07•07.

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Capitulo 7💜
(07•07)
🔪
🔪Una extraña mujer🔪

⟨⟨No decir lo que sentimos nos hace morir por haber callado nuestros sentimientos⟩⟩
Angeles Carrasquero 💜✍🏻📖.

Montserrat White 💜

Mami, ¿qué estás haciendo?. entré a la habitación donde ella estaba, tenía en sus manos un libro.

Leyendo pequeña.

Mis ojos fueron justo a su pierna derecha la tenía hinchada, llena de rasguños hechos por dagas, tenía moretones que tiñen a verde.

—¿Qué te paso?. —le pregunté, ella tapo con la tela de su vestido blanco las heridas.

Nada pequeña. —confeso con los ojos húmedos.

—¿papi te golpeó?. —me le acerque, ella sonríe.

—No, no, pequeña.—murmura y me levanta—. ¿Sabes qué fue lo que pasó?.

Sonreí y asentí. Ella sonríe igual ocultando el sufrimiento.

Entré a otro mundo. Un mundo hija donde la magia existe, mucha fantasía.

¿Hay personas como yo?.

Sí, hay monstruos buenos como tú.—confirmo. Yo reí—. ¿Sabes qué ? Conocí a la reina ¿Y a que no adivinas que dijo?...¡Dijo que tú eras una princesa! .

Sonreí y ella comenzó a darme vueltas.

Entonces fui feliz ese día.

Esos eran los días felices de mi vida.
Mi familia siempre estaba feliz y era lo que todos admiraban "una familia feliz" hasta no ser por mí. Yo arruine todo, gracias a mis impulsos y mis poderes.

¿por qué todo tiene que acabarse en un instante?

Yo fui quién acabó con todo esa noche.

Mami... Mami... Yo...—sollozó. y me arrodille para ver su rostro lleno de sangre.—¿mami?.

Apenas podría abrir los ojos, las quemaduras son letales y muy profundas su precioso rostro de mujer perfecta quedó arruinado y completo de sangre.

Montse...musitó ella con un hilo de voz.

Abrí mis ojos y de mi un nudo empezó a formarse en mi garganta.

Mami yo...

¿Qué es lo que hiciste, hija?. —masculló.

Yo...deje caer unas lágrimas.

En ese preciso instante el techo comenzó a dejar caer pedazos de el y no hay forma que pueda escapar de la casa prendida en llamas.

Perdón mami.

Llevate a tu hermano lejos, váyanse de Transilvania, vayan por lo lejos y lleguen a Pensilvania. continuo ella.. Este lugar no es seguro para ti. Ve al otro mundo.

¿Otro mundo?. susurre, el techo dejó caer otro pedazo con más fuego.

Llevate a tu hermano. ¡Rápido! Dile a tu hermana que te ayude y váyanse de aquí antes que ellos vengan.

Corine no está mami y ¿Quién son ellos?.

Se oían gritos afuera de la casa y las puertas comenzaron a chillar como si estuvieran siendo golpeadas.

Montse tienes que irte.

¿Y tú no te vas conmigo?

No puedo moverme, no puedo caminar. solto con quejido.

Es mi culpa mami, perdoname no quería que esto sucediera. llore.

¡No es tu culpa hija es la mía!. se culpó, empezó a toser por el humo—. ¡Ahora vete!

no te dejaré.

Busca a tu hermano, llévate el libro. Cuida de ese libro y nunca uses tu poder de fuego. dijo con un hilo de voz—. Hija... Vete a Pensilvania.

Mami no puedo ir sola.

¡Puta madre, Montserrat busca a tu hermano y váyanse ya!.

Asentí corriendo hacia el cuarto de mi hermano, el pasillo estaba lleno de bloques despedazados por el techo, todo era humo y se oía a mi hermano llorar.

Apresure más el paso sin darle importancia a los pedazos de madera que caían del techo. Entré a la habitación y estaba mi hermano llorando, lo tome y antes de salir eche un vistazo para ver la habitación.

Me regresé para buscar a mi madre y salir de allí. Una corriente me estaba jalando parecía como si el universo abriera un portal donde me llevara.

¿Por qué no te has ido?. me preguntó ella.

Mami no me iré sin ti.

Ella comenzó a quejarse de dolor y estiró su mano, seguí con la mirada adónde me indicaba su dedo y era justo a la mesa donde estaba el libro.

Cuídalo con tu vida, es especial y no lo dejes usar de más nadie Montserrat.

Lo cogí y ella me sonrió.

ahora vete.

No sin ti.

Monserrat.

mami.

El techo, la puerta, el humo y los gritos  me sacaba de quicio no aguanto este tormento.

¡Montse rápido no te queda tiempo vete de aquí con tu hermano pueden salvarse de ellos!

Pero...

—¡Pero nada sólo hazlo!

Baje la cabeza rendida, me acerque a ella y las lágrimas comenzaron a salirse.

Baja las escaleras, ve por la derecha, cruza el pasillo y ¿recuerdas la sala que te dije que no pasaras? Bueno, hay una puerta escondida detrás de la biblioteca y puedes salir por ella. Montse. —me vi obligada a mirarla, ella acaricia mi mejilla llenándola de carbón—. cuida de tu hermano, cuídate mucho, No te desvíes de camino la vida te suele sorprender hija, yo... Te amo, puedes ir lejos tengo... Confío en ti.

Le obedecí y corrí para salir de allí, de ese lugar, de mi hogar. Me limpié las lágrimas y nunca regresé.

Así fue como todos esos días fueron un maldito tormento para mí. Mi madre murió por mi culpa. ¿podré hacer algo alguna vez? No. Éste sentimiento está presente cada vez y más fuerte.

—Montana vuelve a cristopholis. —Jasper me silba al oido y tengo que parpadear dos veces.

Suspiré lentamente calmando mis sentidos.

Por un momento había olvidado que estaba en la misión.

Estamos en un gran bosque rodeados por árboles gigantescos, en donde estamos enfocados en dos misiones: encontrar a Delmon y en busca de alimentos.

Veo a un lado y Max se encuentra recostado a un árbol con la mirada perdida en la nada. ¿qué pasará por su mente?

Emily jugaba con Barth a las escondidas, aún son unos niños.

Jasper con Dam están cerca de mí. Ellos ríen de un mal chiste de Jasper yo sigo mirándole al ojos azules que está distraído.

—Majestad. —llega un hombre semi alto con unos enormes ojos verdes—, Caleb con el grupo encontramos alimentos.  Los  llevaremos al barco.

—Está bien. —contesta Jasper por Max.

—¿Encontraron una pista?. —pregunta Max caminando a él.

El hombre baja la mirada y niega con la cabeza.

—Nada.

Max se calla y aprieta sus labios.

—Gracias por la información, Dreyfus. —le responde Dam.

Él hombre le da una mirada a Max y se retira del lugar. Mientras tanto juego con la manga de mi camisa y los observo a los chicos.

Jasper se levanta sacudiéndose su ropa.

—Nos tocará acampar aquí—habla Jasper.

Max suspira rodando los ojos.

—Jasper, ¿ustedes pueden encargarse de ir con el resto al barco?. —inquirió Max.

—Por supuesto que sí—aceptó—. ¿Te quedarás solo aquí en el bosque o vendrás con nosotros?

—No. —se niega sin mirarlo—. me quedaré en el bosque, buscaré más pistas.

Éste asiente y me mira.

—Montana ¿Te quedas o irás con nosotros al barco?.

Me gustaría quedarme para seguir explorando el bosque pero no quiero molestar a Max, y no quiero ir al barco otra vez.

—Ella se queda conmigo—la voz de Max se oyó—Necesito mostrarle un par de trucos.

Jasper asiente, Dam le dice que lo siga y se van.

Los seguí con la vista hasta perderse en los arbustos. Mi hermano con Emily los siguieron.

—vamos sígueme.

Me levanté del tronco donde había descansado desde que llegamos del recorrido al bosque.

Le obedecí siguiéndolo, el bosque es mucho más grande de lo que pensé esta isla es grande y no he visto la primera ilusión aún.

Pasamos una especie de camino de rocas ¿A donde me lleva Max?, No quiero preguntarle Tampoco.

Dos cosas que me gustan de él:
Es seguro confiable de si mismo y es un chico muy especial, me agrada.

Siento que me está empezando a gustar su compañía, me transmite paz.

«Solo paz o amor.»

Paz.

Una tranquila y suave paz mental, y, aún así tengo un par de preguntas y dudas que me gustaría callar en cualquier momento.

No se nada sobre la ciudad Celeste, Max es más callado que no dice nada de eso.

Sonrió recordando lo de anoche, Max tiene una vida muy diferente en el otro mundo. Pues, los Einstein son una familia pequeña que pertenece a la realeza europea en España. Él, es sobrino de la reina de España por parte de su padre.

Su padre es un hombre muy autoritario, según las características que me explico de él. Cuando era niño su padre quería que fuera el mejor, así que se esforzó tanto en sacar buenas notas que ahora tiene que aguantar las peleas, los comentarios y críticas sobre su carrera. Él tuvo excelente potencial desde niño salió de la universidad a sus 16 años ya graduado con el título de actor en sus manos, dijo que su padre tenía buena fama y fortuna, también es famoso tiene éxito en su profesión—su padre aparte de ser empresario, abogado, médico, psicólogo, es director de una academia famosa en Estados Unidos—Max también le gusta la ciencia, me estuvo comentando que ama la química, desea ser científico pero su padre no desea que tome ese camino. Su padre manda por él, y no debe ser así.

Max se detiene en un enorme árbol con frutos azules. Son como manzanas de color azul marino. Jamás en mi vida había visto una de esas.

«Boba en el otro mundo no hay manzanas azules. »

Puede existir una. La naturaleza es una rama que lleva a muchas otras son las vías de una metrópolis en varias direcciones. Una de ellas puede sorprender más de lo que sabes.

Max se acercó a ellas mirando desde donde estaba, la rama esta alta muy alta, me gusto verlo cerrar los ojos también aprieta sus labios.

—Olvide que el tiempo es más rápido—menciono. ladeó la cabeza hacia mi hombro y camino hacia él—Cuando llegue a esta isla, está planta estaba pequeña, y ahora es de diez metros.

—¿Qué son los frutos?—pregunté, fruncí el ceño.

El sonríe posando su mano en mi mejilla, ese cosquilleo se expandió más y mis mejillas arden.

—Son manzanas azules, un fruto bueno y no venenoso.

—¿Hay frutos venenosos aquí?—No se mucho de este mundo, es importante tener en cuenta que es deficiente al mío.

—Montse, en todas partes hay frutos venenosos—ríe negando—¿Te han dicho lo tan niña que eres? Pareces como si nunca hubieras tenido conocimiento de nada ¿Eh?

¿Eso que fue? ¿Una buena broma? ¿Un decir?¿Un mal chiste?. No me gusta que me digan niña, eso me hace sentir que adultos me manipulan y que soy tonta.

«Eres una niña ».

—No explore el otro mundo Max—defendí. Cerré los ojos—mis padres no me dejan salir mucho de casa.

Él frunció el ceño y después lo relajo, relame sus labios partidos y perfectos una vez.

—Tus padres no te dejan salir de casa por lo que veo... ¿Protector o algo así?—levanta una ceja.

Si supiera cual es la verdadera razón que impide exponer mi presencia ante los humanos, mis padres desde muy pequeña tienen la costumbre de mantenerme encerrada. Solo puedo salir en la noche o verme en las tardes con alistar no puedo exponerme tanto a la luz del día o sino moriré, claro, puedo estar un tiempo en el sol, mi parte humana lo permite. Y, no mucho, podría encender en llamas.

—Mis padres me cuidan—camine sin dejar de hablar—Me cuidan bien, ellos, desde siempre han sido así.

—¿Por eso el extraño tono  de piel?.

—No me expongo al sol—encogí de hombros, hice un mohín en mis labios—No me agrada el sol.

Nunca me gusta el sol. ¿A que vampiro le agrada el sol?. Este chico asiente da pasos a mi y su vista la mantiene en el árbol de los frutos azules.

—¿Deseas una manzana?—interroga, yo asiento y le sonrió.

...


Mis manos están frías, hace mucho frío en este bosque no me atrevo a usar mi poder fuego para calmar el frío no quiero tener testigos de personas humanas que gusten de ver mi escena y después tomen nota para castigarme por ser un vampiro intruso.

Yace minutos que los chicos se fueron en busca de leña para hacer una fogata, nos toca acampar en el bosque y necesitamos por lo menos el calor que nos ataque un rato.

—¿Qué tienes?—me habla la figura de la chica que está justo parada a mi lado.-¿Pasó algo?.

No, es obvio que no pasó nada, solo estuvimos solos en el bosque y él me enseñó lo trucos necesarios para salir de situaciones en caso de emergencia.

—Nada Emi—Le conteste—Estoy pensando en el escondite de Delmon—Mentí.

Eso de mentir no se me da perfectamente pero puedo asegurar que Emily está buscando una culpa en mi rostro cualquier expresión me pondría a prueba para terminar de comprobar.

Me perdí ante ver al ojos azules sudado con sus labios rosados y la piel llena de moho con pequeños bichos.

Él dejó caer la leña en el suelo y no se limitó para ver mi rostro. Me sonríe para acercarse después.

Encendimos la fogata lo más ante, ya nos estamos calentando más el cuerpo. Tome una rama de costumbre y comencé a hacer garabatos con círculos en un espacio del suelo lleno de insectos.

Jasper se quedó dormido junto a Dam, Emily está con mi hermano hablando todavía, y, Max está a mi lado en estos momentos.

—Estuve en Washington con mi padre, de visita a un museo enorme que estaba de moda en esos tiempos.—inicio él—uno de los huesos de un dinosaurio de un millón de años, estaba perdido no lo encontraban.

Analizando sus palabras me quiere decir mucho en eso.

—¿Lo encontraron el hueso?—inquirí abrazando mis piernas.

—Después, de, llegar a este mundo explore junto a Jasper el origen de las Madrugadas. Es una isla con ciento de conocimientos—se detiene y me mira—El hueso perdido está en la ciudad Celeste, lo encontramos en las Madrugadas y... No podemos llevarlo al otro mundo. Tampoco sabemos cómo llego hasta este mundo.

—Max...—llame su atención. Apreté mis labios, es el momento para preguntarle—¿Que es la ciudad Celeste?.

—Es donde vivimos un tiempo, es una ciudad moderna que está al sureste del mundo, su nombre es gracias a la reina celestina—sonrió él encogiéndose de hombros—Nah, mentira, su nombre es origen a lo celestial que es, es... Una ciudad distinta más modernas, parece a nueva York y a Dubái en pocas palabras es diferente.

Es otra ciudad diferente, desde que entramos a esta isla en el bosque no he parado de encontrarme con árboles de distintos colores y tamaños. También encontramos una cascada, según las teorías de Max la cascada era mágica. Para ser sincera le creo; Max es inteligente. Es demasiado, Max es demasiado lindo también es la belleza humana más... Es la tentación que ataca mis sentidos en versión hombre.

Nunca en mi vida había visto un hombre así, Con tanta belleza y una mente abierta muy brillante. Es lindo.

Abrazo mis piernas aún con más fuerza mordiendo mi labio inferior.

—¿Tú...?—Me pierdo en sus labios rosados sin terminar la frase.

Sus ojos azul están puestos en mi no deja de verme y yo de comerlo con la mirada, este chico me... ¿Atrae enserio?.

«¿Tan rápido te enamoras?»

No, no estoy enamorada de él, literalmente es bello muy bello, Max en su otra vida fue uno de los dioses griegos.

—¿Ibas a preguntar algo?—cuestiona él. Me acerco más con disimulo.

—No solo... Nada—negué nerviosa con una sonrisa.

—Tranquila pequeña.

Adoro ese pequeña es demasiado cursi de su parte, es una palabra que me hace ver diminuta pero la amo. Amo esa palabra y más si es mencionada por él.

Me levanté del suelo, sacudí mi trasero lleno de hojas moradas. Di pasos para buscar un espacio libre entre las personas que están dormidas.

—Ven pequeña—me llama Max tocando con la palma de su mano el espacio que tenia para mí.

Le sonreí pasando con cuidado sin hacer el más mínimo ruido para despertar a los dormidos. Me acosté a su lado.

Dudo que yo tenga buen dormir, seguro y despierto en la cara de Max. Dormir nunca se sabe.

Un ruido hizo que mis sentidos estuvieran alerta y desperté. Ya está amaneciendo, calculo deberían ser las cinco de la madrugada.

Me encamine entre los arbustos verdosos que estaban cerca de un árbol la mayoría de árboles son gigantescos y hacen que no identifique el camino donde voy. Adentre a un pequeño sendero que estaba estable todavía y está seguro de cruzar(ya lo probe), con la mirada experimento el bosque con sus extraños seres.

Hay una cueva a mi vista a dos metros de mi la pregunta que ahora me hago es ¿Debería entrar? No es mala idea regresar por Max y el resto pero la curiosidad me está mandando demasiado. Tome aire encaminando mis piernas hacia el hueco.

Una risa detrás de mí me detuvo en seco, me están atacando los pánicos ¿Qué sucede? Esa no es la risa de Emili ni la de los chicos. ¿Quien es?.

Giro mi cuerpo encarando al hombre fornido de barba con esos ojos zafiros que lo hacen lucir hombre autoritario. Sin día es un dios griego, el sonríe al verme.

—Montserrat white ¿no?—camina hacia mi. Parpadeo como respuesta—Un placer soy Delmon.

¿Qué? Acabo de... ¿Estoy... Qué? Como puede ser... ¿Ante mí está... Delmon?.

—Yo... Ham...—abro y cierro la boca tragó saliva sin saber que hacer o qué decir—Tu... Digo... Tu... ¿¡Ash que me pasa!?—exclamo confusa creo que estoy viendo mal ¿Delmon de verdad está conmigo?.

—Sabia que reaccionarias de esta manera—Se acerco él, retrocedí dos pasos nerviosa con la boca entreabierta—No temas, hija, veo que ella cumplió con su misión.

¿Ella? De quien está hablando.

—¿Quien es ella?—interrogue jalando una greña de cabello. Trague otra vez, mordí mi labio, analizo lo que le voy a agregar antes de sacar una palabra absurda—¿De que está hablando?.

Fue como si para el estuviese preguntando la pregunta correcta, levantó una ceja con la comisura izquierda alzada.

—No sabes la historia, ¿No es así?—retrocedió sin desaparecer la expresión en su rostro—Dime ¿Tu madre nunca te contó?.

Aquí va, ¿Mi madre? Osea si, ella me contó sobre la historia de una niña que cruzo a este mundo, más, no me contó de la existencia de un hombre que me esta inspeccionando de pies a cabeza con la expresión de orgullo en su rostro.

—Lo se, ella te contó la historia de la niña, por cierto—mencionó significativo que leyó mi mente. Creo que es vidente o algo así—Te contó la historia de ella, de esa niña más no dijo de mi existencia¿O me equivoco?.

«¿Por que nadie la delata?
¿Quien es esa tal "Ella" Max la menciona Delmon también que chingados es esa tipa.»

—La que descubrió el mundo. Es ella. Y no se llama "ella"—por segunda vez me lee el pensamiento este señor, sonríe negando lentamente alza sus cejas peludas con canas—Es Victoria, la creadora de Cristopholis.

En estos momentos mi cabeza da vueltas, no había escuchado ese nombre durante los días que he estado aquí. Nunca le había oído decir ese nombre a Max, solo mencionaba el Ella como todos lo suelen hacer.

—¿Jhose también tiene algo que ver en esto?

—ay, jhose, jhose—niega otra vez divertido—¿El chico que está locamente por ella?.

Creo que ahora sí estoy entendiendo el asunto como debía ser.

Puedo presentir que alguien nos está mirando, no me siento sola con él, se que alguien está aquí. Siento su presencia.

Solo a este viento llega una música, una música electrónica con una melancólica nota a la mente.

Hu uh uh ...uh uh uh...

Esa mezcla me atormenta esto ya lo había sentido justo lo sentí cuando iba en el coche antes de llegar a este otro mundo.

—Es DARK MAGIC. Ella ataca las mentes más débiles, pero tú eres fuerte—me saca de mis pensamientos Delmon—No sabes lo brillante que eres, tú, eres hasta más fuerte que tú propia madre.

—No veo posible eso—negué sin darle el rostro—Mi madre era lo mucho más inteligente, me llevaba una cuartilla. Era mejor que yo.

—Lo es.

—¿Qué? Pero si mi madre está muerta—sonreí sin ganas solo negando—Ella murió.

—¿De verdad crees que haya muerto en ese incendio?—camino al frente con las manos atrás la cara torcida y una ceja elevada—¿Es lo que crees?.

—La vi como moría en el suelo, su rostro estaba lleno de sangre ella no puso salvarse—recordé—No había posiblidades de salir con vida.

—¡Montserrat!—se oía lejos en varios ecos.

Esa voz es la de mi hermano.

—Tienes el don de saber y percibir a la persona correcta a ti—agrega—Se que te cae bien solo ten cuidado con él.

Max, Max es buen chico dudo que sea cruel o malvado en decirlo así nunca me hubiera salvado ¿O si?. Nunca hubiera hecho lo que hizo por mi.

—Hay un infiltrado.

Abrí mis ojos, ¿Como pasa de un tema a otro? Ahora es un infiltrado.

—Soy confuso—siguió él—No lo olvides.

«soy extrañamente confuso y confundo mucho, quizá ya lo este haciendo».

Lo que había escrito en la hoja del libro era cierto este hombre tiene el don de confundir a las personas. Tanto como a mí.

Mi pregunta es ¿cómo puede haber un infiltrado en nuestra misión?, si bien, esto es confuso la mayoría de los que está en el barco son soldados de nivel alto los únicos intrusos somos Barth y yo. ¿Quien más podría ser?.

—¿Qué es lo que me quiere decir?.

—hay un infiltrado en el barco que puede ser muy peligroso—advirtió—Es de DARK MAGIC.

—¿Qué es DARK MAGIC?—interrogue, él levantó una ceja cruzándose de brazos abre un poco las piernas y la espalda la tiene recta.

—Es una magia casi imposible de exterminar, nadie, nadie en la vida había tratado de vencer a la magia oscura—Informó—Ella es manipuladora, traicionera es una maldita magia que puede con todo.

—¿No pueden vencerla?.

—Hija, nadie repito nadie ha podido vencerla. Es muy poderosa.

—¿Quien es el infiltrado?—me le acerque más—¿Sabes su nombre?.

El negó perdido en sus pensamientos no se en que estará pensando creo que puede leer todo.

—La respuesta tienes que saberla tú—solo dijo para darse la vuelta y alzar la voz—Sabes la respuesta de que es lo que está pasando en este mundo, sabes quién es DARK MAGIC y quién son sus discípulos. Sabes todo solo que tu madre te bloqueo los pensamientos y todo antes de que pudieras llegar a encontrar con las empujadas que te llevan a dónde está DARK MAGIC para destruirla y quedar muerta.

Esto me perturbó, mi madre me borró la memoria ¿En que momento? Ni siquiera tuvo tantos años para vivir conmigo en ningunos de mis recuerdos está DARK MAGIC si tampoco otras personas.

—¿Como puedo desbloquear mi mente?—Ya estaba desapareciendo igual que la claridad en el bosque.

—Aprende y podrás controlar tu mente—dijo cortante—Tú hermano y Max te buscan ve por ellos.

—Pero...

—¡Montserrat donde estas!—se escucho por segunda vez el grito que veía por el bosque de la isla.

—Montserrat—me llama él, lo miro con el ceño fruncido—No te dejes llevar recuerda. Puede ser la segunda persona. Limita bien tus sugerencias y luego has el último toque. No te adelantes.

—¿A donde vas?—lo seguí.

La velocidad era constante la trayectoria de este hombre estaba siento tensa, apresure el paso para alcanzarlo, sin embargo, este no pisaba el suelo sino volaba encima de él, la espalda desnuda con unas pequeñas ramas con hojas dibujaba en su torso le daban un toque de hombre exótico. Hombre que puede tener a más de una mujer loca. Su intimidad esta oculta bajo una falda larga negra con adornos dorados; desaceleró el ritmo al momento de no ver más nada solo oscuridad.

La suela de mis pies está pegada a una especie de gelatina pegajosa, me produce asco no ver lo que es, esto me frustra mucho, levanté el dedo índice aún sin verlo. Tampoco se oía ruido solo escuchaba el latir de mi corazón en la oreja.

—¿Es posible que funcione?—me pregunté a mi misma cerrando una vez los ojos para imaginar encender esa llama de fuego.

Mis dedos se calientan, mis uñas se derriten el frío desaparece. Encendí mis dedos.

Sonreí satisfecha observando con determinación y la mágica chispa en mis labios. El poder había vuelto solo. Ese instante es felicidad pero borre la sonrisa al oler un mal que venía desde esta cueva.

Tape mi boca inspeccionando desde mi punto de vista el estado de la cueva: parece un túnel como parece una caverna, un pasillo con paredes rocosas. Lo que más me está impresionando es que no estoy sola. Hay una gran multitud de personas muertas a mis pies, cadáveres podridos con ojos saltones nublados.

Mi pecho comenzó a subir y bajar con violencia mire a todas partes para buscar un hueco donde salir. No lo encontré tampoco encontré la mínima claridad.

Trato de volar pero al ser una novicia no es permitido, tengo mucho asco de estos cuerpos, de ver estos cadáveres repletos de moho.

—Delmon ¿estás ahí?—Hable, mi voz hizo una fila de ecos por todo el pasillo.

No obtuve respuesta por su parte, me sentí resignada e insegura de ese lugar. Deseo salir de ahí.

—¡Montserrat!—Se escucho al final del pasillo, parpadeo de felicidad.

—¡Estoy bien!—les grite—Estoy en el...

Una mano tiro de mis pies haciéndome caer encima de un cuerpo por suerte no caí boca abajo sino boca arriba.

Una fría e incrédula risa despertó mi mente más, no, definitivamente no estoy sola.

—Auch... Acaba de caer la niña indefensa al suelo—No conocí la voz, tampoco puedo verle el rostro ni siquiera sé dónde está. Enciendo una de mis dedos pero no enciende este.

—¡Maldita sea!—Maldigo en susurro un segundo intento fallido de encender.

—No vale la pena niña—alego la voz desconocida—Eres una inservible en este mundo, no seas un estorbo para Max.

¿Estorbo para Max?.

«Montse... Enciende el fuego otra vez la tercera es la vencida»

—¡Montserrat!—gritó Barth lejos.

No estoy segura de quién esta conmigo sea buena persona.

«¡Montse enciende el fuego rápido!».

Respire profundo, levanté los dedos y encendí uno por uno a medida que los encendía el rostro de la persona se aclaraba más: Alta, cabello ondulado rubio con ojos verdes grandes. Tenía una comisura elevada.

—¿Quien eres?—balbuceo. Para mi pregunta cómo respuesta obtuve mirada incrédula.

Su mirada me puso los pelos de punta, la piel fría, escucho mi corazón en la espalda está vez tengo las manos sudadas.

La mujer dio una carcajada que me termino de erizar la piel, se encoge de hombros.

—Que gracioso—finge limpiarse una lágrima invisible de su rostro pálido—un vampiro con nervios.

¿Como sabe que soy un vampiro acaso también lee la mente?.

Ya no me encontraba en la misma posición boca arriba ahora estoy sentada con la espalda recta con la palma de mi mano en el piso soportando el peso.

No aguanto la espalda me duele tanto unas corrientes eléctricas que corren por mi brazo hasta mi clavícula.

La mujer se aclara la garganta captando toda mi atención; da pasos firmes con elegancia hacia mi.

—Eres diferente a tu madre ¿Te lo han dicho?—ironizó la rubia con diversión y amargura—Esa maldita.

—Mi madre no era ninguna maldita—exclamé. levanté mi cuerpo con la poca energía que tengo pero fue en vano volví al suelo.

—Ni puedes levantarte, es una pena.

En su última palabra, esa palabra me hizo sentir inútil, tonta, sin nada. Para ella fue fácil decirlo.

—¿Quien eres?—repetí juntando las cejas. Esta como respuesta rió a carcajadas otra vez, sin obtener nada agregué—:¿¡Quien demonios eres!?.

—Tu pesadilla.

—¿Qué...?¡No seas de rogar! ¿¡quien eres!?—Grite ocasionando una combinación de ecos.

—Te lo acabo de dejar claro niña—Espetó. Se acercó cortando la poca distancia entre nosotras. Me toma del cabello—Soy tu pesadilla nunca vas a salir de mi. Tu mente es la mía.

—¡Suelta!—exclamé. sostengo sus manos y no me suelta.

—Eres una pequeña mocosa—me suelta caigo encima de un cadáver crujiente—¿Eres novata o que? Se supone que eres un monstruo debes saber defenderte o ¿no es así?.

Exhale un suspiro pesado.

—No soy un vampiro—murmure.

—No soy adivina—se burla—¿Qué pasa con que no seas un vampiro completo sino una novicia? Puedes atacar solo a simple punto de vista eres una persona indefensa, débil sin equivocarme...

—No soy débil.—ataco.

—Pero si indefensa—contraataca ella.

—¡Cállate!.

—¿Quieres que haga silencio para que la niña pueda llorar mejor?—Se burla.

Joder, está tía es fuerte. Más que yo soy una mente débil.

«No eres débil. No somos débiles».

Es cierto, se apodera de mi mente. No soy débil, Delmon me lo dijo, Enshandres me lo dijo, mamá y papá solían decirlo.

Me levanté del suelo sin temblar las piernas firme me encamine a ella con la espalda recta.

—¿Puedes callarte de una maldita vez?—la enfrente ella sonrió orgullosa.

—Asi me gusta con los ovarios por delante, bien puesta—expuso con una sonrisa—Ya somos una sola.

Abrí mi boca mis ojos, la mire con indiferencia y rabia.

La voces de los demás venían detrás de mí, la música melancólica con la electrónica se están mezclando otra vez. La mujer ríe y cada parte de ella se convierte en poco y humo negro, ese que está rodeando todo mi cuerpo; doy vueltas en busca de una salida para escapar de este humo.

—¡Déjeme ir!—Grite fuerte.

—¡Hermana!.

—¡Montserrat!

—¡Barth, Max... ayúdenme!

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Capitulo #7 editado.

Es extenso porque tiene mucha acción y no quise hacer dos partes.

Puedes compartir la historia para que más personas puedan leerme 💜💜😻




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