Capítulo 16:

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Capítulo 16: Después del descontrol y posterior internación del Team 09 en la clínica de Eirin, los chicos decidieron explorar Gensokyo por su cuenta, mientras que no se metieran en problemas con algún enemigo o de no hacer enojar a la Miko Hakurei, las cosas marchaban bien.


- Awww, dulce paz y tranquilidad. Respiró Skips lo más tranquilo en los parques de la Mansión Scarlet, haciendo yoga, cuando  en ese momento, llegó el caos.


- ¡MARISA, VENÍ PARA ACÁ, OTRA VEZ ROBANDO EN LA BIBLIOTECA DE LA MANSIÓN, ESPERA QUE VOY A POR TI! Gritó con todas sus fuerzas Koakuma, la cual arrastraba a su novio Emilio por los aires, mientras que a su vez, venía Flandre, llevando al pobre Sergi y estrellándolo contra las torres de la Mansión Scarlet.


- ¡VEN, MI AMOR, VAMOS A JUGAR CON MARISA! Le decía la rubia y el pobre chico aceptaba el juego.


Y por su parte, también aparecía Montana, el cual era arrastrado por los caminos por la gran fuerza sobrenatural de Yuuka, la cual estaba persiguiendo a un par de intrusas en sus Jardines, a las cuales ansiaba masacrar.


- "El dolor es pasajero, Montana, el dolor es pasajero" Se decía para sus adentros, soportando los feroces golpes que Yuuka daba contra el suelo, usando a su novio como proyectil contra las intrusas, las cuales huían despavoridas.


- ¡Jajajaja, vamos, Amor, vamos, esto es divertido! Gritó Yuuka, la cual estaba disfrutando a cada momento con arrojarlo con fuerza contra las chicas que escapaban despavoridas.


A su vez, Marisa se escapaba con varios libros de Magia de la Biblioteca de la Mansión Scarlet.


- ¡Vuelve aquí, ladrona, vuelve aquí! Gritó Koakuma, la cual no había podido atrapar a la Bruja rubia.


- Espera que a los pocos segundos va a robarle a Alice, solo espera. Pidió Skips, quien se conocía muy bien los pasos que hacía Marisa en sus operativos de "pedir prestadas" las cosas de las Youkais y las Hechiceras de toda Gensokyo.


- ¿Acaso Reimu no le dice nada? Preguntó Papaleta, al ver que eso era un delito.


- Sí, pero, bueno, ya saben, cuando eres amiga de la Miko, tienes más protección. Respondió Remilla, la cual estaba tomando el té en los parques, bajo la protección de unas sombrillas en su mesa, junto con Sakuya.


- Solo queda que Alice estalle de la furia. Alegó Skips, el cual seguía haciendo yoga, cuando esos momentos, un grito se escuchó y desgarró el aire.


- ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! Gritó con fuerza alguien, pero no había sido Alice, no, todo lo contrario.


- Uh, che, me dieron unas extrañas sensaciones de que esta vez Alice por fin se vengó. Dijo Montana, quien se recuperaba de los golpes que había recibido tras ser arrojado como proyectil contra las intrusas que perseguía Yuuka.


- Tienes razón, ¿qué habrá pasado? Se preguntó Yuuka, la cual seguía golpeando a las intrusas, una de las cuales era Yumemi y Koishi.


- ¡¿Qué hicimos para merecer esto?! Preguntó Yumemi, tras ser torturada por la novia de Montana.


- ¡Recuérdalo, idiota! ¡Se te ocurrió ir a buscar un tesoro a los Jardines de la Youkai Loca! Gritó Koishi, pero eso hizo enojar a Yuuka, quien se las llevó a un lugar recóndito para que siguiera con la diversión.


- Yo se los advertí. Mencionó Montana, mientras que seguía a su novia de cabellos verdes hacia la mansión, donde continuaría la tortura.


Y al ver que Marisa no emitía ningún sonido, ya era motivo de preocupación, por lo cual optaron por averiguar qué era lo que había pasado, para eso enviaron a Benson con Papaleta y Skips, los cuales arribaron a la casa de Alice, quien estaba ocupada, creando nuevas Muñecas y en una silla atada se hallaba Marisa, la cual estaba por convertirse en parte de la colección de la chica rubia.


- Esto se va a poner feo. Dijo Benson, cuando de golpe, Alice desapareció y al darse la vuelta, se toparon con todo un batalló de Muñecas, las cuales les apuntaban con sus lanzas y espadas.


- No hagan un solo movimiento, de lo contrario estamos muertos. Pidió Skips.


Cuando parecía que les iban a atacar, alguien dio la voz de alto.


- No los lastimen. Pidió esa persona y al darse la vuelta, vieron que la responsable era Alice, quien había ordenado no atacar.


Las Muñecas obedecieron la orden y bajaron las armas.


- ¿Qué está pasando? ¿Qué le harás a Marisa? Preguntó Papaleta.



- Tranquilos, aprenderá ella la lección que nunca debe venir a mi casa para robar mis libros. Solamente la convertiré en una Muñeca, tal vez por unas 24 a 72 horas. Dijo la rubia.


- Bueno, con tal de que devuelva los libros de Patchouli. Añadió Benson, cosa que recibieron de parte de Alice todos los libros que Marisa se había robado de la Biblioteca de la Mansión.


- Estamos a manos. Pueden seguir. Finalizó Skips y dejaron que Alice y sus Muñecas se divirtieran con Marisa, la cual permaneció atada y estaba por experimentar el terror más profundo y jamás sentido en toda su vida.












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