Roxxan

Emma ingresa a la habitación y me sonríe, me había despertado y escuché tal escándalo, no dije nada, más bien, me encerré y admire la belleza de este hermoso bebé.

Después de que ella se lo llevara, me encamine a lo  que sería mi guardarropa, quedó impresionada por la cantidad de ropa que tengo, bueno, también había ropa de un hombre y huele..

Inhale aquel aroma.

—Delicioso. —pasó mi manos por aquellas prendas.

—¿Qué haces? —pego un brinco, suelto un jadeo sin comprender el por qué, su voz, su voz causó eso, ¿por que?.

—Conozco un poco, tal vez pueda recordar algo, trato de ayudar, aunque sea inútil. — habló con suavidad, tomó un bello vestido entre mis manos, aquel vestido blanco, largo de una tela muy fina, escotado en la  espalda, es hermoso —Es bellísimo.

—Y te veías bellísima en él —sus ojos brillan, se acerca hasta donde estoy yo, retrocedí con temor, no por qué me haga algo. Por qué se que no lo haría. Gritaría si así fuera hasta que aquel joven apuesto venga por mi. Sino por qué... Su sola presencia hace que mi cuerpo se estremezca. —Fue tu vestido para la boda, en nuestro matrimonio y fue chistoso lo que pasó con él. Recién lo habías comprado — acaricia la tela —Ese día, llegaste 30 minutos tarde. Me estaba volviendo loco, pensé que me ibas a... —no pude evitar llorar, algo dentro de mí, se emociona al escuchar aquel relato y a la vez algo en mi se quiebra por no recordarlo.

—Lo siento —miro al suelo.

Él niega —No te disculpes, esto no fue culpa de nadie, bueno sí, pero es lo de menos. —toma el vestido y lo cuelga — Fue un accidente, tú .. Tú... —tapa sus ojos  con una mano, y llora, ver a ese hombre arrogante llorar, me lastima — Disculpame, no quería — lo abrazo, él se tensa

—Disculpame tu a mi, solo fue muy impactante saber que ustedes son mi familia, no recordar nada. Ni quien soy, ni a qué me dedico, si en verdad me case.

—De eso no hay duda —me muestra la foto de su fondo de pantalla de su móvil, esa soy... ¿Yo? Y aquella sonrisa, los dos estamos... Sonriendo.. Pero..

Tomó entre mis manos el móvil y camino afuera de la habitación, me siento en la cama. Él hace lo mismo. Ya no me tensión tanto como antes, pero me incomoda un poco.

—Esto es extraño para mí. No entiendo por qué no recuerdo nada, además… — me tallo los ojos. Me comienzan a picar.

—Debes descansar, Roxxan. —lo miro a los ojos, él me estaba sonriendo — Gracias por volver, así no me recuerdes, gracias por seguir viviendo.

—Pero.. Yo.. No sé...

—Te harán la cirugía, es por tu bien.—me mira con seguridad.

—Pero y si...

Me toma con sus manos las mejillas y hace que lo vea, abro mis ojos de asombro — Todo estará bien, Roxx. —aseguró.

No puedo evitar llorar, pero a la vez sonreír ante tal comentario, me es nostálgico.

—Gracias.

........

Había amanecido, me renuevo en la cama. Tallo un poco mis ojos, hasta que estos se acople a la luz del sol, miro el techo de la habitación por un buen rato. El diseño de esta casa es hermoso. Me han gustado todos los acabados, es más, debo admitir que siempre me ha gustado tener una casa así, con este diseño.

Es muy único.

Me siento en la cama, abren la puerta y veo que ingresa Rodriguez y me sonríe

—Buenos días, Roxxan

Me pone una bandeja de frutas en mi regazo. Desayunar en la cama no está mal, me sonrió y agradezco.

—No debiste molestarte — él niega, se sienta en la cama. No puedo negar que aquel señor es muy guapo, su mirada me gusta más.

—Lo hago con todo el mayor de mis gustos; anda come y te arreglas, debemos ir al hospital — pongo mi cara de pánico, no me gusta ir al hospital, siento que... Me ahoga.

—No quiero —me cruzó de brazos, lo miró de reojo y él tenía una expresión serena, después ríe a carcajadas

—Por ti, tendrías todos tus partos en casa — continúa riendo.

—Te ves lindo con esa sonrisa  —se sonroja — Deberías de sonreír más, te luce, te hace ver más guapo —ahora está más rojo que un farol.

No dije nada malo, ¿por que se pondría así?.

—Es.. Eso es muy típico de ti —sus mejillas coloradas lo hacen ver más tierno, acarició una de sus mejillas.

—Ahora te vez tierno —se para rápido de la cama, lo miró sin comprender y sale casi corriendo de la habitación, me reí  ante su comportamiento —A pesar de ser rudo, tienes una parte sensible. Eso es adorable.

Terminó de comer, me levanto por completo de la cama y me encaminó a ducharme, al terminar, revisé el armario y tomé un vestido rosa, no muy corto y suelto de mi cuerpo, en tiras, hay muchos con este estilo.

Me coloco unas sandalias cruzadas  plateados. Los amarró y me peinó un poco mi cabello. Me coloco unos pequeños pendientes y... Acarició un anillo que estaba guardado bastante delicado, tomó este entre mis manos lo analizó, tenía grabada una fecha y los apellidos, Rodríguez y Davies. Es un anillo muy peculiar, bastante lindo y caro también, oro con detalles  esmeraldas muy finos.

Es hermoso, vuelvo a guardar en su sitio. No vaya a ser que se pierda y después... Él vuelva a llorar.

Suspiro con calma y salgo de la habitación, al caminar por el pasillo me topé con un niño muy hermoso. Él se me queda mirando. Creo que me ha hecho sonrojar, le sonrió y me agachó a su altura.

—Hola pequeño, ¿cómo estás? —él agacha su mirada, ladeo mi cabeza, ¿no entiendo qué pasó? ¿Dije algo mal? Toma un impulso y me mira para después sonreír.

—Hola Roxxan, ¡estás hermosa! —Ay no, me provoca comerme lo a besos, no puedo evitar llenar mis ojos de lágrimas.

—Eres un encanto. —acarició su cara — ¿Qué tienes?.

—¡Espero que todo salga bien, porque yo te extraño mucho! —lo abrazó con fuerza y duramos un buen rato así, aquel niño, lloraba bastante fuerte, lo arrulló en mis brazos  hasta que él se pueda calmar, por lo pronto es lo único que puedo hacer por él.

........

Duvan

Me baje del auto, está tardando mucho Roxxan, llevaba mucho tiempo esperando a Roxx y nada que sale de la mansión, ingreso a esta y subo las escaleras rápidamente, al llegar a la segunda planta, me detengo de inmediato.

Roxxan estaba en el piso sentada abrazando con fuerza a Alex  quien lloraba en su regazo en  desconsuelo, no puedo evitar impactarme, mis lágrimas salen por si solas, mi hijo a estado sufriendo y es él que más la acompañó en el proceso del coma.

—¿Ya estás mejor? —Roxxan le habla con ternura, Alex se separa de su madre.

—Si, muchas gracias lo necesitaba. —no puedo evitar verlos y me acerco a los dos. Me arrodillo y tomó a Alex de los hombros para que me mirará, él se asombra al verme, lo abrazó con fuerza.

—Perdoname Alex, perdoname por haberte dejado solo  todo este tiempo, hijo.

Él me abraza, nos separamos, me sonríe.

—Pronto estaremos juntos, no te preocupes. Ella estará bien. — es un niño muy maduro. No dijo madre, para no lastimarla

—Gracias.

Miramos a  Roxxan quién nos analiza  con nostalgia, nos regala  una sonrisa se para del suelo, reaccionó y la ayudó a levantarse.

—Bueno, vámonos, ya es hora de ver a tu médico.

—Si.—ambos sonreímos.

.......

Al llegar al hospital, caminamos por sus largos pasillos hasta llegar al consultorio del médico que atendió a Roxxan, él nos ve y nos hace pasar.

—Señor Rodríguez, es un placer verlo, me comentaron que la vez pasada no pudo venir por las empresas, me parece muy bien que hoy usted esté aquí apoyando a su esposa.

—Si señor — la verdad, solo evite este trago amargo, pero creo que Emma y Reyk no dijeron nada más que del trabajo.

—¿Cómo se encuentra usted hoy, señora Rodriguez? —ella ríe nerviosa, creo que se incomoda con la manera en cómo  le habla

—Me duele bastante la vista —él asienta.

—¿Aparte de eso?, no ha tenido ¿náuseas?, ¿dolor de estómago?,!¿mucho sueño?.

Ella niega —No, por lo pronto.

—¿Entonces que decidieron? —ambos nos miramos y asentimos

—Si doctor, se hará la cirugía —él asienta y saca unos documentos.

—Quiero que lean estos documentos, son papeles donde me autorizas a realizar los procesos necesarios para que Roxxan mejore y... En caso de que algo salga mal, que a ustedes ya se les había dicho, el hospital no se verá en problemas. Políticas de la institución.

Tomó los documentos, Roxxan tenía la mirada perdida y sólo me susurra "no quiero morir" creo que el ver a Alex causó mucha conmoción  en su corazón.

Mis hijos serán los primeros en sufrir, y cuando digo mis hijos incluyó  a Reyk. Aunque por estos años no la hayamos pasado discutiendo.

Comienzo a colocar los datos de Roxx, ella mira con atención, cuando puse su edad, en sus labios se formó una enorme "o" la miró con duda.

—¿Qué pasó?.

—¿En realidad yo tengo 38 años? —asiento —Pensé que tenía menos — reí  suave por su inocencia

—No eres la unica que piensa que pareces de menos, Roxx — ella hace un gesto de niña pequeña, siempre lo hace cuando algo no le gusta, infla sus mejillas

—¿Osea que tu..?

—También tengo 43 años — pasa su delgada y, fría mano y sonríe.

—No pareces tener 43 años — susurra. Sonrió

—Tendré la edad que tú me quieras colocarme — ella coloca su mano en el mentón y piensa.

—Entonces.... 80 años

—¡Qué! —me alteró, Ella ríe a carcajadas. Su risa es contagiosa ya que la acompañó, ahora ambos tenemos una sonrisa en nuestros labios, extrañaba esto de ella.

—¡Que bien que ambos rían! —nos olvidamos del doctor — Eso quiere decir que Roxxan no es tan indiferente a  usted señor Duvan, su cuerpo te recuerda.

Ambos pestañeamos varias veces, ahora el doctor se ríe a carcajadas. Roxx y yo nos miramos y reímos divertidos, creo que fue bueno venir hoy al consultorio después de todo.

.....

Roxxan

Al salir del hospital, el señor Rodríguez me invita almorzar con él, ambos estábamos en el auto escuchando un poco de música, la tensión que hubo una vez en los dos, había desaparecido por completo.

Creo que el señor Rodríguez tiene dos caras, una me atemoriza y la otra me gusta más, sus facciones están tranquilas, lo miro de reojo, estaba con una sonrisa en sus labios, y... Ahora su ojos estaban puestos en mi, no me di cuenta cuando el auto paró.

—¿Ahora por qué me miras? —me sonrojo.

—¡I.. I.. Luso quién te mira! —me cruzó de brazos y miró para otro lado, él me tomó del mentón para que lo mire nuevamente

—Dime.

—Es que, te ves relajado, solo es eso, algunas veces estás de mal humor y otras estás así.. Calmado.

—Mmm... Es por que estoy contigo. No soy así con todos, y eso incluye a nuestros hijos.

—Me entristece no hablar así como tu, pero.. Trato de tomar las cosas con calma, después de todo lo que ustedes han hecho por mí, y aquellas fotos... Quiero que mi memoria vuelva a mi.

—Yo se... —pone de nuevo en marcha el auto, me le quedó mirando con curiosidad, él me sonríe y me guiña un ojo, me toca confiar en él, no creo que nos pase algo, al fin y al cabo soy su esposa ¿No?

.........

Habíamos llegado a una playa, es maravillosa, y el clima es maravilloso.

—Me encanta —él me tomó de la mano, siento una corriente eléctrica pero.. No es desagradable.

—Ven, vamos al restaurante, después veremos los alrededores.

Ambos nos encaminamos ha aquel restaurante cerca de la playa, tiene una vista increíble.

—Ésto es muy lindo Rodriguez, gracias —lo miro a los ojos tenía su ceño fruncido — ¿Qué pasó? ¿Dije algo malo? —él niega, creo que no es muy sincero del todo o pueda que me quiera mostrar algo que estoy pasando desapercibido

—Sabía que te gustaría —mira con nostalgia el horizonte de la playa — Viví uno de los mejores momentos aquí, aunque en ese tiempo era a escondidas, no teníamos de otra, pero fue la mejor cita que tuve.

—¿Por qué a  escondidos? — su mirada se pierde, para después negar, me mira a los ojos y me toma de las manos

—No hubo ningún momento en mi vida, que me arrepintiera de no haberte conocido Roxxan y si no llegas a recordarme. Yo haré nuevos recuerdos contigo, pero por favor... ¡No me dejes! —su súplica me parte el corazón en dos, no puedo evitar llorar, asiento en afirmación, no pierdo nada con intentar.

.........

Duvan

El almuerzo fue espléndido, ahora ambos estamos caminando descalzos sobre la arena de la playa y el agua en nuestros  pies.

Hablamos de muchas cosas, se sorprendió en lo que antes se dedicaba y lo que ahora era, y será, por que Roxxan volverá a ser aquella mujer empoderada que alguna vez conocí.

—Me parece una mentira, pero si tu me lo dices, no me lo creo —ella ríe.

—Jaja que casualidad que me encuentre con el par de tórtolos y en una playa que los marcará para siempre. Que gratos recuerdos.

No se quien es ese hombre, pero también es guapo, aunque, creo que Rodriguez es más lindo, miró de reojo a mi acompañante quien empuña sus manos, por que creo haber vivido algo así.

—Tomás 

—Duvan, ¿cómo va todo?, ¿como va el progreso de Roxxan?, Reyk me comentó por los lados, sabes como es mi hijo.

—¿Hijo? No se supone que todos ellos son nuestros hijos Rodriguez, no entiendo.

Aquel tipo ríe nervioso — Eso fue cuando estábamos jóvenes, ahora los dos estamos casados, no te preocupes por pequeñeces, en común tenemos a Reyk, pero tu sola lo criaste, y criaste a una gran persona, no sabes como lucha tu hijo cada día, para que tu te sientas orgullosa.

No puedo evitar sonrojarme y  sonreír, ¿rReyk hace esto por mí?, es un joven muy adorable.

—Gracias. — les sonrió, ambos asientan, aquella chica es muy hermosa, me guiña el ojo y me saluda con un abrazo, es tan cálido y familiar a la vez, también se lo correspondí, de algún modo. Me da mucha confianza

Comienzo a caminar, quería continuar viendo el horizonte, creo que el atardecer comienza a caer, estuvimos por mucho tiempo por estos lados.

Miro hacia al frente y había unas cabañas muy lindas, pero me dio  curiosidad una en casualidad.

—¿Podemos ir? —Mira mi duda en mis ojos y asiento, quería saber porque me   alegra de  ver esa cabaña

Ambos ingresamos al hotel, es algo raro. Pero las cabañas hacen parte de este hotel. Al llegar a la cabaña ya se veía un poco más oscuro

—Es hermoso —junto mis manos. Cierro mis ojos e inhalo el aire de la tarde noche de la playa.

—Aquí fue donde nos quedamos, pero nos quedamos dormidos y salimos corriendo, Reyk era más joven y no lo podías dejar solo.

—De razón me da mucha nostalgia este lugar, en verdad es muy hermoso.

—Aunque un poco retirado, pero valió cada segundo, estabas tú.

—Lo valió... — respondí por inercia, tapo mi boca con mis manos rápidamente, miró a Rodríguez quien tenía sus ojos bien abiertos.

Él se acerca a mí y me acaricia los hombros — No te esfuerces, se que poco a poco volverán tus recuerdos y ya te lo dije, si no vuelven, volvemos hacer unos nuevos.

Ella asienta y coloca su frente  en mi hombro —Tal vez...

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Continuará
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