Capítulo 6

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Roxxan

Había amanecido; me levanto un poco más renovada, ya no me siento tan cansada, bueno, los calmantes también me han servido mucho, tomo una ducha tibia en total calma, salgo de está y me dispongo arreglarme, reviso la hora, está temprano, estoy asombrado de lo juiciosa que estoy.

Me terminó de acomodar, me coloco una falda deportiva de color negro, es bastante corta perfecta para el entrenamiento, mi crop top verde oscuro, esta ves me he hecho una trenza con todo mi cabello, he estado tan ocupada que no he podido ir a la peluquería para que me traten mi cabello.

Salgo de mi cuarto y había demasiado silencio, me acerco al cuarto de Reyk y ahí lo vi, haciendo sus ejercicios matutinos.

—¿Tienes práctica?. —me cruzó de brazos y me recuesto en el marco de la puerta. Reyk para de hacer sus lagartijas y me mira

—Tengo partido, buenos días.. —toma sus pesas del suelo —¿Iras?.

—¿Me estás invitando? —él levanta una ceja.

—¡Siempre vas, Roxxan!, ¿por qué tu pregunta? —bufa, comienza a arreglarse para ir al colegio.

—Claro, estaré ahí puntual, hijo mio —comienza a guardar sus cuadernos de horario —¿Te llevo?.

—Si claro. Ya salgo.

Me encaminó a la cocina, le preparo algo nutritivo a mi hijo, pollo, carne, cerdo y algunas verduras para que lleve antes de iniciar todas sus actividades, que comience con toda la energía que se pueda.

También me alimento con un poco de fruta, debo estar liviana para el día de hoy y estos últimos días; ya el fin de semana se aproxima y la apertura estaba respirando en nuestro cuello.

Todo debe salir perfecto.

Terminó de organizar nuestras cosas. Salimos del apartamento, mi hijo me mira.

—Ayer conocí al padre de Emma, la verdad me dio muy mala espina —le presté toda mi atención.

—¿Por qué lo dices?, apenas lo estás conociendo —él niega y mira al techo del auto.

—No se por que, no puedo confiar en él, hasta llegué a pensar que era un ladrón, ¡olía demasiado a alcohol! —lo miró con una ceja arriba.

—¿Te preocupa tu amiga? —miró al frente y continuó conduciendo

—La verdad... Si, no se, pero.. Esa familia camufla su amor. No creo que sean sinceros. Es una familia por apariencia y creo que Emma y su hermana no saben el juego que están  juegan sus padres  o tal vez si y solo lo quieren ignorarlo.

—Pues se buen amigo y acompañalas siempre, sabes que tu apoyo es divino, hijo.

—¿Será?

—Eso ya es cuestión tuya, hijo, vamos, ya déjame terminar, tengo que conducir, se nos hace tarde y estoy despierta desde temprano.

—¡Verdad! ¿Estás bien? —ambos reímos. Mi hijo es la persona que más me conoce en todo los sentidos de mi vida. Solo en uno no me conoce del todo y es mejor así, no quiero que él sepa esa otra parte oscura de su madre, no quiero que se decepcione de mi.

Mi hijo es todo para mi.

...

Melani

Al llegar veo que las entrenadoras de la academia están ensayando sus rutinas diarias, esta semana se la han pasado en esas y también nos enseñan, creo que se exigen demasiado en sus vidas y con sus cuerpos.

El día de hoy, vine con mucha energía para hablar con una de mis entrenadora, Roxxan, quiero más clases, pero esta vez privadas.

Vemos que ellas acaban, estaban bastante agitadas, sonrió con alegría, me gusta como se ven ellas y cuando bailan, es un sueño verlas en esos tubos.

—Entrenadora, que pena molestarla. Necesito hablar con usted —le pido. Ella asienta afirmando

—Si claro, dime.

—Entrenadora, quiero  que me imparta clases privadas, le pago lo que usted diga, quiero aprender a seducir

—Seducir y dar placer van de la mano y debes estar dispuesta a todo. —ella me mira, la entrenadora  Cloe llega hasta  donde estamos y me mira, evitó la mirada de ella, desde que la vi con ellos, prefiero ignorar lo de aquel día, no quiero mal pensar o sacar conjeturas donde no las hay, asiento ante lo dicho — Bueno entonces, en la noche nos vemos a las ocho, no puedo mas temprano.

—Si —¿Ahora cómo haré para escapar de mi hogar a esa hora?.

...

Había sido una jornada agotadora, ahora si no siento mi cuerpo. Tomo una ducha relajante y me acuesto un rato, no deben tardar en llegar las niñas.

Me desconecte por completo, me levanto un poco asustada, reviso la hora.

—¡Carajo! ¡Todo ese tiempo pasó! —salgo de la habitación y veo a mis hijas en sus cuartos.

Ni  me fije en la hora.

Pido que hagan la cena temprano y acomodo las cosas que necesito, las meto a la cajuela, por lo menos esto lo dejo listo.

Ya solo falta esperar a que...

—Llegue —la voz de mi esposo, ¡como es que justo hoy llega el temprano!, todo este tiempo ha estado viniendo tarde. Mierda.

Debo ser astuta, si, eso haré, diré que voy a cenar con una amiga y listo, lo sacó de una.

En mi reloj ya marca las siete de la noche, pido que sirvan la cena para mis hijas y mi esposo. Bueno Duvan cenará en el despacho; en media hora debo llegar a la academia.

Toco la puerta del despacho, respiro hondo —Adelante —escucho su voz ronca, mi corazón se acelera, pero no estoy haciendo nada malo, ¿por qué me coloco nerviosa? No iré a ver a un hombre, sino a mi entrenadora, ya parezco una niña escapando de sus padres para ir a una fiesta con sus amigas, que adrenalina.—Melani ¿Eres tú? —Duvan abre la puerta, creo que demore en avanzar ya que él acaba de abrir la esta.

—Si... Etto, Ya me voy, te dejo a las niñas a tu cargo, ya que llegaste temprano. —levanta su ceja ante lo dicho.

—¿Y eso para donde vas? —se cruza de brazos —¿Con quien vas a salir? —él me mira con incredulidad.

—Saldré con Sofía, así que, llegaré un poco tarde, bueno no sé a qué horas lleguemos, nos vemos. Te amo.

....

Duvan

Veo que Melani  se pierde en la sala para ingresar al garaje, me encaminó a la puerta y veo desaparecer su auto, tras el portón.

—Jamás habías hecho esto. ¿Por qué ahora te da por salir en la noche y con tu amiga? —tomó mi chaqueta y me acerco a la cocina —Ruki, te dejo a las niñas, ya vuelvo.

—Si señor.

Me subo a mi auto y arrancó a toda velocidad para alcanzarla. Debía ir detrás de ella, se que debo confiar en mi esposa, pero ella ha tenido demasiados cambios y quiero saber ¿El por qué de ello?.

Veo de lejos que ella estaciona su auto afuera de una...

—La Academia Sweet Passion, es grande y sigue abierto —intuyo que sólo deben venir mujeres por su nombre.

Salgo de mi auto, veo que ella ingresa muy contenta a este lugar. Es bastante grande y muy lindo, aparte de lo elegante que se ve a simple vista, es un edificio bastante grande, le colocó siete pisos sino son más, y es casi una cuadra completa.

Deben haber trabajado mucho en este lugar, no cualquiera obtiene un permiso como tal para este tipo de establecimientos.

Camino directo hacia el lugar, espero que los carros pasen, ya que estoy del otro lado, cruzó casi corriendo para no ser alcanzado por un auto.

Suspiro, veo que varias chicas ingresan al sitio y me sonríen, se ven que son bastante jóvenes, ¿que tipo de academia sería esta?

Ingreso a la recepción, la chica que me atiende bebía de su botella de agua y se le riega al verme, sonrió de medio lado.

—Buenas noches, ¿en que le podemos ayudar? —muy cordial la chica —Mi nombre es Clara y soy la encargada de la recepción.

—Tengo curiosidad, me dijeron que el lugar es muy bueno, quisiera meter a mi hija en una academia y pues mi trabajo me hizo llegar a esta hora para poder consultar, quiero conocer un poco del establecimiento

—Claro, con mucho gusto será atendido, si gusta puede sentarse —la chica no se desvive por mi, como aquellas chicas jóvenes, bueno adolescentes, miro para todos los lados, se escucha mucha música, cada vez que abrían las puertas, miró hacia las escaleras y ahí venía una chica bastante guapa —Jefa, el señor quiere conocer la academia, desea un cupo para su hija.

Aquella mirada oscura como la noche se posa en mi, me mira de abajo para arriba, parece fuego. Su ceño fruncido me dice que está de muy mal humor.

—¿Y donde esta Luna?, estoy en mis clases de gimnasia, ¡no estoy para ser niñera de nadie, llámala a ella! —ignora por cumpleto que yo la estoy escuchando; le da una orden a la chica, posa su mirada y me medio sonríe —Disculpe señor, pero esa no es mi área y mi tiempo vale oro, ya viene la chica que te enseñará mucho mejor el lugar, sea paciente. —que falsa. Asiento.

Luna, clara, a ver como se llamara su abeja reina.

—La señorita Luna salió temprano jefa, que ella había dejado dicho a la señorita Fernanda, que saldría temprano —veo que empuña sus manos —Pero si gusta, yo lo puedo llevar donde esta una de las dueñas, se llama Roxxan, ella le puede brindar la ayuda, además de que está con la señorita Cloe, que es la segunda dueña —ella le sonríe de medio lado.

¿Cloe? Será...

—Buena suerte con ello —ríe con malicia, sube las escaleras perdiéndose en estas, la chica de la recepción cierra las puertas y me pide que suba rápido las escaleras, pero ¿Porque mejor no llamarlas por ese teléfono?.

Llegamos al tercer piso, aquella chica estaba temblando, es como si...

Mis palabras quedan cortas al ver la elegancia de lugar, cada piso es distribuido por colores y cada uno de diferente deporte o eso creo yo.

Veo que ella abre una puerta y sale un sonido sensual de este, es bastante erotico, mis sentidos se ponen alerta, ¿que clase de gimnasio es este?, o bueno academia, veo que la señorita me hace seguir, miró por todos lados, me pide que me retire los zapatos, la miró sin entender y era por el piso, bueno la alfombra de pelusa, aquí todas andan descalzas.

El piso es de madera pero estaba forrado en pelusa café, la decoración es bellísima y claro, no puede faltar el aire acondicionado, pero lo que más llamó la atención fue aquello que veía a través de mis ojos.

Las chicas bailan en un tubo, es como si esto fuera un burdel, y yo diciendo que quería meter a mi hija aquí, ¡por Dios santo!, dónde es que se vino a  meter Melani

Aquellas chicas bailan muy sensuales y no solo eso, como trepan ese tubo, caminamos más a fondo y ahí estaba ella, creo que mi boca toca el piso, Melani estaba en el aire, bueno sujeta sus manos en ese tubo de cabeza y con las piernas abiertas. Bueno era un intento de abierto, ella es la de la mitad, en cambio las dos chicas de sus lados no les constaba mucho. La de cabellos negros que se veía relajada cosa que Melani se le ve que le cuesta, estaba totalmente abierta y... Poso mi mirada en la otra chica y Dios míos santo, ¿estas mujeres como es que pueden hacer todo esto y así de fácil?, ella también estaba relajada y de una manera más perfecta que la otra.

—Listo, a la cuenta de tres haremos la bajada triunfal delicadamente, vamos a respirar profundo, Melani —veo que comienzan a respirar claramente hasta eso se le dificulta —1, 2 y 3 —no se que hicieron, pero eso es increíble y a la vez... ¿Qué clase de sitio es este? Melani desde cuando quiere ser una teibolera.

Todas terminan en el piso con las piernas estiradas, mi esposa no tanto, pero lo intenta.

Veo que se reincorpora del piso. Una de ellas le tiende la mano para que ella se pare y..

—Jefa, el señor... —la interrumpen.

—¡Duvan! —veo que Melani está asustada, su cara cambia a  mil colores, frunzo mi ceño.

—Señor Rodríguez —me saluda Cloe la amiga de Antony, no sabía que ella también venía a un lugar como estos.

—Melani, ¡me puedes explicar! ¿Qué es lo que haces aquí? , eres mujer casada. Que clase de broma es esta, no eres una teibolera. —ignoro por completo el saludo de Cloe.

Aplauden.

Una castaña pasa por mi lado, ignorando totalmente mi presencia por completo.

—Niñas eso es todo por hoy. Mañana nos vemos, ya estamos por cerrar —suspira —¡Melani! —ella la llama, mi esposa se acerca a ella como hija regañada, pongo mis ojos en blanco.

—¡Melani, te estoy hablando! —veo que la castaña tenía sus manos en la cadera, su cabeza tirada hacia atrás y con sus ojos cerrados, maneja una calma grandísima, bueno eso creo.

Al ver salir a la última de sus alumnas, mira a su trabajara

—Retirarte Clara, debes abrir la puerta a las chicas.

—Si, jefa —me mira con lástima —Con permiso.

—Ahora si, ¿Cloe me explicas? —veo que ella toma una silla y se sienta en esta, cruza sus piernas y me mira a mi

—Él es un amigo que conocí el día de ayer  en un restaurante Roxxan, pero él no vino por mí, mejor pide explicación a su esposa. —pone sus manos en su cintura y bufa.

—¿Y usted quién es? —pregunta ella sin quitar su mirada de mí, me comienza a poner nervioso

—Mi nombre es lo de...

—Yo hice una pregunta y se me debe responder, y contestando a lo otro, somos una academia de Pole Dance, no es un prostíbulo, ni mucho menos hay teiboleras como le acabas de decir a tu esposa, así que —ella se para de la silla y se acerca a mi cara y me señala el pecho —Le pido que nos respete y respete mi academia no le tolero sus palabras vulgares y si es así le pido que aquí no vuelvan ninguno de los dos. —mira a mi esposa desafiando.

—Y usted no me señale señorita. Eso es una falta de educación. —ella bufa y ríe con gracia, para después mirarme con seriedad.

—¡Falta de educación es la suya!. Venir a un lugar que es femenino y gritar a los cuatro vientos que esto parece un prostíbulo. ¿Cree que eso es educación? Mida sus palabras señor —me da la espalda y sale —Les pido que dejen la academia, por hoy cierra.

La cólera comienza a invadir mi cuerpo. Esta mujer....

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Continuará
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