Roxxan

Salir ahora mismo de Pink Love es demasiado difícil; Tomas y su hermano estan muy cerca de nuestra entrada, noto que Tomas discute, pero... ¿Por qué si apenas llego?.

—¿Crees que busca a alguien en específico? —me saca de la burbuja Cloe, Niego sin entender. —Si, mira su reacción, quien sabe a quién busca.

—Pero, ¿por qué en un lugar como....? —Cloe y yo nos miramos a los ojos —¿Será que él..?

—No Roxxy, lo dudo. No, no creo. Será... No. —ambas levantamos nuestros hombros y volvimos a mirar al frente. Ellos dejan el establecimiento. Habían salido de este por fin.

Soltamos el aire de nuestros pulmones.

—Jefa —llega una de las niñas —Habían dos hombres. Estaban buscando algo o mejor dicho alguien pero... Al ver que no encontraron nada se fueron, pero... —ingresa Luna a la oficina —Son demasiado extraños, aunque una de las chicas los invito a los dos al evento de mañana, ellos dos pagaron primera fila al igual el señor Duvan y Antony, y un señor de apellido  Echeverry

—Interesante —Cloe me da un codazo. —¿Qué?

—Ustedes dos, qué hacen aquí escondidas, las estaba esperando desde hace rato, vamos a comer, muero de hambre, ya revise Moon Blue.

—Gracias a las dos — ambas asientan —Vamos. También tengo hambre, además necesito llamar a mi hijo.

   .......

Reyk

Había terminado ya mi entrenamiento, salí un poco más temprano..

—Reyk —me llama Emma. Le sonrió de medio lado y la saludó —Hoy no vienen por mi, ¿Nos vamos juntos? Mi hermana no tenía clases hoy, así que...

—Vamos a comer un helado, y de paso te dejo en tu casa.

—Si.

Ambos caminamos hacia el parque , ya que este quedaba centrado a mi unidad y a las mansiones que quedan cerca a este.

Decidimos comer unas peletas de agua, ya que el calor es impresionante

Llegamos al parque y Emma toma mi mano tirando de ésta para que nos sentemos en las bancas.

—¿No te van a regañar? —ella encoge sus hombros

—Da igual. Papá debe estar sumergido en su trabajo, siempre llega tarde y mi madre, ya casi no peleamos, pero es por que ya no mantiene en casa y pues... Mi hermana debe estar donde la abuela y para ser realista, no me gusta estar en esa casa, solo finjo querer estar.

—La otra vez, te veía muy emocionada de presentarme.

—Si, pero... Nada, no me escuches, algunas veces digo cosas que no se por que salen.. —coloca su mano en la frente acariciando un mechón —Estoy cansada de fingir.

—¡Ya no finjas más! —miró al cielo y después la miró a ella de reojo.

Comenzó a llorar, sus lágrimas no se detenían y tampoco sabía qué hacer. ¿Ella por qué se puso así de la nada? Será que está dejando de fingir, Reyk le das consejo y ya no sabes qué hacer, gran novio me saliste.

—Eres lo único más bonito que me ha pasado en este corto tiempo y le pido al Universo que no me lo arrebate, quiero que estemos juntos y nos graduemos juntos. Vayamos a la universidad y casarnos, eso quiero.

Acarició su cara — Sea lo que sea que te esté pasando en tu casa, no te preocupes, todo estará bien. Ya verás que todo cambiará.

—Gracias —me toma desprevenido como siempre y me da un beso. Le sonrió.

Terminamos los helados y la dejó en la entrada de su mansión, ella me sonríe y se despide, ya la otra semana pasamos nuevo año lectivo, por lo menos esta etapa acabó.

—¿Reyk Davies? —paro sobre mis pies. Me giro para ver quién me ha pronunciado. Un señor bastante alto de cabellos castaños claros y ojos azules, asiento en afirmación —¿Eres tú?.

—y si es así, ¿qué desea señor, usted quien es?.

El señor sonríe y me abraza, la verdad estoy en shock, ¿quién carajos es él y por qué reaccionó así?

—Soy Tomás Golf —no deja de abrazarme, trato de alejarme de él, pero este no lo permite

—Disculpe, no se quien es usted y está siendo irrespetuoso al hacer estas muestras, además..

—No sabes quien soy yo por que tu madre te oculto quién soy yo en tu vida realmente —se separa de mí y me mira a los ojos —Soy tu padre, Reyk

Ahora así, quiero caer al piso, pero la verdad no demuestro esto. Solo abrí mis ojos de asombro pero después me recuperé. Recuperó mi compostura y frunzo mi ceño.

—Si ella evitó esa situación o ese momento, o de quién sea usted, fue por algo, así que.. Antes de decir alguna mentira que está claro que no le voy a creer, ¡nadie calumnia a mi madre o se las verá conmigo!

Él ríe a carcajadas —No vine a eso, quiero volver a tenerlos en mi vida. Los quiero recuperar. Es lo único que quiero.

—Pero, creo que se ha demorado. Ha pasado mucho tiempo señor, creo que 15 años, nos vemos, que le vaya muy bien —le doy la espalda y comienzo a caminar hasta llegar a la residencia le digo al vigilante que no está permitido que nadie ingrese al edificio sin autorizado por mi madre

—Claro joven.

Término de llegar al departamento y me tiro en el gran sofá de la sala. Ahora... ¿Y ahora como me explicaras esto que acabo de presenciar, Roxxan?.

....

Roxxan

Por fin estoy en casa, me tiro al sofá de la sala, coloco mi antebrazo en mis ojos, estoy muy casada.

—Tomas, ¿a quien buscas tú?. —susurre para mi.

Escucho que abren la puerta, veo que mi hijo había llegado, tira las llaves a la mesa con fuerza.

Mínimo estaba en la azotea, su maleta ya estaba aquí en la sala. Pero...

—Roxxan ¡¿Por qué demonios no me dijiste que mi supuesto padre estaba en Broiklyn?! —abro mis ojos con asombro. ¿Qué es lo que me acaba de decir mi hijo?.

Me paro como si fuera un resorte del sofa, me le quedó mirando.

—Y tu como sabes... —susurro.

—Hace rato, después de dejar a Emma en casa, retome mi camino a casa y me lo encontré, no sabía quién era, pero él sí sabía quién era yo perfectamente. —cierro mis ojos con rabia, ya lo había logrado, logró acercarse a Reyk

Maldición, ¡¿ahora que hago?!

—Reyk, amor yo...

—No se que paso entre ustedes, tampoco lo quiero saber, eso es cosa de ustedes dos. Pero... No quiero ese hombre cerca de nosotros, si él no quiso estar desde un principio, no lo quiero ahora —ahora si estoy en shock, mi hijo me acaba de afirmar que no lo quería en su vida.

Me paro rápido del mueble y lo abrazó con fuerza.

—Hijo, perdoname, tu sabes que te amo pero.. No te quería decir nada porque... Tenía  miedo de perderte —eso último lo susurro —Pasamos tantas cosas juntos que al ver a Tomas, yo...

—No te preocupes madre, hemos salido de muchas, esta no será la excepción.

—Eres el mejor hijo del mundo ¿Lo sabes?.

—Y tu la mejor madre del mundo —nos abrazamos con fuerza. Lo suelto y él se marcha para su habitación, se que tiene mucho que pensar y lo dejaré estar solo, también debe digerir bien toda esta nueva información en su vida.

Por primera vez que enfrenta cara a cara con Tomás, así comenzó Reyk a conocer a su padre.

.....

Al día siguiente no pude prestar atención a nada, estaba en otro mundo menos en este, ni se lo que decía, no quería ver a nadie, no quería contestar mi móvil, y tras de eso teníamos que ensayar.

Mi cabeza no estaba bien en estos momentos, pero... Mi hijo me llamó, sabía que no iba estar bien de tanta pensadera me dijo que fuera a verlo jugar, sabía que iba a estar ocupada pero, después de lo que me dijo ayer en la tarde noche, no me dejó siquiera dormir.

Comienzo a escuchar mucha bulla, las niñas comienzan a gritar llenas de emoción y eso solo pasa cuando mi hijo es el que tiene el balón.

Y si, estoy viéndolo jugar...

Él corría a gran velocidad empujando a todo el mundo, mis ojos se iluminan al ver como mi hijo es tan bueno en este deporte.

—Vamos Reyk —gritan a mi lado, se me olvida que su compañera, mejor dicho, su novia estaba a mi lado.

—Reyk es muy bueno.

—Señorita Roxxan, usted tiene un hijo increíble, no solo por lo atlético e inteligente, sino por lo buena persona.

Ella me sonrió, le sonrió, me gusta que hablen bien de mi hijo, es como si hablaran bien de mi también.

Sé que he hecho un buen trabajo pero... Su padre ha regresado y no se cuales serán sus intenciones.

—Reyk es todo para mí. —susurro y miro al suelo de las gradas, Emma me queda mirando y acaricia mi hombro.

—Sea lo que sea que esté pasando, de aquellas circunstancias  saldrán, ambos son muy unidos y fuertes, además...Todo estara bien.

Me asombro ante sus palabras, una niña de 14 años consolaba a una mujer de 31 años, waoo,.

—Mi hijo si que te da ánimos Emma.

Ella se sonrojó —Lo siento, es que...

—Gracias

La verdad si necesitaba esas palabras, me estoy ahogando en un vaso con agua y eso que no ha pasado nada.

Pero tanto silencio me mata.

—Woooooo — comienzan a gritar, el partido había acabado, el equipo de mi hijo ganó, los intercolegiales habían dado inicio con este partido.

Ambas nos paramos de las escaleras y bajamos de estas, debíamos esperar a mi hijo cerca de los baños. Pará así irnos a tomar el transporte.

—¿Necesitas que te lleve? —le digo a Emma, como para romper un poco el silencio. Ella me sonríe.

—No, muchas gracias, mi padre viene por mí —me tensó completamente, pero no dejo de sonreír, si lo hiciera ella va pensar que algo pasa con su padre, ya bastante con los encuentros que ellos vivieron, no quiero malos entendidos.

—Bueno cariño, otro día será.

—Claro —me mira con un destello en sus ojos bastante hermoso.

—¿Ya pensaste que deseas para tu futuro? — le preguntó a Emma. Reyk nada que salía.

—La verdad, no lo sé todavía... —mira al piso —Quiero disfrutar de la secundaria y la preparatoria, ya después pensaré en la Universidad.

—Si, entiendo.

Venía mi hijo con una sonrisa

—¿Qué les pareció el partido? —eso es nuevo en él, bueno, puede que su novia influya mucho en esa sonrisa.

—Muy buen partido, hijo.

—Fue super emocionante, Reyk.

—Bueno, vamos a celebrar, que tal si almorzamos en tu restaurante preferido.

—Super tu idea, ¿vienes Emma? —ambos la miramos.

—Pero, mi padre...

—Pues le pides permiso, él me verá y te dejará ir, después te dejamos en casa vale.

—Si. —se emociona, los tres nos dirigimos a la salida, al llegar a esta, me frenó sobre mis pies y miró a la persona que estaba al frente mio

—Qué le dije señor, que no quería volver...

—Reyk, sigue con Emma al auto, ya los alcanzó.

—Pero mamá...

—¡Haz caso! —le ordenó y lo miró con seriedad, él asiente no muy contento ante mi orden.

—Ahora si, ¿que quieres Tomas? ¡Por que andas acorralando a mi y a mi hijo!, se te olvida qué nos abandonaste. —eso último se lo digo a él.

—Roxxan, dejame explicarte, no es como tu piensas, además... No me acerque a él con el fin de.. Que tu.. No me malinterpretes, yo solo.. Quería conocerlo.

—Tuviste 15 años para conocerlo Tomas y jamás te atreviste a... —él me había abrazado, en esas veo que Emma corre a los brazos de Duvan y este nos mira con el ceño fruncido. —¡Suéltame! —le pido, él lo hace.

—Roxxy, mírame, escúchame por favor, entiende que yo...

—¡Mamá, vamos! —me trato de alejar de él pero vuelve y me toma.

—Qué haces, no hagas esto Tomas, mi hijo nos ve.

—Nuestro, y haré lo posible por recuperarlos, debes conocer mi versión de los hechos Roxxy, jamás te deje de amar

Roxxy, Roxxy, si claro, ya lo recuerdo, solo ellos dos me decían así.

—¿No crees que es demasiado tarde? —mis lágrimas me traicionan, no puedo creer que él todavía me haga sentir así después de tantos años, ¿todavía siento dolor, ¿por que?. —Crees que con aparecer así ya solucionaste 15 años de mi vida y de mi hijo, estás muy equivocado si piensas que con solo aparecer solucionaste todo.

—No Roxxy, no entiendes, yo...

—¡¡Ya no me llames así!!.. .. Tu solo eres un cobarde y ahora ¿Que vas a inventar?, a quien le irás a echar la culpa de tus errores, PENSÉ QUE ME AMABAS TOMAS —me controlo, se me olvida que no estoy sola, —disculpa pero estoy ocupada —limpio mis lágrimas con rapidez.

—En la noche hablamos Roxxan, debes saber la verdad además, debes prepararte para lo que se viene.... Lo siento —susurra y se va directo a su auto, limpio mis lágrimas, respiró profundo y me encamino a mi auto, no quería ver ni la cara de Duvan, él y muchos vieron todo.

—Mamá ¿Estás bien?, si quieres vamos a...

—No hijo, no dejaré que nada de esto dañe nuestra tarde de celebración.

Él me sonríe y me acaricia la mejilla.

—Etto .. —Emma nos saca de la burbuja, Duvan estaba a su lado, evitó su mirada, de reojo veo que empuña sus manos, debe estar enojado, pero no debe estarlo, no somos nada. —Mi papá también se quiere unir a nuestra celebración, si no hay ningún problema. —Reyk bufa.

Reyk lo mira mal — Pues, qué más da, vamos.

—Vamos entonces —casi corro a mi auto quiero evitar la mirada punzante de Duvan... Ahora estará en nuestra misma mesa, por Dios santo, ¿ahora que haré?.

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Continuará
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