Cap. 2

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Pov: Mónica

El taxi para en la acera contraria a la disco, le pido la cuenta y luego de pagar al taxista bajo de el coche. Miro el lugar, está iluminado con luces de neón azul y roja. Cruzó la calle y me encuentro con una fila un poco corta, hago la cola y cuando me toca ingreso al local.

Lo primero es que la maldita discoteca está a tope de gente, personas bailando por aquí y por allá, otras tomando, volviéndose loca. Trato de ver a mi amiga pero como han de imaginarse es imposible de ver gracias a la gran multitud del lugar. Me dirijo a la barra para sentarme un momento, cuando estoy ahí saco el móvil, le escribo un mensaje y, suspiro mientras espero su respuesta. En eso el barman que está atendiendo la barra se acerca y me dice que que quiero de tomar, para salir del paso y entretenerme con algo pido un jean tonic y espero.

Mi teléfono vibra en mis manos e inmediatamente desbloqueó el aparato para ver el mensaje. Un simple voy para allá me escribe la muy estúpida y desconsiderada de mi mejor amiga. Una vez leído el mensaje bloqueó el teléfono y lo echo en la cartera, el chico me da el trago, tomo un poco de la bebida y continuo esperando. Observo el panorama y en éso veo a mí inconfundible amiga acercandose, pero noto que no viene sola, junto a ella viene su noviecito y otro chico que también está muy bueno.

¿Es qué estos chicos fueron hechos a mano ó qué?

¡Joder, que buenos están!

Espero a que los tres mosqueteros se acerquen para poder halar del pelo a la irresponsable de Lucí, pero lastimosamente cuando la tengo a un paso de mí lo único que puedo hacer es halarla hacía mí, abrazandola fuerte y de paso cerciorarme de que esta en una sola pieza.

—También me da gusto volver a verte, amiga._ dice en mi oído. Yo por el contrario le pellizco una nalga a lo que ella reacciona gritando y maldiciendo por lo bajo.

—Hola de nuevo Moni._ dice Tommy.

—Mónica, Moni sólo para los amigos._ corrijo entre dientes.

—¡Ay, basta Moni!._ comenta Lucí exasperada.—Mira, él es Frank, amigo de Tom._ señala al chico nuevo.

Le doy un simple saludo de manos y por supuesto un repaso minucioso al guapetón. Es alto, delgado pero con musculo en los lugares correspondientes, cabellos rizados aunque el color de éstos y de los ojos es imposible de definir por la poca iluminación del local, va vestido completamente de negro y lo mas importante, parece un matón. Es de esos chicos que te dicen de tan sólo verlos peligro, alta tensión. En serio, el chico dicta miedo por los cuatro costados.

Una vez terminado mí exhaustivo análisis llevo mí mirada a mi amiga y la encuentro con una ceja arriba y una sonrisa torcida. Me señala con el dedo índice de su mano derecha y yo ruedo los ojos tratando de no dejarme más en evidencia ante la Santa Inquisición llamada Lucía. Se que más tarde me espera un interrogatorio en la guillotina pero mientras tanto trataré de desviar el carril de mí chismosa amiga.

Veo a los lados y me doy cuenta que estamos solas, miro interrogante a Lucí.

—Salieron a hablar, recuerda que Tommy vino aquí a éso._ me explica. Asiento en respuesta y me siento. Lucí me imita y pide una bebida mientras yo le doy un trago a la mía.

— Y dime ¿Qué tal Tommy?._ pregunto para entablar una conversación y dejar atrás el incómodo silencio.

—Éso te pregunto yo ¿Qué tal Frank? Te vi realizandole una radiografía completa._ pregunta burlona.

—Está bien bueno pero nada más. _ digo indiferente.

—Si, y esté es el momento en que me quieres tomar de bruta, pero está bien, te la compraré, pero sólo por hoy, ya mañana te atare sí es necesario para que me digas la verdad.

Muerdo mi lengua fustrada sabiendo que no me queda de otra. Agarro la bebida y me tomo todo de un trago, al tiempo que le pido otro al chico de la barra y sin detenerme a pensar lo ingiero todo sin respirar.

—¡A bailar!._ grito y me levanto de sopetón. Mala decisión, mi cuerpo tambaleante se fue de lado. Algo o más bien alguien me sostiene de la cintura evitando que bese el suelo.

Trato de recomponer mi actitud y mostrarme altiva para luego girar la cara y mirar a mí salvador. Mis ojos se deleitan al ver el papaisto que me a salvado, el chico es guapo, rubio, ojos miel y puedo decir lleno de músculos gracias a lo fuerte que sus brazos me sostienen.

—¡Eh bonita! ¿A caso quieres volver a llevar a cuestas tus hermosas alas?._ joder que voz.

—Quita tus asquerosas manos de mí novia-

—¡Ah!- grito yo.

El chico y yo miramos a la tercera persona que se encargó de explotar la burbuja de angeles y demonios, descubriendo a un Frank bastante molesto. Yo le miro extrañada y él sin tiempo que perder quita las manos del hermoso chico de mi cintura y me pega a él cual chicle desgastado. No es que me moleste pues Frank está para majar toda la noche, es que se está comportando como si tuviera derecho sobre mí y no es así ¡ Él no tiene derechos sobre mí!.

—¿ Viene contigo?_ me pregunta el bombón.

—N...

—Si.- responde Frank, interumpiendome. — Ahora largo.- demanda con brusquedad.

Él chico asiente desganado, se da vuelta y se malcha. Me giro como puedo dándole la cara a Frank, levanto una ceja y espero a su respuesta.

—Bailemos.- es lo único que dice para luego mover junto a él mí cuerpo a la pista.

Miro atrás buscando ayuda y encuentro a mí supuesta amiga sonriendo en mi dirección mientras su noviesito le da caricias en el cuello. Con resignación me dejo arrastrar por Frank y su poderoso cuerpo.

La pista está atestada de gente sudorosa moviendo sus cuerpos con y sin compañía, es asqueroso y me asquea de inmediato. Frank al notar mí incomodidad me pega más a él y empieza a balancear nuestros cuerpos. La canción es movida pero no por éso deja de ser sensual. Es cono volar sin temor a caer porque tienes un paracaídas que te sostiene con fuerza.

Mí cuerpo decide emprender el camino sensual puede que sea producto del alcohol que hay en mí sistema pero decido prenderlo, seducirlo al máximo. Doy media vuelta en mí eje y muevo mi trasero, él lleva sus manos a mí pelvis y me aprieta a él haciéndome sentir su abultado miembro. Sonrío complacida, regodeandome en mí fuero interno por haber empalmado a un hombre como él, frío, lindo y peligroso.

Llevo una mano detrás de su cuello mientras de forma indecorosa restriego mí culo en su pene. Mi lengua recorre su cuello arañando su piel con mis dientes a su paso causando un gruñido de su parte. Sus manos aprietan aún más mi pelvis y de forma lenta baja a mí zona del deseo, aquélla que en éste momento nada entré la sabía de mi interior. Mí zona de placer está lista para que alguien si quisiera navegar podría hacerlo sin ningún problema, a su gusto.

Mis labios vaginales son apretados sobre el vestido causandome placer, sus manos siguen su camino al no encontrar ningún impedimento y se cuelan por debajo de las prendas; llegan a mí clítoris acariciandome de forma lenta, volviendome loca de deseos. Gimo alto en su oído, causando qué él introduzca un dedo en mí interior en respuesta. Me restriego en él al ritmo de sus dedos y gimo sin control. Su boca busca la mía y nos ensalsamos en un beso apasionado, olvidándonos por completo en el lugar en el que estábamos. Mi parte baja se tensa, mis pezones duelen y sin poder evitarlo llego al placentero orgamos, un orgasmo aterrador, delicioso. Siento como sus dedos salen dentro de mi, coloca el vestido en su lugar y me gira de forma que quedé frente a él. Veo que sonríe satisfecho y yo por igual. Sus manos agarran mi rostro y me hacen mirarle a los ojos.

—Vamonos de aquí.- dice. Yo asiento en respuesta y él me hala. Caminamos entre la multitud en un silencio cómodo, en este momento las palabras sobran, Frank se encarga de alejar a todo aquél que se encuentra en el camino obstaculizando nuestro paso. Una vez fuera de la discoteca mis pasos se detienen y él me mira cuestionando mí acción.

—Debo avisar a Lucí.- justifico mi acción.

—Tranquila, ya me encargué.-

—¿Cómo...?-

—Sólo camina.- me apura sosteniendo mi mano para avanzar.

Esta vez no me opongo, le sigo cuál perro a su dueño; sin miedos, sin dudas que me acompañen, sólo pasión, deseo. En éste momento mí cuerpo no razona, no cuestiona, sólo quiere placer, sentirse amado, sólo quiere follar...



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Hola pequeñas diablitas. Se que las he abandonado pero es que he estado muy liada con la uní y el instituto en el que estoy realizando un diplomado. Pero aquí estoy ¡Al pié del cañon!

Besos.....Chaito pues😜😜😘😍😘😘

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