19. Reacciones

En el compartimento de Slytherin del Expreso de Hogwarts reinaba la calma. Estaban conmocionados por el artículo del Profeta que proclamaba la fuga en masa de la prisión de Azkaban.

Comprensiblemente, el más apagado del grupo era Torian, sus dos padres estaban en la lista de presos fugados. Torian tenía miedo de que intentaran reclamarle a su abuelo. Taryen Lestrange seguía siendo un mago formidable, pero ¿sería capaz de aguantar contra tres mortífagos?

Rial estaba sobrio y callado mientras consideraba las implicaciones del artículo. En una rara muestra visible de su estado de ánimo, se acurrucó junto a Draco y apoyó la cabeza en el hombro del rubio. Draco no hizo ningún comentario, limitándose a rodearle la cintura con un brazo. Al cabo de un momento habló, sin molestarse en disimular el ligero temblor de su voz.

"¿Cómo lo hicieron? Según el artículo, las puertas de sus celdas seguían cerradas. Mi padre me dijo que la puerta de la celda de Fenrir Greyback era de plata maciza".

El grupo parecía nervioso y molesto. Rial no podía culparlos. La mayoría de ellos pertenecían al círculo íntimo de Voldemort. Después de un largo momento, Blaise habló. "Tuvo que haber sido un trabajo interno. Uno de los aurores o de los inefables tuvo que haberle dado a un prisionero una de las llaves".

"Sí, ¿pero cuál? Si están lo bastante arriba en las filas del Ministerio serán más que sospechosos", dijo Draco.

"Creo que tenemos algo más importante entre manos en este momento", dijo Pansy con firmeza. "Con esta fuga los prejuicios contra Slytherin van a alcanzar un máximo histórico. Tenemos que tener una reunión en la sala común con el profesor Snape. La gente como Torian va a estar especialmente en peligro".

"Le mencioné lo mismo a Sev antes de que abandonara la Mansión", dijo Rial en voz baja. "Había entrado por Floo para hablar con padre. Dumbledore estaba pidiendo información desde dentro del Ministerio".

"¿Funcionó entonces el plan tuyo y de Regulus?" preguntó Draco con una sonrisa burlona.

"¿Qué plan sería ese?" Torian habló por primera vez.

"Rial y Regulus estaban intentando pensar en un plan para reunir a nuestro querido Jefe de Casa y al padre de Rial", esbozó Draco a modo de respuesta.

"Yo diría que funcionó", respondió Rial con una sonrisa burlona. "Después de regresar a la mansión desde tu casa, los encontré en medio de un beso bastante acalorado. Me atrevería a decir que continuaron después de que los dejé solos".

Pansy soltó una risita. "Así que nuestro querido profesor de Pociones se comportó como un Gryffindor para conseguir lo que quería.

"No me sorprendería que se mudara con vosotros", dijo Draco. "Papá dice que hay un cincuenta por ciento de probabilidades de que encuentre a Severus en la Mansión Black y no en Spinner's End".

"No me importaría", replicó Rial, "Me gusta Sev. Es la primera persona del colegio en la que realmente confié aparte de ti, Draco".

Draco tuvo que esforzarse para no sonreír a Rial. Sin embargo, por la forma en que sus ojos grises brillaban de placer, sabía lo mucho que significaba para él. Rial se volvió hacia Torian y frunció ligeramente el ceño. "Torian, tienes cada una de tus clases con uno o más de nosotros, ¿verdad?".

Torian asintió con su expresión miserable. Estaba muerto de miedo de que sus dementes mamá y papá lo alejaran de su abuelo. O peor, que mataran a su abuelo.

"Entonces sólo hay una cosa para eso", respondió Rial con un suspiro. "Sé que no te va a gustar esta idea, pero no puedes salir de los dormitorios sin uno o más de nosotros. Hay alumnos que probablemente te matarían sólo por tu madre. Sé que Neville Longbottom está en Gryffindor y puede sentir que tiene motivos para hacerte daño".

Torian se limitó a asentir, sólo sus ojos mostraban su desagrado ante la idea de permanecer con otro alumno en todo momento. Sin embargo, él era un Slytherin y sabía que lo que Rial decía era la verdad. Torian era un ratoncito de biblioteca tranquilo, odiaba los conflictos.
Sería un blanco fácil para los estudiantes prejuiciosos que buscan a alguien a quien culpar.

"En una nota más agradable", sonrió Rial, "padre me dijo que Dumbledore prohibió expresamente a James Potter despedir a Severus. Al parecer, el viejo imbécil aún está lo bastante cuerdo como para saber que Severus no viviría ni un día si lo soltaran de Hogwarts."

"¡Sí!" susurró Pansy, recostándose contra Blaise aliviada. "Si lo hubiéramos perdido no me habría sorprendido ver a toda la casa Slytherin tirada. Todos nuestros padres saben que Severus es el único profesor que nos trata con cierta normalidad, aunque parezca preferente."

La anciana con el carrito pasó rodando, los Slytherin simplemente la ignoraron. Severus les había enseñado a todos un encantamiento muy útil para silenciar zonas pequeñas, el encantamiento era muffilato. Siempre lo usaban en el tren, ningún Gryffindor entrometido podría escuchar sus conversaciones.

"Desde el punto de vista académico", dijo Draco, pasándose los dedos por el pelo de Rial, "este es nuestro año OWL. ¿Vamos a tener horarios de estudio separados o en grupo?"

"En grupo", sugirió Rial. "Pero eso sería difícil de organizar adecuadamente".

"En realidad no", respondió Draco. "Simplemente asignaremos a cada alumno una clase y se asegurarán de estudiar esa asignatura especialmente a fondo. Luego nos reuniremos por las tardes e intercambiaremos notas. Siempre que el alumno designado haya hecho bien su trabajo, deberíamos tener apuntes adecuados para cada asignatura. Podemos reunirnos en un aula no utilizada para trabajar en las prácticas".

"¿Cuándo te has vuelto tan listo, Drake?". Rial se burló a medias. Todavía estaba intentando averiguar cómo se habían escapado los prisioneros. De repente se sentó erguido, con los ojos muy abiertos. "Bellatrix", susurró, horrorizado.

"¿Qué pasa con ella, Rial?" preguntó Draco, preocupado.

"Antes de casarse con Rodolphus Lestrange era una Black. Padre me dijo que ella lo odia absolutamente, lo considera un traidor a la sangre por haber decidido no servir al Señor Tenebroso. Ahora que ha salido, seguro que irá a por él".

Draco lo atrajo entre sus brazos, acariciando reconfortantemente su cabello oscuro. "Si te ha dicho esto es que es muy consciente del peligro, Rial. No te pongas nervioso ahora. No hay forma de luchar una guerra en dos frentes".

Rial le miró extrañado, sin comprender.

"Tenemos que lidiar con James Potter y el colegio. Si empiezas a preocuparte también por Sirius vas a esforzarte al límite. Confía en que sabe lo que hace. Francamente" Draco frunció el ceño, "no estoy seguro de que fuera la mejor idea que te dijera esto."

"¡Es mi padre, Draco! Estarías igual de preocupado si fuera Lucius".

"Lo sé", me tranquilizó, "no te culpo por preocuparte. Sólo creo que él tiende a olvidar lo mucho que te preocupan las cosas. Cálmate, por favor".

Después de un largo momento, Rial se relajó y volvió a apoyar la cabeza en el hombro de Draco. Pansy le lanzó una sonrisita cómplice y él le devolvió el gesto. No era presa de la mirada de preocupación de Draco. No lo era. Y eso era todo.

Sin embargo, una vocecita llena de sarcasmo le dijo: 'Draco es el único por el que te calmas cuando estás tan alterado.'

'Cállate', le dijo a la vocecita.

Afortunadamente, lo hizo.