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(12•12). 

⟨⟨Pensar sin el corazón⟩⟩

⟨⟨A veces deberíamos intentar pensar sin el corazón para saber si tomar esta opinión nos puede servir como guía, nos puede ayudar a controlar nuestras emociones.⟩⟩

🖤Montserrat White 🦇

Tomé aire, mientras caminaba de un lado a otro algo preocupada, Max tenía horas sin despertar. Siquiera el doctor salía para preguntarle.

Desde que llegamos de la misión Max había quedado en un gran sueño, Jhose me estuvo informando que cuando tienes demasiado sueño en este mundo eso puede significar tu muerte, bueno, es el mito que tienen en esta ciudad.

La puerta se abrió entonces salió el doctor, me le acerque para preguntarle sobre Max, dijo que estaba bien, había despertado así que ya podía ir a verlo.

Quise entrar así que toque  la puerta, pero nadie la abrió, de repente Max grito que entrara así que eso hice, entonces quedé hipnotizada al ver al chico ojos azules acostado en la cama, su cabello desordenado lucía fabuloso, sus labios, su perfecta nariz... Todo de él está perfecto.

—¿Como te sientes?—pregunte mientras cerraba la puerta.

Vaya, su habitación... Ni mi hermano en toda su vida había sido tan desordenado como este chico, todo es un desastre... Me provoca no se, limpiar esto.

Inspeccione su habitación con detenimiento su habitación también era increíble: una cama matrimonial, al lado una mesa con lámpara, una ventana casi igual a la de mi habitación pero sin cortinas, luces led azul por toda la orilla de la pared, tapiz de marrón, paredes blancas con azul marino, muebles negros, estantería con libros, y un armario grande.

—Toma asiento Montse—me señala Max un  mueble que por fortuna no tenía ropa ni desastre sobre ella—Te pueden salir raíces.

Quise reír pero su chiste me pareció muy cruel de su parte así que lo ignore. Me encamine con pasos firmes hasta el mueble que estaba a su lado.

—En la placa, el doctor vio una pequeña y fea cosa en mi rodilla—Empezó a decir Max—En la placa se podía ver claro lo que era... Me quebré el hueso de mi rodilla... Creo que es de operación según el doctor hay que ponerme clavos.

Eso es grave, los clavos son muy grave, así que no podrá... ¿Caminar? O moverse por esa pierna.

—Lo siento—Le tomé su mano brindando mi apoyo, él la tomo gustoso—Podrás seguir caminando bien después, ¿no?.

—No lo sé.
Dudó él.

Todo se le puede complicar si sigue así, sus entrenamientos, sus batallas por mucho él es el rey de este mundo y necesita estar en una buena posición. Necesita tener sus piernas firmes.

Aún quería tener su mano cerca pero Max... Se soltó de ella, creo que no debí tomar su mano eso fue como... Despreciar mi apoyo. ¿Por qué?

«Por que no le gustas y no te necesita».

Cállate nunca apoyas.

Al notar mi cara Max saco otro tema como para disimular un poco que me había despreciado.

—como fue que llegasteis a donde estaba—inquiere, lo extraño fue que sacó un nuevo acento.

—Yo pues, iba a quedarme cuando...—intente explicarle pero entonces la puerta se abrió.

Estaba parada la chica rubia de ojos extraños, debo de decir que esta mujer... Cualquier chico u hombre estaría detrás de ella nada más por su cuerpo incluso tiene una belleza única, es muy hermosa.

Ella queda mirando a Max luego me mira a mi, me encanto su precioso vestido rojo ajustado a su cuerpo con bordes.

—Disculpen...¿interrumpo algo?—duda la chica, nerviosa se pone a jugar con los bordes de su vestido.

Decidida a explicarle que si nos había interrumpido.

—Pues..., Estábamos—quise también terminar esta frase pero Max se adelantó a interrumpir mi oración.

—No... Para nada—Se adelanta, preferí callarme en lugar de hacer el ridículo, pero pensé que diría algo más razonable—Acabamos de terminar una pequeña charla.

¿Acabamos de terminar? ni siquiera habíamos comenzado una charla ¿Por qué no le dijo que si estábamos hablando? ¿Que pasó? Siento un poquito de molestia en mis mejillas.

«Montse, levantate es obvio que acaba de callarte»

¿Por qué no prefirió decirle a ella que si estábamos hablando?

«Por que no te quiere, y esta tipa está más equipada que tú... Max la salvo así que ¿Crees que no deba sentir algo al ver a esa tipa? Seguro hasta se le paró tú sabes a qué me refiero».

No estoy para tus estupideces pero tienes toda la razón, yo no soy nadie así que mejor será largarme de una vez de esto... Eso por mucho me dolió así que no pienso seguir.

Decidida me levanté de la silla, me disculpé con ellos pero debía irme sino iba a explotar, cerré la puerta sin despedirme de Max solo tenía esa fría nota en la cabeza.

«Tu te preocupas mucho por el cuando el ni un dedo levanta por ti».

Él... Bueno, si se ha preocupado por mi pero ¿Por qué está de esa manera conmigo? ¿Por qué rayos me está evitando? ¿Por qué ya no me sonríe como antes? ¿Qué rayos ha pasado?

Lo mejor va a hacer quedarme callada como lo hago siempre respirar para tragarme ese maldito nudo en la garganta y pensar en el juramento.

¿Sabías que cuando era pequeña hice un juramento de jamás volver a llorar y hasta ahora no lo he hecho? Pues si no lo sabías bienvenido al tema.

Me encerré en mi habitación, ya sería hora de cambiar un poco debo ser más dura en lugar de ser sensible con Max.

Y así fue.
Lo mejor será «pensar sin el corazón»

Dos semanas después.

Estas semanas me he dedicado a entrenar un poco, así que me estoy esforzando para dar lo mejor de mi... Encontramos una nueva misión y la posibilidad de vencer a DARK MAGIC pero el único problema es que, nos enfrentaríamos a una gran batalla con ella, para eliminar primero a sus bestias luego empezar por ella.

También había estado ocupada investigando lo del infiltrado, y no. No lo he aún encontrado ni siquiera pistas sobre él ¿Quien rayos será? Bueno eso pronto lo averiguaré.

Delmon vino a visitarme estas noches, dijo que necesitaba hablar conmigo así que me entrego una caja dijo que la abriera lejos en el bosque de Cristopholis, pero como no se en que parte queda eso le pedí el favor a otra persona para que me acompañará, esa persona es Barth... Él ya ha salido y experimentó con los chicos los bosques así que se sabe el camino.

Por otro lado Max, bueno, Max ya se curó ¿Tan rápido? Si, fue algo sospechoso pero incluso no fue necesario operarle la pierna por qué el hueso no estaba quebrado sino golpeado así que está otra vez en su lugar... Desde el día que me rechazo bueno rechazo mi apoyo no le he vuelto a hablar solo si es necesario cruzar palabras, igual él no parece importarle mucho.

Señale con la punta de mi pistola el blanco que estaba en el centro del muñeco que me recordó a los maniquí que están en las tiendas.

Entrecerré un ojo buscándole el mejor ángulo jalé el gatillo y vi como lentamente la bala iba en una perfecta dirección iba tan perfecta que casi le llegó al blanco pero entonces la falle.

¡O-H-R-A-Y-O-S!

Solté aire mientras iba donde estaba la bala, la tome y cargue la pistola otra vez ¿Sabías que estás balas son super potentes? Bueno ya lo sabes, apunte otra vez al blanco. Y volví a fallar.

Di una.
Otra y otra vez.
Falle.

Cubrí mi rostro luego pase mis manos a mi cabello lo desordene un poco, creo que este cabello ya no me está gustando. Creo que lo mejor va a hacer un cambio de look.

Tenía la respiración agitada, mire al techo al escuchar unos pasos por encima de este, luego me dirigí a tomar otra vez la bala fallida.

—No lo lograrás si sigues así—la voz de Jasper se oyó por toda la cancha de entrenamiento.

—¿Así como?—Inquirí con un tono de amargura cargando la pistola otra vez.

Él cruzó de brazos levantó una ceja, se abrió un poco de piernas pero su espalda seguía recta.

—Asi, cómo estás—me señaló, fruncí el ceño—Agitada, desesperada, amargada. Así mismo no lograrás darle al blanco.

—¿Crees que es eso?—bufé,  jale el gatillo pero la bala está vez no apunto al blanco sino que volví a fallar; caminé hasta la mesa donde estaban el resto de las pistolas, puse la mía entonces antes de irme—¿Puedes enseñarme?

Él cerro los ojos negó lentamente, creí que me diría si ¿Pero lo hizo? No. Fruncí el ceño caminé hacia él una vez más cerca mis pasos fueron lentos.

—¿Por qué no?—mi tono fue tan extraño que ni yo lo reconocí.

—No soy experto pero hay alguien que si lo es—revela, me toma de los hombros—Y ese alguien es Max.

Excelente, tenía que ser Max, ¿Como rayos puedo hablarle a Max? Ahora tenía que buscar otra opción.

Joder, jasper.

—No necesito a Max—Negue ante su palabra, él blanqueo los ojos negando otra vez.

—Por que jodidos cojones actúas así ¿Eh?—pasa frente de mi brindándome su ancha espalda, luego antes de irse se detiene, gira para verme baja la mirada—¿Que te ha pasado?

—Ni yo misma estoy segura—dude, luego me encamine hacia la puerta.

Salí de la cancha con la frente caliente, mi cuerpo exigía un baño. Toda la mañana me la pasé entrenando sola en la cancha, practicando con mi amiga soledad; entre a mi habitación, tomé la toalla para irme al baño entonces la puerta fue tocada. Caminé hacia ella con pasos algo temblorosos, al abrirla la primera obra de arte que me encontré fue el rostro de Max. Genial ahora estaba con él.

Había quedado hipnotizada mirándole los ojos, esos putos ojos azules que a cualquier persona envuelve. Esa sonrisa que hace temblar las piernas de cualquier mujer... Todo de él es de Dios griego.

—¿Que haces aquí?—tan, pero tan tonta fue mi pregunta que debía corregirla—¿A que vienes?.

Él miro mi rostro unos segundos antes de responder.

—Vine por qué tenemos que hablar tu y yo—Abrió pase sin que yo le permitiera entrar así que pasó y se sentó en uno de los muebles... No me tocó de otra que cerrar la puerta.

Mi habitación estaba como siempre limpia, el único detalle era que tenía un montón de libros en la cama, cada uno era de distintos géneros literarios e inclusive no eran todos del otro mundo sino de este mundo. La literatura de este mundo es mucho más distinta, no importa si no se lleva a cabo una poesía o algún tema lírico sino se cuenta todo de la manera que es la lengua de este mundo, si es de contar un cuento con ciertas palabras de sobra las llevará.

Entre mis libros estaban ciertos géneros de fantasía, ficción y romance. Max tomo el de romance, comenzó a hojear hasta que se detuvo donde había dejado el separador de libros.

—El mundo de la creatividad fue atacado por un fenómeno llamado DARK MAGIC siendo una mujer que jamás fue tomada en cuenta como ciudadana así que decidió vencer o peor, vengarse de vosotros—leyó en voz alta para que yo lo escuchase, cruce de brazos—Una vez que ella tuvo su poder se vengo de cada una de las nacionalidades de el mundo así como también... Bla, bla, bla. ¿Sabéis algo? Ya me tomé enserio que jamás volveremos a hacer esclavos de ella.

—¿Puedes decirme lo que venías a decir?—lo mire a los ojos, él lamió sus labios mirando la pared cerró el libro.

Sentí algo de miedo que me fuera a decir que el portal está listo para que nos larguemos de aquí pero mi momento acabo cuando dijo:

—¿Por qué actúas de tal manera conmigo?—frunció el ceño, ahora sí me estaba mirando pero sin embargo, sus ojos eran más hipnotizante que antes.

Me quedé un momento procesando lo que iba a decir pero en ese momento las ganas de seguirlo viendo me traicionaron entonces deje de mirarlo.

—¿Cuál es la manera que actuó contigo?— ironizo con un toque de diversión.

El entorno los ojos ladeó un poco la cabeza y alzó rápidamente sus espesas cejas.

—asi como lo estás haciendo en este mismo instante—se levanta del mueble dejando el libro a un lado, sus pasos son tan perfectos que juro que este tío ganaría si fuera modelo de Hollywood—¿Crees que no me he dado cuenta? Montse, ¿Que te pasa? Antes me hablabas ahora casi ni una sola palabra me cruzas. Dime ¿Estas molesta conmigo? ¿Te hice algo?.

Me heriste Max, lo sé, un vampiro no puede tener sentimientos hacia un humano pero es inevitable no gustarle ese tipo.

—Ningunas—mentí haciéndome la inocente e inofensiva chica de siempre—Y no estoy molesta contigo.

«eso es verdad, no estás enojada. Sino celosa».

A decir verdad nunca estuve tan molesta, sino que me fastidiaba que él estuviera más con Cristhel y no conmigo como antes, estas semanas ellos han estado tan juntos que podía malinterpretar las cosas... Es tan, estúpido pensarlo pero creerlo es otra cosa.

—Entonces aceptas una disculpa—no pensé que fuera a decir eso, me tomo de la mano, ay, que corriente—¿Aceptas ir a un lugar conmigo?

—Un... ¿Lugar?—fruncí el ceño.

Él afirmó con una sonrisa entonces entendí que, íbamos a una parte solos, él y yo nada más...

•••

Me subí a la Jet con mi hermano lista para irme al bosque del que antes te había contado, mi hermano me pasó unos equipos y de regalo un helado, gustosa lo tome obviamente.

Al estar ya en el bosque, si, un extraño pero bello bosque con estacionamientos de jet. Mi hermano se estacionó entonces comenzamos el recorrido.

Habían personas que nos miraban con casi una chispa de emoción, de incrédula mire mi traje para ver qué tal me quedaba, genial, la estúpida no había visto su traje.
Llegamos a un sendero donde ya no habitaba gente, tomé la casa que me había dado delmon y la abrí.

En la caja estaba durmiendo una pequeña hada, su hermosa piel blanca de porcelana, con un largo cabello castaño y tenía unos pequeños labios carnosos, estaba vestida de verde me recordó mucho a la campanilla pero luego me dije que no estaba en Disney para ver a las películas animadas. La pequeña comenzó a moverse luego se despertó. Me miró.
Nos miramos ambas, ella se le amplio una gran sonrisa al verme.

—¿Y qué es lo que puede hacer ella?—me susurro barth al oído, casi pego un salto.

—No tengo idea—negue.

La hada elevó sus alas aleteando agarro vuelo, se acercó al sendero luego nos indico con su pequeña mano que la siguiera lo hice.

Me daba gracia verla tan pequeña pero tan linda, me pareció curioso que delmon la mandara para cumplir una misión pero eso es lo que hace él.

La hada nos llevó para una parte del bosque donde rodeaban varias rocas gigantes haciendo un círculo, mi hermano y yo rodeamos las rocas buscando algo que nos llamara la atención, entonces allí la hada nos señaló lo que había en las rocas: símbolos, figuras talladas, pintura rupestre.
Entrecerré los ojos analizando la primera pintura en la roca: Una mujer guerrera con larga cabellera negra y ojos azules, peleaba contra unos demonios gigantes.

En la otra pintura había una madre con un niña, y detrás de la madre había una sombra blanca y otra sombra negra, tenía una bebé muy pequeña.

Me guíe hasta la otra pintura, una niña más grande, sus ojos eran violetas, su rostro ovalado como el de una muñeca, su nariz pequeña y su cabello corto negro. Esa niña tenía en sus manos una especie de tela negra y blanca me guíe de las telas hasta que vi lo que significaba: un ángel y un demonio.

Estaba mirando bien o ¿Esa niña era yo y la señora era mi madre? Avance a seguir la otra pintura hasta que vi en un trono a una reina con su respectivo rey luego en otra vi a una reina con demonios a su lado, hombres esclavizados, mucho oro, humo morado por todas partes... Pero, la chica se sabía que era dark magic pero lo peor era que en sus manos tenía una cadena donde alguien la estaba encadenando y ese alguien no era más y nada menos que la misma niña de las otras...

—hermana—emite mi hermano, su voz fue gruesa pero se le iba algo de miedo en ella.

Gire para verlo, tenía las manos metidas en el bolsillo de su pantalón, estaba con el ceño fruncido.

—Estas mirando lo mismo Barth—me acerque a él, lo tome de los hombros—¿Sabes lo que esto significa cierto? Dime... ¿¡Te das cuenta lo que significa todo esto Barth!?.

Los nervios así como la rabia me estaban atacando, dark magic, esa era dark magic... La magia de la cual todos temen, a la que respetan por ser tan fuerte. Aún nadie sabe sus debilidades. ¿Cómo vencerla?.

No hubo respuesta de parte de Barth pero si la iba a decir solo que la tierra comenzó a temblar, nos quedamos inmóviles mi hermano y yo, en una sacudida dejo de moverse pero caímos los dos al suelo. Mire hacia las rocas había pasado algo con ellas, ya no eran las mismas... Sus pinturas habían cambiado a otras nuevas, me levanté del suelo junto con Barth. Nos encaminamos juntos hacia el resto de las piedras.  

Una claridad invadió el lugar, nos cubrimos ambos los ojos de aquel destello de luz ultra, hasta que en un momento esa luz se fue apagando y finalmente quedé en la tarde, busque a mi hermano por todas partes pero no lo encontré. Rodee las rocas con la intención de buscarlo pero encontré a quien creí que no estaría.
Y bueno solté un suspiro de alivio cuando mire el hombre que estaba a mi frente.

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