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capitulo 36
🔷🔹La rabia es lo peor 🔹🔷

⟨⟨Ignoramos a quienes nos aman y amamos a quienes nos desprecian.
Somos tan peculiares que cometemos errores y lastimamos sin darnos cuenta de ello.⟩⟩

Ángeles Carrasquero 💜✍🏻📖.

🔷🔹Max Einstein🔹🔷

—¡Espérame!. —me grita el duende desde la distancia, me había olvidado que iba conmigo.

Me detengo para esperarla, el largo vestido que lleva hasta los talones se enreda con los arbustos, me hizo reír cuando intento correr y tropezó con una piedra que estaba cerca, ella no es digna de usar vestidos así, sin embargo, al estar en esta época tenemos que hacerlo para no levantar "más sospechas" de que somos del año después.

—Apresura el paso, duende—alego, esperándola con una pequeña sonrisa por la expresión que tomó en su rostro.

No le gusta mi apodo.

—Eres un estúpido, Max, ¿Lo sabías?—se defiende, llegando hasta donde estoy, sin embargo, no puede darme un golpe por lo baja que es—. ¡Eres insoportable!

Rio fuerte ante su comentario, ella sabe que lo soy y lo hago para molestarla, sin embargo, si hay una persona en este mundo que me aguanta es ella y Montse.

—La única que me soporta es Montse. —hablo sabiendo que ella sabe bien eso, aún así lo digo porque me gusta molestarla—. ella tiene toda la paciencia del mundo para mí. ¿lo sabías?

—Tiene toda la paciencia, es algo de ella —me mira perspicaz y niega—, Le gustas, Maxito, así qué... ¿Lo sabías?

Me giró dejándola con la intriga si me causo alguna emoción o no saberlo. Sigo caminando en la dirección en la que íbamos, escucho los pasos de Emily detrás de mí, creo que la mejor idea era dejarla con harizel, así ella no me seguiría no aguantaría su respiración tan alta cerca de mi.

Bajamos por un camino donde se llegaba al bosque menos llamativo de La isla Clanista caminé sin importar lo que muchos hayan comentado sobre este bosque, ya que se decía antes que estaba embrujado. Y le creo porque si hay brujas aquí debe de serlo, sin embargo, eso no es algo del que no esté acostumbrado. Ya nos hemos enfrentado a brujas y peores bosques ¿Por qué me debe de asustar este? No debería en lo absoluto.

Llegamos donde la parte del bosque era más real ahora, es decir, sin árboles de diferentes colores como violeta y azul, ahora eran verdes oscuros y ese colores que te hacen dudar si estás todavía en Cristopholis o regresaste a la realidad. En verdad parece que fuera la realidad.

Detrás de mí el crujir de las ramas siendo pisoteadas por Emily me hizo regresar la mirada a ella, estaba llena de hojas verdes por todo su cabello. Ella llevaba un vestido color turquesa lleno de flores moradas, con zapatillas blancas, un corset que se acentúa a su figura y cruzado en la parte de su pecho hasta su abdomen, las mangas son anchas y le caen de sus hombros hasta su antebrazo, en color blanco, trae un collar de perlas y su cabello está recogido dos mechones hacia atrás con un pequeño lazo ¿Así es qué se dice? Bueno, no sé lo que sé es que parece una niña más.

—ahora veo, sí, pareces que hubieses sido arrastrada por otro duende. —repongo con sarcasmo y me acerco a ella—. ¿Con qué árbol peleaste?

—¡Deja tu lado sarcástico a un lado y ayudame!. —se queja y no evito soltar una carcajada.

—Vale duende.

Seguimos nuestro camino, escuchando los reclamos de mi hermana por todo, si de verdad debía dejarla y no traerla hasta acá. Me arrepiento demasiado.

Vamos por un camino rodeado de piedras y árboles de ceiba, algo me dice que Emily no le agrada del todo el lugar, no es que sea el peor de todos pero tampoco es el más lindo. Se ve peligroso y oscuro.

Emily toma mi mano segundos después de cruzar un sendero, no la juzgo, sé que tiene miedo y yo no puedo decir que no lo tenga. No me agrada ver a ninguna de mis dos chicas tenerle miedo a la oscuridad ni mucho menos a un bosque, aún sabiendo que Emily no teme por el bosque, sino por mi presencia.

Llegamos al río del bosque Cristien, el río al cual se llama Morte gracias al dios del agua de este mundo. Aquí no existe mitología griega, aquí existe mitología Cristopholiana. O celestial.

El agua estaba oscura, se lograba apenas visualizar algunas aletas, seguramente sirenas o peces, no me fío mucho de este tipo de lugares, aquí todo es Paranormal y no me gusta vivir un episodio donde tenga que salvar a Emily de un monstruo.

A lo lejos del río visualizo la figura de una señora lavando, es la misma señora que he estado buscando desde que comenzamos nuestra aventura mi hermana y yo. No obstante, me adelanto a saludarla y soy el protagonista de un cuento de lobos, me encuentro rodeado de tres gigantes pelajes grises con ojos azules.

Sonrío al verlos, son tan hermosos que desearía que Montse... Estuviera conmigo. Seguramente se pondría feliz como también hubiese gritado del susto, ella no es la persona menos miedosa del mundo, en cierto episodio momentáneo recuerdo haberla visto asustada detrás de mí cuando las sirenas intentaron ahogar.

Como la he extrañado durante este día, no me siento bien si ella no está conmigo, ya estoy más consciente que mi vida sea vuelto interesante a su lado y quizás ella no lo ha notado pero... Es lo mejor que me ha pasado en la vida, encontrarla es todo y no he tenido la oportunidad de decirle todo. No quiero imaginar su reacción pero simplemente he aguantado demasiado con esto como para no confesarle lo que siento. Si de verdad ella lo supiera...

—¡Ay!. —grita mi hermana emocionada al ver los lobos a mi lado, corre hasta donde yo estoy pero los lobos no le agradan su presencia por lo que ella vuelve a gritar pero esta vez horrorizada.  Se pega a mi espalda abrazándome de la cintura—. ¡Aléjate lobo, Max ayuda,!

—¡Majestad!. —exclama la señora Carolina al verme y se reverencia con nosotros al levantarse puedo ver en su rostro al lado de su mejilla una salpicadura de barro. Lleva puesto un vestido hasta sus talones de color marrón con algunas manchas de humedad, el cabello lo tiene en dos trenzas y lleva una cinta en la frente del mismo color del vestido. Por último, está descalza.

Me acerco a ella con Emily en mi espalda y le regalo una sonrisa acompañado de un asentamiento de cabeza, ella espanta a los lobos y antes de poderme decir una palabra me hace una seña para seguirla hacia su casa, voy detrás de ella y mi hermana me reprocha con la mirada al no entender lo que pasa.

Pasamos por un camino de piedras de diferentes colores, en cada árbol se escuchan los cuervos y algunos salían al nosotros hacer ruido con nuestro paso, observo a mi alrededor, distintos árboles y hay bichos que nos vienen persiguiendo. Me detengo cuando un mosquito entra a mi nariz y me es inevitable no hacer un esfuerzo para no estornudar, la señora va de primera guiándonos, Emily va de segunda en el medio y yo voy de último, siguiendo sus pasos.

Emily se detiene con la señora al ver que yo lo hice, hago lo posible para no estornudar ya que no me gusta hacerlo delante de personas que me conocen como su rey y no como el niño inmaduro que aún sigo siendo, así que opto por seguir caminado. No obstante las ganas no se me van.

—Max...—me regaña Emily.

—no se preocupe, majestad, estornuda antes que...—me observa la señora con las pocas cejas que tiene mientras yo cierro mis ojos cuando siento que ya no puedo—. Antes de que pueda quebrarse una costilla al contener el estornudo.

—Tranquilas yo pue...—intente decirlo pero es donde estornude fuerte que casi se me sale todo de la nariz, me di la vuelta para no verlas.

Escuché reír a Emily y luego a la señora, me gire para verlas mirándome y luego negaron, se dieron la vuelta y siguieron caminando como si nada. Obviamente mi hermana se detuvo para susurrar al oído.

—Si Montse estuviera aquí seguramente te hubiese ayudado a esquivar ese mosquito. —se burla y luego me toma de las mejillas, tuvo que hacer un gran esfuerzo para alcanzarme—. Eres tan presumido que te ves rojito de la vergüenza.

No digo nada y paso frente de ella, seguimos caminado hasta donde se encuentra una casa, una cabaña mejor dicho, es de piedra y tiene una chimenea, un pequeño jardín y calabazas por doquier. Vaya, y ¿yo qué creí? Vendría a la casa de una bruja así que no es sorprenderme qué al entrar encuentre niños o cabezas tiradas por toda la casa, incluso mi corazón late fuerte porque hoy me voy a enterar que peligro es el que corre Montse y yo.

Entramos mi hermana y yo como los dos pequeños  Hansel y Gretel entrando a la casa de la bruja, y sí, no dudo que siento algo de desesperación por todo esto, me sorprende también el saber que es lo que estoy viendo, en la mesa donde me voy a sentar está llena de fotografías de sombras, las paredes tienen retratos de... ¿Montse? ¿Qué clase de broma es ésta? Me doy la vuelta para mirar a la señora que está a mi lado pasar y sentarse en la mesa. Observo a mi hermana qué se a quedado estática como yo mirando todo con temor.

—¿Qué es todo esto? —cuestiono señalando los retratos—, ¿Qué hace mi no... Qué hace Montse, en ese retrato?

—Bienvenido al lugar, querido —me observa la señora y es donde me doy cuenta que su rostro está cambiando—, Soy Celina, la hermana de Celestina y Morgana.

Ahora la señora a la cual estaba sucia, con cara de anciana es toda una atractiva chica, sus cabellos blancos caen como cascadas por todo su cuerpo, sus ojos son un gris perfecto, sus labios son carnosos y su cuerpo es la perfección, sin duda está mujer atrae a cualquier que quiera su poder. No obstante lleva puesto un vestido que consiste de una falda degradada blanca y azul, un corset sexy del mismo color, unas mangas azules que tienen una punta que llega hasta el suelo y está descalza, sus pies son blancos como la nieve y tiene una hermosa tobillera de perla con zafiros.

Tanto Emily como yo nos hemos quedado admirando su belleza, es tan hermosa que ninguno de los dos nos percatamos que la hemos observado desde su transformación.

—Lo sé, soy hermosa—ironiza ella, sabiendo lo mucho que lo es, chasquea los dedos y el lugar se vuelve una cabaña azul, ahora hay bolas de cristal y copos  de nieve caen del techo —. No hay tiempo, no tenemos nada de tiempo, Max.

Nos ofrece unas sillas y gustosos las tomamos sin entender nada.

Ella saca de una estantería un mapa, lo extiende en la mesa, islas, reinos y más, están en el pequeño mapa.

Es el mapa de Cristopholis y entre ellas tiene marcada la isla de los Newandermanes, el mapa se mueve como si fuese un programa instalado donde podemos ver el mundo de una manera más diferente y creativa. 

Mis ojos se abren.

—Los Newandermanes ...—murmuro y ella asiente.

—Sií Max, ellos mismos—confirma y se quita un largo mechón de su cara—, estan planeando atacarnos junto los ejércitos de Dark Magic, están por todas partes robando niños para el mercado negro. —Me señala las islas que han sido saqueadas aquellas que están marcadas con tinta morada pero lo que me relata me deja atónito—. Pero, su reina está débil, Dark Magic perdió una cantidad de ejército de demonios y buscó la ayuda de los Newandermanes. Tienen un acuerdo.

Yo asiento.

—¿De qué consiste el acuerdo?—hago la pregunta e inclino mi cabeza para mirar con más claridad el mapa. Un carruaje con demonios y elfos se mueven en dirección a nuestras islas.

Ella está cada día más cerca.

—obtener el mundo y compartir la mitad. —Celina se relame sus labios y me mira con preocupación—. Hay que apoyarnos, no quiero perder a mi reino y tampoco mi mundo, para eso quiero unirme a ustedes.

En eso Emily intercambia una mirada conmigo.

—¿Y cómo podemos confiar en ti?—inquiere Emily con el ceño fruncido y golpea la mesa, se levanta y la señala—. Tenemos razones para desconfiar de ti.

—¿Yo les he hecho algo a ustedes? —ella nos señala divertida.

Emily aprieta sus labios y rueda sus ojos.

—Traicionaste a Victoria, a tu reina. —le recuerda Emily y Celina baja un poco la cabeza—. Uniste fuerzas con Morgana para acabar con el espejo Noctus.

Eso es cierto. Había pasado un tiempo en donde Victoria no pudo entrar al mundo, gracias a Celina y Morgana por dañar el espejo Noctus. Hay razones para desconfiar en ellas.

Y sin embargo, fue perdonada.

—Está bien, lo acepto, soy una maldita traidora. —la nota de amargura es evidente en su voz. Emily me mira un momento y ella continua, se levanta de la mesa—. Pero, ¿Creen que estoy aquí por gusto? Quiero acabar con esto, quiero ver sufrir a Dark Magic. Quiero ayudarlos.


Me lo pienso unos segundos antes de ver a mi hermana, ella se encoge de hombros y me deja la respuesta para mí, así que tomo la decisión.

—Adelante. —digo y la observo a los ojos, me he puesto de pie. Inclino mi cuerpo y relamo mis labios. ¿Qué es lo que sabes?

Ella respira hondo, me sonríe y nos mira a ambos para darse la vuelta y traer consigo una caja donde empieza a sacar diferentes fotografías.

—Desde hace unos años estuve en el reino de Dark Magic estudiando con mi hermana asuntos de hechizos y qué mejor para aprender en ese reino. —me pasa una fotografía de el reino, lo determino bien y luego ella me pasa otra fotografía de un hombre, un soldado—. él, era el aliado de Dark Magic, nos comentó tantas cosas que mi hermana no presto tanta atención como yo lo hice y... Algo de lo que me dijo me perturbó al instante.

Me entrega una foto de una niña, aunque la fotografía sea en blanco y gris la cara de la niña se ve algo borrosa, tiene un cabello largo negro, y sus ojos son algo bonitos.

Pero... Presiento que la he visto antes.

—¿Quién es esta niña?. —pregunta mi hermana mirando la fotografía.

—Yo estaba segura que era Dark Magic pequeña, por el estilo de la foto y por lo antigua que es... Pero, —nos arrebata la fotografía y nos da una donde... Mis ojos se abrieron al ver a nuestra enemiga cargando una niña en sus brazos—, Luego me di cuenta que estaba equivocada y la niña es su hija.

Me es imposible creer... ¿desde cuándo tuvo una hija y nunca lo notamos? Si hubiésemos sabido eso, hubiéramos atacado su parte débil, obvio, sin hacerle daño a la niña.

El rostro de la niña no es idéntico al de Dark Magic, más bien la niña parece feliz al lado de ella, mientras su madre se le nota que no disfruta nada su compañía. Pero, el rostro de la niña se me hace tan familiar que no se a quién se parece, en verdad.

—Pocos años de la niña cumplir sus cuatro años ella, la abandonó, al parecer nunca la quiso y solo tenía que deshacerse de ella. —me quita las fotografías y me entrega otra foto, en la otra aparece el Rey Vampiro Serreth con la pequeña cargada en sus brazos—. Al parecer ambos tuvieron una hija y ambos la abandonaron. Ella es la heredera del trono de Vampers, el reino vampiro al ser hija del ex Rey Serreth.

—¿Qué le pasó al rey?. —pregunta mi hermana y yo también me hacía esa misma pregunta, nunca conocí de él y jamás lo pienso hacer.

—Lo que cuentan es que murió de sufrimiento por su hija. —revela con un brillo en sus ojos y me sonríe—. Pero... La verdadera razón es que dark magic acabó con su vida.

—¿Por qué? —ahora soy quien pregunta, nadie nos había contado está historia y al parecer creo que casi nadie la sabe.

—Porque ella odiaba a esa niña, la odia. —se corrige, y me muestra otras fotos—. lo mató para quedarse con su reino y ahora ella lo gobierna, sabiendo que si su hija llega a saber eso ella es quien puede poner a dark magic en su lugar y acabar con su vida.

Observo las fotografías de la misma niña en los brazos del rey Serreth, al parecer él si la quería a esa niña. La rabia me carcome por dentro ¿Por qué las madre a veces abandonan a sus hijos? Ese tema lo odio y nunca me gustó hablar de ello.

—Si encontramos a esa niña...—se entusiasma Emily nos observa buscando lo mismo—. Tenemos todo a nuestro favor, piensen, si ella llega a obtener el trono ella nos ayudaría a vencer a su madre y Dark Magic no podría hacer nada. —da un brinco—. ¡Sería su final!

—¿y qué te hace pensar que la chica nos va a ayudar? —ella al escucharme se le baja la alegría y asiente, yo ruedo mis ojos—, Por Dios Emily, es su madre... Aparte ni siquiera sabemos que está viva.

—¿Tienes información sobre ella?. —le pregunta Emily a Celina y ésta asiente.

Se levanta de su silla y da la vuelta para caminar por la casa, rodea la mesa y de otra mesita trae un cajón donde me lo extiende y yo lo tomo, lo abro y me doy cuenta que es una caja con peluches, ropa de niña, zapatillas, brazaletes y una pequeña corona.

—¿Estas son las cosas de la bebé?

—sí, estuve investigando durante todo el tiempo, la niña está con vida y cuando lo descubrí me alegré demasiado porque al fin alguien le daría una lección de muerte a Dark Magic. —nos comenta ella—. Solo qué... Al descubrir quién era, tuve cierto temor de hablarle y sé que solo una persona puede hacerlo.

—¿Quién?

—Tú Max.

—¿Por qué yo? —inquirí, ella se me acerca y me extiende un pañuelo de color azul, es de pelaje brillante y tiene un escrito con una corona —¿Qué es esto?

—solo tienes que leerlo.

Le hago caso buscando la parte de la nota que es de una preciosa caligrafía en color dorado, la letra es perfecta y la tela del pañuelo es suave, no obstante leo la nota en  mi mente.

01 de enero del año rojo, día donde nació mi princesa, hoy se cumplen cinco años donde mi princesa llegó a este insoportable mundo. Tu padre Serreth siempre estará contigo y tú con él, algún día nos volveremos a encontrar. Te amo.

Atentamente: Serreth white.
Mi princesa hermosa Montserrat Hazel White.
1/1/año rojo.

Termino de leer y frunzo el ceño.
Mi corazón late con fuerza y siento un calor en mi cara, joder, estamos en problemas.

Sin saber más que hacer, necesitaba aire, no, esto no está bien, ella no puede ser hija de Dark Magic, sería mi fin, juré que jamás me iba a enredar con alguien de su raza y ahora estoy entre la espada y la pared, esto duele.

No quiero imaginar que Montse me esté mintiendo durante este tiempo jamás debió hacerlo... ¿ella lo sabía? No lo sé, pero, tengo que averiguarlo.

—disculpen. —Emily me observa al igual que Celina.

Ambas intercambian una mirada y yo salgo corriendo. Detrás de mí oyo los gritos de mi hermana y los llamados de Celina, esto no me puede estar sucediendo, ¿Ella nos estuvo mintiendo? ¿y si en realidad es ella el infiltrado?

🔶🔸Emily Einstein🔸🔶

Trate de detener a mi hermano pero no fue así, está tan alterado que se ha ido sin mí, ahora estoy en la puerta de la casa de  Celina sin entender el motivo de ida de Max ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué se fue de tal manera así?

Me devuelvo para que Celina quien está mirando sus manos y la sostengo de los hombros obligándola a verme, yo también necesito saber qué es lo qué ocurre, para poder ir por mi hermano y arreglar las cosas.

—Dime ¿qué fue lo qué le pasó? —le exijo con mirada suplicante.

—Descubrió la verdad pero no de la forma que era. —se adelanta a decir—. Montserrat es hija de Dark Magic, pero ella no lo sabe aún.

Aquello me dejó sin palabras, retrocedí unos segundos y negué lentamente con la cabeza mientras me llevaba mis manos a la boca, Montse nunca... Ella no haría algo para ponerlos en problemas, ella no sabía de la existencia de Dark Magic ¿Como pretende que le crea? Aunque sabiendo la reacción que tomó mi hermano puedo estar segura que dice la verdad.

—pero escúchame, la investigue y es qué ella no sabe que es la hija fe dark magic, es decir no tiene conocimiento ni que es la hija del ex Rey Vampiro —me calma— Ella no tiene culpa de nada, y antes que la situación empeore por tu hermano, sí le forma un show todo quedará descubierto y nadie dudará en acabar con la vida de tu amiga siendo inocente de todo.

Asiento sabiendo que puedo salvarla, salgo corriendo de la cabaña luego de que Celina me explicara todo el plan y el camino de regreso, incluso ofreció a un lobo que me lleva en su espalda hasta el final del camino.

Le doy un beso en su pelaje con una acaricia, el lobo se va y yo corro por todas las casas sin llamar mucho la atención de la gente, me pierdo por un camino y aparezco en la entrada de la casa de Delia.

Ingreso a ella donde me encuentro a la pelirroja  de ojos azules, Harizel, recogiendo las cosas, ¿Qué es lo que está pasando aquí? En eso puedo ver qué se trata que están limpiando y recogiendo las habitaciones, no me vino nada de alivio al ver el rostro de Delia.

—¿Señorita que hace aquí?

—¿donde está mi hermano?—pregunto al ver que no se encuentra por ningún lado, oh, Dios, mi pecho quiere gritar porque  no quiero que diga lo que creo que es.

—Se acaba de ir—me revela y quedó helada al saberlo, no puedo creer que se haya ido sin mi, Delia se me acerca—Pero apenas lleva unos minutos, seguramente esté por ahí.

Asiento y sin pensarlo más corro hacia afuera de la casa, el frío golpea mi piel cuando estoy afuera, es de noche y puede ver poco así que sin distraerme más corro por todas las calles de Clanista.

Tropiezo con personas, me disculpo y sigo avanzando sin más, mi corazón late fuerte al ver la jet aún estacionada en el mismo lugar pero que Max está empezando a encenderla.

—¡Max espera! —le grito pero no parece oírme— ¡Max!

La nave tiene cierto problema para encender y agradezco al destino por eso, en seguida Max me ve y la detiene, la puerta es abierta para mí e ingreso rápido sin perder un minuto más de tiempo.

Me siento de golpe en el puesto del copiloto dándome un fuerte golpe en mi trasero gracias a que Max está tan apurado que no tiene cuidado con lo que hace, la jet se eleva y Max sin esperar más avanza en sentido contrario alejándonos de la isla.

—Max tienes que escuchar no es lo qué...

—Me engañó, Emily —me interrumpe con los ojos llenos de furia—, Me hizo creer que era alguien diferente, una chica peculiar pero todo este tiempo ha estado jugando conmigo... Ella es su hija, ¿Crees qué no está con nosotros solo por gusto? Vino con el propósito.

—Max sé qué estás exagerando. —le digo para tranquilizarlo—. ¡Ella no lo sabe y no podemos decírselo así de la nada!

Max hace caso omiso a mis palabras y empuja el volante de la jet para llegar más rápido. Y lo conseguimos.

Solo espero que durante el viaje Max recapacite y piense bien, no puedo permitir que lastime a Montserrat sin que sepa la verdad aún, Max no sabe lo que Celina me explicó y qué no tuvo el tiempo de explicarle a él por irse.

En cuestión de minutos nos encontramos afuera de la guarida, Max torpemente estaciona la jet y antes que pueda detenerlo se aleja para entrar a la guarida.

Yo me quito el cinturón de seguridad y tengo las manos sudadas por los nervios. Tengo miedo que Max pueda hacerle algo a ella o ella pueda herirlo a él.

Corro por los pasillo mientras encuentro a los chicos a mi lado ellos me observan con curiosidad  todos y veo como están en pijama, ellos estaban durmiendo y...

—¿Qué hacen aquí a esta hora? —pregunta Jhose frotando sus ojos legañosos —Por qué se vinieron tan rapi...

Se detuvo abruptamente al escuchar los gritos de Max, ellos me observaron buscando una respuesta y las lágrimas salieron de mis ojos. Max en cualquier momento puede volverse la bestia y no quiero que lastime a nadie.

Los chicos corren a mi lado mientras Jasper busca a Spencer en caso de emergencia, Jhose a mi lado jadea y ante mis ojos llega la escena. Max está en la puerta de su habitación, con  ella a su lado, el rostro de Montse es más fácil de decir que no sabe a qué viene esto de Max y estoy segura que Celina no mintió al decir que Montse no sabía nada.

Veo los movimientos de Max, Jhose corre yo solo me tapo los ojos y le gritó fuerte su nombre para que pueda reaccionar, este no es mi hermano, es su espíritu y ahora es quien domina a Max.

Notaaaaa.

*SAS*

Leyendo con... Angeles  *se da una nargada y luego se queja*.

Bueno, aquí el cap, largo porque son escritos viejos y tienen un sin fin de errores ortográficos, pronto acabará esto señores... Les prometo hacer algo bien y bueno, voy a dejar un horario de actualización:

Todos los viernes porque siii.

Qué risa...

#darkessmagicklosamaaa.

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