—Todavía te amo, Seungmin y siempre te amaré.

Esas palabras están sonando en la mente de Seungmin, se siente como si estuviera funcionando mal en este momento y esas palabras son lo único que conoce. Se congeló en su lugar, y si Hyunjin no lo estuviera abrazando, probablemente esté en el suelo ahora, golpeándose la cabeza o algo así.

—Sólo dime que tú también sientes lo mismo y te prometo que no fallaré por segunda vez —susurró Hyunjin una vez más, cerrando los ojos con fuerza mientras se atascaba más en la situación. Suspiró.

—No puedes decir que me amas así como así —, murmuró Seungmin. —Quién sabe si estás mintiendo de nuevo, ya me has mentido, la posibilidad de que vuelvas a mentir es alta —señaló, no está enfadado, pero suena como si estuviera cansado, cansado de pensar demasiado.

—No estoy mintiendo, todo este tiempo has sido tú, Minnie. Eres el único, a pesar de que mis padres me han puesto en contacto con varias chicas antes, no me importan porque siempre serás tú. Por favor, créeme —suplicó Hyunjin, abrazando a Seungmin aún más fuerte, que pensó que lo aplastaría.

El latido del corazón de Seungmin se aceleró, esa sensación de perder el aliento todo por una sola persona. Sintió que sus ojos empezaban a lagrimear mientras todas las frustraciones, y los pensamientos negativos inundaban su mente, sus emociones retumbaban mientras su mente fallaba en procesar la situación. Todo lo que Seungmin sabía es que estaba cansado de ser herido.

—No quiero sentir ese dolor y esa soledad... o-otra vez —Seungmin no pudo detener sus lágrimas y ahora ya está llorando, mojando el traje de Hyunjin a quien no le importa.

—Te odié tanto, ¿sabes? —Seungmin lloró más. —P-p-pero... ¿por qué ahora no puedo? ¿por qué eres... a-así? —lloró, golpeando y empujando a Hyunjin con los dos puños, pero el último sólo lo cogió. Los golpes y puñetazos de Seungmin no son realmente hirientes, sólo parece alguien que está agitando su brazo ahora mismo.

¿Por qué? Ya han hablado antes, y están bien ahora, ¿verdad? Pero Seungmin sólo siente estas emociones ahora. La primera vez que lloró tanto desde que se reconcilió con Hyunjin. Todas las frustraciones, el odio, la tristeza y todo sólo se están liberando ahora. Seungmin pensó que darle una segunda oportunidad a Hyunjin haría que todo fuera mejor entre ellos, pero no, porque Seungmin no ha perdonado realmente a Hyunjin. Aún no lo ha dejado ir, sigue atascado en el pasado, sin pensar que está en el presente ahora y podría mirar hacia el futuro.

—Lo siento mucho. Lo siento —Hyunjin siguió susurrando disculpas a Seungmin que seguía llorando mucho, su cuerpo temblaba al llorar demasiado.

—No quiero que me dejen solo otra vez. No quiero que me hagan daño otra vez. ¡No quiero que todo lo que pasó entre nosotros vuelva a pasar! —Seungmin gritó lanzando golpes a Hyunjin.

Todo este tiempo, fue el miedo a quedarse solo y ser herido de nuevo lo que mantuvo a Seungmin en la negación de sus aún obvios sentimientos por el mayor. Un instinto natural de mantenerse alejado y la negación sólo para mantenerse alejado del dolor.

Seungmin se calmó y dejó de lanzar golpes y puñetazos a Hyunjin, pero sus hombros aún tiemblan, sigue sollozando y le siguen cayendo lágrimas de los ojos.

—Lo siento, por favor perdóname —susurró Hyunjin, suena como si hubiera hecho lo posible por decir esas palabras sin quebrarse. Se apartó de Seungmin y le sostuvo de los hombros. Seungmin bajó la cabeza, evitando el contacto visual con Hyunjin.

—Seungmin, por favor... —Hyunjin susurró de nuevo, su esperanza está empezando a temblar ya que Seungmin ni siquiera levantó la cabeza.

Hyunjin suspiró y soltó los hombros de Seungmin —Está bien, lo entiendo —murmuró y respiró hondo para no llorar, pero no esperaba que Seungmin le cogiera la mano cuando estaba a punto de dar un paso atrás.

—Seungmin...

—Te perdono —, declaró Seungmin en voz baja antes de mirar a Hyunjin y encontrarse con él. —Esta vez es verdad, te perdono, Jinnie.

Y Hyunjin no pudo contener sus lágrimas cuando Seungmin fue el primero en abrazarlo. Este sonrió, enterrando su cara en el pecho de Hyunjin cuando este último lo abrazó, fuerte. Seungmin siente que un pesado peso de su corazón se levantó y ahora se siente tan libre, como si fuera un nuevo comienzo. Seguramente es un tormento cuando no se perdona a alguien.

—G-gracias —Hyunjin tartamudeó,  Seungmin puede sentir su hombro empapado con las lágrimas de Hyunjin, pero no le importa.

Se quedaron así durante unos diez minutos hasta que sintieron que sudaban. Se separaron del abrazo, y ahora se sienten muy incómodos. Ambos habían dejado de llorar, pero ahora son demasiado tímidos para mirarse, pero Hyunjn fue el primero en hablar, aclarando su garganta y mirando a Seungmin.

—Todavía te amo, Minnie —confesó una vez más, llamando la atención de Seungmin. —No me cansaré de repetir esas palabras hasta que digas que tú también sientes lo mismo por mí —añadió, con determinación en su voz.

—Entonces, dime... —Hyunjin se alejó, dudando en decir sus siguientes palabras, pero respiró profundamente antes de continuar, —¿todavía me amas?

Los ojos de Hyunjin se abrieron cuando Seungmin asintió como respuesta sin pensarlo dos veces. Hyunjin buscó en la cara del joven un indicio de broma o de mentira, pero no lo hubo.

—Sí, todavía te amo —respondió Seungmin y le dio una sonrisa genuina. La primera vez que le sonrió a Hyunjin después de todo lo que pasó.

—¿E-en serio? —tartamudeó Hyunjin, con los ojos llenos de lágrimas una vez más.
Ahora que había perdonado a Hyunjin, no tiene sentido negar sus verdaderos sentimientos. Seungmin se detuvo y extendió la mano para secar las lágrimas que caían de los ojos del chico frente suyo, con su pulgar antes de darle una dulce y genuina sonrisa.

—¿Cuál es el punto de negarlo? Cuando todo este tiempo eres el único hombre que amé, Jinnie —, dijo Seungmin en voz baja, ganándose otro par de lágrimas frescas de Hyunjin. Seungmin frunció el ceño.

—¿Por qué lloras? ¿Me confieso y tú lloras? —se quejó, sacó su pañuelo del bolsillo del jean y lo usó para limpiar las lágrimas de Hyunjin de su cara.

El mayor se rió, —Sólo estoy feliz —, respondió. —¿No estoy soñando? No esperaba obtener esa respuesta de ti, pensé que dirías que ya no me amas —y entonces volvieron las lágrimas. Seungmin chasqueó la lengua.

—Jinnie, ¿no fui yo a quien dejaste y heriste antes? Debería ser yo quien llorara ahora mismo, ya sabes —, dijo en broma.

—Lo sé, lo siento. No volveré a cometer el mismo error —, gimoteo Hyunjin, usando el dorso de sus manos para secarse las lágrimas.

Seungmin se rió. Ah, nunca me había sentido tan feliz antes, aparte de estar con Jino. Pensó. Fue a abrazar a Hyunjin, quien se apresuró a devolverlo.

—Te amo, y confío en que no me harás daño y me dejes a mí o a Jino —Seungmin asegura a Hyunjin.

—Te amo y te prometo que seré un buen padre para Jino y un buen marido para ti —, respondió Hyunjin. Ahora que ha dejado de llorar y tiene la seguridad de que volverá a ser su coqueta y dramática persona.

Seungmin lo miró y le golpeó el hombro. —¿De qué marido estás hablando? —exclamó, pero se le veían los rubores en las mejillas.

—¿Qué? Somos básicamente como una pareja casada ahora, yo ahora soy un papi y tú eres un papá —explicó un poco en broma. —¿Quieres casarte incluso antes que Minho hyung y Jisung? —levanta las cejas juguetonamente.

Seungmin se puso aún más rojo, si es posible, ya que rompió el abrazo y empujó a Hyunjin que se rió. —Nadie se va a casar antes que esos dos —, dijo.

Hyunjin sonrió con suficiencia. —¿Así que quieres que nos casemos después de ellos? No es una mala idea —, dijo asintiendo con la cabeza.

Seungmin gimió y sacudió la cabeza con incredulidad. —Estás pensando muy a futuro, cállate —dijo y se dejó caer en el sofá, Hyunjin se dejó caer a su lado y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Seungmin, este último le miró fijamente.

—Sólo bromeo... pero si quieres... si nos casamos, no seré sólo el papi de Jino, podría ser tu papi también —Hyunjin se alejó juguetonamente, ganándose un pequeño golpe por parte de Seungmin que se puso rojo brillante una vez más por sus palabras. Hyunjin, siendo su yo dramático, exageró una vez más, ganándose una mirada de Seungmin.

—Eres asqueroso, cállate o Jino y yo no nos mudaremos contigo —amenazó Seungmin.

—¡Oops! No dejaré que eso suceda, ustedes dos se mudarán a la primera hora de mañana y trabajaremos para cambiar el apellido de Jino por el mío, Hwang —declaró Hyunjin, Seungmin mirándolo desconcertado.

—¿Tan rápido? —exclamó incrédulo, Hyunjin asintiendo con la cabeza.

—Sí. ¿Qué? Tus cosas en tu apartamento podrían seguir el mismo camino, enviaré a alguien para que las recoja y las lleve a casa y por supuesto, el apellido de Jino debería cambiarse lo antes posible, ya sabes —explicó Hyunjin, terminando la conversación.

Seungmin asintió con la cabeza y dijo un simple: —Bien, si tú lo dices —antes de apartar la timidez e inclinar la cabeza sobre el hombro de Hyunjin.

—¿Tienes hambre? Es casi la hora del almuerzo, no puedo creer que hayamos hablado durante casi cuatro horas —dijo Hyunjin, revisando el reloj digital de su oficina.

—¿Deberíamos comer ahora? —preguntó Seungmin, sentandose derecho, en el fondo sólo quieren estar cerca, pero necesitan almorzar.

—Sí, de todas formas ya es mi hora de almuerzo, vamos... —Hyunjin se levantó y ofreció una mano a Seungmin que la tomó con gusto, y Hyunjin no soltó sus manos hasta que llegaron al restaurante y tuvieron que sentarse uno frente al otro.

Seungmin vio como Hyunjin ordenaba para los dos, el camarero enumeraba todos los alimentos que Hyunjin ordenaba. Seungmin sólo podo darle una sonrisa a Hyunjin una vez que terminó de ordenar, un pensamiento en la mente de ambos:

Gracias a Dios por darmelo.