Capítulo 11

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Roxxan

Los rayos del sol pegan contra mi cara; anoche llegué tan agotada que no tube tiempo de cerrar las cortinas.

Estiró mi cuerpo, hace tiempo que no duermo así de bien. Poco a poco se me vienen imágenes de  Duvan y yo haciendo... Tapó mi cara con mis dos manos. ¡No puedo creer lo que hemos hecho!, nos olvidamos del mundo, creo  que no pudimos resistir, ¿qué fue lo que me hizo actuar de ese modo? ¿Se supone que lo odiaba?. 

Ese deseo tan irresistible. No me podía negar y si lo hacía, iba a seguir igual o hasta peor que antes.

Muerdo mi labio, dejó reposando un brazo sobre mi frente, todavía no me creo que él y yo hayamos cometido tal locura, quiero olvidar por completo quienes nos rodean.

Me siento en la cama, se que esto no debe continuar, esto es... Demasiado inmoral pero.. Valió cada maldito segundo que estuvo conmigo, ¿hace cuánto que no me sentía así? Ni siquiera con el padre de mi hijo.

Abrazo mis rodillas, parezco una adolescente con sus revoltijo de mariposas en la panza y un nudo en la garganta tan enorme que no lo puedo resistir.

Ese hombre me mata, ¿cómo es que pudo llegar hasta aquí él? ¡Se suponía que me caería mal! No me lo dejó de repetir. 

Estoy cambiando de pensamientos muy rápido. 

Pero no me callo mal en su momento de placer.Todavía lo siento tan presente en mi mente, sus manos en mi cuerpo.

Aaahhh... Que estoy haciendo, estoy deseando un hombre ajeno,   ¿pero que hice? No entiendo la lógica de la vida. 

Tomó una ducha, me comenzó a acomodar y salgo de mi habitación; en el comedor ya estaba Reyk. Había preparado el desayuno, le sonrió, acarició  su cara y le doy un beso en su cabeza. 

Él me queda mirando con una ceja arriba. 

—¡Estás de buen humor! —me dice. 

—Siempre cariño, siempre lo estoy. 

—Si tu lo dices — termina de comer y sale del apartamento. Voy detrás suyo. 

—Te llevo. —le digo, él me mira y asienta en afirmación. 

—Bueno —ambos subimos al auto y nos encaminamos a su colegio. 

—Hijo —él me mira, sacó de mi guantera un pequeño regalo para él —Feliz cumpleaños —él me mira sorprendido. 

—¡Se me había olvidado!, con el trabajo final se me pasó lo de mis cumpleaños. 

—A mi jamas se me olvidará tu cumpleaños hijo mío, por que fue el día más feliz de mi vida, el que tu hayas nacido fue lo mejor que me pudo haber pasado —además de que, ese momento lo recordaré siempre ya que, a parte de ese instante, luche con mis fuerzas para que a él no le faltara nada, luche contra todo el mundo para que él naciera y no le faltara absolutamente nada. 

—Gracias, ¿puedo? —asiento, parque el auto en la entrada del colegio. —Esta bonita — es una cadena de oro muy fina, y un poco delgada, es bastante delicada, tiene su nombre en este, y en la letra R del dige en  su nombre, justo el punto tiene una pequeña  Esmeralda ya que sus ojos son del mismo tono que los míos. 

—Te amo hijo, mereces eso y mucho más —le doy un abrazo y un beso en la frente —Ve, que se te hace tarde. 

—¿Vienes a mi partido? —asiento —Recuerda que es al medio día, te espero madre. 

Cierra la puerta, sonrió ante su despedida, Reyk es un niño muy hermoso, tanto por dentro como por fuera. 

Pongo mi vista al frente y Enciendo mi auto, miro hacia un lado e iba corriendo Emma con una bolsa de regalo sonrió, cuando uno es joven. 

Comienzo a moverme cuando... Veo a Duvan despidiendo a su hija pequeña, de un momento a otro su mirada se conecta con la mía, le sonrío de medio lado y,  me despedí de él sin hacerlo notar mucho, él hizo lo mismo. Su hija ya había ingresado al colegio. Veo que él me vuelve a  sonreir. 

Aceleró para ir a uno de los establecimientos, debía hacer una modificaciones que me pidió Cloe en un mensaje de texto, así que...  

Bueno manos a la obra. Nuestras empresas no se moverán solas.  

.......

Duvan

Había llegado a la empresa. La verdad me siento tan liviano como si de caminar en la nubes estuviese, aunque es así.

Amanecí de las mejores energías que se pueda tener en una mañana, hasta saludo al personal, todos me miran aterrados y bastante asombrados.

¿Qué? ¡Es que los he  tratado mal a todos  o que!.

Tomó el ascensor y subo hasta mi oficina, abro esta y mi secretaria me recibe con varios  documentos y mi taza de café, como siempre ella pensando en su jefe.

—Buenos días señor Rodriguez, aquí le traigo su agenda del día, aquí están anotados los costos y las reuniones.

—Gracias —tomo los documentos, le sonrió, ella se asombra.

Me ha  pasado los documentos respectivos de cada área de la empresa  que debía revisar, después tendría dos reuniones, una de socios y otra con los empleados, termino de acomodar varios documentos, decido beber una copa y relajarme un poco en la mini sala de mi oficina.

Y mi hora de tener paz y tranquilidad se acaba al momento que ingresa sin anunciarse… Antony 

—Oye hermano, eres el tema de los chismosos, ¡llegaste de buen genio!, esta vez si te dieron cariño. —se burla, y en parte tiene razón solo que… bueno. Solo que es gracias a otra persona.

—Cállate y ponte a trabajar. Deja de escuchar lo que dicen, solo saben perder el tiempo.

—Pero viniendo de ti. Todos aquí se dan cuenta. Eres muy popular señor Rodríguez —pongo mis ojos en blanco.

—Soy su jefe, tarado —me paro de la sala y caminó hasta mi escritorio —Empezando que aquí del que más hablan es de un cuatro ojos que conozco por ahí —lo miro con disimulo, se sonroja.

—Pues no lo disimulas tanto y qué mal chiste. — Antony  se cruza de brazos

Continué con mi trabajo mientras mi amigo revisaba una documentación en la sala de mi oficina. Revise uno que otro y deje mi trabajo al día, reviso la hora, ya debíamos ir a la sala de reuniones.

—Está todo listo, vamos que nos esperan. —exclame caminando con los mis documentos ya firmados.

—Si, una última firma jefe y salimos. —role mis ojos, Antony es... Respiro hondo, no dejaré que dañe eso hermoso que paso, anoche.

—Jefe, jefe, pobrecito el pobre —me burlo.

—¿Y qué tiene de malo decirte así? Eres mi jefe al fin y al cabo —me mira mi amigo.

—Nada Antony , solo vamos.

Salimos de mi oficina y nos encaminamos a la sala de reuniones, al ingresar todos nos  estaban esperando, faltaban cinco minutos para  comenzar, pero mejor iniciamos, entre más rápido mejor para mi.

—Buenas tardes  a todos, es una dicha tenerlos nuevamente en nuestras  empresas, nos hemos reunido por que se nos une una multinacional con el fin de extender más nuestra marca por fuera de los Estados Unidos, no me convence en algunos lados así que... —miro al señor que se nos va unir —Le damos la bienvenida a nuestra familia de negocios a,  Burgos Smith — él levanta su mano al aire  y los medio saluda. Es bastante serio —Él será parte de nuestra organización y...

—No sólo yo— me interrumpen — También mis nietas, ella desean invertir en este nuevo proyecto. Y los yernos están de acuerdo.

—Me parece perfecto. Ahora lo discutimos en mi oficina. —él asiente en afirmación.

Otra familia completa discutiendo negocios conmigo, vamos a ver que proponen para ver qué dispongo con ellos.

Continuamos la reunión, hablamos de las reglas y las ganancias de este. A cada uno de nuestros socios les ha ido bien en sus negocios, han tenido sus ganancias y por eso continúan conmigo.

Al terminar la reunión, me despedí de todos y me encamine a mi oficina con el señor Smith. Al ingresar le pido que se siente.

—Señor Smith ¿Desea beber algo, un poco de té o una copa? —él niega.

—Quiero saber si a usted le gusta la  unión que propuse. No se lamentará, mis familias tienen más posición y somos más adinerados que los que estaban en esa sala de reunión, y somos igual de adinerados, a la familia completa nos ha llamado la atención de trabajar con usted señor Rodríguez, su familia también es muy conocida en el mundo.

—¿Y por qué aquí en Estados Unidos, tengo una empresa en Londres? Además que es la principal.

—Por qué hay algo de lo que nos enteramos y debemos hacer algo por esta cuestión que no te diré, así que, necesitamos estar cerca, además no está mal hacer negocios por primera vez con una empresa como la suya, debe ser multinacional e internacional como nuestras empresas, debes seguir escalando, muchacho.

—Y así siempre ha sido, señor Smith. —no se por que, pero sus palabras me dan una mala espina, aunque en cierto modo, tiene la razón, hay que continuar escalando, crecer más de lo que ya he crecido.

—Tu empresa solo es conocida en dos continentes, te falta aún mas.

Este señor te deja seco en palabras, es demasiado terco y testarudo. Pero de algo si se es, que busca algo y se ve que es de esas personas que hasta no obtener lo que  quieren no descansan e insisten hasta que esa persona pierda la Cordura completamente, me da mucha curiosidad ese señor… Así que 

—Entonces así quedamos, programare una reunión con sus familiares. Mi secretaria les estará llamando.

—Así que damos muchacho, feliz tarde. —sale de la oficina, suelto un poco mi corbata y respiro profundo para luego botar el aire.

Señor Smith, me causa mucha curiosidad, además… Sus ojos me recuerdan ha… Roxxan.

¿Cómo estará ella?. ¿Será que me estará pensando?. Pero que cosas me estoy imaginando.

......

Roxxan

El día se me pasó volando y ni siquiera me di cuenta, en la mañana revisé los establecimientos como me lo pidió Cloe, después fui a ver a mi hijo quien ganó, como siempre, suspiro profundamente; revisó la hora. Ya eran las nueve de la noche. Estoy como siempre en mi última clase.

Las chicas hoy estaban de buen humor y con muchas ganas de aprender, tanto así que, les fue super bien. Habían pasado por fin su etapa final, después de haber pasado  un mes al siguiente nivel.

Continúe con la clase y no me fije  nuevamente en la hora, reviso está, ya eran las diez de la noche, me había cojido la noche y estoy muy cansada, quiero llegar a casa.

—Listo  Chicas esto es todo por hoy, recuerden descansar, nos vemos —todas aplauden y comienzan a empacar sus cosas, al ver salir a todas. Recojo toallas, basura, botellas y las dejó en la mesa para que al otro día la que nos asea la academia arregle este pequeño desorden.

Apago luces, subo a mi oficina, le marco a Clara desde allí.

—Querida ya te puedes ir, voy a revisar unas cuentas y cierro vale, ve y descansa mañana nos vemos a las nueve de la mañana —cuelgo la llamada y comenzó a trabajar para acabar más rápido, no quiero llevar trabajo a casa, es muy agotador además, ni lo hago.

Al cabo de unos minutos tocan la puerta —Adelante —sigo inmersa en mis documentos, chequeo y cuentas —Clarita te dije que... —perdí mi aliento, no se en que momento llego hasta aquí.

Estaba besando mi cuello, todos mis vellos del cuerpo  se erizan, mi corazón se acelera y mi garganta se seca, son demasiadas sensaciones.

—Hueles bien. Me gusta como hueles. —me sonríe, estaba coqueteando, que adorable.

—Y eso que  estoy sudada, ¿te gusta el Sudor?.

—Si viene de ti, si.

Me paro de la silla y lo alcanzo, me empino un  poco ya que, es más alto que yo, paso mis brazos por su cuello y nos besamos, ambos jadeamos, creo que nos extrañamos mutuamente. ¿Qué es esta sensación?, ¡porque deseo verle!

—Pensé que no estarías y que de buenas veo que tu recepcionista iba saliendo.

—Es la única que sabe que vienes a esta hora, ya hable con ella para que me guarde el secreto.

—Ella te quiere mucho.

—Y es demasiado leal, le ayudó bastante en su hogar. Su madre está muy enferma.

—Eres un encanto, Roxxan —me carga y me sienta en mi escritorio.

—Esto es  para trabajar, no para... —me deja sin habla, este hombre me vuelve loca, sus ojos brillan, los tengo tan cerca de mí que me ha robado el aliento. Sonrió de medio lado, esta vez no le toca a él. Si no a mí.

Lo empujó y lo siento en la sala —Ahora me toca  a mi darte placer. Siéntete cómodo.

Comienzo a retirar su corbata, se la colocó en sus ojos —Así es más placentero —paso mi lengua por sus labios, lo bueno es que Duvan ha se había quitado su saco. Así que solo es quitar su camisa, botón por botón, él acariciaba mis piernas, con solo  sentir ese tacto hace que mi sangre se suba a la cabeza.

Le retiró la camisa y la tiro por ahí. Acarició sus brazos muy bien trabajados,   beso cada centímetro de sus brazos, dedos, pecho y cuello. Más de una vez Duvan me regala sus suspiros. Paso mi lengua por su pecho él se tensa, sus venas están que estallan, se veían bastante brotadas y ni  decir de su amigo, quiere ya salir de su refugio.

Tomó entre mis manos su correa y se la quito, me separó de su cuerpo, le ayudo a quitarse el  pantalón y sus boxers, aprovecho para quitarme mi ropa y quedar con mi única ropa interior, mis bragas de color rojo.

Tomó con mis manos a su amigo, él estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya estaba encima suyo, reí  por lo bajo.

Me arrodilló, y comienzo a jugar con su amigo, ya que estamos más cómodos en mi oficina, puedo notar cada detalle del cuerpo de Duvan. Y  la verdad este hombre es perfecto, se ve que se cuida, le gusta el ejercicio, tiene su piel bien cuidada, además de…

Niego varias veces, no pensaré más en ello, no...

Sin pensarlo más. Meto su miembro a mi boca, le doy sexo oral, él no se  lo esperaba, esta sorprendido, ¿será que es primera vez que se lo practica?, en fin, continuó con mis movimientos.

Él se agarra de los antebrazos  del mueble. Lo está disfrutando. Su respiración se agita. Su cuerpo se llena de sudor y tan solo estoy haciendo un poco suave, poco a poco voy incrementando mis masajes y mi movimientos con mi boca, acarició su pecho con mis manos, después bajó para tomar sus dos bolas entre mis manos, Duvan gruñe con fuerza, paso mi lengua por su erecto pene de abajo hacia arriba; subo y bajó hasta llegar a sus bolas, las introduzco en mi boca y las chupo, Duvan no aguanto y solto un fuerte gemido, detrás de mi nombre. Me asombro.

Eso me puso muy  ardiente, termino con mi trabajo, vuelvo a meter su pene en mi boca y lo estimuló aún más, hasta que...

—Roxxan, no aguanto.. —jadea con fuerza

—Déjate llevar.

Continué con mis movimientos, hasta que él se vino dentro de mi boca, es espectacular, jodidamente rico, es una sensación  única para  nosotros, es primera vez que hago esto. Pero  más mía, aunque, esté hombre está experimentando cosas que jamás había vivido, se le nota.

Bebo su néctar, no estaba tan agrio, al contrario, estaba medio dulce.

— Alto —trata de quitarse su corbata de sus ojos —No te lo quites, no he acabado. — él sonríe con picardía. Tomó un trago, lo bebo de una, serví  otro y se lo doy a él. — Continuemos con el juego.

Me retiro mis bragas y me posicionó en  encima suyo e introduzco su pene en mi vagina, cuantas sensaciones tan infinitas puedes vivir a su lado. Esto es un sin fin de sensaciones.

—Esto es exquisito, sigues apretada Roxxan, esto es... —lo callo, lo beso desaforadamente. Él no debe saber que es mi segundo hombre en mi vida y por lo visto, yo soy su segunda mujer, pero eso no quita de que este hombre esté  casado y yo... Yo solo soy su amante.

Suena feo pero, es la realidad, pero la verdad. Poco me importa ser su amante, él sacia toda mi sed, me hacía falta todo esto. Además,  la adrenalina que vivimos juntos es única...

Duvan se quita la corbata de sus ojos me toma entre sus brazos e incrementa sus embestidas estallando dentro de mi nuevamente, ambos nos abrazamos, él acaricia mi cuerpo, mi espalda, piernas, cuello y ahora mi cara, me da un suave beso en la punta de mi nariz.

—¿Qué hago con todo esto que siento por ti, Roxxan? — toma mi mano y la coloca en su pecho —En poco tiempo, tu... —coloco mi mano en su boca y niego, no quiero escuchar más. Él no puedo... Estoy muy confundida.

Coloco mi frente en la suya —Debemos irnos, ya esta tarde.

Nos duchamos rápido y salimos de la academia, creo que no acabé con mi trabajo, me tocó llevarlo a casa y  despertar temprano para acabarlo, debía pasar todo esto a Britany

Él se despide de mí con un apasionante beso, espera a que me suba al auto y avanzó, hasta perderme de su vista, vuelvo a sonreír, muerdo mi labio, en verdad ese hombre me comienza a gustar.

¿Está mal desear a un hombre ajeno? Bueno si ya lo tomé… que tan malo puede ser que me guste.

...............
Continuará
..............

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