Domingo

SeokJin miraba con total desprecio la mansión donde sus hermanos y parientes cercanos ingresaban, su padre sonreía dándole un saludo a su amigo Min, los hijos de este recibían a los Vampiros con una leve inclinación.

-Amo, el presente para la Familia Min- señalo su conductor.

SeokJin asintió saliendo del coche, su sirviente mas fiel, Ken, se encargo de llevar el obsequio que compro para el chico especial, su madre al verlo le sonrió con emoción y euforia -¡SeokJin!- grito llamando la atención de todos.

Sus hermanos lo miraron con asombro, no pensando verlo en esa elección de defensores -Madre, padre- SeokJin hizo una reverencia en señal de respeto, de igual forma saludo a los Min -Disculpen el retraso- levantando la mirada, Ken extendió cortésmente el regalo -Acepten este humilde obsequio.

El señor Min devolvió la reverencia -Es un placer tenerte con nosotros esta noche- comento, uno de los sirvientes de los Min tomo el obsequió -Gracias por venir, por favor pasen todos, mi hijo bajara pronto.

Los Kim y los Min caminaron directamente al salón principal, los mayores hablaban entre ellos señalando lo grandioso que se veían sus hijos a su vez rectificando cuanto habían crecido, por otro lado, SeokJin debía soportar a sus hermanos.

-¿No tenias que ver a Elizabet hoy?- pregunto con burla su hermano mayor, Namjoon.

SeokJin supo que no tendría escapatoria -Eso no es de tu incumbencia.

Yugyeom el segundo hijo de los Kim se hizo a su lado, soltando una risita hablo -Debe estar decepcionada- susurro riendo -No la culpo, eres muy torpe.

SeokJin conto mentalmente hasta diez, intentando mantener su paciencia -Elizabet entendió la situación, la veré mañana en la noche.

-Por favor Jin, esa mujer no te conviene, es demasiado débil- objeto su primo Hoseok.

Yugyeom asintió -Pero dejaría una descendencia honorable.

Namjoon negó rápidamente -Prefiero a Francisca, es una dama que de verdad daría todo nuestro linaje.

Seokjin suspiro -No requiero ninguna esposa, solo la veré por cosas de trabajo y... Francisca es una mujer muy salvaje.

Yugyeom volvió a reír junto a su primo Hoseok, Namjoon se quedo pensativo -Hoseok ¿aun tienes pareja?

Su hermano Jeong pregunto muy sonrojado, Jin sonrió con ternura, su hermano estaba 'secretamente' encaprichado con Hoseok, era bueno para fingir ternura, pero todos sabían que es un completo demonio -Si... Aun estoy con el- Hoseok estaba un poco sonrojado, sus ojos brillaban como faroles ardientes e inocentes al mismo tiempo su sonrisa era extremadamente deslumbrante.

Jeong rio cual desgraciado y extendió su mano a Suran y Hanney -A pagar perras, aun esta enamorado.

Sus dos primas bufaron y sacaron el dinero, Jeong recibió los billetes y celebro saltando -Por esta razón no quería venir- comento Jin.

Namjoon asintió -No han cambiado nada.

La platica familiar continuo hasta que el señor Min ofreció comida y bebida a sus invitados, a simple vista todo parecía una elegante fiesta.

SeokJin miro su copa curioso, por muy extraño que pareciera, el aroma de ese vino le fue extraño, se sentía atraído por la bebida, tenia el horroroso deseo de beberla por completo, no era la bebida, era el aroma del lugar, lo estaba volviendo loco... su olfato no lo engañaba, aquel imprudente demonio resurgía desde sus entrañas, para reclamar la sangre del poseedor de dicho aroma celestial.

-¿Estas bien?- pregunto Hoseok al verlo tan concentrado en la copa.

Jin negó, su garganta se sentía seca, tenia sed, el aroma de la sangre llego danzante hasta su nariz, quería esa sangre, olía demasiado bien, ¿Qué era ese aroma? ¿Desde cuando la sangre es tan atrayente? ¿Por que tenia tanta sed? Las dudas no dejaron de caer, el mundo parecía dar vueltas, todos reían y hablaban.

Hoseok tuvo que sujetar a SeokJin, quien por la intensidad del aroma casi cae al suelo -Tia Kim, Jin no se siente bien.

Su madre se acerco rápidamente, la señora Min la siguió -Jin, mírame- pidió su madre.

SeokJin lo intento, mas solo consiguió rugir, los gruñidos feroces del menor asustaron a los presentes -¿Qué le sucede?- pregunto el señor Kim -Jin, mírame, tranquilo somos tu familia.

Pero Jin no estaba escuchando, el fue preso del encanto y aroma del pecado, su verdadera naturaleza surgió, las alas demoniacas de Jin se dieron a relucir en todo su esplendor, Hoseok no pudo seguir sujetándolo, todos se apartaron de SeokJin.

-¿Acaso...

Los pasos desesperados de una persona resonaron por los pasillos de la mansión, cada vez aumentaba su velocidad, cuando llego al salón principal no pudo evitar correr, los Min y los Kim miraron como aquel chico de piel pálida y ojos gatunos se lanzaba a los brazos de SeokJin, acurrucándose en su pecho y pronunciando una y otra vez "Mío, Mío, Mío" a lo que Jin respondía "Tuyo"

-¿Qué esta pasando?- pregunto desconcertado Namjoon.

El señor Min suspiro con tristeza -Tu hijo menor ha sentido la sangre de Yoongi- hablo en un susurro -Cuando su sangre se revela el instinto natural de un demonio sale- Hoseok y Namjoon se miraron mutuamente, la sangre de Yoongi en si tenia un aroma fenomenal, pero, no lograba hacerlos perder la cordura, de hecho los vampiros presentes, seguían con repulsión por la sangre.

-¿Qué quieres decir con eso? No comentaste nada de esto cuando pediste a por mis hijos- el señor Kim enfrento a su amigo, la ira recorría cada célula de su cuerpo.

Min bajo la mirada apenado -Lo siento amigo mío, mi hijo ha elegido a su cuidador y defensor, su sangre debe ser cuidada por un Kim, así lo dicta la ley y la antigua escritura.

La señora Kim estaba por llorar -Mi hijo...

-Pertenece a Min Yoongi.