— Nunca pensé que Jimin fuera tan cruel.— gimoteó el chico con los ojos llorosos.

— Ese malnacido.— contestó entre dientes.— ¿Cómo puede hacerte esto?— negó con la cabeza enojado.— Pensé que era un buen chico, pero lo único que es ser un idiota.

 Se sorbió la nariz el contrario y sin darle importancia, se limpió con la manga de su suéter.

— No lo insultes, Tae.— trató de defender a su crush sin mucho éxito, ya que su amigo solo lo volteo a ver indignado al ver el estado de su amigo por el tal Park Jimin.

— ¿Por qué no?— contestó Taehyung cruzándose de brazos enojado.— Es un idiota, te hizo llorar. Quién sabe qué te dijo para que te pusieras así, Jungkook. Es un imbécil por rechazarte, de lo que se pierde.

El nombrado volteó a ver confundido a su amigo.

    — No me ha rechazado.

Y esta vez fue su amigo quien lo miro con confusión.

    — ¿No?

Jungkook negó con la cabeza.

Taehyung frunció el ceño sin comprender qué pasaba.

—Entonces... ¿Por qué lloras?— todo rastro de preocupación en el rostro de Taehyung se esfumo y en su lugar solo había una mirada curiosa.

    — Por esto.— Jungkook busco en su mochila la nota que había ido a buscar al casillero de Jimin y se lo entregó a su amigo.

Este al leer la nota, frunció el ceño sin comprender. Levantó la mirada topándose con la de Jungkook y alzó una ceja en interrogación.

    —Pues ¿Cómo escribiste, Jungkook?

   El nombrado sacó otro pedazo de papel y escribió lo que había plasmado en aquella nota. Al entregarle el papel, Taehyung abrió los ojos y boqueó sin poder decir nada.

    — ¿Qué?— preguntó Jungkook, al ver que su amigo no despegaba los ojos de aquel pedazo de papel.

    — ¡Esto es horrible!— gritó Taehyung sin poder evitarlo, ganándose así todas las miradas de sus compañeros dentro del salón.

Con las mejillas ruborizadas se disculpó y volteó a ver a Jungkook.

  — ¿Enserio le entregaste una nota escrita así? — volvió a hablar Taehyung más bajo, pero sin contener el tono atónito en su voz.

  — Sí. ¿Qué tiene?— dijo al ver que Taehyung lo veía como si le hubieran salido dos cabezas.—  No es tan mala...

— ¿No es tan mala?— jadeó su amigo.— Mala es quedarse corta.

— No...— vaciló.— Bueno, entiendo que tal vez no sea la mejor caligrafía... Y... la ortografía tan poco es tan mala, pero...

— Con esta ortografía hasta yo te rechazo.— le cortó.

— ¡Taehyung!

— ¿Qué?— se defendió su amigo.— Pobre Jimin, me apiado de él. Hasta mucho ha hecho con no rechazarte.— dijo riendo, pero al mismo tiempo le dio una mirada de reproche.— Ahora entiendo por qué pensó que era una broma.

Jungkook no pudo hacer nada más que cruzarse de brazos y voltear la cara con un puchero pintando sus labios indignado.