... Ojos grises...
Cerró el cuaderno y empezó a caminar de vuelta a casa, pero
- Annie!
- ah, hola Ken...
- qué haces aqui?
- camino... Dije tajante
- si ya lo vi... Vinistw a dibujar, no?
- si... Es aburrido solo dibujar macetas con flores o gatitos y aviones para una niña de 5 años...
- ya veo... Y como sigues? Estás mejor?
- ya... Necesitas volvwr a experimentar en humanos o porqué la preocupación?
- Anya yo...
- ya lo se. Te arrepientes y no quisieras que esto hubiera pasado, no? Te da gusto que esté bien y te sientes mal de no haber estado conmigo; ahora te lo reprochas noche y dia, intuyes mis dilemas amorosos y emocionales sintiendote bien por ellos pues crees llevarla de perder y que yo debo estar con Tk o con Davis a que contigo... No?
- si... No... Qué?
- solo... Solo... Agh! Al carajo todo! Dije en un resoplido y olvidandome de mi orgullo y mi postura de "digna" con una simple patada al suelo y yendome a sus brazos; solo abrazarlo y ya. Un abrazo al que me correspondió, pues llevaba acallandolo desde aquel dia.
- te extrañé mucho Ken...
- yo mas, Annie o... Princesita
- porqué nunca mas fuiste?
- creí que no querias volver a verme... Te lastimé mucho... Dijo en un susurro mientras se hundia entre mi cuello y mi cabellera
- te lo dije antes, y te lo voy a repetir; eres mas que esto, Ken... Tu eres bueno... Y yo te quiero; deportista, super genio, emperador o simplemente siendo tú...
- Ann, yo...
- tengo que irme, muffimon despertará de su siesta y tengo cosas que hacer aun...
- claro...nehm,,,, Anya...
- si?
Seguoamos abrazados, pero de forma algo distinta, mis manos habian bajado de sus hombros a sus delgaditos pero firmes brazos de futbolista, y el twnia las suyas en donde se supone deberia estar mi cintura, nos estabamos mirando fijamente, demasiado cerca, centimetros que se habian vuelto milimetros; nuestros labios apenas rozandose; y asi, con sus labios sobre los mios, musité
- perdón por golpearte... Y por la mordida...
- descuida. Esa Ann no era mi Ann. Nuestra Ann... Aunque...
- aunque qué...?
- si asi eres para morder, como es que...
Sabía para donde iba, que pretwndía; y esta vez era Ken y no el emperador quien ponia mi corazon a desbocarse. Era si o si; solo era cosa de parar la trompita pero...
- tengo que irme Ken, no quiero que nos resfriemos...
- no, ni yo... Pero, asi no te pasará nada; dijo, mientras se quitaba una bonita bufanda color gris que traía con él y la anudaba alrededor de mi cuello... - cuidate mucho, Annie chan.
Y asi, sin siquiera dejarme reaccionar, se fue...

Al viernes siguiente, en clase, fui la unica que notó que él no habia venido. Quizá si se enfermó por mi culpa, pensaba mientras jugueteaba con las barbitas de la bufanda entre mis dedos, me preocupaba. Si tan solo supiera donde vive...
A la hora de salida, ya estabamos por salir cuando, la profesora nos pidió volver a nustros lugares ya que tenian algo importante que decirnos, abrieron la puerta y entro una pareja, seguida de algunos policias y el director de la escuela...
- Buenas tardes, jovenes. Venimos porque... Tenemos algo importante que comunicarles, Ken Ichijouji, uno de sus compañeros, se encuentra desaparecido...
Inmediatamente empezó a haber murmullos por todos lados, nadie podía creerlo. Especialmente yo; al escuchar senda noticia sentí mi corazón latiendo en mi garganta, algo que no sentia desde hace seis años... Desde... Ese dia.
- no puede ser! pero... Como? Dije, acallando los murmullos qie habia a mi alrrededor.
- no lo sabemos, jovencita. Ayer se encerró en su cuarto desde que llegó de la escuela y, cuando emtré a preguntarle si iba a cenar... La mujer rompió en llanto, sin poder decir nada mas.
- aparecerá, señora... Yo lo se... Tiene que... Volver
- si saben algo, o tienen alguna idea de donde esté y ayudarlo a volver a casa, no duden en venir conmigo... Dijo el director. - cuidense mucho, chicos...
No dijeron nada mas y volvieron a salir.

Fue lo ultimo que pude decir, a partir de ahi, me quedé catatónica todo el camino de vuelta a casa sólo jugaba con el nudo de la bufanda una y otra vez; como un gatito con su bola de estambre... A lo largo del camino ibamos separandonos hacia nuestras casas; TK y Kari, que deducian porqué mi falta de habla en todo el camino no hicieron mas que decirme que me calmara, que todo saldría bien y que, aparecería pronto. Una vez que TK se despidiera y se marchara, me quedé sola con Davis quien, aunque vive a unas cuadras de mi casa se ofreció a llevarme hasta la entrada a mi departamento... Yo seguía sin decir nada, y con la vista baja y la mirada fija en la bufanda; una vez que llegamos, me ayudó a sacar mis llaves y a abrir... Justo estaba despidiéndose cuando...
- se que tienes. Te preocupa, verdad?
- si, mucho... Dije apenas y abriendo la boca
- sabemos donde puede estar, cierto? Pero... Volverá. Quiero que regrese, para que tú vuelvas a sonreír... Ya veras como si regresa...
Esbocé una media sonrisa a manera de agradecimiento, mientras el color corria levemente a mis mejillas. Como pudo hacdr eso?
- esa es mi chica. Sonrie.... Me dijo muy de cerca, acomodando un pelito rebelde que colgaba sobre mi frente... Dicho esto, me dio un beso en la punta de la nariz, dio la vuelta y se marchó.
Cuando entré a la casa, mi tio veia el noticiero en televisión, justamente hablaban de la desaparición de Ken
- Ann, ese chico va en tu escuela no?
- si. Hoy nos dijeron que despareció... Voy a mi cuarto...
Me recosté y me cubrí la cabeza con una almohada. Chocomon tamboen se limitó a darme animos y lanzar burbujas intentando animarme; no funcionó.
Al poco rato, mi D3 empezo a sonar y a brillar. Era un mensje.
" no tienes de qué preocuparte. Sabes donde estoy y que estoy bien... Esto tambien fue por ti, por no herirte mas. Cuidate y se fuerte, princesita"

Brillante, ahora no sabia si sentirme mejor o peor...


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