Día cuatro

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Al día siguiente Chaewon se portó más caprichosa que de costumbre. No quería separarse de Yunjin ni por un segundo, se tuvo que saltar el supresor del desayuno y la merienda porque Chaewon observaba todo lo que hacía y si la veía con un supresor empezaría a llorar para no tomarlo, incluso ni siquiera la dejó sola para poder bañarse, literalmente la menor la esperó sentada en la tapa del inodoro.

Ni siquiera hacer sus tareas la deja, pues desde que se levantó Chaewon tuvo la manía de sentarse en sus piernas todo el tiempo, no entendía a qué se debía eso, pero le estaba empezando a molestar. No podía hacer nada sin que Chae la estuviera siguiendo y su paciencia se estaba acabando.

Ahora mismo estaba acostada en la cama con la muchacha sobre ella, estaba dormida pues la convenció de dormir una siesta para que ella pudiera terminar sus tareas, de forma lenta quitó su brazo que la castaña estaba usando como almohada y se levantó de la cama de la misma manera. Salió de la habitación y arrimó la puerta, fue hasta el cuarto de invitados y tomó su mochila para después dirigirse a la cocina para ponerse a estudiar de una vez.

Joder, cada vez que los días pasaban el cuidar a Chaewon se volvió más tedioso y pesado, soportar berrinches no era lo suyo. Agradecía que todavía no haya presentado alguna acción sexual. Lo único "íntimo" que compartían era dormir en la misma cama y besitos en la mejilla, todavía no tenían alguna interacción sexual y Yunjin no estaba mentalmente preparada para eso.

Chaewon era su mejor amiga hace años y por más que esté en celo no podría ayudarla de esa manera, una cosa era ver su cuerpo desnudo cuando la bañaba y otra era verla de forma sexual. No podía ver a su reservada amiga como algo sexual, no podría ayudarla a satisfacer su deseo sexual que llegaría en algún momento.

Sabía que eso pasaría dentro de poco pues el departamento entero olía chocolate blanco y algo así como cupcake, el aroma era simplemente dulce y embriagador, el aroma de su amiga estaba impregnado en su ropa y en ella, sumado a que estaba mucho más cariñosa que antes. Joder, ¿cómo haría para cuando ese momento llegue? Porque no creía que Chaewon quisiera usar sus... juguetes.

Además parecía que odiaba a Hanni, cada vez que venía a entregarle las tareas Chaewon le gruñía y se comportaba de una forma extremadamente posesiva. Incluso llegó a morderle el cuello cuando estaba distraída, todavía tenía los pequeños colmillos de la bajita marcados en su piel.

Habían pasado casi dos horas y todavía no terminó, le faltaba poco, pero necesitaba terminar todo antes de las ocho de la noche pues a esa hora Hanni pasaba a buscar su tarea para llevarla a la universidad al día siguiente.

—Alfa... —la adormilada voz de Chaewon la hizo suspirar de cansancio.

—¿Qué pasa, Chae?

La omega se acercó.

—Mimos...

—Ahora estoy ocupada, Chae —dijo para volver a su tarea. La omega hizo un puchero

—Pero alfa...

—Chaewon, estoy ocupada ahora —suspiró—. Más tarde te doy todos los mimos que quieras, ¿si?

—¡No! ¡Ahora! —gritó frunciendo el ceño.

—Chaewon, basta.

—¡Mimos, alfa! ¡Ahora!

¡Te dije que no! —gritó usando su voz de mando logrando que la chica se encogiera en su sitio—. ¡Estoy ocupada!

Chaewon se encogió en su sitio debido al miedo, sintió sus ojos picar y al poco tiempo sus mejillas se inundaron de lágrimas llorando en silencio. Yunjin relajó sus facciones y al darse cuenta de lo que hizo el pánico se instaló en su pecho.

—No, no, cosita, no llores, ¿si? —dice acercándose, pero esta retrocedió por el miedo. Chaewon tenía la cabeza agachada, sus hombros estaban encogidos y sus manos casi a la altura de su pecho—. ¿Quieres mimos, no? Bueno, vamos al sillón y...

Chaewon negó con la cabeza y salió de la cocina mientras sollozaba.

Yunjin rápidamente agarró su celular y buscó el chat con Kazuha.

Contacto: Zuha


La cagué.

Zuha
¿Qué mierda hiciste?


Tal vez... usé mi voz de mando con Chaewon cuando quería mimos y tal vez la hice llorar...

Zuha
Quiero golpearte ahora mismo.


¡Dije que tal vez!

Zuha
¡NUNCA tienes que usar tu voz de mando con una omega en celo!

¡Todo el mundo lo sabe!


YO NO SOY TODO EL MUNDO.

Zuha
PERO TE LO ESCRIBÍ EN EL PDF QUE TE MANDÉ, IMBÉCIL.

¿Lo leíste al menos?


...Sí

Zuha
¡Huh Yunjin!

TE DEJÉ A MI BEBÉ EN TUS MANOS.


YO LA CONOCÍ PRIMERO.

Zuha
YO LA CUIDÉ EN SUS CELOS.


DEJA DE GRITARME Y DECIME QUÉ HACER.

¿O QUÉ? ¿NUNCA LE GRITASTE A UNA OMEGA EN CELO?

Zuha
NO.

Dios, simplemente trata de darle lo que quiere.

Si quiere mimos, dáselos, PERO HÁBLALE BIEN, ALFA PULGOSA.

Trátala con dulzura, Chaewon en celo es DEMASIADO sensible.

No es como la Kim Chaewon normal que te da una patada en los huevos por gritarle.


Bien, gracias Kazuha.

Zuha
Si no puedes, llámame e iré en seguida.

Yunjin dejó su celular en el bolsillo trasero de su pantalón y salió de la cocina caminando hasta la habitación. Abrió la puerta encontrándose con Chaewon enredada en las sábanas, su llanto se podía escuchar claramente y eso hizo que el corazón de la pelinaranja se encogiera, se acercó a la cama y se sentó al lado suyo.

—N-No...

—¿No? ¿Por qué no?

—Alfa tonta —susurró.

Yunjin rió bajito.

—Pero si no me dejas verte no podré darte mimos y si alfa no puede darte mimos se pone triste.

Chaewon dudó un poco, su omega se sentía lastimada y sobre todo rechazada, Yunjin le daba besitos en la mejilla cuando hacía algo bien y pensaba que estaba siendo una buena omega, pero cuando le gritó todo ese lindo sentimiento se fue al caño. Su corazoncito se rompió y su loba se puso muy triste. Yunjin soltó un pequeño suspiro de decepción y estuvo a nada de irse, mas Chaewon quitó las sábanas dejando ver su cara roja y sus ojos hinchados.

—Mira tu carita... —murmuró triste—. ¿Qué te parece si vamos a lavarte la cara y luego te doy muchos mimos?

—Sí...

Yunjin sonrió y la ayudó a bajar de la cama. Se estaba empezando a preocupar pues las piernas de Chaewon estaban fallando más seguido ahora y la fiebre y los cólicos eran más constantes, luego de ir al baño volvieron a la habitación para su sesión de mimos. Yunjin se quedó sentada en la cama con Chaewon en su regazo y su cabeza en su hombro inhalando el aroma de la extranjera.

Yunjin estaba acariciando el claro cabello de la contraria mientras que con su otra mano pasaba levemente sus cortas uñas por su espalda, Kim esta soltaba pequeños "ronroneos" y sus ojos estaban cerrados disfrutando de las caricias, pero en un momento se separó y observó a Huh directamente a los ojos, colocando sus manitas sobre sus hombros. Yunjin estaba confundida porque no entendía qué era lo que la menor quería hacer, pero vería hasta donde llegaría.

La omega se fue acercando tímidamente hasta sus labios hasta que dejó un rápido pico ahí.

Yunjin se sorprendió y se alejó unos centímetros, estaba desconcertada pero su loba aullaba de felicidad y deseaba probarlos por más tiempo. Ver los labios cerezas de su amiga solo enloquecían más a su loba.

Sin pensarlo la tomó de las mejillas y volvió a juntar sus labios pero esta vez en uno más prolongado, disfrutando de sus labios juntos, de sus sabores tan adictivos y cómo encajaban increíblemente bien. Como si hubiesen sido creados para estar juntos.

Yunjin casi se derrite por el delicioso sabor de los labios de Chaewon.

El beso empezó a ir más allá, en algún momento las mordidas aparecieron y sus lenguas entrelazándose abriéndose paso en la boca ajena, el calor comenzó a aumentar en sus cuerpos, sus manos acariciando la piel que estaba expuesta.

Chaewon sintió como su lubricante natural empezaba a salir, inconscientemente comenzó a mover sus caderas sobre la entrepierna de su alfa y solamente en ese momento su mente volvió a la realidad. Se separó de Chaewon sacándola de su regazo a la vez que se levantaba rápidamente de la cama mientras negaba con la cabeza.

—No, no, no, no, no —dice dirigiéndose al cajón donde estaban los juguetes de Chaewon, sacando uno y lo lanzó golpeando accidentalmente la cabeza de la omega—. No, no ¡no!

—P-Pero alfa...

—¡Usa eso! —gritó nerviosa—. ¡Úsalo, p-porque si lo haces alfa estará muy feliz y t-te dará un regalo! ¿Quieres? ¡Cuando termines me llamas! —y cerró la puerta de un portazo.

Chaewon asintió levemente, algo confundida, ¿por qué su alfa reaccionó así?

Por otro lado, Yunjin estaba en la cocina tirando de sus cabellos a punto de entrar en crisis y a hiperventilar.

—¿Qué carajo pasó ahí? —gritó en un susurró para sí misma.

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