28. El Lado Malvado de las Cosas

Una figura pequeña y encapuchada de negro apareció en una ladera ventosa, asegurándose de que su prístina máscara plateada estuviera firmemente en su sitio antes de bajar a grandes zancadas la colina hacia una casa señorial bastante grande. La esbelta figura podría haber sido masculina o femenina si no fuera por los hombros cada vez más anchos. Era joven, aún en edad de Hogwarts, pero su paso no revelaba ni miedo ni incertidumbre. Un anillo en el segundo dedo de la mano izquierda era la única pista de su identidad. Era de plata pesada, con un gran ópalo y una delicada "L" escrita en elegante caligrafía en su superficie.

Era el anillo de señorío de la familia Lestrange, el joven mortífago que lo llevaba no era otro que Torian Lestrange. Frotó la piedra ligeramente con la mano derecha, el ópalo representaba la esperanza y él contaba con esa esperanza para superar la guerra. Era la primera vez que lo llamaban desde la ceremonia de la marca y tenía que reconocerlo ante Severus Snape, el hombre era capaz de enmascarar por completo el insoportable dolor que atravesaba la Marca.

A medida que se acercaba a la mansión, ésta reveló de repente un pabellón de color rojo sangre. Torian levantó el antebrazo izquierdo, inclinando la cara interna y la Marca hacia la protección. Cuando la atravesó, sintió un cosquilleo muy desagradable y, durante un largo segundo, la protección se aferró a él como una niebla empalagosa. Finalmente se desprendió cuando había pasado cinco pasos. Torian se estremeció al recordar con horror el destino de una bruja nacida de muggles cuando el Señor Tenebroso había puesto a prueba su recién erigida protección. Su cuerpo ensangrentado y destrozado le había perseguido en sueños durante días.

Cuando llegó a la sala de reuniones, encontró inmediatamente un lugar libre en el gran círculo y se arrodilló, boca abajo, con una mano en el suelo para apoyar la incómoda posición. Permaneció en silencio, mirando el suelo de mármol blanco. Se preguntó si se habrían quitado las manchas de sangre del "punto de tortura" que el Señor Oscuro había disfrutado en su iniciación. Torian pudo oír algo pesado moviéndose por el suelo, chirriando ligeramente al cambiar de dirección. Se resistió a saltar cuando resultó ser Nagini, que se deslizó alrededor de su mano desnuda.

Ella se movió y segundos después una figura ocupó el lugar a su derecha. La más rápida mirada de reojo reveló fácilmente la identidad y Torian no pudo resistirse a dejar que su labio superior se curvara detrás de la máscara en un gruñido de rabia. Era su padre, Rodolphus Lestrange. El esfuerzo que le costó quedarse donde estaba y no atacar al hombre que había cometido parricidio en la muerte del abuelo de Torian lo dejó temblando de furia reprimida.

Torian no creía que pudiera enfurecerse más, y se equivocó cuando el lugar a su izquierda fue ocupado nada menos que por Fenrir Greyback. Estaba bastante tembloroso, pero Torian pudo darse cuenta fácilmente de que era por la excitación y la impaciencia. Se tragó la bilis que tenía en la garganta, mirando fijamente al suelo e ignorando a los padres que tenía a ambos lados. Por desgracia, Rodolphus no tenía intención de hacer lo mismo.

"Mírate", se mofó, sólo con el más leve orgullo en la voz, "precioso Torian donde perteneces, sirviendo al Señor Tenebroso y a sus deseos junto con tu padre".

Torian no pudo resistirse. "Estoy arrodillado entre seguidores, nada más. Mi padre fue asesinado a tus manos. Dime Rodolphus, ¿aún culpas a tu padre de la muerte de Rabastan o te das cuenta de que fue su maldita culpa por enfrentarse a un mago superior?".

Rodolphus se tensó y gruñó: "Tú eres mi hijo. Encontró su final como siempre supimos que lo haría, un cobarde sin lealtad a la familia. Tú no eras hijo suyo".

"¿Ah, sí? ¿Y cómo es que os pasó por alto a ti y a tu encantadora esposa y me concedió el honor de ser el señor de la familia Lestrange? ¿O creías que aún te lo daría después de que deshonraras el nombre de tu familia siguiendo ciegamente al Señor Tenebroso y pasando trece años en Azkaban por un ataque a otra familia de sangre pura?".

Rodolphus abrió la boca para lanzar una réplica y fue cortado, como cualquier otro orador, cuando el Señor Tenebroso hizo su entrada por una de las puertas laterales. Observando al hombre, Torian se divirtió cuando comparó al Señor Tenebroso con Severus y Voldemort salió perdiendo. El andar de Severus es más intimidante. Es esa maldita capa suya. Me pregunto si alguien le habrá dicho eso al Señor Tenebroso.

El Señor Tenebroso se sentó imperiosamente en su falso "trono" y siseó a Nagini. Sus ojos escarlata recorrieron el círculo de seguidores y se entrecerraron al llegar al final. Después de un largo momento, siseó: "¿Así que tanto Ssseverus como Luciuss nos han engañado? Pagarán por su traición junto con el resto de la patética Luz. Fenrir, ¿cómo va nuestro reclutamiento?"

Fenrir ladeó la cabeza, mostrando unos ojos dorados de aspecto más que ligeramente demente y habló en tono triunfal: "Mi Señor, tenemos 10 nuevos reclutas para nuestra próxima ceremonia. También hemos conseguido a los gigantes y a los dementores, tal y como habíais predicho. Estamos esperando la respuesta de los vampiros a nuestra invitación".

"Bien. Torian, ¿cómo va tu intento de unirte a la Orden del Fénix?"

Torian apretó sus escudos y levantó la cabeza. Se negó a estremecerse al encontrarse con los ojos carmesí y dijo: "Dumbledore es cauteloso por el momento, milord, pero estoy haciendo progresos. Al parecer, está frustrado por la falta de información. Parece que Severus Snape estuvo trabajando bajo sus órdenes todo el tiempo. En este momento está tratando de traer de vuelta a Severus junto con Lord Black y su heredero. He regresado a Hogwarts como se me ordenó y hasta ahora no ha habido señales de los herederos Malfoy, Parkinson, Zabini y Black. Parece que han abandonado el colegio por una educación privada".

El Señor Tenebroso lo miraba intensamente y, tras un largo momento, siseó: "El heredero Black es medio hermano del heredero Potter, ¿verdad?".

"Ya no, mi Señor. Se sometió a una Ceremonia de Reconocimiento de Sangre con su padre el curso pasado y le quitaron a la Sangre Sucia Lady Evans-Potter como madre".

"Lástima. Habría sido útil tener una moneda de cambio con el heredero Potter", reflexionó Voldemort en voz alta.

"Milord, si me permite el atrevimiento, no habría funcionado en ningún caso. Los herederos Potter y Black se detestan mutuamente. El heredero Potter preferiría dejar que el otro se pudriera antes que mover un dedo para ayudarle."

"Crucio", siseó el Señor Tenebroso. Torian se negó a gritar mientras la maldición le quemaba los nervios. Cuando el Señor Tenebroso por fin lo soltó, yacía jadeando en el suelo. Tembloroso, volvió a su posición anterior.

"No le he pedido su opinión, joven lord Lestrange. Te sugiero que en el futuro te guardes la lengua".

El Señor Tenebroso se apartó de él y se dirigió a uno de los otros y dijo: "Selwyn, ¿cómo van nuestros progresos en la infiltración en el Ministerio?".

"Scrimgeour es un individuo muy cauteloso, mi Señor. Anteriormente fue jefe del Departamento de Aurores. Sin embargo, hemos colocado un Imperious en varios individuos de nivel inferior en el Departamento de Auror ".

"No vuelvas a hablar de falta de progresos, Selwyn. El Ministerio es nuestra empresa más audaz hasta ahora, pero es muy importante en el futuro de las cosas. Pon tu próximo Imperioso en alguien del Departamento Educativo; sería beneficioso que tuviéramos el control de Hogwartss poco después o antes que el Ministerio."

Voldemort continuó con otros proyectos menores y Torian se limitó a mirar al suelo. Ya tenía la información más importante. Cuando los despidieron, se levantó y se marchó, asegurándose de salir de la mansión y pasar los guardianes antes de que su padre o el hombre lobo lo alcanzaran. Una vez allí, se dirigió a la barrera de Hogwarts. Sacó un trozo de pergamino, escribió un mensaje rápido para sus amigos de Italia y silbó.

Su búho real bajó volando de los árboles y se posó en su antebrazo. Torian acarició la cresta del ave y pegó la nota. Después de que el pájaro levantara el vuelo, atravesó los pabellones de la escuela y se dirigió directamente al despacho del director. Su cuerpo empezaba a temblar por el Cruciatus y esperaba que la reunión no durara tanto. Traspasando sus escudos de Oclumancia, extrajo el contenido de la reunión y algunos pensamientos y emociones al azar. No quería que Albus Dumbledore se diera cuenta de que ocultaba otra información vital. Como la dirección actual de Sirius Black y del otro desertor.

Se concedió otro largo momento para reprender su actitud hacia su padre. Rodolphus tenía una larga memoria y lo más probable era que pagara cara su desfachatez antes del próximo encuentro. Se encogió ligeramente de hombros y se encaminó hacia el despacho del director. El daño ya estaba hecho, simplemente tendría que lidiar con las consecuencias y recordar en el futuro que era un Slytherin y que estaba más allá de discusiones tan mezquinas.