La ventana

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¿Cuántas veces hemos observado ventanas en nuestra vida? ¿Cuántas veces hemos visto pasar una delante de nuestros ojos? ¿Cuántas veces hemos visto una ventana aunque sea indirectamente? ¿O cuando hemos mirado lo que pasa por ellas?, probablemente miles o cientas de ellas, ya sea en la escuela, en el bus, en la calle, en nuestra casa, en casa ajena, etc., siempre hemos visto un montón de ventanas en nuestra vida, pero casi nunca les hemos prestado atención y si lo hemos hecho, solo sería por unos segundos antes de continuar nuestro camino o verlas para ver qué pasa por ellas por aburrimiento o curiosidad, pero casi siempre las ignoramos.

En un día como cualquier otro, Jacobo, un joven estudiante universitario, iba en el bus a la universidad, en una típica rutina matutina, observando por la ventana a su lado izquierdo, las diferentes cosas que pasaban por la ventana, viendo transeúntes, edificios, autos, etc., pero Jacobo creía ver que había algo más por la ventana que veía, como en todas las ventanas que había visto en su vida. Muy pocos conocían esta afición de Jacobo, seguramente porque pensarían que estaba loco, le faltaba un tornillo o que seguro fantaseaba mucho. Pero existía posibilidad que dichas ventanas fueran portales a otras dimensiones que aún no habían sido descubiertos por el hombre. Para Jacobo, era buscar por esos vidrios, una respuesta a eso que no comprendía. Jacobo siempre creyó en dichas teorías de universos paralelos, siempre pensando como serian otras dimensiones u otros mundos.

Al llegar a la universidad, siguió pensando en su teoría, observando más ventanas a su alrededor, hasta ingresar a su salón de clases, donde continuo viendo ventanas, buscando su tan ansiada respuesta, mientras sus compañeros hacían lo suyo, como hacer la tarea a última hora, hablar con amigos, enamorar a la chica que les gustaba o al chico en caso de las mujeres, y otras cosas más, pero a Jacobo solo le interesaba las ventanas. Ya en hora de clases, Jacobo a pesar de prestar atención en las clases y ser un alumno muy aplicado en todo lo que hacía, solo le interesaban las ventanas, sus compañeros no entendían a veces en que pensaba o intentaba pensar, pero no les importaba mucho, ya que Jacobo no se comportaba como un raro ni nada parecido.

Terminadas las clases, Jacobo se dirigió a su casa, de nuevo tomando el bus como siempre, ahí observo ventanas, mientras todos los pasajeros hacían lo suyo, como revisar el celular, otros hablaban entre sí, ya sea por hacer amigos, por querer matar el aburrimiento o por conocer gente nueva, otros peleaban con el cobrador por darle a este una moneda falsa o porque este quería cobrar más y cosas así, pero Jacobo seguía observando su ventana atentamente. Al bajar del bus, se dirigió a su casa, abriendo como siempre la puerta y dejando su mochila en un sofá, comenzando a hacer sus diversas tareas para no hacer todo a última hora. Al terminar, se hecho a dormir, pensando en las ventanas, como siempre.

En sueños, Jacobo estaba en un gran campo, lleno de hermosas flores de todos los colores, pero el cielo estaba oscuro y solo se veía una luz al fondo. Jacobo atraído por esa luz, fue caminando a ver que era. Otras veces había visto esa luz en sueños, pero siempre que quería ir a ver que era, siempre despertaba, pero ahora no, sabía que era su oportunidad. Cuando llego al final de la luz, para su sorpresa era una ventana. Sintió el impulso de abrirla, pero también tenía miedo, pero no negaba que la curiosidad lo mataba. Finalmente se armó de valor y abrió la ventana, viendo todo un universo a través de ella, Jacobo se asustó un poco pero luego vio que no era nada malo, más bien, le gustaba ver dicho espacio, como si las preguntas que tanto se había formulado toda su vida, se respondieran solas delante de sus ojos.

Jacobo despertó de dicho sueño, sintiéndose más feliz que nunca, todas sus dudas habían desaparecido esa noche, al fin encontró la respuesta que tanto buscaba. Ya en la universidad, este cambio su forma de ser, siendo más sociable y ya no tan callado como era, siendo feliz al ver que su pregunta sin respuesta, al fin había sido respondida. Jacobo comprendió en ese sueño que los universos paralelos si existen y que están más cerca de lo que pensamos, pero no les ponemos atención por nuestra vida diaria, porque los ignoramos o porque no tenemos la mente tan abierta para preguntarnos esas cosas.

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