¡Treinta y seis!: confesiones a medias y disculpas necesarias.

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Durante las últimas horas de clase, HoSeok no dejaba de suspirar con cansancio mientras veía el pizarrón a pesar de que no había nada escrito más que las notas de sus compañeros sobre el evento de verano, él sólo estaba concentrado en pensar en cualquier otra cosa que no fuera lo ocurrido en la cafetería, aunque estaba siendo una tarea un poco complicada. Agradecía que al menos no tuvieran que escuchar a ningún profesor hablar sobre cosas que no atendería ya que, debido a los finales, las horas de clase eran básicamente libres y los estudiantes podrían retirarse más temprano de lo común (para lo cuál faltaba poco), así que el aula ahora era un poco ruidosa por el sonido de las personas conversando, pero lo molesto no era eso, sino YoonGi quien a su lado trataba de llamar su atención con pequeños piquetes en su cintura.

Luego de regresar de la cafetería después de la rara escena que había sucedido entre ambos alfas, HoSeok recibió una disculpa de parte de su amigo y vio en primera persona cómo golpearon la nuca de YoonGi cuando estuvieron nuevamente en el salón (cortesía de NamJoon), y es que era lo de menos teniendo en cuenta lo que había dicho el alfa. Sin embargo, a pesar de lucir así, él no estaba enojado, más bien estaba más preocupado por la reacción de JungKook y su cabeza no dejaba de pensar en eso, demasiado ocupado como para prestarle atención a un berrinchudo YoonGi que repetía una y otra vez que lo sentía y que no había sido su intención minimizar los sentimientos de él ni de los betas por lo que había pasado con sus padres, agregando que era un idiota y un mal amigo por no haberse dado cuenta de su incomodidad antes de abrir la boca.

—Creo que ya sabe que eres un mal amigo, pero si no te quiere hacer caso entonces déjalo tranquilo —NamJoon le reclamó al pelinegro, jalando uno de sus mechones para llamar su atención y que dejara de molestar al beta.

YoonGi solo soltó un sonido parecido al de un perro lloriqueando y HoSeok viró los ojos, acurrucándose entre sus brazos mientras trataba de procesar el montón de cosas que estaban pasando por su cabeza ahora.

—Seokie, no me odies, por favor —escuchó un lloriqueo a su lado y enarcó una ceja en dirección a YoonGi—. Te juro que no lo hice con intención, ¿me perdonas? Prometo comprarte muchos chocolates, de los que te gustan... sólo espera que me den dinero de nuevo —hizo un puchero, frunciendo sus cejas en dolor mientras miraba a su amigo.

HoSeok suspiró de nuevo, cerrando los ojos un segundo.

—Yoon, eres un tonto —comenzó, mirando al contrario con ojos cansados—, pero sé que lo hiciste sin intención, así que deja de disculparte —le dio un empujoncito y el alfa no bajó la intensidad de su puchero—. No te odio, deja eso —se rió un poco y YoonGi sonrió, antes de abrazarlo.

—Prometo estar más atento la próxima vez —restregó su cara en el contrario y aunque la posición era incómoda por los asientos que los dividían, HoSeok igual aceptó el abrazo mientras NamJoon viraba los ojos por lo tonto que era el alfa.

De repente, el beta sintió su celular vibrar en su bolsillo y se separó de YoonGi para ver lo que sucedía, encontrándose con un mensaje de JungKook que lo hizo sonrojarse.

—¿"Ven a la cancha techada"? —el metiche de YoonGi leyó el mensaje con curiosidad mientras se asomaba por su hombro y HoSeok apartó rápidamente el celular cuando se dio cuenta—. Uy, alguien quiere besitos —comenzó la mímica de lanzar besos al aire y HoSeok frunció sus cejas avergonzado.

—Idiota —lo miró mal, dándole un golpe en el hombro mientras el alfa sonreía de manera chistosa, importándole poco el golpecito que le dedicó el beta en el hombro.

—Ay HoSeokie, no digas malas palabras, no querrás besar a JungKook con esa b... ¡Auch! —miró a NamJoon con sus cejas fruncidas y sosteniendo su brazo lastimado después del golpe del omega que era mucho más fuerte a comparación de su otro amigo—. ¡Oye! —lo miró mal.

—Déjalo en paz —le dijo el omega y HoSeok casi le sonríe para agradecerle—. Si quiere ir a tragarse la lengua de JungKook, es libre de hacerlo sin que te rías de eso.

YoonGi se carcajeó y HoSeok sintió su cara ponerse caliente en un segundo.

—¡Aish! —se quejó Jung, levantándose de su puesto mientras sus amigos reían bajito—. Ustedes son imposibles, los detesto —se quejó al aire y luego de guardar su celular en el bolsillo de su pantalón, se acercó al escritorio de la profesora que los estaba cuidando—. Uh... Señorita Kim, ¿puedo ir al baño? —ella asintió sin despegar sus ojos de las hojas que revisaba y le entregó el pase—. Gracias —le sonrió y se dio media vuelta.

YoonGi y NamJoon movieron sus cejas sugestivamente mientras el beta salía del salón y como respuesta, HoSeok sólo les sacó la lengua antes de cerrar la puerta de aula. Una vez en el pasillo, el beta sintió los nervios subir por sus piernas y mordió nerviosamente su labio inferior, curioso por la razón detrás del mensaje del alfa.

El beta caminó por los pasillos con algo de prisa hasta que vio la entrada de la cancha que frecuentaban para jugar basketball, pasó saliva mientras jugaba con los dedos de sus manos y se asomó con curiosidad, buscando a JungKook con la mirada, dando un par de pasos hacia el interior para encontrarse con el alfa sentado en una de las gradas, su mirada estaba fija en su celular y HoSeok tomó aire, esperando que sus nervios no fueran demasiados y se acercó con aparente calma hacia el contrario.

JungKook pareció darse cuenta de la presencia ajena cuando estuvo lo suficientemente cerca y sus cejas fruncidas se relajaron, una sonrisa colándose entre sus labios cuando ambos pares de ojos se encontraron.

—Hyung —lo saludó como si no lo hubiera visto más temprano y el contrario simplemente correspondió a su sonrisa, sentándose a su lado con las piernas cruzadas mientras JungKook lo observaba con sus ojos adorables—. La verdad pensé que no iba a venir.

—¿Por qué? —ladeó un poco su cabeza, curioso por lo que había dicho el contrario. JungKook sólo se encogió de hombros y se acercó un poco más a él.

—Porque lo del almuerzo fue incómodo... creí que iba a estar enojado, no debimos haber tocado ese tema —explicó y HoSeok apretó un poco sus labios por el fresco recuerdo.

—En realidad, fue TaeHyung quien comenzó con el tema —se encogió de hombros como si no fuera importante y a la mención de su nombre, JungKook frunció un poco su entrecejo—. Casi parecía estar hablando como si no recordara que había un beta en la mesa, uh... —ladeó su boca—. Fue raro —rió sin gracia.

—Estuvo mal —corrigió y HoSeok movió tentativamente su cabeza, sin querer darle demasiado crédito a lo que había ocurrido—. Pareciera que no pensara dos veces las cosas que dice —se quejó con un tono de voz casi enojado.

HoSeok mordisqueó sus labios sin estar seguro de qué decir al respecto y JungKook gruñó por lo bajo, repitiendo el recuerdo una y otra vez en su cabeza.

—Él es... despistado, sí —comentó y JungKook lo miró con seriedad, provocándole nervios otra vez—. Es decir, hay muchas cosas que ha pasado por alto, no creo que lo haga con mala intención... simplemente estaba tratando de explicar un punto. Ambos tienen opiniones muy diferentes, es normal que choquen —decía sin lucir realmente molesto con el tema pese a que había sentido un nudo en la garganta más temprano.

—¿Lo está defendiendo? —JungKook frunció sus cejas—. Pero si él es un hipócrita —señaló.

HoSeok abrió la boca, pero la cerró cuando procesó lo que había dicho el contrario.

—¿Hipócrita? —ladeó su cabeza—. ¿Por qué TaeHyung sería un hipócrita por decir eso?

JungKook tomó un poco de aire para responder a eso, pero se contuvo al último instante. Él no era el tipo de persona fan de los cuchicheos y de los chismes de pasillo, así que no iba a ponerse a debatir y a decirle a HoSeok que TaeHyung estaba mintiendo con el tema de ser un alfa porque ni siquiera él estaba seguro, además, el beta no podría ni siquiera afirmar o negar sus dudas porque ni siquiera podía identificar las discrepancias entre un olor natural y un olor artificial.

Simplemente suspiró y negó con la cabeza, esperando que HoSeok no insistiera al respecto.

—Lo siento, creo que me pasé con lo que dije —prefirió decir, aunque tenía más ganas de lanzar un insulto al alfa contrario. Aturdido por ese pensamiento, sólo volvió a negar con la cabeza—. Me enojé un poco por pensar que lo estaba defendiendo —agregó, su voz sonando desganada y aunque era una mentira para desviar el tema, de hecho no era algo que había dicho tan al azar.

El beta mordisqueó sus labios nuevamente y dudó un poco en su respuesta.

—No creo estarlo defendiendo —bajó la mirada, enfocándose en sus manos y el jugueteo de sus dedos. Odiaba las confrontaciones y no quería ver a JungKook enojado otra vez, pero no sentía que fuera justo enojarse con una de las partes cuando nadie tenía la culpa en realidad—. Simplemente creo que se hizo muy grande el asunto, ninguno sabía lo de tus madres y él de verdad no parece darse cuenta de las cosas que dice o hace, si lo hiciera créeme que nos daríamos cuenta de que es una mala persona —explicó, encogiéndose de hombros.

Cuando levantó la mirada, temió encontrarse con un enojado JungKook mirarlo con cejas fruncidas, pero en cambio, se encontró con el curioso alfa mirarlo de una manera ligeramente consternada y un poco analítica con sus ojos dulces que lo hacía sentir mariposas en el estómago. El alfa lucía como si estuviera procesando lo dicho por el contrario, considerando qué tanta razón había en ello y por el suspiro que dio luego, parecía ser que había llegado a la misma conclusión que HoSeok.

—Supongo que tiene razón... —murmuró y HoSeok le sonrió con algo de pena, acariciando su brazo como reflejo. Finalmente, JungKook despeinó su cabello, tratando de superar el enojo que tenía tan despierto a su lobo—. Es sólo que me parece ridículo que dijera esas cosas, no sólo por mis madres sino porque usted también estaba en la mesa, pareciera que no conectara dos neuronas.

—Que no quiera salir con betas es una preferencia personal —se encogió de hombros—, es como si yo dijera que prefiero salir con omegas o ese tipo de cosas, supongo... —su tono de voz bajó y JungKook volvió a mirarlo, preguntándose cuántas veces había tenido que pasar por algo así para que aceptara de esa manera tan resignada situaciones como esas—. aun así, tienes derecho a enojarte, yo también lo hubiera hecho —agregó.

JungKook soltó un pequeño sonido de entendimiento, sus labios ligeramente fruncidos mientras se hacía tronar los nudillos de sus manos de una manera casi ansiosa.

—Pues, creo que reaccioné más de lo que había esperado, el tema de mis madres es un poco... —dejó las palabras al aire y HoSeok asintió en entendimiento—. Sin embargo, me sentí muy enojado de repente, no sólo por ellas... creo... —dudó, sin saber muy bien cómo explicar el sentimiento.

—¿Ah, sí? Quizás no estabas de humor en ese momento —dedujo y JungKook aceptó esa explicación, moviendo un poco sus hombros con desinterés—. Siendo honesto, lo de tus madres nos dejó sorprendidos a todos porque creo que inevitablemente pensamos que eran una pareja de alfa y omega, así que fue... extraño.

JungKook rió sin ganas, mirando hacía algún otro lugar de la cancha. HoSeok decidió acercar su mano a la del contrario y la tomó, colocándola sobre su regazo y evitando que siguiera tratando de tronar sus dedos.

—Hay muchos que son algo molestos con sus opiniones, que no pueden estar juntas ni amarse como se aman porque sus jerarquías no se complementan, cosas así —viró los ojos—. No tiene idea de cuántas veces escuché a alguien lamentarse cuando le digo a qué jerarquía pertenece cada una y lo "cautelosos" que se ponen cuando mencionan que probablemente se divorcien.

—Debe ser muy molesto —alcanzó a decir, sintiéndose un poco comprendido y al mismo tiempo triste por la idea.

—Pues sí —se encogió de hombros, mirando la manera en la que HoSeok jugaba con sus dedos de manera delicada—, han habido algunos que directamente me dicen en la cara que mi madre engañará a mi mamá cuando encuentre una omega —agregó y HoSeok frunció su nariz, ofendido por aquello como si se lo hubieran dicho en su cara.

—Son unos idiotas... —refunfuñó, frunciendo un poco sus labios y provocando una sonrisa pequeña en JungKook por lo adorable que lucía de esa manera.

Aun así, HoSeok no iba a negar que había algo muy dentro de él que pensaba igual. Sus padres le habían dejado muy en claro a través de los años que sus opciones amorosas con planes a futuro estaban reducidas a betas porque los alfas y omegas se irían al encontrar a su contraparte en cuanto tuvieran la oportunidad, abandonándolo sin dudarlo. Él había estado seguro de esto durante tantos años que ahora era tan confuso dudarlo, incluso tenía de ejemplo la historia del propio YoonGi e inevitablemente comparaba las situaciones con los instintos biológicos de los lobos y su propia incapacidad para entenderlos.

Después de todo, aquella había sido la principal razón de por qué no se acercó a hablar con TaeHyung en primer lugar, ya que además de sentirse nervioso en presencia de un aparente desconocido, también la duda y la incertidumbre de ser reemplazado entraba en su mente y le recordaba que no era buena idea intentarlo después de todo.

Sin embargo, ahora conocía a JungKook y a una pareja que lucía lo suficientemente feliz como para darle un poco de esperanzas y seguridad en sí mismo.

Aunque no todo era color de rosa.

—Hyung —comenzó JungKook luego de un par de segundos en los que ambos se mantuvieron sumidos en un silencio cómodo. HoSeok lo miró con atención y el alfa, luego de fruncir un poco sus labios en duda, abrió la boca—, ¿todavía le gusta TaeHyung?

La pregunta tomó por sorpresa al contrario, provocando que el calor subiera hasta su cara y su lengua se trabara. Aquella no pareció ser la reacción que JungKook esperaba porque sus ojos se cargaron de decepción en un segundo y retiró su mano del regazo ajeno.

Sin embargo, HoSeok lo tomó del brazo de manera impulsiva antes de que JungKook siquiera hiciera el amago de levantarse de las gradas.

—JungKook...

—Sabe que no tiene que mentir, ¿cierto? —se adelantó.

—No me has dejado decir nada —se defendió, frunciendo un poco sus cejas mientras sentía su corazón latir desbocado contra su pecho. JungKook sólo mordió el interior de su mejilla y volvió a desviar la mirada.

—¿Entonces? —cuestionó—. Sé que usted y yo no somos nada y está bien porque sé que necesita tiempo para procesar lo que sucede —suspiró—, pero al mismo tiempo no puedo evitar sentirme inseguro y no quiero pensar que estoy perdiendo mi tiempo porque... —tomó un poco de aire, sintiendo sus propias mejillas calentarse—. Usted me gusta mucho...

La cara del contrario se puso aún más roja, contagiándole el calor a sus propias orejas. HoSeok no era tonto, sabía que había algo escabuyéndose entre lo que ellos tenían, algo sentimental y romántico, pero escuchar al contrario decirlo en voz alta era diferente y explosivo, incluso gratificante, pero infinitiamente aterrador.

Tener una confesión como esa era un terreno desconocido que hacía latir a su corazón en pánico y en emoción mientras una sensación de incertidumbre se formaba en la boca de su estómago.

Quería sonreír, pero no estaba seguro, aún habían cosas que explicar y trató de encontrar las palabras correctas para hacerlo, aunque sus manos temblaran sobre el brazo de JungKook y las mariposas en su estómago se transformaran en huracanes.

—E-Es complicado de explicar... ni siquiera yo estoy seguro porque he pasado mucho tiempo sintiéndome atraído por él, pero... —mordisqueó un poco sus labios, sintiendo una nueva ola de nervios atacar, que se intensificaba cuando JungKook le regresaba la mirada—. ¿Sabes la sensación de cuando te gusta un idol? —sus ojos se entrecerraron un poco, casi pareciera que estuviera esperando una respuesta agresiva por cómo se encogió en su puesto, pero JungKook sólo ladeó su cabeza.

—Eso creo, ¿cuánto te parece tan atractivo que no sabes cómo reaccionar? —cuestionó y HoSeok dudó un poco.

—Uh... creo que es más bien cuando lo admiras y te gusta porque es guapo —soltó al contrario para mover sus manos y darle un poco de énfasis a lo que decía—. Pero al mismo tiempo sabes que jamás podrás estar con ese idol... que lo miras y sabes que nada romántico pasará entre ustedes, que... —trató de encontrar las palabras—. Cuando ni siquiera lo puedes imaginar como tu pareja porque sabes que no funcionaría... algo así —apretó sus labios.

JungKook pareció considerarlo, pensando en aquel sentimiento y se vio a sí mismo comparando la explicación con otras circunstancias, encontrándole un sentido a la explicación.

—Bueno...

—TaeHyung me pone nervioso —interrumpió, tratando de explicar mejor su punto—, me puedo sonrojar al hablar con él porque soy una persona nerviosa y porque aún no estoy seguro de cómo tratar con él después de lo que sentí. No niego que me parezca guapo, pero no es lo mismo... no fue lo mismo hace mucho —confesó, algo avergonzado—. Lo veía en sus clases de actuación y me parecía genial, pero... muy dentro de mí sabía que él y yo no funcionaríamos juntos, es decir, ¿de qué hablaríamos? —rió nerviosamente—. En mi cabeza funcionaba, pero en la vida real... —ladeó sus labios—. Fue más claro para mí después de lo que ocurrió en la heladería.

JungKook pareció entender y asintió, un poco dudoso de la explicación, pero aceptando el hecho de que HoSeok estaba esforzándose por dejar en claro sus sentimientos.

—Pero... contigo... —comenzó, llamando la atención del contrario—. Contigo es... diferente... porque... uh... —pasó saliva y aunque JungKook quería sonreír por lo lindo que le parecía HoSeok tan sonrojado, no lo hizo, y esperó paciente su explicación—. Sólo sé que... me gusta que me mires y... me gusta hablar contigo, me gusta besarte... —no pudo evitar cubrir su rostro con ambas manos, evitando la mirada del otro y esta vez, JungKook sí sonrió—. Esto es muy vergonzoso...

—Hyung —no quiso mirar, pero cuando tomaron sus muñecas, se vio obligado a levantar la mirada, encontrándose con un JungKook sonriente y ameno, luciendo dulce frente a sus ojos—. No tiene que explicarlo ahora, pero entiendo lo que quiere decir, ¿necesita más tiempo?

HoSeok asintió lentamente y JungKook no dejó de sonreír en ningún momento, casi parecía encantado con el beta y era un sentimiento nuevo para el castaño porque nunca había sentido que alguien lo mirara de la manera en la que JungKook lo hacía y no sabía si sentirse emocionado o aterrado, quizás ambos.

—Bueno, al menos sé cuales son sus sentimientos... en parte —agregó y fue entonces que HoSeok se dio cuenta de la cercanía del otro, ambas piernas rozándose—. Las cosas pueden seguir avanzando como lo han hecho hasta ahora, ¿está bien con eso?

—S-Sí —contestó de inmediato, sintiéndose un poco tonto por el tartamudeo de su voz.

Entonces, notó el ansioso movimiento de la pierna del alfa y la manera que este tenía de mirar hacia abajo un par de veces, específicamente hacia sus labios, provocando que el beta los lamiera como reflejo.

Era extraño tener ese tipo de conexión, ambos parecían saber lo que el otro pensaba y HoSeok se sintió un poco desinhibido durante un segundo, pensando en las veces que había besado a JungKook y la sensación que le producía aquel dulce acto.

—JungKook...

—Hyung... —el mencionado lo interrumpió, inclinándose un poco más hacia adelante y HoSeok retuvo el aire sin darse cuenta—. Sé que lo hicimos en la mañana, ¿pero puedo darle un besito? —preguntó con una voz baja, casi como si estuviera contando un secreto.

HoSeok no pudo formular palabras y asintió. JungKook no demoró en inclinarse hacia adelante y plantar un beso en la sonrojada mejilla del castaño y mientras HoSeok trataba de no sonreír demasiado por el toque ajeno, el alfa aprovechó para besar un par de veces más, delicadamente sobre la piel ajena.

Cuando JungKook se alejó un poco, ninguno de los dos pudo evitar sonreír mutuamente de aquella manera a la que se habían acostumbrado y luego de que el alfa le diera una rápida mirada a los labios del beta, HoSeok volvió a inclinarse hacia adelante para atrapar los labios de Jeon antes de que este pudiera moverse.

Ambos pares de labios se encontraron con cautela, besándose superficialmente como prueba y moviéndose con calma sobre los contrarios, casi como si estuvieran saboreando al otro. Los dos bajaron sus manos hasta dejarlas sobre las gradas, entrelazando sus dedos con timidez mientras movían sus bocas sobre el otro.

HoSeok era quien más inclinado estaba hacia adelante, sintiendo la necesidad de sonreír entre besos por la sensación que le producía en el pecho y el estómago. Por otro lado, JungKook fue el primero en comenzar a abrir un poco más la boca, inclinándose hacia adelante lentamente como si quisiera darle batalla a HoSeok y este simplemente se dejó hacer mientras la mano del alfa encontraba su lugar sobre su cintura tal y como le gustaba, provocándole un suspiro.

JungKook estaba cada vez más cerca, apretándose contra él con delicadeza, y el aire le faltaba, así que se separó un segundo para tomar una bocanada que fue cortada cuando el alfa atrapó sus labios de nuevo, esta vez con más insistencia. HoSeok jadeo con sorpresa, incapaz de seguir el ritmo y se separó de nuevo, mirando al contrario con duda y una emoción burbujeante que lo hacían sonreír.

—Hyung —JungKook se quejó sin abrir los ojos, gruñendo por lo bajo como reclamo. HoSeok parpadeó un poco más confundido y antes de poder decirle algo, el alfa se acercó de nuevo, besando la mejilla más cercana del beta con insistencia—. Hyung... —lo llamaba, acariciando la zona con la punta de su nariz, haciendo una especie de berrinche por no poder seguir besándolo como quería.

El contacto se sintió íntimo y dulce. HoSeok se desconcentró y aunque estuvo a punto de perderse en la sensación de los besos ajenos y en el cosquilleo que le producía la nariz del alafa sobre su mejilla, terminó saltando en su puesto cuando sintió los labios del alfa bajar hasta su cuello.

HoSeok rápidamente puso una mano en su pecho y lo empujó un poco, mensaje que entendió el pelinegro porque no opuso resistencia.

—Lo siento... —murmuró de inmediato cuando se dio cuenta de que se había pasado un poco.

—¿P-Por qué me miras así? —preguntó HoSeok con una curiosidad inocente, notando la manera en la que los ojos ajenos parecían más oscuros de lo normal y JungKook frunció un poco sus cejas en duda, pero sin cambiar mucho la expresión de su cara, una que casi parecía enojada—. ¿Estás enojado?

Ahora la expresión de JungKook era más confusa.

—¿En? No...

Fue entonces que el beta sintió un aroma a alcohol suave en el aire, un aroma casi imperceptible que lo hizo fruncir sus cejas y olfatear un poco para cerciorarse de que no provenía de JungKook. El primer pensamiento que tuvo fue que el alfa había tomado algo con alcohol, idea que fue rápidamente descartada porque no tenía sentido alguno y demoró un poco más en recordar que el tiramisú era reconocido por tener alcohol en su receta.

—¿Estás en celo? —casi exclamó, más sorprendido de lo que hubiera querido, mirando al contrario con ojos abiertos a más no poder mientras sentía su cara ponerse aún más caliente.

—Claro que no —se quejó con un gruñido bajo, acercándose de nuevo al contrario para abrazarlo por la cintura y ocultar su cara en el cuello del beta, acurrucándose en la zona como un niño en busca de mimos, una imagen completamente contraria a la que había sucedido hacía unos segundos—. Mi celo viene en... uh...

—¿No sabes cuándo es tu celo? —sus manos se cerraron sobre los brazos ajenos, apretando un poco en caso de que tuviera que empujarlo. No estaba seguro de cómo era tratar con un alfa en celo en esas circunstancias, pero esperaba no tener que recurrir a algo exagerado.

—A veces lo olvido...

—Puedo sentir el aroma a alcohol que va en el tiramisú —mencionó de manera impulsiva, olfateando con discreción para estar seguro de que no se estaba equivocando—. Es fuerte... Creo que...

—¿Cómo sabe que mi aroma es como el tiramisú? —preguntó de repente, levantando su cabeza para ver al contrario frente a frente.

HoSeok apretó sus labios, sintiéndose más avergonzado. JungKook ahora parecía un poco perdido, luciendo inocente como si no hubiera intentando comer su cuello a besos.

—Uh... yo se lo pregunté a YoonGi... —confesó.

—Oh —sonrió—, ¿en serio?

HoSeok le dio un empujón por los nervios y se levantó de su puesto, mirando a JungKook con algo de preocupación por lo repentino que había sido el comienzo de su celo. Por otro lado, el alfa se quejó por haberse separado de él, así que lo tomó por la cintura y lo abrazó, colocando su rostro en el estómago de HoSeok y este apretó sus labios, tratando de no sonreír. Se suponía que debía preocuparse por el repentino comienzo de los síntomas del celo que JungKook desarrollaría si no tomaba un supresor pronto.

—Ahora entiendo por qué estabas tan enojado con TaeHyung —le dijo con comprensión, colocando su mano sobre el cabello del otro y acarició sin darse cuenta, enredando sus dedos entre las hebras negras como si fuera una acción casi natural en ellos. JungKook respondió positivamente, sonriendo y restregando su cara contra el estómago del beta—. YoonGi y NamJoon se ponen de malhumor cuando les llega el celo y de por sí los alfas tienden a volverse un poco más agresivos, así que supongo que era inevitable que reaccionaras de esa manera.

—Sí... tiene sentido —murmuró adormilado por los cariños.

—Así que debes disculparte —sentenció el beta.

—¿Ah? —levantó la mirada, frunciendo sus cejas en un segundo—. No quiero, ¿por qué?

—No digo que tengas que pedirle perdón por todo, simplemente disculparte por tu reacción, después de todo ambos tienen que hablar para que no haya malentendidos, así que... —se encogió de hombros—. No pueden estar peleados, somos amigos todos, ¿no?

—Hum... —formó un mohín con sus labios y volvió a bajar la mirada, acurrucándose de nuevo en donde había estado para empezar y HoSeok continuó acariciando su cabello—. Como sea...

El beta rió.

—Tenemos que buscarte un supresor antes de que los síntomas del celo molesten más, vamos —le dio un par de palmaditas, esperando que entendiera que debían irse y JungKook sólo apretó un poco más su agarre, negando con la cabeza—. ¿Por qué no?

—Quiero quedarme aquí cinco minutos más —dijo sin titubeos, disfrutando del contacto ajeno mientras HoSeok sentía su cara caliente y una sonrisa bailar en su rostro, así como las cientos de mariposas que hacían un escándalo en su estómago por lo extraño y lindo que se sentía ser abrazado de esa manera—. Su estómago suena gracioso... —agregó.

—¡Aish! —HoSeok se rió apenado y se apartó, dándole un golpecito en la cabeza que hizo reír a JungKook.

Luego de eso, ambos bajaron de las gradas para dirigirse a la enfermería a ver si con suerte conseguían un supresor para JungKook.

HoSeok consideraba que era mejor que fuera él solo, pero JungKook insistió un poco y finalmente ambos caminaron por los pasillos tomados de las manos, esperando que ningún profesor notara su ausencia.

Lo único negativo del asunto era que la enfermería usualmente tenía más supresores para omegas que para alfas (si es que no tenían) lo que se excusaba con un «Es más sencillo controlar el celo de los omegas a que los alfas acepten tomar la medicación, todos saben lo tercos que somos los alfas y comprar supresores para ellos sería un gasto. De por sí, nadie debería venir a la escuela sabiendo que pueden entrar en celo», palabras del director.

Entonces, JungKook tenía en su sistema un supresor que usualmente tomaría un omega y por ende, sus efectos no serían tan fuertes como los supresores para los de su jerarquía, pero ayudaría en el transcurso de tiempo que llegara a casa.

JiMin se colocó al lado del aula con los brazos cruzados. La mayoría de sus compañeros que habían terminado de presentar estaban caminando en dirección a la salida, pero él necesitaba esperar a TaeHyung porque no había tenido tiempo de hablar con él. De hecho, un módulo antes de la hora del final, decidió que era mejor repasar lo que podían antes de hablar al respecto para no desconcentrar a ninguno de los dos, por lo que ahora lo que tocaba era resolver algunos temas pendientes.

El alfa se veía arrepentido desde que JungKook se alejó durante la hora del almuerzo y el hecho de que la campana sonara justo en ese momento los salvó a todos de tener un momento incómodo en la mesa. Sin embargo, las cosas iban a seguir tensas durante un tiempo más hasta que ambos pudieran arreglarse.

Entonces, JiMin miró como TaeHyung salía del aula con su mochila sobre su hombro y se acercó de inmediato.

—Creo que tenemos que hablar —dijo sin titubeos y el alfa suspiró—. Ven —lo tomó de la mano y lo alejó un poco de la entrada del aula.

Ambos caminaron hacia un pasillo que no llevaba a ningún lado para tener un poco más de privacidad y luego de que JiMin ojeara que nadie estaba cerca para molestarlos, TaeHyung se le adelantó y abrió la boca.

—¿Crees que JungKook está muy enojado? —preguntó de sopetón y JiMin abrió la boca para responder, pero la cerró inmediatamente después porque no estaba seguro de la respuesta. Aquello hizo a TaeHyung suspirar con agotamiento—. Mierda —se lamentó.

JiMin comenzó a plantearse las cosas que debería decir ahora.

—Bueno —comenzó—, no creo que sea algo que no se pueda resolver con una charla —animó, dándole un par de palmaditas en el brazo y TaeHyung colocó una de sus manos en su rostro, sintiéndose avergonzado—. Ninguno de nosotros sabíamos lo de sus madres, yo también pensaba que eran alfa y omega —agregó, esperando que se sintiera apoyado.

—Claro, pero... no lo sé, supongo que metí la pata —se encogió de hombros, cruzándose de brazos sobre su pecho de una manera casi nerviosa—. Honestamente, pensé que estábamos teniendo un debate común y corriente, no noté cuando se comenzó a poner incómodo —explicó apenado, frunciendo sus labios.

JiMin suspiró.

—Tae, creo que sí eres algo torpe con estos temas —le dijo con cautela y el alfa asintió, de acuerdo con ello—. También debiste darte cuenta de lo incómodo que se podía sentir HoSeok Hyung con lo que estabas diciendo, recuerda que él es un beta, puede que algunas de las cosas que dijiste fueron hirientes para él.

—No pretendía que fueran hirientes —respondió con un tono de voz bajo, luciendo frustrado al respecto—. Me pareció que estaba diciendo cosas interesantes y me emocioné un poco hablando, de por sí mi madre habla todo el tiempo de cosas así, entonces...

—Entiendo eso —interrumpió y TaeHyung apretó sus labios—, pero no creo que haya sido lo más correcto decir que no saldrías con un beta. Se escuchó un poco... —decía sin querer sonar tosco al respecto, mirándolo con cejas fruncidas en una expresión de cautela y de preocupación.

TaeHyung soltó aire de una manera casi brusca y se colocó de espaldas a la pared, apoyándose sobre ella, apretando sus brazos un poco más sobre su pecho y mordiendo el interior de su mejilla como si aquello le hubiera molestado. JiMin lo miró sin entender su reacción, pero antes de que pudiera decir algo al respecto, el alfa continuó.

—Es sólo una preferencia —pareció quejarse.

—Claro que lo es, pero sabes cómo son las personas con los betas, entonces puede que se haya escuchado mal —explicó y recibió una mirada frustrada del contrario.

—Yo no tengo nada en contra de los betas —le respondió, casi a la defensiva—. De verdad, no es como que sea un idiota que los considera inútiles, sólo... no creo que pueda estar con un beta siendo un alfa —trató de explicarse y ante la mirada algo extrañada de JiMin, continuó—. Es decir, no es lo mío.

—No estoy diciendo que tengas algo en contra de los betas —aseguró—. Digo que quizás HoSeok Hyung se sintió incómodo y que para la próxima tengas más cuidado con lo que puedas decir, debes considerar si puede sonar mal o no —explicó lentamente.

TaeHyung pareció entender y asintió, pero no dijo nada más, sólo se mantuvo mirando el suelo con una expresión que lucía enojada.

Con el pasar de los segundos, JiMin suspiró de manera agotada. Entendía a lo que se refería el contrario, pero al mismo tiempo no consideraba que fuera correcto lo que había dicho, de por si había notado la expresión incómoda de HoSeok en la cafetería, pero no estaba seguro de si tocar muy a profundidad ese tema; YoonGi le había contado gradualmente muchas cosas, incluidas los sentimientos que parecía tener el beta por TaeHyung, así que se encontraba en una encrucijada ahora mismo ya que por más que quisiera hacerle entender al contrario lo doloroso que podría ser para el beta que él hablara así de los de su jerarquía, meter el tema de sus sentimientos era demasiado y no le correspondía.

—Quizás sólo no era el momento, Tae —razonó finalmente, mirándolo con atención porque no terminaba de comprender el por qué de la reacción anterior.

—¿Cómo podría saber si era el momento? —lo miró con las cejas fruncidas, pero no sonaba enojado, sólo frustrado.

—Escucha, sé que no quisiste hacer enojar a nadie y que ninguno sabía lo de las madres de JungKook; el cual parece ser el principal problema —agregó—. De hecho ninguno de los dos tiene la culpa aquí, pero ambos deben disculparse con el otro, ¿sí? —sentenció, esperando que aquello no molestara al contrario y bien había funcionado, porque luego de un par de segundos TaeHyung sólo asintió en resignación—. Bien, vamos a buscar a JungKook y resolveremos este malentendido porque todos somos amigos y los amigos se quieren mucho.

—Los amigos no se besan como YoonGi y tú —soltó TaeHyung, tomando por sorpresa a JiMin—. Sólo digo... —desvió la mirada con una pequeña sonrisa en los labios y JiMin entendió que no estaba enojado, o al menos no como para preocuparse así que se rió de su mal chiste y lo golpeó en el brazo.

—Eres un tonto —refunfuñó.

Luego de eso, la campana sonó y JiMin tomó la mano del alfa para caminar a través de la institución. TaeHyung no parecía muy convencido, se podría decir que incluso estaba preocupado por el resultado y fue la primera vez que JiMin lo notó siendo tan expresivo sobre algo, no sólo porque nunca lo hubiera visto enojado o frustrado, sino porque realmente no había encontrado un momento en el que el chico de cabello gris no se encontrara tranquilo y sereno, siendo amigable e ignorando cualquier situación medianamente negativa que azotara alrededor.

TaeHyung todavía era alguien difícil de leer, pero el omega suponía que aquella preocupación transparente aparecía sólo por el hecho de que la opinión de las personas cercanas era mucho más importante para él de lo que eran las demás.

Al no encontrar a JungKook en su aula, decidieron caminar hacia la salida y, entre la multitud de gente, lo encontraron apoyado sobre un par de casilleros mientras ojeaba su celular. JiMin no dudó en acercarse, aunque TaeHyung opuso un poco de resistencia.

—¡JungKook! —JiMin lo llamó y el alfa levantó la mirada hacia él, pero sus cejas se fruncieron cuando vio a TaeHyung a su lado, por lo que este comenzó a resistirse un poco más fuerte.

—No creo que sea buena idea... —TaeHyung le dijo al omega.

Aish, no sean así —siguió caminando en su dirección pese a las quejas de Tae e hizo ademanes con su mano libre para que JungKook se acercara.

El alfa pelinegro solo endureció un poco más su expresión y JiMin no se iba a dejar mangonear, así que tomó su mano también cuando estuvo lo suficientemente cerca y le dedicó una mirada retadora; tratar día a día con ChanYeol le había traído algunas ventajas.

—Ustedes dos hablarán ahora, no se hagan los tontos —jaló a ambos a un lado del tumulto de gente para que no fueran interrumpidos y le lanzó una mirada de regaño a JungKook cuando escuchó un gruñido en su pecho—. Quieto ahí —le dijo, callándolo.

Cuando llegó a una parte del corredor que le pareció la indicada, soltó las manos de ambos y se giró para mirarlos, esperando a que alguno comenzara a hablar. Sin embargo, lo único que recibió como respuesta fueron la mirada desviada de TaeHyung, quien parecía seguir queriendo evitar la confrontación, y una mueca malhumorada en el rostro de JungKook, quien no dejaba de gruñir por lo bajo.

Ignorando el hecho de que TaeHyung no respondía a los gruñidos, JiMin igualmente suspiró y no pudo evitar soltar:

—Todos los alfas son iguales —se lamentó.

Cuando HoSeok regresó al aula, devolvió el pase y les agradeció a sus amigos por guardar sus cosas, también ignoró los chistes que hicieron ambos sobre besuquearse con JungKook a escondidas y sobre el aroma a postre que tenía encima. A pesar de los chistes, le alegró el hecho de que YoonGi parecía estar mucho más animado de lo que había estado en la semana, pero quería darle un golpe en la nuca por las tonterías que decía y NamJoon le concedió eso cuando él lo miró con ojos de perrito.

Los tres caminaron hacia la salida mientras conversaban sobre lo cansado que sería terminar ese ciclo escolar y a pesar de que trataron de sacarle un poco de información a HoSeok sobre JungKook, terminaron hablando sobre lo que serían las vacaciones. YoonGi mencionó que ahora se encontraba algo dudoso de pasar vacaciones con su padre y NamJoon dijo que no estaba seguro, pero que probablemente no podría hacer nada por todas las cosas que debía hacer.

—Un día de estos deberías, no lo sé, contarnos un poco de las cosas que estás haciendo y con las cuales te has estado ocupando, ¿no? —preguntó retóricamente YoonGi, mirando por el rabillo del ojo y esperando que el contrario no tomara la pregunta a mal porque no quería que le pegaran de nuevo.

Aunque, a diferencia de alguna de las reacciones comunes que solía tener el arisco omega, él sólo se encogió de hombros y siguió caminando como si no fuera un tema del otro mundo.

—Algún día, quizás —mencionó.

—Oh, ¿en serio? —HoSeok se metió y NamJoon asintió.

—Estoy resignado a que tendré que hablarles eventualmente, así que... —dejó la frase en el aire cuando se dio cuenta de un par de personas frente a ellos—. ¿Esos son TaeHyung y JungKook? —preguntó mientras detenía el paso.

No sólo ambos alfas estaban juntos, parados frente al otro con las miradas ligeramente gachas, sino también que JiMin estaba en el medio de ellos, mirándolos a ambos con sus cejas y sus labios fruncidos como si hubiera acabado de reñirlos. YoonGi no perdió la oportunidad y sacó su celular para capturar el momento en una foto.

—JiMin es un algodón de azúcar, pero parece tener buen carácter —comentó NamJoon, algo sorprendido por la manera en la que el omega tenía a dos alfas prácticamente arrepentidos enfrente de él mientras les daba una charla bastante seria que no podían escuchar desde donde estaban.

—¿Creen que se están reconciliando los tortolitos? —preguntó YoonGi después de guardar el celular.

—¿Por qué lo haces sonar como si fueran un par de novios peleados? —reclamó HoSeok con una pequeña sonrisa torcida en sus labios.

—Bueno, es que técnicamente sí se pelearon, no te pongas celoso —bromeó YoonGi y comenzó a caminar hacia ellos, pero aunque HoSeok miró dudoso a NamJoon, este hizo un ademán con su mano y lo animó a seguir al alfa al igual que él—. No me digan que están discutiendo de nuevo —dijo cuando se acercó lo suficiente al trío y el rubio de inmediato cambió su expresión gruñona por una sonrisa.

—Oh, hola —los saludó con un poco más de amabilidad de la que su cara había mostrado anteriormente y ambos alfas que estaban con él los miraron con un saludo algo apenado—. Sólo les estoy diciendo a estos dos que ambos pueden tener opiniones completamente diferentes, pero que no por eso pueden ofenderse ni ser hirientes con el otro —explicó, mirando de nuevo a ambos alfas con el mentón ligeramente levantado por la diferencia de altura. A esto, ambos asintieron en entendimiento y JiMin soltó un pequeño sonido de suficiencia—. Bien, supongo que ahora ambos entienden que somos seres humanos, pero también tenemos almas de lobo, así que nos basamos tanto en las explicaciones biológicas como en las explicaciones espirituales, ¿correcto? —ambos alfas asintieron de nuevo.

NamJoon le hizo una expresión a YoonGi, medianamente divertido por la actitud de JiMin y quizás secretamente orgulloso de que el niño tomara el control así, ya que había puesto a ambos alfas en su lugar. La respuesta de YoonGi fue casi con orgullo, ningún rastro de arrepentimiento o incomodidad en su mirada por la actitud del omega y NamJoon sonrió por eso.

—¿Van a disculparse? —insistió JiMin.

JungKook gruñó y TaeHyung apretó la mandíbula sin mirarlo.

Entonces, los ojos de HoSeok encontraron la mirada de JungKook y este suspiró con resignación. Después de todo iba a tener que disculparse en cualquier momento, daba igual si era ahora con su celo aplacado o después, pero su lobo no estaba contento con que fuera el primero en decirlo. "Orgullo de alfas", le decían.

—Lo siento por enojarme tanto, estoy cerca de mi celo, así que eso afectó un poco —explicó JungKook sin mirar a TaeHyung, sus ojos fijos en los zapatos del contrario mientras su lobo gruñía dentro de él—. No debí reaccionar de esa manera, tú ni siquiera sabías lo de mis madres, así que no tengo que enojarme por eso.

TaeHyung soltó aire, casi con alivio.

—Yo lo siento por insistir al respecto sin darme cuenta de que estaba siendo molesto, a veces no me doy cuenta con el tono que digo las cosas y JiMin tiene razón, somos seres instintivos con una especie de "consciencia" o "alma" en forma de lobo, por lo que lo espiritual también tiene un papel importante —habló con calma, mirando a JungKook con algo de pena.

—Ahora discúlpense con HoSeok Hyung.

Ambos alfas miraron al beta y este saltó en su puesto por la repentina atención, de inmediato negó con la cabeza e insistió que no era necesario, pero TaeHyung se acercó a él para tomar su mano entre las suyas, luciendo infinitamente arrepentido.

NamJoon y YoonGi se miraron por el rabillo del ojo y regresaron su atención al par para ver lo que sucedía.

—Lo siento mucho, no fue mi intención sonar despectivo, a veces me emociono mucho hablando y de verdad no me doy cuenta de lo hiriente que puedo llegar a ser con los demás —explicó con honestidad, sus cejas fruncidas con culpa y sus ojos brillando con pena—. Le juro que no tengo ningún pensamiento negativo sobre los betas, lo que dije fue como una preferencia, no quería que sonara mal —agregó TaeHyung, levantando un poco la mano del contrario para acercarla a su pecho y HoSeok le sonrió con algo de vergüenza.

—E-Esta bien... —HoSeok rió con nervios y se encogió un poco en su puesto, sintiendo su cara ponerse caliente por las miradas de los demás sobre él y por la escena que transcurría.

NamJoon y YoonGi volvieron a mirarse por un segundo antes de regresar su atención a la escena frente a ellos.

—No está bien, tiene todo el derecho de estar enojado conmigo, lo entenderé, espero acepte mis disculpas —insistió y HoSeok miró su mano entre las de TaeHyung y negó con la cabeza.

—No estoy enojado, está bien —repitió con una voz de consuelo, esperando que el alfa entendiera que estaba siendo sincero—. Si fue algo raro escucharlo, pero entiendo lo que quieres decir. Ya no tienes que disculparte —con su mano libre, palpó nerviosamente el agarre de TaeHyung, esperando que el otro entendiera que no pasaba nada.

—Gracias —le dijo con una pequeña sonrisa culpable en su rostro.

—¿Y tú? —le cuestionó JiMin a Jeon cuando se dio cuenta de que el alfa estaba quieto mirando al par.

—Yo ya me disculpé —explicó con algo de fastidio en su voz.

JiMin lo miró sin estar del todo convencido, pero cuando su mirada se encontró con la del beta y este asintió en confirmación, decidió que ya no sería más el policía malo.

—¡Bien! Ya resolvimos las cosas, espero que no discutan de nuevo —JiMin jaló un mechón del cabello de JungKook y luego el de TaeHyung, provocando que ambos alfas se quejaran bajito—. Ahora ya podemos pensar en otra cosa —sentenció finalmente y miró a YoonGi quien no dejaba de sonreír en su dirección—. ¿Todo bien? —enarcó una ceja.

—Sí, sólo eres muy lindo —confesó y JiMin se sonrojó, riéndose suavemente antes de darle un golpecito en el hombro por lo inoportuno del cumplido.

HoSeok se acercó a JungKook cuando los demás comenzaron a hablar sobre cómo les había ido en los exámenes de aquel día y le dio un par de toques en su brazo, buscando llamar su atención ya que el alfa se había dispuesto a mirar su celular luego de la escena anterior. El pequeño gesto lo hizo reaccionar y mirar al beta, quien lucía nervioso por la idea de que siguiera enojado. Sin embargo, JungKook sólo le dio una mirada al resto para asegurarse que nadie les prestara atención y se acercó más a él; lo tomó de la cintura para apretarlo un poco contra su cuerpo y se inclinó sobre su oreja lentamente.

—No importa que TaeHyung tome su mano, usted todavía huele a mí —susurró.

Cuando Jeon se alejó nuevamente para que su contacto no perdiera disimulo, la cara de HoSeok estaba tan roja que tuvo que cubrirla con sus manos y JungKook no iba a negar que estaba orgulloso de haber provocado eso, así que simplemente le sonrió, agregándole más sentimientos explosivos al pobre beta que no tenía idea de qué hacer ahora.

Como si no hubiera pasado nada, JungKook se metió en la conversación que estaban teniendo los demás y mencionó que su idea de que todos fueran a su casa para estudiar seguía en pie, pero JiMin tuvo que rechazarla porque no iba a poder encontrar una excusa decente para que su padre aceptara ese día, así como tampoco quería incomodar llevando a ChanYeol a su casa. Por otro lado, los demás mencionaron estar de acuerdo y acordaron esperar a que JiMin tuviera una excusa suficiente. Así mismo, el alfa pelinegro les ofreció un aventón cuando sus madres llegaron, pero de nuevo había terminado a solas con HoSeok en el auto y bien, no iba a reclamar al respecto. Lo único malo fue que el beta, como venganza, lo acusó con sus madres sobre su celo y Suni lo obligó a tomarse un supresor que tenía de emergencia en el auto mientras le decía lo tonto que era por ser tan despistado al respecto.

Había sido un buen día pese a todo y como la discusión no se alargó más de lo necesario, todos estaban en buenos términos, así que podían esperar a que la semana transcurriera sin complicaciones.

Después de todo, los finales no se iban a aprobar solos.

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